jueves, 29 de noviembre de 2012

DESPUÉS DICEN QUE NO.


Otro miembro del PP ha vuelto a protagonizar un acto neo-franquista. Esta vez por lo visto ha sido a título personal. El  concejal de Cultura de la localidad toledana de Talavera La Nueva, José Luis Fernández, ha sido el protagonista de esta instantanea. El Valle de los Caídos supuestamente está protegido por la LMH, es decir, en ese altar "sacrosanto" del franquismo está prohibido hacer exaltación de la Dictadura. Al concejal de Cultura se le debe haber pasado por alto este pequeño detalle.

Según el pepero el viaje a Cuelgamuros se debía a un trabajo "escolar" de su hijo. Menudas cosas les enseñan a los escolares.

Declaraciones realizadas a ELPLURAL.COM por un destacado franquista toledano, quien asegura que: “os sorprenderíais (los periodistas) de los políticos de derechas que simpatizan con el credo falangista”, añade, “si el 6 de diciembre os pasáis por los salones parroquiales de San Julián (Avenida de Europa-Toledo), donde celebraremos una jornada con la participación, entre otros, del historiador Pío Moa, podréis comprobar lo que os digo”. No dudamos de la información de este franquista toledano.

Según algunos blogueros el franquismo ni existió ni existe el neo-franquismo. Las pruebas contradicen estas afirmaciones. En la fotografía vemos a un orgulloso edil del principal partido español portando el aguilucho franquista. Aunque la cúpula del Gobierno da la sensación mostrarse distante de la figura del caudillo, han retirado todos los fondos para la LMH. La víctimas del fascismo español deben seguir desaparecidas, y es que la crisis es una excusa perfecta para cargarse situaciones molestas.

Estamos teniendo el peor Gobierno de toda la Democracia.Mira que los 3 años últimos de Zapatero fueron nefastos. En tan sólo un año Rajoy ha hecho parecer bueno a Zapatero. Con este Gobierno del PP se cae el mito de que la derecha es buena gestora en las situaciones complicadas.



5 Mossos d'Escuadra han sido indultados por Gallardón. Los mossos habían sido condenados por
torturas a un ciudadano rumano que confundieron con un atracador. Las torturas son de los peores delitos que puedan acusar a nadie, máxime si son agentes de la autoridad. Hace muy poco una cámara de la Sexta fue detenida mientras grababa un deshaucio en Andalucía. Una mujer ha perdido un ojo por manifestarse, y otra ha visto desestimada una denuncia contra la policía por causarle lesiones con una pelota de goma. La mujer estuvo dos meses en la UCI. por el pelotazo de los "robocops"

miércoles, 28 de noviembre de 2012

SE ALZARON PARA DEFENDER LA LIBERTAD DE ENSEÑANZA Y LA LIBERTAD RELIGIOSA. NO, A LOS GENERALES LES IMPORTABA TRES PITOS LA LIBERTAD

Esta entrada va a ser bastante breve. Alfredo Semprún escribió un libro donde al final del prologo leemos
"Media España prescindió entonces de sus dirigentes naturales y de muchas de sus convicciones ideológicas para preservar cinco principios: orden público, propiedad individual, libertad de enseñanza, libertad religiosa y unidad de la Patria. Sin esta premisa, no es posible comprender ni la guerra civil, ni los cuarenta años de dictadura del general Franco".

Libertad de enseñanza y libertad religiosa. Eso mismo se reforzó durante los 40 años de dictadura ¿no?. Sobre todo eso libertad. El orden público se consiguió gracias a la tortura y a los miles de asesinatos de posguerra. Durante la República la propiedad individual estaba garantizada y, los desórdenes públicos los organizaban tanto los extremistas de izquierdas como los de derechas. La lógica era sencilla pero demoledora. Tú me matas a mi, yo te mato a ti. El asesinato de Calvo Sotelo lo protagonizaron los compañeros del tte Castillo asesinado por extremistas de derechas.

lunes, 26 de noviembre de 2012

LA PRENSA SERIA SE VUELCA CON FRANCISCO ESPINOSA

Mientras ciertos pseudohistoriadores ven publicados sus trabajos en revistas militares defensoras del 18 de julio o en ediciones abiertamente fascistas, o como se dice hoy en día de "tendencias fascistoides", como por ejemplo ed. Barbarroja, otros ven publicados sus estudios por editoras serias y de renombre o incluso por la universidad. Este es el caso de nuestro admirado Francisco Espinosa.

Asistimos la semana pasada a la presentación de su último trabajo. Es tal la valía como historiador de Espinosa que la prestigiosa agencia Europapress se ha hecho eco de su último libro. Rigor científico y opiniones cabales nos encontramos en las páginas del último trabajo de uno de los grandes (pese a quien pese)

PRESENTACIÓN EN BADAJOZ

El historiador extremeño Francisco Espinosa analiza en su último libro la ocupación de Badajoz en la Guerra Civil

BADAJOZ, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
   

El historiador Francisco Espinosa Maestre ha presentado su libro 'Guerra y represión en el Sur de España. Entre la historia y la memoria', en el que presta"especial atención" al destino de los alcaldes republicanos tras el inicio de la Guerra Civil y analiza la ocupación de Badajoz en la contienda.


El libro, que ha sido presentado esta semana en Badajoz, muestra la "destrucción de la República", después de las elecciones de febrero de 1936, mientras que busca "romper mitos" sobre la implantación del frente Nacional, especialmente en torno al "gran" foco sevillano de Queipo de Llano, informa la Diputación de Badajoz


También ofrece "algunas claves sobre los estragos que un golpe militar, una guerra y una larga dictadura" han causado en la memoria colectiva.

Cabe señalar que el autor ha realizado varios estudios sobre la Segunda República española, la Guerra Civil, el Franquismo y la memoria histórica, especialmente sobre el territorio de Extremadura y Andalucía.

Francisco Espinosa Maestre (Villafranca de los Barros, 1954), es un historiador afincado en Sevilla que desde 2005 que forma parte del grupo del Departamento de Historia Económica de la Universidad sevillana, desde donde investiga la reforma agraria de la Segunda República en la provincia de Badajoz.

Sobre este tema leyó su tesis doctoral en 2007 dirigida por el catedrático Antonio Miguel Bernal. En 2008 fue elegido, a propuesta de las partes (los familiares de desaparecidos y las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica), miembro del grupo de expertos encargado de búsqueda de fosas comunes y en la identificación de las víctimas en el sumario contra los "crímenes" del franquismo promovido por el juez Baltasar Garzón.

Espinosa Maestre desempeñó hasta comienzos del año 2011 la dirección científico-técnica de la iniciativa para la recuperación de la memoria histórica denominada 'Todos los nombres', base de datos represaliados para su consulta por Internet.

sábado, 24 de noviembre de 2012

FALANGE = FASCISMO ESPAÑOL

Rebuscando por la red me he topado con un comentario de uno de los autores de La Matanza de Badajoz ante los muros de propaganda, su nombre es Moisés Domínguez. Hoy no queremos hablar de ese estudio basado, sobre todo, en los artículos de los periodistas que entraron en Badajoz el 15 de agosto de 1936, brevemente diré que en ese trabajo de investigación se le da una credibilidad a los artículos de la prensa Salazarista que no merece. Credibilidad que inversamente proporcional se le resta a la prensa pro República.

El comentario data del año 2007 y lo dejó en el blog de su amigo Francisco Pilo Ortiz y venía a decir:


(...) Le voy hacer una pregunta para variar. En el mismo libro del Sr. Prestón “Idealistas bajo las Balas “ en el capitulo dedicado a Allen , pagina 355 escribe “la entrada en el gobierno de la ultraderechista CEDA el 06 de Octubre de 1934, fue interpretada por los socialistas como el paso siguiente. La respuesta fue una huelga general revolucionaria… Gil Robles, el dirigente del autoritario partido católico, la Confederación Española de Derechas Autónomas , se había esforzado por provocar el levantamiento de octubre de 1934, con el fin de tener una excusa para aplastar a la clase trabajadora organizada “ ¿ Que le parece ese párrafo? , ¿ Es falso o verdadero?. ¿ Si la CEDA era ultraderechista, donde se situaba las JONS y posteriormente Falange Tradicionalista? (...)
Fíjese cuantas preguntas ,razone las respuestas .

Permítanme que haga una brebe repuesta: Si nos fijamos en el discurso de Gil Robles no hay ninguna duda  que su deriva era ultra derechista, en la República había republicanos de derechas, lamentablemente ese no era el caso de Gil Robles. No olvidemos que Alcalá Zamora pese a haber ganado las elecciones la CEDA de Gil Robles prefirió darle la presidencia del Gobierno al Radical Alejandro Lerroux. La JONS y posteriormente Falange Tradicionalista podemos situarla en el fascismo totalitario español, y cuando me refiero a "español" sencillamente me estoy refiriendo a la iglesia. El fascismo español difería en el resto del fascismo europeo en su integrismo católico. 

Otra parte del mismo comentario decía así:

(...) En fin que todo no es como lo dicen algunos Historiadores Profesionales . Hay otros que sin titulo, han estudiado con mayor hondura histórica lo que sucedió realmente en Badajoz y no se han quedado en la lectura acomodada a algunas ideologías que nos ofrecen algunos libros de “Historia”(...).

Todo el mundo comete fallos  por mucho título que se tenga. Pero no olvidemos que la historia es una ciencia, y como tal habría que tratarla. Todo el mundo puede escribir sobre historia, evidentemente, y hay aficionados muy dignos. Lo mismo que se puede arreglar un ordenador sin ser informático, o arreglar un coche sin ser mecánico. Lo que pasa que cuando el "manitas" en vez de arreglarte el ordenador o el coche, te lo estropean, tenemos que recurrir irremediablemente a los profesionales. Eso mismo está pasando con la historiografía actual. Una grey de malos historiadores, periodistas y autodidactas están empozoñando el estudio de la República y la Guerra Civil. Precisamente lo que critican es lo que adolecen:  "se han quedado en la lectura acomodada a algunas ideologías".

viernes, 23 de noviembre de 2012

DELIRIOS NEOFRANQUISTAS



Todavía se sigue usando la manida escusa del complot comunista para implantar un república socialista soviética. A  pesar de ser una trola como una catedral, en los foros y blogs defensores del 18 de julio siguen con la tabarra. La carraca sigue y sigue, por lo visto y oído no se cansan de hacerla sonar. Ellos a lo suyo.

Qué revolucionario fue Largo. Largo Caballero es el más vilipendiado por la reacción española. Antes era Negrín, ahora le toca el turno a Paco el estuquista. No cuenta la lucha que mantuvo por el bienestar de los trabajadores. No, eso ni se menciona. Largo Caballero fue un antifascista que luchó con los medios que tuvo a sus manos para que la derecha católica, autoritaria y reaccionaria no impusiera un república estilo a la República autoritaria y semifascista de Salazar. La Izquierda veía a la CEDA como un partido potencialmente fascista. Y con la entrevista que tuvo Gil Robles con el Führer el temor se ahondaba.

Los ceporros neo franquistas no cesan en su empeño de descalificar a Largo Caballero. Para eso usan la retórica mitinera que se usaba en los años 30. Brutal eso sí, pero no dejaba de ser retórica mitinera:

“Quiero decirles a las derechas que si triunfamos colaboraremos con nuestros aliados; pero si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la Guerra Civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros lo realizamos”.


“La clase obrera debe adueñarse del poder político, convencida de que la democracia es incompatible con el socialismo, y como el que tiene el poder no ha de entregarlo voluntariamente, por eso hay que ir a la revolución”

“Cuando el Frente Popular se derrumbe, como se derrumbará sin duda, el triunfo del proletariado será indiscutible. Entonces estableceremos la dictadura del proletariado, lo que quiere decir la represión de las clases capitalistas y burguesas”
.

Estas son la frases incendiarias que usaba Paco el estuquista para conseguir votos. Ahora leamos las frases del "no fascista" Gil Robles para adelantarse al Frente Popular y ganar las elecciones.


Se quería dar a España una verdadera unidad, un nuevo espíritu, una política totalitaria (...). El elemento unitario para una política totalitaria lo encontramos en nuestra gloriosa tradición

Nosotros buscamos ese principio unitario y totalitario en el ideal cristiano de nuestra Patria
 La gran necesidad del momento actual es la derrota del socialismo (...). Proyectemos ahora una mirada hacia el porvenir (...). Nuestra generación tiene encomendada una gran misión. Tiene que crear un espíritu nuevo, fundar un nuevo Estado, una Nación nueva; dejar la Patria depurada de masones, de judaizantes..
Hay que ir a un Estado nuevo y para ello se imponen deberes y sacrificios.¡Qué importa que nos cueste hasta derramar sangre! Para eso nada de contubernios. No necesitamos el Poder con contubernios de nadie
 La democracia no es para nosotros un fin, sino un medio para ir a la conquista de un Estado nuevo (Aplausos). Llegado el momento el Parlamento o se somete o le hacemos desaparecer

Sabemos que estas son las palabras de Gil Robles pero muy bien pudo ser el discurso de Francisco Franco. Quería depurar la patria de masones  y de judaizantes, no le importaba derramar sangre, quería someter al parlamento e imponer una política totalitaria. En fin. No le hizo falta nada de eso. La derecha después de perder el poder en 1936, colaboró con la militarada para doblegar al Gobierno de la República y a toda la izquierda en general. Y por mucho que se excuse Gil Robles en sus memorias sí fue posible la paz. Pero el prefirió soltar las 500.000 pesetas de la caja de la CEDA para asegurar la victoria de los golpistas. Lo que pasa es que le salió el tiro por la culata. A pesar de de haber colaborado activamente con los militares rebeldes, y en Lisboa hacer gestiones para adquirir armas, no recibió ningún reconocimiento de los africanistas. Lo ningunearon amargamente. Lo mismo que se ningunea a los pseudohistoriadores cuando comparten mesa, "que no mantel", con verdaderos historiadores.

El caso que os comento ocurrió allá por 2004 más o menos. Un conocido investigador pacense, compartió mesa con Francisco Espinosa en una conferencia en la universidad. Este investigador habló y habló y..., volvió a hablar sobre lo que ocurrió en Badajoz durante la Guerra Civil. Cuando le Tocó el turno a Francisco Espinosa este le comunicó a los oyentes que sobre el tema que tenía preparado no iba a hablar. Lo dejó aparcado y dio una clase del método científico que usan los verdaderos historiadores. Nuestro conocido investigador pacense hizo el más espantoso de los ridículos, ya que, él el método científico. o lo desconoce o se lo pasa por el forro. Esto no quiere decir que los historiadores no se equivoquen a la hora de presentar sus escritos, errare humanum est. Un ejemplo está en los nombres de las víctimas de la represión fascista. El propio Espinosa en otros trabajos reconoce que  en su magnífica obra La Columna de la Muerte comete fallos al contabilizar represaliados. Una vez corregidos estos y, según testimonios familiares, el número de víctimas aumenta considerablemente.

Los fanáticos nofranquistas usan estos fallos para cargar contra la Memoria Histórica y decir que se inventan represaliados para engañarnos, los verdaderamente engañados son ellos mismos, que no son otra cosa que unos grandes desconocedores sobre los proyectos de la Memoria Histórica.

Su ignorancia la pasean con descaro por los foros y los blogs que tan alegremente "regentan". Desconocen las exhumaciones que se llevan acabo entre otras cosas por que ahora el PP no quiere que se hable mucho de la MH. Hace muy poquito han exhumado a 50 víctimas de la represión fascista en una localidad extremeña, desde altas instancias han pedido (exigido) discreción.

Seguirán ladrando como perros rabiosos hasta la extenuación, pero jamás lograrán que no se sepa la verdad.

Que la figura de Franco despierta odio en la izquierda es un hecho más que constatable, lo mismo que despierta grandes pasiones entre la derecha, por mucho que algunos lo quieran disimular. Bien, pues para ciertos personajetes  la inmensa mayoría de los españoles que vemos en Franco una fígura nefasta, somos imbéciles, porque cuando Franco se murió o no habíamos nacido o eramos muy pequeños. No me extraña que estos personajetes hagan el ridículo cuando se enfrentan a verdaderos historiadores, con estos razonamientos no me extraña. Es que muchos que ensalzan la figura del Dictador tampoco conocieron a Franco, ni a Hitler, ni a Mussolini, ni a Kennedy, y lo que es más importante. ¿Alguien conoció a Jesucristo?

El Franquismo sociológico existe, por mucho que se empeñen los que padecen esa extraña enfermedad en negar lo contrario. Nada más hay que darse una vuelta por la red, Hispaniainfo, Tradición Digital, Intereconomía, Alerta Digital, FNFF, generalísimofranco.com. La lista es interminable, y eso sin mencionar los blogs, eso es un mundo aparte.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Carrillo asegura en sus memorias que no dio las órdenes para las ejecuciones de Paracuellos

elplural.com

El histórico dirigente del PCE Santiago Carrillo, desaparecido hace unos meses, revela en sus memorias que no tuvo relación con las órdenes para ejecutar a los presos de la cárcel Modelo en Paracuellos en noviembre de 1936, que se enteró de ello por el cónsul de Noruega y que en ese momento casi cayó "en estado de coma".

En sus memorias tituladas Mi testamento político, recién presentadas a título póstumo, Carrillo hace balance de la historia de España del último siglo. La Guerra Civil y la represión de la Quinta Columna es uno de los capítulos que más interés despiertan en el libro por el papel protagonista que en estos acontecimientos tuvo Carrillo, que explica algunos errores y asegura que no dio la orden directa de las ejecuciones que se llevaron a cabo en Paracuellos, Torrejón o Vaciamadrid. “Yo sé las órdenes que di de acuerdo con Miaja -presidente de la Junta de Defensa-; imagino las que pudo dar el gobierno”, asegura Carrillo en un pasaje de la obra, tras explicar que los ataques y bombardeos fomentaron una población que, horrorizada por la “bestialidad fascista”, era proclive a ayudar a combatir a la Quinta Columna. El antiguo dirigente del PCE reprocha asimismo al general franquista Mola que hiciera pública la existencia de esta última y el papel otorgado a la misma.
Evacuación de la cárcel Modelo
Carrillo explica que participó en la decisión de evacuar la cárcel Modelo, en la que había unos dos mil presos, “la mayoría militares que podían sublevarse”, y que se encargaron de llevarla a efecto su suplente en la Junta de Defensa, José Cazorla, y el entonces director general de Seguridad, Segundo Serrano Poncela, quienes el 8 de noviembre le comunicaron la salida de los presos. Al día siguiente, Carrillo recuerda que el cónsul de Noruega -”que más tarde supimos que era un agente nazi estrechamente relacionado con la Quinta Columna”, afirma-, le visitó para denunciar que los presos habían sido asesinados, como otros evacuados días antes. “Casi caigo en estado de coma. No podía comprender lo que había sucedido. Llamé a Cazorla, que no sabía nada; él se había retirado a dormir cuando salieron los autobuses”, manifiesta Carrillo.
Mirada al futuro de España
Santiago Carrillo también realiza en sus miradas una mirada hacia el futuro, con un análisis de la crisis económica y el papel de los poderes financieros, así como los nacionalismos y los riesgos a los que, por estas tensiones, se enfrenta la sociedad actual. En ese contexto, recrimina que la crisis nos ha hecho regresar a la situación de hace más de un siglo, en las que no se reconoce la igualdad de derecho de los ciudadanos y se hace recaer la responsabilidad en los trabajadores. Tras esta reflexión, reclama un “movimiento popular” que termine sometiendo al poder financiero.
Un gran hombre de Estado
En la presentación del libro han participado su hijo Jorge, Miguel Herrero de Miñón -padre de la Constitución y consejero de Estado-, el exdirigente comunista Julián Ariza, el jurista Raúl Morodo y el director de la editorial Galaxia Gutenberg, Joan Tarrida. Todos ellos han definido a Carrillo, que próximamente dará nombre a una calle de Madrid, como “un gran hombre de Estado” que trabajó siempre en busca del interés general, recordando también el vital papel que desempeño durante la transición española.

FRANCISCO ESPINOSA ESTARÁ HOY JUEVES A LAS 7 DE LA TARDE EN LA DIPUTACIÓN DE BADAJOZ

Hoy jueves el doctor en historia Francisco Espinosa Maestre presentará su último trabajo en la Diputación de Badajoz. Su último libro editado por la Universitat de Valencia bajo el nombre 'Guerra y represión en el Sur de España. Entre la historia y la memoria', es de lectura obligada para los que se interesen sobre la verdadera historia y la represión fascista durante la Guerra Civil.

Cada vez que nuestro admirado Espinosa publica un nuevo trabajo, sale a la palestra un grupo de pseudohistoriadores casposos que a través de blogger dejan sus delirios esquizofrénicos sobre nuestro querido Espinosa. A este grupito defensor del 18 de julio lo poquito que han escrito o se lo han autoeditado (cosa muy digna), o se lo han publicado editoriales dedicadas a fomentar el fascio, ejemplo claro es ediciones Barbarroja o libros libres. Alguno de ellos se llevó un premio cuando le chupaba los pies a Julián Chaves Palacios.

La honradez de Francisco Espinosa no tiene ni punto de comparación con este grupito defensor del 18 de julio. Es increíble pero estos críticos con uno de los más grandes historiadores extremeños lanzan sus iras con la ascendencia de Espinosa. Como si lo que fuese el padre afectara al hijo. En fin, alguno de ellos parece que tienen la obsolecencia programada en sus neuronas. Parece que la sipnasis neuronal les empieza a fallar. Vamos, que tienen cortocircuitado el cerebro. Sino, no se explica tanta gilipollez.


MOISÉS CAYETANO ROSADO


También contaremos con la presencia de Moisés Cayetano Rosado. Profesor y doctor en historia, en su blog ha publicado un artículo sobre este último trabajo de Francisco Espinosa
para acceder al artículo hacer click aquí


Y para que vean que Espinosa esta a años luz de toda esta grey neo franquista les dejo con un excelente artículo. Espero que lo lea alguno de estos falsos historiadores. Por lo menos que aprendan algo antes de escribir tanta sandez.




DE NOMBRES Y NÚMEROS. LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN VILLAFRANCA DE LOS BARROS (Badajoz)





La obsesión por las cifras


El franquismo siempre tuvo claro que el debate sobre la represión nunca debía de salir del ámbito numérico. Su objetivo siempre fue minimizar la represión propia y magnificar la ajena. En este sentido el propio Franco, en plena guerra, llegó a decir públicamente barbaridades tales como que los rojos habían acabado con la vida de 470.000 personas. No sabemos qué cara puso cuando poco después el Ministerio de Justicia, basándose en ese gran proceso abierto a la República que se llamó Causa General, rebajó la cifra a 85.940. Por su parte estudiosos extranjeros como Hugh Thomas o Gabriel Jackson aportaron, ya en los años sesenta, otras cifras aproximadas que permitieron un acercamiento más real al problema. Lo que pasaba es que estos libros, en general publicados en París por Ruedo Ibérico, estaban prohibidos en España. La dictadura previó con razón lo que ocurriría con su fin: su gran secreto, la matanza fundacional, se abriría inevitablemente a la investigación y se perdería el control sobre una cuestión tan sensible y clave. Quizás por eso poco después de morir el dictador vio la luz una obra titulada Pérdidas de guerra, del general Ramón Salas Larrazábal. Este bajaba un poco más la cifra de las víctimas causadas por los rojos, 72.337, pero por primera vez admitía que los franquistas habían acabado con la vida de 57.808 personas. Se trataba de que lo fundamental de la leyenda permaneciera, aunque ya un poco adaptada al que sería el mensaje de la transición: todos fueron iguales, pero los peores los rojos. Por el mismo tiempo en que el general publicaba este libro, en 1977, daba comienzo un proceso de investigación, que aún hoy dura y que ha dado la vuelta a toda la propaganda que venía de la dictadura.[1]


La gran diferencia con lo anterior es que a partir de la transición el debate no tomó por base las cifras sino los nombres y apellidos de las víctimas. La primera fuente fueron los Libros de Defunciones de los Registros Civiles. En las zonas de España en las que, por ser ocupadas a partir de los primeros meses de 1937, la represión se canalizó por los consejos de guerra esta documentación resultaba primordial, ya que el último requisito en casos de pena de muerte era el envío de un oficio al Juzgado comunicando el hecho. Sin embargo en los territorios donde triunfó el golpe en poco tiempo y se funcionó a base de los ilegales bandos de guerra no se comunicó nada a juzgado alguno, sino que, pasada la etapa más dura de la represión y dados los múltiples problemas burocráticos que la situación había creado, se abrió una puerta falsa (el decreto 67 de 10 de noviembre de 1936) para que los familiares, tras superar un montón de requisitos, pudieran inscribir a sus muertos. La casuística es muy amplia. Hubo pueblos donde alguna autoridad ordenó la inscripción en bloque de todas o la mayor parte de las personas asesinadas (lo que no siempre se comunicó a los familiares)[2] y hubo otros, la mayoría, entre los que podía citarse Villafranca, en que el proceso de inscripción se prolongó durante décadas sin llegar nunca a completarse.

En cualquier caso, con todas sus limitaciones, la información procedente de los Registros es muy importante y constituye la base de cualquier investigación sobre la represión. En el caso de Villafranca llegaron a inscribirse desde entonces hasta finales de los años ochenta 234 personas. Por lo investigado, el nivel de ocultación, es decir, el porcentaje de no inscritos, es similar al de otros pueblos de la misma entidad en que el proceso de inscripción se produjo de forma parecida. Fueron esos 234 nombres, más los doce ejecutados posteriormente en Badajoz (11) y Mérida (1) tras pasar por consejo de guerra, más varios casos de personas asesinadas en pueblos de Badajoz y algún otro procedente de testimonio oral, en total unos 250 casos, los que incluí en La columna de la muerte (Crítica, 2003).[3]

Recientemente, con motivo de la publicación de mi trabajo Masacre. La represión franquista en Villafranca de los Barros (1936-1945) (Aconcagua, 2011) este listado de nombres y apellidos se amplió en unos veinte casos más.[4] Esto fue posible gracias al intercambio de información y a la colaboración con la periodista María del Espino Núñez, cuyo trabajo Entrañas de una guerra (Edición de la Autora, 2011), con entrevistas a gente que de un modo u otro quedaron marcados por aquellos hechos, vio la luz al mismo tiempo que el mío. El capítulo dedicado a la maestra doña Catalina Rivera Recio, asesinada y condenada al olvido más absoluto, constituye la mejor prueba de esa colaboración. Quiere decir esto que hasta abril de 2011, en que se presentaron ambos libros en la Casa de la Cultura, el número de víctimas con nombre y apellidos estaba en torno a las 270.

A fines de ese año 2011 se publicó la obra póstuma de José Antonio SolerDe entre los pliegues de la memoria (Edición del Autor, 2011), un recorrido por la historia de Villafranca desde la República al final del primer franquismo pasando por el golpe militar. Respecto al tema que nos ocupa hay que destacar su aportación fundamentalmente en lo referente a los fondos municipales, que por diferentes conceptos (quintas, cementerio, exhumaciones, etc.) le permitieron aportar 48 casos antes no conocidos (según su clasificación, 20 del Archivo Municipal, 19 de Exhumaciones y 9 de Cementerio).[5] Además, basándose en testimonios orales, ofreció 7 nombres nuevos (los demás ya se conocían), con lo que tendríamos 55, que más dos del Registro Civil antes no contabilizados darían un total de 57 nombres. Otros casos incluidos en el listado de Soler deben ser puestos en cuarentena cuando no eliminados. Serían, aparte de nombres que parecen repetidos[6], los datos proporcionados por la Asociación Memoria Histórica de Extremadura[7], por el libro de Gutiérrez Casalá[8] o los que quedan fuera del objeto de estudio[9]. En total serían 63. Dicho esto hay que añadir de inmediato que lo importante es destacar la aportación de esos 57 nombres. De hecho, todos los que hemos investigado estas cuestiones no solo hemos tenido alguna vez errores semejantes sino que somos plenamente conscientes de la cantidad de dificultades objetivas que presentan, dada la voluntad de ocultar la matanza que caracterizó a la dictadura y el lamentable estado de las fuentes documentales, a algunas de las cuales aún no hemos podido acceder. En conclusión, sumados todos los nombres y apellidos que la investigación viene proporcionando desde 2003, podemos contar con un listado de unas 330 personas, de las que 42 eran mujeres (casi el 13%), una cantidad altísima, de las mayores de la provincia e incluso del suroeste, que prueba el grado de deshumanización y barbarie de la oligarquía local.

Así pues, de las cifras hemos pasado a los nombres y el resultado, por ahora, es este. Sin embargo el recurso (uso y abuso) a las cifras, mientras más altas mejor, no cesa. Podríamos poner ejemplos recientes y cercanos. De Badajoz se han llegado a dar cifras fabulosas que van de las 5.000 a las 15.000. Sin embargo los registros civiles nos ofrecen unos 1.400 nombres y proyecciones razonables nos llevarían a una cifra superior a las tres mil víctimas. También en Mérida hay quien, sin pensarlo mucho, mantiene que fueron entre tres y cinco mil las víctimas, lo que de ser cierto equivaldría a que acabaron con el 50% de la población activa. Por lo visto a algunos les parece poco que, en base a los más de 600 inscritos en el Registro Civil, la realidad pudiera acercarse a las 1.500. De seguir esta línea, que no escatima en ceros, concluiríamos que en la provincia debieron morir 60 o 70.000 personas. Pero lo cierto es que esta tendencia a la exageración es general. En Andalucía se habló de 150.000 víctimas del terror fascista, cifra que con lo que se sabe, que es bastante, habrá que reducir a lo que es: mera propaganda. Y así podríamos seguir pueblo a pueblo. Luego viene la investigación y pone las cosas en su sitio. Entonces los de las cifras altas callan y hay quien con cierta sorna comenta: “¡Ves como no eran tantos!”. Porque el resultado de las exageraciones es que luego, aunque lo que resulte sea un listado terrorífico con decenas de nombres, todo parece poco. Se dieron a veces cifras tan altas que luego las doscientas o trescientas víctimas parecen una minucia. Con su actitud, los que exageran desprecian la realidad de lo ocurrido. Además, moverse con cifras carece de riesgo alguno: uno dice esta, otro dice aquella y ambos pueden aumentarlas o disminuirlas a capricho cuando les venga en gana. Si junto a cada unidad tuvieran que unir un nombre y unos apellidos seguro que la cosa cambiaba.


El caso de Villafranca


Este sería también el caso de Villafranca. Recientemente (21/10/2012) la Agrupación Local Socialista celebró un acto público en el cementerio en memoria de las víctimas de la represión franquista. En él intervino, entre otros, Ramón Ropero Mancera, alcalde de Villafranca, quien en un momento dado, como se pudo ver en la página web de la Agrupación, afirmó que en el pueblo, “según nuestros mayores y según los que sufrieron directamente en sus carnes esa barbaridad”, fueron asesinadas “más de setecientas personas”. Y a continuación añadió:
Según Paco Espinosa 234 tenía él reconocidas en su libro. Después de esa fecha él mismo reconoce que están cerca de 400 las personas. Más de 400 tenemos aquí detrás [en la fosa a la que fueron trasladados los restos en los años 80]. Muchas sin nombre y apellidos porque no hemos sido capaces de saber quiénes eran, pero más de 400 aquí. Según nuestro querido y entrañable José Antonio Soler ya en su libro tenía recogidas casi 350 víctimas.

Esta exposición puede dar lugar a equívocos. Vayamos por partes. Los setecientos y los 330 que hemos consignado más arriba son cifras heterogéneas, una pertenece al terreno de lo que se habla y otra es la relación de nombres y apellidos de las personas asesinadas que por diferentes fuentes, empezando por los Libros de Defunciones del Registro Civil, nos han ido llegando. Una remite a la opinión y otra a la investigación histórica. Yo no he reconocido en lugar alguno que fueron “cerca de 400”. En realidad lo que he mantenido tanto en La columna de la muerte (p. 423) hace casi diez años, primera vez que esta información se hizo pública, como ahora en Masacre (p. 45) es que, pese a que los inscritos fueron 234, la realidad debió rondar los 500. Y, no obstante, en la página 108 de esta última obra no dejé de anotar que, según algunos, la cantidad era superior a 700.

En cuanto a lo que dijeron “nuestros mayores y según quienes sufrieron directamente en sus carnes aquella barbaridad”, es posible que en un pueblo pequeño la gente llevara la cuenta de quienes iban cayendo, pero en un pueblo de 15.000 habitantes esto es muy difícil por no decir imposible. La gente controlaba su calle, su barrio, pero no el pueblo en su totalidad. En realidad la cifra de “700” no es más que la plasmación en un número redondo del terror vivido. Vendría a significar que fueron muchas víctimas, más de las cabe imaginar. No quiere decir que realmente acabasen con 700 vidas sino que lo ocurrido fue tan terrible que fue como si tal cosa hubiese sido posible. 700 es el número en que alguna gente cifró el terror.

Sin embargo, a diferencia del profano, que no necesita justificar documentalmente lo que dice, las afirmaciones de un historiador deben sustentarse en algo más que en cifras y eso es lo que algunos hemos procurado hacer en nuestros trabajos. En La columna de la muerte, al final del listado de víctimas de Villafranca (p. 423), comenté un dato muy importante procedente del archivo municipal que parece haber pasado inadvertido. A fines de octubre de 1936 la Comandancia Militar de Llerena solicitó al Ayuntamiento que enviara “relación numérica de las fuerzas existentes en esta del Ejército, Falange, Guardia Civil, Milicias Nacionales, Guardia Cívica, Requeté, Carabineros, etc.” y que remitiera también “relación del personal muerto o huido”. El Ayuntamiento respondió el 10 de noviembre de 1936 enviando la información solicitada sobre las fuerzas y detallando que “con relación al personal civil de esta población han fachecido (sic) trescientos diez y desaparecido ciento cuarenta y ocho”. Obsérvese, porque es importante, que es el Ayuntamiento quien responde.[10]
¿Por qué es importante la información que se envía a Llerena con el dato de que entre el 9 de agosto y principios de noviembre, es decir en tres meses, han sido eliminadas 310 personas? Para empezar es importante porque es el único “informe oficial” con que contamos sobre la represión local. Detrás de ese oficio, que reconoce abiertamente la matanza realizada desde la ocupación, está la gestora del momento,[11] nombrada por Julio Coloma Gallegos, uno de los militares que ocupó el pueblo, a cuyo frente colocó al antiguo brigada de la Legión José Muñoz Verjano, inspector del Instituto de Segunda Enseñanza ubicado en el antiguo colegio jesuita.[12]

El hecho de que la Comandancia Militar de Llerena se dirigiera al Ayuntamiento nos indica algo: el ex brigada Muñoz Verjano, por su condición de militar, debía de ser, además de presidente de la gestora, comandante militar de Villafranca, es decir, el máximo responsable de la represión. De no haber sido Muñoz comandante militar esa solicitud de Llerena nunca hubiera llegado al Ayuntamiento, ya que las cuestiones relacionadas con las fuerzas militares o civiles al servicio de los sublevados o sobre las consecuencias del proceso represivo, no entraban dentro de las competencias del presidente de la gestora sino del comandante militar. Obsérvese que Muñoz está al frente de la gestora desde el 9 de agosto hasta el día 20 de noviembre y téngase en cuenta que, al contrario que otros guardias civiles o militares designados para dicho cargo apartándose por un tiempo de las columnas militares o desplazándose desde otro lugar, este vivía en el pueblo y conocía a la gente.
Por lo que sabemos hasta ahora los meses más duros de la represión en el territorio ocupado por los golpistas en las primeras semanas –hablamos de más de la mitad del país– fueron julio, agosto y septiembre. Después la purga fue disminuyendo en intensidad a partir de octubre hasta que a fines de febrero de 1937 todas las personas detenidas pasaron a depender de la maquinaria judicial militar (los consejos de guerra) puesta en marcha. En medio hay un momento clave: aquel en que las columnas fracasan en el asalto a Madrid el 7 de noviembre de 1936 y la Alemania nazi y la Italia fascista se vuelcan con Franco. Y digo que es clave porque, si la carnicería que estaba teniendo lugar sorprendió a los nazis, los fascistas llegaron a presionar para que se guardaran ciertas formas.[13] Así, antes de que cambiaran los mecanismos represivos y en ese lapsus de tiempo en que se pasó de la represión por bando de guerra a la de los consejos de guerra, es decir, entre octubre del 36 y febrero del 37, se produjeron algunas matanzas finales sonadas. En el caso de Villafranca esa matanza tuvo lugar el día 1 de diciembre. No sabemos el total de víctimas asesinadas dicho día pero 19 de ellas llegaron a ser inscritas años después en el Juzgado.

No debe perderse de vista que lo que cambió fue el mecanismo, ya que tanto en la fase de los bandos como en la de los consejos de guerra fue en todo momento la autoridad militar la que controló el proceso represivo, ya fuera mediante la Guardia Civil, en contacto permanente con las comandancias militares y estas a su vez con las Capitanías, como a través de los propios militares y las oficinas jurídicas de los Gobiernos Militares. Pocos asociarán en el pueblo el nombre de José Muñoz Verjano al cargo de comandante militar y, sin embargo, todo indica que lo fue, lo que, como decimos, equivale a decir que fue el máximo responsable de la represión. ¿Actuó solo? No. Se sirvió sin duda de los ficheros político-sociales de la Guardia Civil y de las fuerzas vivas locales. Sin embargo, aunque siempre hubo excepciones, ni estas ni el ex legionario que presidía la gestora solían mezclarse en las tareas sucias. Para eso estaban los voluntarios que siempre surgen en estas ocasiones, algunos policías municipales y números de la Guardia Civil y, sobre todo, los grupos paramilitares: Falange y el Requeté. Sin embargo, la percepción de la gente en aquella situación solo alcanzaba hasta este nivel, el de los ejecutores de órdenes, sin ver en ningún momento ni al que tomaba las decisiones ni mucho menos al selecto grupo de la oligarquía local que lo asesoraba. Llegar a percibir esto ha costado mucho tiempo y solo ha podido hacerse tras acceder a la documentación judicial militar, que es la que ha permitido conocer el mundo de los golpistas por dentro.[14]

Sabemos pues que hasta la primera semana de noviembre fueron asesinadas 310 personas. Para el resto de dicho mes el Registro Civil recoge solamente un caso y para diciembre los 19 mencionados. Obsérvese que corresponde exactamente con la etapa de Muñoz Verjano al frente de la gestora. Más tarde, entre enero y julio de 1937, hay siete casos que aún entrarían dentro del bando de guerra. También tenemos constancia de que en esta misma etapa cinco personas fueron asesinadas en otros pueblos de la provincia y que, por sentencia de consejo de guerra, cayeron doce más. Si añadimos a estos los dos o tres casos de vecinos que acabaron sus vidas en los campos nazis tenemos cubierto todo el panorama. Por todo ello, por los nombres con que contamos, por el informe mencionado y por lo que sabemos que ocurrió en el suroeste es más que probable que las personas asesinadas se acerquen más a las 500 que a las 700. No cuadra para nada con lo que sabemos que entre noviembre del 36 y febrero del 37 en Villafranca fueran asesinadas 400 personas más. Máxime cuando no hay prueba alguna salvo que la cifra “ha sonado”.

Existen dos cuestiones muy difíciles de aclarar en cualquier localidad: quién ejerció de comandante militar en la primera etapa de la represión salvaje y qué dimensión tuvo dicho proceso. Lo primero porque solía ser un guardia civil o un militar retirado que, una vez cumplida su misión, desaparecía de la localidad y lo segundo porque, una vez realizada la matanza, todo se encaminaba a ocultarla y negarla. Esas anotaciones del Registro de Correspondencia Entrada y Salida de Documentos resultan excepcionales, pues nos dan pistas de las dos cuestiones clave: quién ocupaba el cargo de comandante militar y cuántas personas fueron asesinadas en la etapa más dura. Sobre todo si tenemos en cuenta que lo que queda de esos documentos que alguna vez formaron parte del archivo es únicamente dicha referencia. Sin duda hay que agradecer al funcionario de turno que fuese tan explícito, ya que hubiera bastado con decir: “También se le han facilitado las cantidades de fallecidos y huidos que solicitaba”.


Final
En definitiva, ¿acaso parecen pocas 500 víctimas? Si calculamos la represión en torno a esta cantidad quedarían por descubrir unos 170 nombres, lo que significa que queda mucho trabajo por delante. Debo recordar que de acercarse a la realidad esta cantidad Villafranca ocuparía el cuarto lugar en la lista represiva provincial después de Badajoz, Mérida y Almendralejo. Sería el lugar adecuado a su población. Y encajaría con que en Badajoz fuesen luego inscritas 1.400 personas, en Mérida 618, en Almendralejo 403 y en Villafranca 234. Lo que vendría a representar que en Badajoz fueron asesinadas más de 3.000 personas, en Mérida en torno a 1.300, en Almendralejo unas 700 y en Villafranca unas 500. Digamos que estas son proyecciones admisibles teniendo en cuenta la experiencia que tenemos, que nos dice que los no inscritos suelen representar entre un 30 y un 50% más respecto a los inscritos.

La represión tenía una lógica que se veía corroborada por los efectos del terror. El mensaje era claro: los partidos políticos, los sindicatos, las elecciones y la libertad de pensamiento se habían acabado y nunca volverían. El número de afectados directos e indirectos fue muy amplio teniendo en cuenta todas las modalidades represivas y sin olvidar el castigo final: la emigración, que afectó muy duramente al pueblo. Es posible que estemos hablando de un 40% de la población, lo que en el caso de Villafranca vendría a representar unas seis mil personas (de los 15.000 habitantes).
Sería ridículo y absurdo que el hecho de que unos mantengan que fueron más de 700 y otros unos 500 pudiera parecer una lucha entre los que intentan poner en evidencia la dura realidad del fascismo en Villafranca y los que supuestamente pretenden rebajarla. Ha costado mucho tiempo y trabajo poner en pie los nombres de las personas asesinadas con que contamos hasta la fecha, como para que ahora resulte que los que nos movemos con nombres y tenemos en cuenta las investigaciones realizadas podamos pasar por minimizadores u ocultadores de la masacre. Una de las funciones de los historiadores es desvelar las mistificaciones de todo signo que se ciernen sobre el pasado, lo mismo las de aquellos que intentan ocultar los estragos del fascismo que las de quienes retuercen la realidad para ajustarla a sus deseos o a los del poder. Igual me da que sean los que llevan décadas manteniendo que el País Vasco sufrió especialmente y más que nadie la represión franquista, lo que se ha demostrado que no solo es totalmente falso sino exactamente lo contrario a la realidad, como la de aquellos que, sin saber por dónde andan, mantienen que la mayor fosa común de Europa está en Valencia, donde, según ellos, el franquismo habría acabado con 25.000 personas.[15]

Y de estos ejemplos pasamos a Villafranca: los datos con que contamos y lo que sabemos acerca de la represión indica que el número de víctimas debió andar más cerca de los 500 que de los 700. Esto no quiere decir ni que los fascistas fueran mejores ni que no hubo las víctimas que serían de suponer para un pueblo de ese tamaño. Al contrario, los 330 nombres (42 de mujeres) que se han logrado reunir y la previsible realidad de que aún desconozcamos cerca de 200 más, solo demuestran que el salvaje golpe militar del 36 permitió a los sectores antirrepublicanos un ajuste de cuentas de tal calibre que nadie pudo imaginarlo. Sobre el objetivo de la purga bastará con decir que el 70% de las víctimas eran jornaleros.

Recordemos, además, que en Villafranca, al contrario que en otros pueblos, no tenían ni siquiera el pretexto de un derramamiento de sangre previo y que, como ya se demostró en Masacre, el intento de violencia sobre los detenidos, que no se produjo el 7 sino el 5 de agosto, fue cortado de raíz con riesgo para su propia vida por los dirigentes socialistas y especialmente por el Presidente de la UGT José Molano Verdejo. Con la terrible represión que se desencadenó se estaban vengando los cinco años de República y mostrando de manera descarnada un odio de clase que, acallado antes a base de caciquismo y dictadura, se tornó preocupante para los sectores privilegiados a partir del 14 de abril de 1931 e insostenible tras las elecciones de 16 de febrero de 1936.




[1] Véanse las últimas cifras que se manejan, basadas únicamente en víctimas identificadas, en Francisco Espinosa Maestre (Coord.), Violencia roja y azul. España, 1936-1950, Crítica, 2010. Las víctimas causadas por la violencia revolucionaria han pasado de las 72.337 de Salas Larrazábal a 49.272, cifra que probablemente bajará más cuando se investiguen las provincias que faltan, y las víctimas del fascismo llevan camino de triplicarse, ya que las 57.808 de Salas han ascendido a 130.199. El cambio se debe a las investigaciones de todo tipo realizadas pacientemente en los últimos treinta años.
La lentitud de este proceso inacabado se debe a las dificultades que la investigación de la represión franquista ha tenido desde la transición. El llamado “espíritu de la transición”, en que reconciliación equivalía a olvido y memoria a rencor, y el conocido como “pacto del olvido” ofrecieron el respaldo necesario a aquellos que negaban todo acceso a documentos relacionados con “la guerra civil” (golpe militar, represión y dictadura). El clima existente propició, además, la destrucción de fondos muy importantes.
[2] De las 86 localidades que estudié en La columna de la muerte esto ocurrió en Alconera, Almendral, Bienvenida, Burguillos del Cerro, Calzadilla, Feria, Fuente de Cantos, Fuentes de León, Higuera de Vargas, Higuera la Real, Hornachos, Medina de las Torres, Monesterio, Montemolín, Olivenza, La Parra, Puebla de Sancho Pérez, Salvatierra, Torre de Miguel Sesmero, Usagre, Valencia del Ventoso, Valverde de Burguillos y Zafra.
[3] En realidad el primer acercamiento a la represión a través del Registro Civil lo realizó Sebastián Merino Muriana en 1986 para un trabajo titulado “Mortalidad de la Guerra Civil en Villafranca de los Barros” (1987). Sin embargo, desgraciadamente, de este trabajo realizado para la Universidad y que no se publicó, no se tuvo noticia hasta mucho tiempo después.
[4] Todos ellos se especifican en las notas del listado de víctimas en Masacre.
[5] Ante la posibilidad de duplicar casos y ante la ausencia de nombres no cabe tener en cuenta los “11 enterramientos anónimos”
[6] Bordón Casimiro, José; Carrillo Santos , Francisco; Jiménez García, Francisco; Lechón Lechón, Simón; Merín Luna, María Antonia; Ramírez Pérez, Antonio y Sánchez García, María.
[7] Debe referirse al Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (PREMHEx), cuyos resultados aún desconocemos. Todos estos nombres deben ser revisados. Isidro Arias Peñalva era un soldado de infantería natural de La Solana (Ciudad Real) que murió en acción de guerra; Ramón González Gómez está repetido; José Hernández Morales y Fermín Nieto Gómez fueron inscritos en el Juzgado a las pocas horas de morir, lo cual nos lleva a pensar que no se trata de represaliados sino de fallecidos en otras circunstancias; José Luis Rodríguez Rangel no es tal, sino José Luis Martínez Rangel, que ya consta en el listado, y Carmen Torres Rubio se trata de una niña de 8 años que perdió la vida en un accidente ocurrido en la Carrera Grande. O sea que si la mitad plantean problemas deben revisarse todos. Otro caso dudoso, aunque no procedente de la mencionada Asociación, es el de Antonio Parra Rodríguez, espartero de 57 años de la calle Rivera, fallecido por sumersión e inscrito al día siguiente.
La propia PREMHEx me confirma no les constan los nombres de Isidro Arias Peñalba, Manuel González Gragera y Manuel Romero Encina. Los demás nombres fueron tomados por tener relación con la guerra civil, no con la represión en Villafranca. Resulta sintomático que casos como los de José Bermúdez Labrador, José y Antonio García García o Emilio Rodríguez Tortonda, todos procedentes del Registro Civil de Villafranca, no fueran tenidos en cuenta ni por Sebastián Merino, ni por Soler ni por mí. Carrasco García hay uno llamado Diego pero no Pedro. Y la niña Carmen Torres Rubio fue considerada como víctima de la represión por aparecer en la causa de muerte las palabras “Muerte violenta”, sin tener en cuenta que, dada la edad, debieron pensar en la posibilidad de un accidente.
[8] Once de los casos que Soler toma de Casalá, cuya obra fue posterior a La columna de la muerte, eran ya conocidos. Además le falta Florencio Álvarez Becerra, asesinado en 1938 tras pasar por consejo de guerra. Soler además no tuvo en cuenta que la obra de Casalá está cuestionada desde su publicación por sus fuentes y métodos. Pese a todo Soler tomó esos once casos ya conocidos y además incluyó dentro de las víctimas de Villafranca a José Calurano Brazo, natural del pueblo pero vecino de Higuera de Llerena, fallecido de meningitis basilar en la Prisión de Badajoz; a Antonio Gordillo Maestre, nacido en Villafranca pero vecino de Granja de Torrehermosa, asesinado en Badajoz tras pasar por consejo de guerra; Juan Lechón Ramos, también allí nacido pero vecino de Palomas, que murió de arteriosclerosis en la Prisión Provincial, y Julio Ramos Borrego, también de Villafranca pero vecino de Salvatierra, ejecutado en Badajoz tras pasar por consejo de guerra.
[9] Ricardo Bonilla García fue asesinado en el Madrid republicano; Mariano Flores Macías en el Frente del Este, y Antonio García Flores, Federico Núñez Delgado, Victoriano Paloma Fernández, Manuel Perera de Matos Soler y Rafael Rodríguez Ramírez, bien por parte golpista o a favor de la República murieron en acción de guerra. Igual habría que decir de Eduardo Pizarro Merchán, natural de Villagarcía y asesinado en Zafra.
[10] La solicitud se encuentra en Archivo Municipal de Villafranca, Correspondencia de Entrada, 30 de octubre de 1936, Legajo 420, nº de orden 3241. El texto completo de la respuesta dice literalmente: “Tengo el honor de adjuntarlo a V.S. relaciones remitadas a esta Alcaldía por fuerzas de Falange Española, Guardia Civil, Hospital Militar y Requeté relativo al número de personal y armamentos que poseen. Actualmente ha acampado en estas, tres compañías del Rgto. de Castilla, nº 3. Con relación al personal civil de esta población ha fachecido trescientos diez y desaparecido ciento cuarenta y ocho” (Archivo Municipal de Villafranca, Legajo 445, Correspondencia de Salida, 10 de noviembre de 1936, nº de orden 1366).
[11] Como ya indiqué en su momento, dado que con fecha de muerte en esos tres meses fueron inscritas en el Juzgado 201 personas, esto significa que solo para ese período faltarían 109 personas por inscribir (201+109=310).
[12] Componían la gestora, aparte de Muñoz Verjano, José Bermejo Durán, Mariano García Asenjo, Ramón Ceballos Solís, Alfonso Mancera Alcaide, Diego Bélmez Castro, Joaquín García Carrillo, Francisco Márquez Rubio y Javier Vargas Martínez. Bermejo y Vargas dejaron de ir a las pocas semanas (ver Espinosa, F., Masacre, p. 105).
[13] No hay que olvidar que, dejando a un lado el holocausto, la represión efectuada por Franco supera con creces las realizadas por Hitler y Mussolini en sus respectivos países. Véase la “Presentación” realizada por Ángel Viñas para la obra, por el coordinada, En el combate por la historia (Pasado&Presente, Barcelona, 2012, p. 19-22). Sobre la opinión de los italianos véase Preston, P., Franco, Grijalbo, Barcelona, 2002, pp. 256 y ss. En cuanto a los nazis bastará recordar lo que escribió el consejero militar nazi Roland E. Strunk en una de sus crónicas para el Völkischer Beobachter, el diario oficial nazi, en el sentido de que la marcha hacia Madrid se estaba haciendo “sobre montañas de cadáveres” (ver Espinosa, F., “Breve historia de una fotografía”, en rev.Cuadernos Republicanos (en prensa).
[14] Sobre esto puede verse Francisco Espinosa y José Luis Ledesma, “La violencia y sus mitos”, en Ángel Viñas (Coord.), En el combate…, pp. 476-483.
[15] Francisco Espinosa Maestre, “Sobre la represión en el País Vasco”, en rev. Historia Social nº 63, 2009, pp. 59-75, y “El increíble caso de las fosas de Valencia”, en rev. Pasajes, nº 35, 2011, pp. 115-121.











miércoles, 21 de noviembre de 2012

TONTO ES EL QUE HACE TONTERÍAS. FORREST GUMP.



tonto, ta.


1. adj. Falto o escaso de entendimiento o razón. U. t. c. s.

2. adj. Dicho de un hecho o de un dicho: Propio de un tonto.

3. adj. coloq. Que padece cierta deficiencia mental. U. t. c. s.

4. adj. coloq. Dicho de una persona: Pesada, molesta. Se pone muy tonto con la manía de los celos

5. adj. coloq. absurdo (‖ contrario y opuesto a la razón). Después de la acalorada discusión le entró una risa tonta

6. m. Comediante que en ciertas representaciones hace el papel de tonto. El tonto del circo (...)




Todo esto viene para que se entienda el siguiente párrafo que está  extraído de cualquier blog de esos que dicen ser, o mejor dicho, dicen no ser neo franquista ni nada por el estilo.

Y ahora, la pregunta final: ¿También quieren que se abolieran las disposiciones franquistas que en años posteriores aplicaron la ley de Amnistía y permitieron que los familiares de los represaliados volvieran a recuperar los bienes que en su día les fueron embargados, ya que también eran leyes franquistas encaminadas a reparar injusticias y cerrar heridas pasadas?

Que nosotros sepamos la Ley de Amnistía data del año 1977 y el asesino del pueblo de España se murió  a finales de 1975. Así que ninguna disposición franquista sirvió para que Suárez hiciera la Ley de Amnistía. Es más, los franquistas se oponían ferviertemente a esa ley y, el franquismo sociológico representado por AP de Fraga se abstuvo en la votación. Fraga no quería que esa ley se aplicara bajo ningún concepto. Motivos democráticos alegaba el veleta de Fraga. Ahora la derecha se adueña de esa ley que en un principio no gustó nada para decir que el pasado no se puede revisar.


Tampoco se puede mezclar la Ley de Amnistía con la devolución de los bienes embargados por la Dictadura. Usar la palabra embargado, no es más que otro eufemismo para no llamar las cosas por su nombre. Porque Franco además de asesino y terrorista fue un ladrón.

Muy poca gente sabe que Franco colaboró a su manera en La Shoah. Si Franco hubiese querido podría haber salvado la vida a miles, a decenas de miles sefarditas españoles. Se han encontrado documentos alemanes enviando ultimatums de lo que le ocurriría a los judíos españoles si el Régimen no se hacía cargo de ellos. Franco prefirió ignorar esos ultimatums, eso sí, lo que no se olvido fue de reclamar el dinero y las pertenencias de los judíos españoles que Hitler asesinara, para eso sí eran españoles. Gracias a algunos diplomáticos que bajo su cuenta y riesgo contradijeron las ordenes del Gobierno se pudieron salvar parte de los judíos de origen español. Al finalizar la Guerra el Dictador se adueño de ese esos actos heroicos como si hubiesen sido idea suya.

Muchos adjetivos calificativos podemos usar para definir la figura de Francisco Franco Bahamonde, pero entre ellos jamás podemos usar los de piadoso o misericordioso. Jamás busco la reconciliación, Si,  hubo indultos, pero los rojos estuvieron estigmatizados durante los cuarenta años de dictadura. Las pensiones, los derechos, las prebendas sólo fueron adjudicadas a los que defendieron a los rebeldes. ¿Que reconciliación es esa donde sólo las viudas de los "nacionales" recibían una pensión? ¿Qué clase de reconciliación es esa donde las fosas de los sin nombre eran ignoradas y ocultadas?

Dicen que Franco prefirió reeducar y adoctrinar a asesinar. cuando se hace esa afirmación se está comparando a Hitler con Franco, se le quita hierro. Franco no fue tan malo como el Führer, mató muchísimo menos. Eso es como comporar a Breivik con Bretón, Breivik mató a 79 personas y Bretón a sus dos hijos. Ambos individuos son repugnantes independientemente del número de óbitos que obren en su poder. Incluso Bretón puede causar más repugnancia mató a sus dos hijos. Franco asesinaba a sus paisanos.

EN LA GACETA DE INTERECONOMÍA NO SE ENTERAN. Y A PESAR DE TODO FRANCO ASESINÓ A 50.000 PERSONAS DURANTE LA POSGUERRA


Los intereconomianos van de "modernos", aunque no progresen nada. Su nuevo director Jose Javier Esparza así lo quiere hacer ver. Se autodeniminan revolucianarios en diseño y contenidos. Periodismo de futuro e independencia, son características de las que se jactan, pero por más que buscamos no las hayamos. Ayer 20-N demostraron el periodismo de futuro que quieren hacer. Ese periodismo futurista no es otra cosa que seguir haciendo valer los valores del nacionalcatolicismo y para eso no tienen otra ocurrencia que publicar un especial sobre el mayor genocida (después de Hitler eso sí) europeo.

En el especial de Franco Esparza escribe que el dictador debe ser recordado como “la personalidad política más decisiva del siglo XX en España”. Los años de la autarquía, del genocidio, de la tortura no cuentan para este señor, no, parece que eso no tiene importancia, parece ser que eso no es más que un escollo perdonable y olvidable. Total, el desarrollo que vino después mereció la pena (debe de pensar este franquista de pro).

En el especial sobre Franco hacen una entrevista a Pío Moa no vamos a comentar nada de este mentiroso compulsivo más que nada porque sigue en sus trece: "el balance (de la dictadura) fue espléndido". Esto resume perfectamente su falsa su teoría sobre la figura de un dictador déspota y sanguinario.

También entrevistan a Joaquín Bardavío especialista en la Transición que es de la opinión de que "La reforma laboral de Rajoy ha borrado lo poco que quedaba del franquismo en España: las relaciones entre empresarios y sindicatos". No se, parece que nos hemos perdido algo ¿sindicatos? cuantos sindicatos había durante la dictadura. Dicen que con Franco era casi imposible despedir a un trabajador. Eso es mentira, si el trabajador no cumplía con su trabajo iba a la puta calle, como es lógico, y si el trabajador era eficiente con su trabajo, ¿para que iba a echarlo si tenía un trabajador dócil eficiente y sobre todo barato?. Las dictaduras son los paraísos de los empresarios. Las huelgas están prohibidas y los convenios controlados por los empresarios. Durante el franquismo los sueldos eran insuficientes. Durante el famoso "desarrollismo" la precariedad laboral obligaba a muchos ciudadanos al pluriempleo, y lo que era peor, muchos decidieron salir de España en busca de un futuro mejor. Según Bardavio en los años 60  España entra en una dinámica diferente, relativamente homologable con la de otros países. ¿Qué países son esos de los que se pueden homologar con la dictadura franquista?

No seguiremos con las mentiras neofranquistas  de las que de vez en cuando  publica La Gaceta por que ya aburre. En fin, para José Javier Esparza and boys las dictaduras cuando son de derechas y los que son represaliados son las izquierdas  son dictaduras homologables con "otros" países ¿democráticos?. Una dictadura se mire por donde se mire es una dictadura, y apesta. Cuando un tirano impone su voluntad a base de coerción y se perpetúa en el poder gracias al terror, ese tirano no es otra cosa que  un terrorista.

Para finalizar esta entrada comentaremos la independencia de la que hacen gala en el Grupo de Intereconomía. Según Enrique de Diego el share del canal de TV de Intereconomía es el 0.9, es decir, ruinoso, por lo visto los trabajadores no cobran a tiempo, es muy posible que un bolsillo generoso esté financiando todo este entramado. No se, no se... Durante toda la campaña de las elecciones catalanas aparece un banner invitando votar al candidato del PP en Cataluña Alicia Sánchez Camacho.


martes, 20 de noviembre de 2012

ESPAÑOLES FRANCO HA MUERTO. 37 AÑOS Y TODAVÍA HAY NOSTÁLGICOS FRANQUISTAS.


Un día como hoy murió el dictador Francisco Franco Bahamonde. Como creyente que era, se estará revolviendo en el fuego eterno junto a sus aliados Hitler y Mussolini. Que no pidan misericordia por tu alma, ya que tú no tuviste misericordia con los masones, izquierdistas, liberales, campesinos, maestros, militares leales y en general, a todos los que no quisieron participar en tu proyecto totalitario y sanguinario. No trajiste ni paz ni reconciliación. La gente calló por miedo. Miedo impuesto a base de pólvora, garrote vil y  tortura.

Qué gran negocio hicieron los productores de aceite de ricino. La Falange fue el primer consumidor mundial de este producto laxante. Y decían que eran católicos. Como buenos fascistas copiaron los métodos  de los camisas negras del fascio italiano. La Falange fue el brazo represor de los militares rebeldes.  Hoy también se rememora la muerte de su fundador José Antonio Primo de Rivera, que a pesar de que su único mérito fue fundar un partido terrorista lo veneran como si de un dios se tratara

Caído por Dios y por España. ¡Menuda blasfemia! Caídos por los intereses oligarcas, todas las guerras son iguales, en todas están presentes los mismos intereses, la eliminación de tus adversarios la toma de poder y el enriquecimiento personal

Franco a pesar de ser la reencarnación del mal en su nombre se celebraran  muchas  misas para gozo de los incondicionales del  sátrapa  genocida. La iglesia lejos de pedir perdón, recocijándose con el recuerdo de su hijo predilecto.



HOY MÁS QUE NUNCA ¡VIVA LA REPÚBLICA!




BANDERA QUE ACOMPAÑÓ A AZAÑA HASTA SU MUERTE


domingo, 18 de noviembre de 2012

Del Valle de los Caídos al Ibex 35

JUAN MARCH

37 años después de la muerte de Franco, las empresas que se enriquecieron con la construcción de su mausoleo están entre las más poderosas e influyentes del país

ALEJANDRO TORRÚS PUBLICO.es

El régimen les dio poder, patrimonio y mano de obra casi esclava. La transición y la democracia, benevolente como con un hijo pródigo, no les pidió explicaciones por su pasado ni por el origen de sus riquezas. Su pasado se diluyó en el presente de la España democrática como un azucarillo en agua hirviendo y el futuro quedó a sus pies. Son las grandes empresas que apoyaron a Franco ensu cruzada, se beneficiaron de las concesiones estatales, utilizaron mano de obra casi esclava de presos republicanosy sentaron en sus consejos de administración a los exministros del régimen. Esta es la historia de los que una vez que el caudillo de España murió se autodefinieron como “demócratas de toda la vida”.
En agosto de 1936, el diario británico The Sunday Express publicó: “Franco se mantiene en la lucha. Pero, ¿cuál es el poder que lo dirige desde detrás de las sombras? Cuando un hombre levanta la mano, Franco obedece. Ese hombre es Juan March”.
Nadie puede imaginar que un golpe de Estado puede triunfar sin el apoyo de los grandes empresarios y Franco, juntos al resto de golpistas, encontró en Juan March al mecenas de su cruzada. March aseguró la vida de los familiares de los militares rebeldes, financió los aviones que trasladó a Franco al norte de África con la inestimable ayuda de varios responsables del diario ABC y negoció con alemanes e italianos la compra de armamento. ¿A cambio de qué?
“A cambio, en plena guerra civil, desde el cuartel general de Burgos, obtuvieron el control del sector bancario, su statu quo, las claves de la economía, el monopolio del sector financiero”, escribe Mariano Sánchez en la obra publicada en 2005 'Los banqueros de Franco'.
Este pacto de Franco con March y el resto de banqueros significó la primera gran traición del general a los principios de Falange: la Banca no sería nacionalizada. Lo importante para el Generalísimo no era mantener su integridad ideológica. Franco no tenía ideología. El caudillo tenía poder político, adquirido mediante las armas, y no lo iba a perder bajo ningún concepto y mucho menos por programas políticos.
Al amparo de la dictadura franquista, Juan March realizó diversas operaciones financieras de gran calibre, como la compra de la Barcelona Traction, tras la que fundó Fuerzas Eléctricas de Cataluña, S. A (FECSA), quien se hizo con la práctica totalidad de la producción eléctrica en Cataluña.  FECSA construyó centrales térmicas y entró en el campo de la energía nuclear, motivado por las crisis del petróleo de los años 70.
Así, participó, junto con Électricité de France, Hidroeléctrica de Cataluña y ENHER en la construcción de la central nuclear de Vandellós, puesta en servicio en 1972. En 1983, FECSA instaló en solitario la central nuclear de Ascó, que comenzó a funcionar en 1983.

El rastro de March en el presente

 Todas estas operaciones convierten a FECSA en una empresa al alza, que comienza a cotizar en el IBEX 35 de la Bolsa española. Su camino en solitario llega hasta 1996 cuando el Grupo Endesa se hace con el 75% de las acciones de la compañía y su control absoluto.
Juan March falleció en 1962 pero sus nietos han sabido cumplir su legado. En 1988 la revista Forbes sitúa a los March entre las tres fortunas más importantes de España, junto a Ramón Arces, creador de El Corte Inglés, y los Botín. Su notoriedad en la democracia española y en las finanzas internacionales es ya indiscutible.
“La Fundación March, creada en 1955, cuenta con un patrimonio superior a los 15.000 millones de pesetras y recibe una inversión anual que rebasa los 1.000 millones. En la actualidad el patrimonio de los March se sitúa entre en el medio billón de pesetas, participan en el accionariado de 150 empresas y comandan un grupo empresarial que ha sido vanguardia en España en cuanto a bancos de negocios y que goza de una gran liquidez”, escribe Mariano Sánchez en su obra Los banqueros de Franco.
Entre la larga lista de empresas en las que la familia March está presente en el accionariado hay algunas muy reconocibles para el gran público como la constructora ACS (18,3%), presidida por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez; Acerinox (24,2%), una de las compañías líder a nivel mundial en la fabricación de acero inoxidable o la empresa de seguridad Prosegur (10,0%).

La construcción del Valle de los Caídos

Ningún otro símbolo como el Valle de los Caídos refleja el funcionamiento de la oligarquía empresarial que rodeaba el régimen. Una obra faraónica que costó a las arcas públicas a lo largo de sus veinte años de construcción 2.421 millones de pesetas de la época, según datos de Mariano Sánchez. “Para entender la magnitud de la obra conviene comparar el coste con otras partidas de los Presupuestos. Así, hasta 1970 el Estado había dedicado 2.339 millones de pesetas para Educación, explica Mariano Sánchez, autor de obras como Los Franco S.A. o Los banqueros de Franco a Público.
Franco eligió el 1 de abril de 1940, primer aniversario de la victoria de la entonces conocida como “Victoria de las armas de España”, para dar a conocer su proyecto. Fernando Olmeda, autor de El Valle de los Caídos. Una memoria de España, recoge en su obra las palabras pronunciadas aquel mismo día por  el coronel Valentín Galarza, subsecretario del a jefatura del Estado, en la lectura al Decreto que dispone la construcción del futuro monumento:
“La dimensión de nuestra cruzada, los heroicos sacrificios que la victoria encierra y trascendencia que ha tenido para el futuro de España esta epopeya no pueden quedar perpetuados por los sencillos monumentos con los que suele conmemorarse en villas y ciudades los hechos salientes de nuestra historia. Es necesario que las piedras que se levanten tengan la grandeza de los monumentos, que desafíen al tiempo y al olvido y que constituyan lugar de meditación y reposo en que las generaciones futuras rindan tributo de admiración a los que legaron una España mejor”.
La ejecución del gran sueño del generalísimo requirió un enorme financiero, pero sobre todo de personal. En 1942 el régimen se da cuenta de que además de obreros libres será necesario emplear batallones de presos en un país que continúa desangrando tras la cruenta guerra civil. Ese mismo año llega al Valle la Compañía del Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores Penados nº 95. Los presos visten gorro a rayas azules y blancas con una P que les identifica como presos. El periodista Rafael Torres, autor de Los esclavos de Franco, cifró en 20.000 los presos republicanos que participaron a precios muy por debajo del mercado y en condiciones de semiesclavitud en la construcción del sueño de Franco.

Los presos "alquilados"

Fernando Olmeda recoge en su obra dos testimonios de presos republicanos que detallan las condiciones de la obra. Trinitario Rubio lo describe de la siguiente manera:”Picábamos un metro cúbico de piedra, cargábamos vagonetas y empujábamos entre varios. Trabajábamos en condiciones difíciles, nos trataban de hijos de puta y rojos, cosa peor que los malos tratos”.
Segundo Fernández, de familia de agricultores de izquierdas, y condenado por tres consejos de guerra, resume en una frase su experiencia en la construcción del Valle de los Caídos: “Raro era el día que no morían uno o dos, y hasta tres, más por el hambre que por accidentes, porque la construcción del túnel casi no había empezado"
Nicolás Sánchez-Albornoz, director del Instituto Cervantes de 1991 a 1996 y condenado a trabajos forzados por el régimen en 1947, puso cifras al negocio redondo de las empresas y el régimen de Franco con los presos trabajadores. "El Valle era un gran negocio", explica, "los que estábamos condenados a trabajar allí estábamos alquilados a las empresas que hacían la obra, Huarte y Banús, por 10,50 pesetas al día. A nosotros nos daban 50 céntimos a cada uno. Los patronos tenían obreros a precio de saldo y disciplinados", según recoge José María Calleja en un artículo publicado en el diario El País. De esta manera, Sánchez-Albornoz, actual miembro de la RAE, confiesa que estuvo “alquilado” a la empresa Huarte y Banús.
El periodista Isaías Lafuente se atrevió a cuantificar en su libro Esclavos por la Patria los beneficios obtenidos por el franquismo a costa de utilizar presos políticos para la realización de obras: más de 130.000 millones de pesetas, unos 780 millones de euros. Ello se deduce del estudio de las detalladas memorias anuales remitidas a Franco por el Patronato para la Redención de Penas entre 1939 y 1970, conservadas aún en los archivos de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. en su libro Esclavos por la patria.

Las empresas adjudicatarias y su beneficio

En sus inicios la obra se adjudica a tres grandes empresas, San Román, filial de Agromán, se encargará de la perforación de la roca para abrir en ella el agujero gigante que albergará la cripta, Estudios y Construcciones Molan se ocupará de la construcción del monasterio yBanús, gestionada por los dos hermanos Juan y José, se responsabilizará de la carretera que unirá la entrada con el Risco de la Nava.
Estas tres empresas, junto a la constructora Huarte y Cía que se uniría a las obras en 1952, dispusieron de mano de obra semiesclava para sus negocios privados por concesión del régimen de Franco. Así, en 1943 Agromán disponía de 250 presos republicanos trabajando en el Monumento, 100 en las obras de el Escorial Aguas y Escorial Arca de Juan y otros 140 en diversas obras repartidas en cuarteles y monasterios.
Banús, por su parte, disponía de 125 presos trabajando en la carretera que da acceso al Valle de los Caídos, 90 presos construyendo la estación de trenes de Chamartín (Madrid) y a 50 más en la base militar de Torrejón. En total llega a haber 141 batallones de presos republicanosrepartidos por diferentes obras sólo en 1943, según recoge Olmeda en su obra.

¿Qué ha sido de estas empresas?


La constructora Huarte, que acumulaba en 1975 un volumen de venta de 16.000 millones de pesetas, se fusionó en 1998 con Obrascón. Un año después, se incorpora al grupo la empresa Lain conformando el gigante constructor Obrascón- Huarte- Laín u OHL, como es más conocido. El grupo está presidido por Juan-Miguel Villar Mir, más conocido por haberse presentado a las elecciones a presidente del Real Madrid de fútbol. Aunque en su currículum figuran otros muchos cargos en la estructura del Estado franquista como haber sido Director General de Empleo en 1964 o presidente del Fondo Nacional de Protección del Trabajo en 1967.
Por su parte, la constructora Agromán fue fundada por José María Aguirre Gonzalo y José San Román en 1926, en tiempos de Primo de Rivera.  Gracias a sus negocios, Aguirre Gonzalo saltó pronto al mundo de la banca y presidió el Banco Guipuzcoano desde 1956 hasta que falleció en 1988. Además, ocupó la presidencia del Banco Español de Crédito desde 1970 hasta 1983 y del Banesto,  desde 1970 a 1984. No obstante, la estirpe familiar no terminó ahí ya que su hijo José María Aguirre González le sustituyó en el cargo de presidente del Banco Guipuzcoano hasta 1999. En 2010, este banco fue absorbido por el Banco Sabadell.  
Tras la construcción de la carretera, los hermanos Banús siguieron caminos diferentes siempre bajo el amparo del régimen. José Banús, conocido como el constructor del régimen, es el artifice de barrios emblemáticos de Madridi como el de la Concepción o el Barrio del Pilar, donde urbanizó una gran extensión de terreno, y de cuyos pisos sacaba un beneficio de unas 115.000 pesetas. De Madrid saltó a la Costa del Sol donde, en el verano de 1970, inauguró su proyecto más ambicioso: Puerto Banús. Su estrecha relación el régimen queda patente no sólo en sus negocios sino en sus distinciones: medalla al Mérito en el Trabajo, la gran cruz del Mérito Civil y la medalla de oro al Mérito Turístico. Sus descendientes heredaron un gran imperio con origen en la construcción del Valle de los Caídos y su amistad con el régimen de Franco.
Por otro lado, su hermano Juan Banús se quedó en Madrid y en su currículum figura la construcción de la lujosa ciudad satélite de Mirasierra, opulentas viviendas rodeadas de comercios y zonas de asueto. Sus hijos Juan y Antonio Banús Ferré tomaron el testigo inmobiliario de su padre y de su tío, especializándose cada uno en diferentes proyectos.
Juan Banús, fallecido en 2000, era el responsable de la lujosa área marbellí de Puerto Banús, lugar de veraneo de la jet set y de la familia real saudí, entre otras personalidades, mientras que Antonio Banús es propietario de un importante número de franquicias de la firma de moda italiana Benetton en España, gestor del hotel de cinco estrellas Mirasierra Suites y dueño de la bodega El Carabal, situada en Cáceres. Además, Antonio Banús posee el 100% del capital del grupo promotor inmobiliario Juban.
No obstante, en la larga lista de empresas que se beneficiaron de la barata mano de obra de presos republicanos figuran otras muchas sociedades que no participaron en la construcción del Valle de los Caídos o que su gran negocio con el régimen fue otro. Es el caso de Dragados y Construcciones, hoy también inversa en ACS, la constructora de Florentino Pérez.  

Sin descuidar a amigos y los ministros

Pero no sólo empresarios se beneficiaron de las “bondades del régimen”. La democracia tampoco ha maltratado a los antiguos dirigentes franquistas, sus herederos directos o a los familiares de Franco. Hoy, muchos de estas personas tan cercanas al régimen, ya sea con lazos en el mundo de los negocios, familiares o políticos, siguen disfrutando de un papel importante en nuestra sociedad.
Así, según enumera Mariano Sánchez en su obra Los Franco S.A., las hermanas Alicia y Esther Koplowitz, a través del Imperio de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), poseen un patrimonio que ronda los 1.000 millones de euros; los descendientes de José Meliá Sinisterra, en el sector turístico (Hoteles Meliá), facturan anualmente más de 600 millones de euros, o Carmela Arias Díaz de Rábago, condesa de Fenosa y viuda de Pedro Barrié de la Maza, cuya fortuna personal alcanza los 240 millones de euros.
También llama la atención la puerta giratoria que unía a los ministros de Franco con los Consejos de Administración de las principales empresas españolas. De los 119 ministros de franco, 22 de ellos se sentaron en 29 consejos de administración de importantes entidades bancarias, nueve en bancos oficiales y cuatro en cajas de ahorros. Otros ocho ex ministros fueron presidentes y/o consejeros del Banco de España. En total, 43 ministros se convirtieron en destacados ejecutivos del sector bancario.
Pero no sólo ellos ocuparon esos puestos, también sus hijos. Sirve como ejemplo el reciente nombramiento de Nemesio Fernández Cuesta, hijo del ministro de Comercio en el penúltimo gobierno de Franco de igual nombre, como director General de Negocios de Repsol.
No obstante, no hay que buscar tan lejos para encontrar la alargada sombra del régimen. En la penúltima horneada de políticos de la derecha española se encuentran buenos ejemplos comoRodrigo Rato, hijo de Ramón de Rato, fundador junto a Millán Astray y Dionisio Ridruejo, entre otros, de Radio Nacional de España, así como propietario del Banco del Norte y del Banco Murciano.
José María Aznar, nieto de Manuel Aznar Zubigaray, periodista y político cercano a Falange que  fue director gerente de la agencia de noticias EFE y embajador español ante la ONU, Marruecos, y varios países de América.