martes, 7 de agosto de 2012

LA DESLEALTAD HISTÓRICA DEL PARTIDO POPULAR Y SUS SAGRADOS INTERESES ELECTORALES

ARTÍCULO POR ANTONIO ALFONSO HERNÁNDEZ



Estamos presenciando en la actualidad un episodio más de lo instalado que está en la derecha española el “sagrado” principio, de defender los intereses electorales a costa de lo que sea. Durante la legislatura anterior  como de lo que se trataba era de desgastar como fuera a Zapatero  a éste no le dieron ni agua, dejándolo solo ante  el peligro. Lo importante para ellos era alcanzar nuevamente el poder y lo de menos las consecuencias que pudieran tener para  España esas acciones. Ahora curiosamente se quejan de que los socialistas están haciendo lo mismo.  Se opusieron con firmeza a la amnistía fiscal que propuso el gobierno de Zapatero  para las grandes fortunas, pero al llegar ellos al poder es de lo primero que han hecho. Pusieron el grito en el cielo cuando el anterior inquilino de la Moncloa les bajó el 5% el sueldo a los funcionarios, pero Rajoy no se ha cortado con estos;  incremento de 2,5 horas a la semana de la jornada de trabajo, eliminación de una paga extraordinaria, supresión de los días de asuntos propios, inminente criba en los funcionarios interinos….Incluso se oye que de solicitar España el rescate se produciría un despido masivo de funcionarios.

También dijeron en campaña electoral que la sanidad no la tocarían. Ya hemos podido comprobar que mentían; el mal llamado copago farmacéutico-en realidad se trata de repago- y el cierre de distintos centros sanitarios, son buena prueba de ello. Eso sin contar con el inminente repago sanitario que nos espera si nadie lo remedia. Prometieron que  los pensionistas no quedarían afectados por las medidas para salir de la crisis y ahí también mintieron, ya que el repago  farmacéutico les afecta, como a todos. Ya veremos lo que tardan en  bajar las pensiones.  Lo mismo podemos decir de la reciente subida del I.V.A, cuando no cesaron de repetirnos machaconamente que no lo subirían. Menuda campaña le hicieron al gobierno de Zapatero, cuando éste subió el I.VA.  en 2010. En cuanto a la educación,  no tardarán en meterle mano. Por lo pronto en la comunidad de Madrid, el consejero de la cosa ha propuesto que la enseñanza no básica deje de ser gratuita.

Asimismo conviene recordar el hecho, de que retrasaron los presupuestos generales del Estado hasta después de las elecciones andaluzas. Las razones de tal medida son tan evidentes que no es necesario mencionarlas. Una vez transcurridas esas elecciones hicieron público los presupuestos con los consabidos recortes.

Pero no ha sido la primera vez ni mucho menos la última, en la que  para ellos han primado los intereses electoralistas sobre los que ellos mismos denominan, intereses sagrados de España. Hagamos un poco de repaso.

Corría la primavera de 1986 y nos encontrábamos inmersos en la campaña electoral del referéndum  para la permanencia de España en la Alianza Atlántica. Pues bien, esta consulta electoral que tan irresponsablemente convocó  Felipe González-algunos años después él mismo lo admitiría- provocó que la derecha española recomendara la abstención, cuando sus convicciones ideológicas apostaban por el  sí. Es decir, una vez más antepusieron los intereses electorales por encima de los del país. La jugada que intentó el por entonces dirigente de AP, Manuel Fraga, no fue otra que intentar que el PSOE perdiera el referéndum. Este hecho habría provocado la casi segura dimisión de González-éste lo dejó entrever con posterioridad- y la convocatoria de elecciones anticipadas, que con otro candidato socialista habría llevado a la derecha al poder. Al menos esto es lo que creyeron ellos.
Felizmente la deslealtad no obtuvo premio. Al menos en esta ocasión.

Poco tiempo después de la victoria electoral del PSOE en las elecciones de 1993,- en esta ocasión perdió este partido la mayoría absoluta-, el PP se propuso sacar como fuera a González de la Moncloa. Para eso contó con el apoyo interesado de ciertos medios de comunicación,  que  se lanzaron directamente a la yugular del por entonces presidente del gobierno. Poco después de que Aznar ganase las elecciones de 1996, el periodista Luis María Ansón, denuncio que se había producido una conspiración perfectamente organizada, para derribar a los socialistas del poder. En esta confabulación habrían participado determinados periodistas de tendencia conservadora y los propios dirigentes del PP.

La edición digital de El País, publicó con fecha  10 de febrero de 2006, la siguiente información sobre aquella época y en relación al libro La conspiración, el último atentado de los Gal, que escribió el subcomisario José Amedo.
Esto decía la citada información:

(…) La última parte del libro, que da título al mismo, revela las presuntas presiones que Amedo recibió del juez Baltasar Garzón, del director del diario El Mundo, Pedro J. Ramírez y del entonces secretario general  del Partido Popular, Francisco Álvarez Cascos, con el visto bueno, según el libro, de José María Aznar, para resucitar judicialmente el caso GAL y sacar del poder al PSOE. Amedo detalla cómo el magistrado le instruyó sobre lo que debía decir en las tomas de declaración o en los careos para implicar a la cúpula de interior o cómo, siempre según su relato, le amenaza con procesar a su mujer si no colaboraba. (…) El ex agente (sic) también precisa el dinero que recibió del director de El Mundo-30 millones de las pesetas de entonces, en tres pagos- por un relato sobre los Gal, publicados por dicho diario en los términos pactados con Garzón. (…) En esas reuniones, Ramírez, siempre según el relato, le garantiza en nombre de los  líderes del PP, que será indultado cuando la formación conservadora alcanzara el poder.

Ante la aparición de este libro, Amedo como es natural, fue desacreditado por los mismos que supuestamente se habían servido de él para alcanzar el poder. Que cada cual juzgue como crea oportuno, pero algo parecido le ocurrió a Baltasar Garzón.  Antes colaborador necesario para los intereses peperos, después condenado al ostracismo y caído en desgracia bajo un gobierno del  PP.
Hay que tener en cuenta que todos los intervinientes  en esta supuesta conspiración tenían razones personales o políticas para ir contra Felipe González. Así, Pedro J. Ramírez se la tenía jurada desde que según él, el sevillano lo echó de la dirección de Diario 16. Garzón en teoría habría sido engañado por González con la promesa de un ministerio, recordemos que el exmagistrado fue en la lista del PSOE en las elecciones generales de 1993. En cuanto a Aznar y Cascos, son más que evidentes sus ambiciones políticas de entonces.

Tras el repugnante atentado del  11 de Marzo de 2004, el gobierno de José María Aznar se encontró en la disyuntiva de que este desgraciado hecho les pudiera desalojar del poder.  De ahí que negaran que el horrendo crimen fuera obra de extremistas árabes. Debieron pensar  y con razón que  el no a la guerra de Irak casi unánime de los españoles, le pasarían factura, tras  la conexión que  pudiera encontrarse entra la guerra y el atentado.

Creo honestamente que el gobierno creyó en un principio -como todos los españoles-  que la cosa pudiera ser obra de los terroristas de ETA, pero no es menos cierto y siempre según algunas declaraciones de mandos policiales, que desde la misma tarde del día de los atentados, se empezó a investigar también la opción de que fuera cosa de extremistas islámicos. Sin embargo el ministro Acebes ocultó este dato  hasta el día 13 por la tarde que tras producirse las primeras detenciones, admitió que a partir de ese momento incorporaban a las investigaciones esta posibilidad. Hasta ese momento no paró de repetir que solo se estaba investigando la opción de ETA.


Creo que se trataba de que los españoles fueran a votar el Domingo 14 de Marzo, con la convicción de que no había relación alguna entre el atentado y la guerra de Irak, o al menos, que las cosas no estaban nada claras.  De ahí la insistencia de la participación de ETA en el atentado.
Por tanto no dijeron toda la verdad en cuanto a las investigaciones y volvió a primar el interés electoral, en este caso sobre el derecho de todos los españoles a saber la verdad de lo ocurrido.

En la última legislatura de Zapatero como presidente, se produjeron conversaciones entre el gobierno de éste y los terroristas de ETA, donde se pretendió alcanzar el final de las acciones terroristas. El PP  con el actual ocupante de la Moncloa, Sr. Rajoy como cabeza de la oposición, apostaron por el “todo vale” y así, por vez primera en nuestra democracia, los españoles contemplamos con estupor,  como convertían el terrorismo en  arma arrojadiza contra el gobierno. Hay que tener en cuenta, que jamás el principal partido de la oposición según los casos, a veces el PP, a veces el PSOE, se había atrevido a utilizar la lucha contra el terrorismo  como  instrumento de desgaste del gobierno.

Lanzaron diversos infundios, que si ya se había pactado con los terroristas la anexión  de Navarra al País Vasco, proyecto de pacto PSOE- ETA para gobernar, rendición, claudicación a ETA… que el tiempo ha demostrado sobradamente que  no eran  más que eso, infundios.

Para finalizar quisiera aclarar que no he tratado  en este artículo ni mucho menos, de exculpar al PSOE   y a los demás partidos de situaciones en donde han  supeditado las intereses electorales sobre los  generales. No me atrevería a semejante ingenuidad a sabiendas de que todos los partidos políticos actúan de manera similar. Lo que sí puedo asegurar y ese era mi objetivo, es que en determinadas situaciones el PP llegó demasiado lejos con tal de arañar votos. A fin de cuenta, son ellos los que han enarbolado con frecuencia la bandera del patriotismo, cuando la realidad es que los intereses nacionales han quedado relegados por parte de ellos, a las conveniencias electorales. Por otra parte, muchas cosas negativas se le pueden achacar a los socialistas -nadie lo puede poner en duda- pero jamás han utilizado la lucha contra el terrorismo como instrumento de desgaste de ningún gobierno.
Esa es la realidad de los hechos y así hay que contarlo.

ANTONO ALFONSO HERNÁNDEZ
4 de Agosto de 2012


















7 comentarios:

  1. Cada vez que entra un gobierno destituyen a unos para poner a otros que son más de su confianza.

    Cuando ocurrieron los atentados del 11m la investigación se abrió bajo su mandato. No se a que vienen las quejas que la policía quería manipular. Se supone que la policía era de confianza para el PP.

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  2. Hombre, Aznar llevaba ocho años gobernando cuando el atentado. Me imagino que los mandos policiales serían de la confianza del gobierno, sino todos, casi todos.

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  3. Sr. Cortés Avellano le he dejado un correito.

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  4. Estoy bastante de acuerdo con lo que dice el artículo. El PP SIEMPRE ha sido desleal. Solamente ha mirado por sus intereses electorales. Para ellos el fin justifica los medios. Después, una vez que tienen el poder, consideran inconcebible que se lo puedan qutar por una tontería como unas elecciones generales.
    En 2004 yo tenía una compañera de trabajo que era bastante importante en el PSOE. Todos los partidos, al menos PSOE y PP, hacen encuestas casi diarias en los días de campaña electoral. Según nos decía durante la campaña se iban aproximando las intenciones de voto del PP y del PSOE, o sea subía éste y bajaba el PP. El día 9 de marzo recuerdo que nos dijo que el PSOE había sobrepasado al PP en intención de voto por muy poco. Igual el día 10. Creo que sin el atemtado hubiera ganado el PSOE por muy poco, pero ganó por mucho más por la forma de llevar la situación por el gobierno de Aznar.
    Y a las diez de la mañana yo estaba seguro que no había sido ETA, cuando salió Otegui condenando rotundamente el atentado. Eso nunca lo hizo tratándose de uno cometido por ETA.

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  5. A partir de las declaraciones de Otegui, desvinculando a ETA de los atentados, yo también tuve claro que no habían sido estos.Nunca se había visto a los batasunos decir que no era cosa de ETA, cuando los atentados los cometían los etarras.

    Por otra parte, la furgoneta que encontró la policía poco después de los atentados, donde encontraron la cinta con los versos del corán,me hizo pensar que los teroristas querían que se supiera muy pronto que era cosa de ellos.

    De esta forma condicionaban el voto de la gente.

    Lamentablemente, la jugada les salió perfecta. Sin duda alguna, la torpeza del gobierno hurtando información a la opinión pública, hicieron el resto.

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  6. Ahora nos encontramos con el mayor fraude electoral de la historia de la democracia española.

    Nada de lo que está haciendo el gobierno del PP, venía en su programa electoral, ni por supuesto lo anunciaron en la campaña electoral.

    Los votantes de este partido deben sentirse engañados.


    ¿No sería sensato la convocatoria urgente de elecciones anticipadas?. Que se ponga sobre la mesa lo que este partido y los demás pretende hacer.Pero sin engaños. Y que la gente libremente decida a quien confía la gobernación del pais.

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