lunes, 5 de noviembre de 2012

MÁS SOBRE LA REPRESIÓN EN BADAJOZ


Recientemente ha llegado a mis manos un excelente trabajo del que fuera profesor  en el  Colegio Guadalupe de Badajoz, Antonio Regalado Guareño, que lleva por título INFANCIA EN EL BADAJOZ INTRAMUROS (1934-1944). En él además  de aportarnos datos interesantísimos de cómo era el Badajoz de aquella época, se cuentan las vivencias del autor cuando era sólo un chiquillo sobre los acontecimientos de la guerra civil y la posterior posguerra. Recomiendo su lectura.

Hay que tener en cuenta que debido a su temprana edad, en los hechos narrados se entremezclan los recuerdos del Sr. Regalado  junto con los testimonios que le dejaron sus familiares más directos.
En lo concerniente a las fechas previas al alzamiento  relata cómo  era el ambiente que se respiraba en la ciudad. Entre otras cosas dice lo siguiente sobre un hecho que vivió su padre.

“En los primeros días de julio todo estaba bastante revuelto. Papá paseaba por la calle de San Juan con su amigo Alfonso, ambos del mismo gremio. (Los albañiles se diferenciaban por llevar una chambra blanca, pantalones de pana y alpargatas también blancas). A la altura del café Mundial deambulaba una pareja de milicianos que se fijaron en ellos, nunca se supo el porqué. El más bajito de los dos dijo a su compañero.” Pégales un tiro a esos albañiles del “Pintao” que son todos unos carcas”. Ni corto ni perezoso el  inconsciente se echó el fusil a la cara y lanzó un disparo que a papá le quemó una de las zapatillas. Echaron a correr ambos y, tanto miedo llevaban en el cuerpo, que  mi padre no esperó a a que le abrieran el cerrojo de la puerta y se coló por el postigo. El pánico se apoderó de toda la familia. Papá, presionado por los compañeros de trabajo y desorientado, se hizo cargo a trancas y barrancas de un fusil. Cuando llegó a casa, tanto mi madre como las vecinas se pusieron las manos en la cabeza y lo convencieron para que devolviera con rapidez el arma, cosa que hizo afortunadamente”

Afortunadamente el padre del autor lo pudo contar ya que la cosa tal y como hemos visto no pasó a mayores. Lo curioso fue que vivió una experiencia similar pero en esta ocasión tras la entrada de los golpistas en la ciudad. En esta ocasión bastó la denuncia de un ciudadano para que fuera apresado y diera con sus huesos en el cuartel de la Guardia Civil. La intermediación de un amigo salvó la situación tan peligrosa que vivió, según confiesa el propio autor:

“Los prendieron y los ingresaron en el Cuartel de la Guardia Civil. Se sabía que los que allí entraban tenían la vida en peligro extremo.

Es decir, se salvó de perder la vida en manos de los milicianos y posteriormente de los fascistas.
Hay un detalle del libro que me ha llamado poderosamente la atención y que a mi juicio demuestra lo profunda que llegó a ser la represión de los franquistas en la ciudad. Por lo que podemos observar nada escapó al control de éstos para “cazar” a los que consideraban izquierdistas.
Va en relación con un mitin que dio Dolores Ibárruri en la ciudad días antes del golpe de Estado.


Madre amamantando a  su  hijo  en  un  mitin en Badajoz, 1936 .Por David Seymour. (De la web de la revista La Aventura de la Historia)

“En la primera quincena de julio papá asistió en los glacis al mitin que dio Dolores Ibárruri. Por cierto que la explanada estaba abarrotada de gentes venidas también de pueblos cercanos. Contaba mi madre que su marido se presentó con camisa apropiada a tan esperada disertación. El fotógrafo Pepe, que tenía su estudio en la calle Menacho, cerca de la Cubana, sacó innumerables fotos del acontecimiento. Cuando mi padre llegó a casa, explicó a su esposa lo visto y oído. Comentó que le había gustado, pero que no comulgaba con ciertas proposiciones de la “Pasionaria”. Eso de ¡Hijos si, maridos no! ¡Juventudes, el amor es libre! ¡Ha llegado la libertad sexual!.-Pero ¿no te ha gustado? Preguntaba con insistencia mi madre.-Si, pero por ahí no paso. Cuando se tomó Badajoz el 14 de agosto, sigue contando mi madre requisaron a Pepe los negativos, que tenía escondidos, con el fin de identificar a las personas que habían asistido al célebre mitin”

Por lo visto no tuvieron suficiente con los registros que hicieron a las sedes de los partidos de izquierda en la ciudad y otras medias para identificar a “los peligrosos rojos”.  Querían más. No repararon en medios con tal de asegurarse la filiación política o simpatías que mostraran los ciudadanos.

Ejercer el legítimo derecho de asistir a un acto público se convirtió en una ratonera para cientos de personas. ¿Cuántos de los asistentes al mitin acabaron siendo fusilados? ¿Cuántos acabaron en la cárcel? Probablemente nunca lo sabremos pero es fácil intuir que debieron ser muchos.
Es fácil llegar a estas deducciones a sabiendas de cómo se las gastaban. Si por el hecho de  simpatizar con un partido moderado de izquierda, los hermanos Pla acabaron siendo asesinados, aún tratándose de una familia muy conocida y pudiente del Badajoz de entonces que incluso tuvo como mediador para salvar sus vidas al mismísimo Obispo de la diócesis, ¿Qué esperanza podían tener los pobres desheredados de la tierra que además fueran  entallados “in fraganti” nada menos que en un mitin de la extremista Pasionaria? Quién  iba a mediar por ellos. Por si fuera poco tenían la prueba del “delito” , es decir las instantáneas del fotógrafo Pepe  que las haría el hombre sin atreverse a pensar ni por asomo en las funestas consecuencias.

Aún tratándose de un dato más que para muchos puede resultar anecdótico  y para otros , algo digno de ser investigado,  no deja de ser cierto que  nos puede aproximar al alcance de los asesinatos cometidos por los fascistas en Badajoz. Incluso tiene más visos de  credibilidad si además tenemos en cuenta que tanto el padre del autor como un tío de éste se integraron en las fuerzas del general Franco en la guerra. Por tanto no estamos hablando de personas que estuvieran en el otro bando.

Me pregunto si estos y otros aspectos de la represión les  interesarán lo suficiente  como para poderlos investigar, a aquellos que andan últimamente obsesionados sobre donde durmió Jay Allen la noche que escribió su famoso artículo.

Me puedo imaginar la respuesta.

ANTONIO ALFONSO HERNÁNDEZ
5 de Noviembre de 2012


5 comentarios:

  1. Había que extirpar el mal de raíz. Qué mejor forma que reconociendo sus rostros. podrían cambiar de nombre, pero no de rostro. Serían hijos de la grandisima..., ellos..., y todos los que defienden a los asesinos fascistas

    ResponderEliminar
  2. O sea que aunque no estuvieras afiliado a ningún partido con aparecer en la foto del mitin podías acabar en las paredes del cementerio.

    ResponderEliminar
  3. Efectivamente amigo Tony. Desconocemos mucho de la carnicería que montaron aquí los hijos de la grandísima.... pero estos datos y otros invitan a pensar que masacraron a los que defendieron la ciudad,a los afiliados a alguna organización sindical o política de izquierdas, a los simpatizantes de estas, a los que intervinieron como interventores o puestos similares representando a partidos de izquierdas en las elecciones, a los que repartieron propaganda electoral de partidos considerados de izquierda-hermanos Pla-, a los que asistieron a mitines dados por políticos de izquierdas, a los maestros,a los masones, a los que fueron víctimas de alguna denunciada cursada por algún vecino enrabietado por alguna cuestión personal, a los hermanos e hijos de comunistas,ect.ect.... y así podría seguir hasta pasado mañana.

    A mi me han contado desconozco si será cierto, que en Badajoz se cargaron a uno por el simple hecho de apellidarse Rojo. Insisto que no sé si será cierto o no pero es algo que he oido en más de una ocasión.

    Así más o menos creo yo que fueron las cosas.Todo esto ocurría al mismo tiempo que anunciaban que nada tenían que temer aquellos que no tuviesen las manos manchadas de sangre.

    ResponderEliminar
  4. Ah. Se me ha olvidado mencionar a aquellos que asesinaron por haber votado a una determianda formación política.

    ResponderEliminar
  5. Ya entro bien en tu blog Coyote.Debio ser un problema de mi ordenador.

    ResponderEliminar

Aviso Legal
Este blog no se hace responsable de las informaciones y estudios que no sean veraces y que aparezcan en estas páginas. Intentamos verificar todo lo publicado para no faltar a la verdad. Esa es la línea que rige este blog, sabemos que nuestro esfuerzo puede no ser eficaz al 100 por 100, por eso en este blog está desabilitada la censura en los comentarios, para que puedan advertirnos de nuestro errores..

Debido a nuestra política de total libertad de expresión, no nos hacemos responsable de las posibles infracciones que puedan cometer nuestros colaboradores y participantes al dejarnos sus opiniones y sus artículos.

Los responsables del Blog Badajoz y la guerra (in) civil podrá estar de acuerdo o no con las opiniones de los colaboradores y de los participantes, debido a esto no se hace responsable de los perjuicios que puedan derivarse de los textos aquí reproducidos y de los comentarios de los usuarios.

Este blog es totalmente privado no dependemos de nadie y jamás no ha movido el ánimo de lucro, por favor se coherente con tus comentarios. Aquí no se ejerce la censura.