La guerra produjo la revolución y no la revolución produjo la guerra.

Cuando el príncipe Lvov vio que el furor revolucionario ruso se cebaba en actos vandálicos contra los terratenientes, Iglesia y escuelas, dijo a sus ministros: "es la venganza de los siervos", el castigo a los hacendados por su comportamiento "tosco y brutal durante siglos de servidumbre". El problema de las revoluciones es que desatan la violencia indiscriminada contra todo supuesto opresor. Esto podría ayudar algo a comprender los asesinatos en la retaguardia republicana -pero no hay posible justificación-. De no haber habido golpe de Estado, no se habrían desatado ni la revolución, ni la Guerra Civil y nos habríamos ahorrado un baño de sangre innecesario.

La guerra produjo la revolución y no la revolución produjo la guerra. No olvidar nunca este detalle que se escapa en la literatura profranquista No había programada ninguna revolución. Con la de octubre tuvieron bastante. He leído por algún lugar: "Se le olvida que lo mismo que se preparó en Fuente de Cantos el 19 de julio había sucedido en Azuaga el día 17. ¡Antes del Alzamiento! El Frente Popular iba a dar un golpe de estado". Ese alzamiento, que no fue otra cosa que un golpe de Estado sangriento, comenzó el mismo día 17 en el norte de África, y se sabía hacía meses que una parte del ejército se estaba sublevando en contra del Gobierno de la República con el fin de instaurar una dictadura militar poca amiga de las izquierdas. ¿Porque se actuó tan rápidamente y se empezó a detener a los simpatizantes del golpe de Estado en fechas tan tempranas? No creo que haga falta recordar que durante la República ya existían los teléfonos y por supuesto el telégrafo.

Cuando ganó el Frente Popular las elecciones las fuerzas reaccionarias se pusieron manos a la obra. No fue una casualidad que el general Sanjurjo fuera uno de los conspiradores. El mismo que al principio de la joven democracia republicana ya pretendiera finiquitarla. Emilio Mola Vidal, el célebre "Director", estuvo a punto de suicidarse y de abandonar su querida patria al ver que su infalible plan se convirtió en una chapuza carnicera. Afortunadamente para él, la ayuda nazifascista inclinó la balanza a su favor.

La represión "roja" en algunas poblaciones pudo evitarse. En otras fue mínima. Desgraciadamente hubo poblaciones donde el terror revolucionario fue altamente mortal. Según nos cuenta La Causa General en Guareña:

Sobre las 20 horas del día 29 de septiembre de 1936, un grupo de marxistas armados de fusiles, pistolas y otras armas de fuego, la mayoría de ellos vecinos de esta localidad, asaltó el domicilio de Doña Isabel Cortés Mancha. Viuda y anciana de 80 años, a la que acompañaban, por residir en la misma casa, sus hijos doña Magdalena, Don Francisco y Don Juan Mancha Cortés, su hermana  dona Ana Cortés Mancha, varios varios nietos y algunas criadas.(...).

Los revolucionarios asesinaron a la anciana de 80 años, a don Juan Mancha Cortés y a Manuel Mancha Mancha  un hijo de este de tan solo 17 años. Los cadáveres fueron arrojados al corral de una casa. La violencia "roja" se llevó por delante la vida de 81 personas durante los dos meses y medio que Guareña estuvo bajo el dominio rojo.

Historias terribles como esta podremos encontrarlas en muchas localidades. No en todas.  No obstante ninguna población pudo escaparse del terror "azul". Y lo que es peor, una vez vencido y humillado el enemigo, la venganza de los "cruzados" bendecidos por la Iglesia siguió cobrándose víctimas. La violencia roja casi desapareció. La azul siguió durante bastantes años más. En una zona no hubo programada ninguna represión. Se produjo de forma espontánea ("la venganza de los siervos"), pero igual de terrible. En la otra zona la represión venía premeditada, era una premisa para que triunfase el golpe de Estado. El golpe acabó en guerra, el terreno arrancado al enemigo había que desinfectarlo del gen marxista. Así que los planes del golpe se convirtieron en los planes de la guerra. Donde no hubo guerra, como por ejemplo Cáceres o la Rioja -por citar solo dos- tan solo hubo exterminio.

Carmen Mora Martín fue condenada a muerte como autora de un delito de rebelión militar tras asistir uniformada como miembro de las milicias de Juventudes Socialistas Unificadas al mitin que se celebró en Cádiz con la presencia de Largo Caballero por la UGT y Vicente Ballester por la CNT, Era hija del alcalde socialista de Tarifa (Cádiz) Amador Mora Rojas, muerto durante la guerra en zona republicana. Su madre y un hermano también fueron asesinados. Tenía sólo 22 años. El 19 de abril de 1937 fue asesinada, por algo que era algo totalmente legal. Acudir a un mitin.

Historias terribles para no olvidar. Ahora que vemos como todavía quedan nostálgicos que siguen alabando a la dictadura franquista. Esta crisis está haciendo célebre la frase: "Rajoy está haciendo bueno a Franco". A un criminal de guerra no lo hacen buenos ni "mil pantanos". Rajoy es un presidente que no nos gustará, pero no se ha salido del juego democrático. Franco para mantenerse durante 40 años y morir en la cama tuvo que derramar la sangre de miles de compatriotas. Si no nos gusta Rajoy ahí están las urnas. Si no nos gustaba Franco ahí estaba el TOP.