sábado, 17 de mayo de 2014

Puigdengolas ni héroe ni villano

Puigdengolas a caballo
En el reciente libro sobre la vida de Puigdengolas y la matanza de Badajoz elevan a los altares al coronel republcano, el único leal al gobierno de la República que sale bien parado. El comandante José Vega Cornejo: un cobarde indeciso; el gobernador Civil Miguel Granados Ruiz, otro cobarde, huidizo e incompetente. ¿Pero realmente esto es así? Aquí solo caben interpretaciones. Según el libro, Puigdengolas tuvo que abandonar Badajoz cuando los moros habían penetrado en Badajoz y la plaza estaba perdida. Sin embargo, muchos militares fieles a la República se mantuvieron firmes y acabaran asesinados por los franquistas. ¿Héroes?, ¿irresponsables? No podemos decir que el capitán del barco es un irresponsable por morir ahogado al no abandonar el barco, y permitir que su tripulación sean los primeros en subirse a los botes salvavidas. Difícil situación. Pero estamos hablando de la guerra, donde los generales y mandos siempre suelen ponerse a salvo antes que la tropa. La tropa es carne de cañón. Esto es así en todas las guerras, y la guerra civil no es una excepción. ¿Acaso iba Yagüe en vanguardia pegando tiros contra las milicias?

¿Porqué se habla de tantas deserciones antes de la toma de Badajoz? Primero hay que imaginarse el caos reinante: había muchos militares en la plaza pacense que de buen grado se hubieran revelado contra el Gobierno. No pudieron hacerlo al fracasar la intentona golpista en Badajoz. Según nos cuentan una cantidad considerable de militares no estaban por la labor de enfrentarse a la columna de la muerte,. por lo cual, hacían poco, o ningún esfuerzo para batir al enemigo.Para colmo, las milicias estaban totalmente verdes en el arte de la guerra, o al menos así eran vistas por los militares profesionales. También hay que tener en cuenta que las columnas que venían masacrando -cual caballo de Atila- la poblaciones por donde pasaban estaban formadas por la élite del ejército español, por eso tanto empeño en pasar a los moros y legionarios a la península. Los moros y legionarios estaban curtidos en las batallas rifeñas, y los milicianos las armas las usaban para cazar conejos. La desigualdad era latente. Así que la mejor opción que verían muchos para salvar el cuello era pasar a Portugal. Según se pudo leer en el ABC madrileño, los militares devueltos en el Nyassa fueron: el coronel Puigdengolas, 1 coronel de infantería,10 jefes de varios cuerpos y 130 carabineros. Por lo visto hubo una epidemia de cobarditis aguda esos días. Los civiles varones -según el ABC- se contaban en un número de 1.000. ¿Esto es prueba de los pocos defensores que quedaron en Badajoz para su defensa?, evidentemente no, no todo el mundo que buscara refugio en Portugal tendría porque ser miliciano.

Los papeles de Puigdengolas que envió a su familia hablaban de casi inexistencia de defensores. Es más si leemos detenidamente sus (des) memorias las murallas eran un páramo donde casi no habían gentes armadas. En los papeles del coronel el número de milicianos armados que quedaron en Badajoz fue de 275 ¿?, 200 carabineros y unos 100 soldados. Sumemos. 575 hombres armados de los cuales 300 eran profesionales enfrentándose con la élites del ejercito africanista.

En la pag. 303 del libro hay una contradicción: "el asalto a la ciudad había resultado victorioso casi de milagro". El milagro hubiera sido que con tanto traidor suelto, con tanto miliciano y soldados huyendo a Portugal, no hubieran podido entrar. El cuartel de Menacho fue abandonado, una vez desierto, Castejón pudo hacerse de el sin mayor dificultad. Pero si hasta les abrieron las puertas para que entrases como "mateo por su casa".

Nuestra opinión es que hay que tomarse críticamente los papeles de Puigdengolas. Dice Hector Alonso García que las memorias del coronel no pertenecen a la propaganda de guerra porque fueron redactadas exclusivamente para su familia, con lo cual debiera ser sincero por necesidad. Fallo, error. Precisamente pudiera estar justificándose ante su familia, estaba detenido en Portugal y no sabía si su vida estaba totalmente a salvo. Sino contaba con defensores mi salida de Badajoz estaba justificada.

En otro libro editado también por la Universitat de Valencia, Francisco Espinosa nos hace una reflexión sobre el Coronel :
A partir de cierto momento da la sensación que el objetivo del  coronel Puigdengola  no es otro que justificar su huida. De ahí su insistencia en decirnos una y otra vez, antes de partir a la frontera, no dejó de revisar hasta las 3 de la tarde, las posiciones y defensa de la ciudad, encontrándolas totalmente vacía: "vuelvo a la muralla y nadie". De creer al coronel, habría que concluir que no hubo defensa  alguna, y que por tanto no debió haber bajas en defensores y atacantes.
Puigdengolas salvó la vida adentrándose en Portugal, pero poco tiempo después perdió la vida trágicamente. En Getafe intento reprimir -él solo- una desbandada de las milicias republicanas. No se le ocurrió otra forma que la de pegarle un tiro en un brazo a un miliciano y otro más a un capitán que ponía piés en polvorosa. La actitud de los milicianos no fue otra que cargar sus armas y descargarlas en el desdichado cuerpo de Puigdengolas. Esta es la versión de Ángel Lamas Alosnso un militar que cuando tuvo la mínima ocasión se pasó al bando faccioso, por lo cual debe ser puesta en cuarentena necesariamente. Sánchez del Arco en el ABC también dio la misma versión,.qué por arte de magia se enteró a los pocos días del trágico suceso. Es posible que esta versión sea falsa y solo pertenezca a la batalla de la propaganda. El relato de Ángel Lamas Alosno fue publicado en 1972 en un relato que llevaba por título, Unos y otros. Y es cuanto menos sospechoso. Hector Alonso García critica a Reig Tapia por no ser crítico con las fuentes primarias, vemos que ese mismo problema lo acusa el doctor en historia . Cuesta creerse que el coronel fuera tan descerebrado e hiriera y matara a dos de sus subordinados sin contar con el apoyo de nadie. Otra de las tantas mentiras que nos quieren colar. Por eso prefiero la versión del profesor Marroyo. Puigdengolas murió en extrañas circunstancias

9 comentarios:

  1. Pero, ¿la versión de Sánchez Marroyo de dónde sale? Marroyo es un hombre especializado en cuestiones agrarias y de propiedad del siglo XIX, y nunca ha hecho investigación alguna sobre República y guerra civil. Sobre la muerte de Puigdengolas solo existe esa versión: murió al intentar impedir una desbandada. No es una muerte indigna. Desde luego será complicado llegar a saber más sobre este asunto. Saludos.

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  2. Aprovechando esta nueva entrada dedicada a Puigdengolas y agradeciendo a Juan Antonio Cortés esta posibilidad, me gustaría aclarar algo.

    En su libro Héctor Alonso García comenta que dispuse de los "manuscritos" de Puigdengolas por medio de un amigo de la familia, Rafael Suay Artal, pero que, sin embargo, "no reveló este hecho ni parece que hiciese ninguna gestión para contactar con la familia" (p. 133, nota 1). Más tarde vuelve a la carga matizando que tal cosa ocurrió tras la publicación de "La columna de la muerte" (p. 241).

    El aludido Héctor Alonso García simplemente ignora la verdad. Yo supe de la existencia del escrito de Puigdengolas en el Foro GCE por un mensaje de Rafael Suay Artal. Esto ocurrió en junio de 2003, cuando mi libro llevaba ya tres meses en la calle. No obstante, me puse en contacto con Suay para saber si había posibilidad de hacerse de ellas a través de su compañero de trabajo Salvador Puigdengonlas, nieto del coronel. Poco después, Rafael Suay me dijo que su compañero se las había dejado.

    A continuación, lo que hizo Suay fue dejarle mi libro y pedirle permiso para enviarme copia del documento, a lo que la familia accedió. Igualmente con permiso de la familia, Suay me envió copia del nombramiento de Puigdengolas como comandante militar de Badajoz. Todo ello se lo agradecí como era debido.
    Dicho esto, de lo que tengo pruebas, ¿para qué iba a yo a contactar con la familia?

    En todo caso, yo no hice entonces uso del documento. No fue hasta 2012, ante una propuesta que me hicieron de reunir artículos inéditos, cuando me decidí a publicar el escrito de Puigdengolas y mi valoración sobre él en un libro editado precisamente por la Universidad de Valencia: "Guerra y represión en el Sur de España".

    No veo pues el motivo para que Héctor Alonso García ande ahora sembrando dudas sobre "si al parecer dispuso de una copia" o sobre si "no le consta que hiciese ninguna gestión para ponerme en contacto con la familia del Coronel". Pues sí, dispuse de una copia y se me envió con el visto bueno del nieto del coronel.

    De todas formas el documento, como ya expliqué en 2012, plantea una duda seria: no es el original. Pero, sea como fuere, tiene suficientes elementos de interés sobre Badajoz y, sobre todo, del coronel, como para tenerlo en cuenta.

    Lo que pienso del libro de Héctor Alonso García y del uso que hace de las notas de Puigdengolas será mejor dejarlo para otra ocasión, si es que acaso merece la pena.

    Saludos.
    Francisco Espinosa Maestre

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  3. La versión de Marroyo puede venir de otro autor que haya leído. Puigdengola podría haber muerto intentando desbaratar una desbandada lo más seguro. Pero me cuesta creerme que -según la versión de Héctor Alonso García-, hiriera en un brazo a un miliciano y matara a un Capitán de un tiro en el pecho.

    No es una muerte indigna morir intentando que las milicias se mantuvieran firmes en sus puestos de combate, pero ¿sí lo sería si hubiese asesinado a alguien en ese intento? ¡Qué complicada es la historia, más si cabe, cuando para contarla las fuentes primarias están viciadas!

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  4. La verdad es que no sé porqué en el libro hacen referencia a que sí Francisco Espinosa se puso en contacto o no con la familia del coronel Puigdengolas, no sé que importancia puede tener para el relato de la historia sobre Puigdengolas y la batalla de Badajoz.

    Cuando vi el libro sobre el coronel leal a la república y comprobé que el autor era Héctor Alonso García dudé en hacerme con el. Conocía al autor por una entrevista que le hicieron en una emisora de radio (https://www.youtube.com/watch?v=3SWIdXDkkYE), su sesgo es evidente y su parcialidad está claramente señalada. Al final lo compré -dinero mal usado hay otras obras que me interesan más- porque quién lo editaba me inspiró confianza -la Universidad de Valencia, que había publicado un libro de Espinosa-. Este libro lo guardaré al lado de otro de corte parecido: "La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda".

    La opinión que podemos sacar al leer el libro es clara. Los comunistas y los socialistas llevaban a la República a un gobierno satélite de Stalin, el libro trata sobre Puigdengolas y la batalla de Badajoz, pero el autor deja suficientes pistas sobre la deriva revolucionaria de la República. En fin, más propaganda justificativa sobre la actuación de los militares rebeldes antes y durante el golpe de Estado y durante la Guerra Civil.

    Nos enteramos en la presentación del último trabajo de Dulce Simoes que nuestro querido y admirado Francisco Espinosa no pudo asistir por problemas pasajeros. Fue una pena no poder contar con él, pero sus sustituto -José María Lama- estuvo a la altura de las circunstancias. Esperamos poder ver pronto a Francisco Espinosa por Badajoz, también a ver si pronto nos vuelve a deleitar con otro de sus estudios. Haría fata otro trabajo para desmontar tantas incorrecciones que sobre los tristes sucesos de Badajoz se han publicado últimamente. Aportar algo nuevo y original sería difícil. Según nos habéis contado hubo una gran destrucción de pruebas durante la Transición. La documentación que ha quedado o está a buen recaudo -caso de la FNFF- o permanece sin desclasificar.

    Un saludo a nuestro querido amigo Francisco Espinosa que con su presencia honra a los que escribimos en el blog y a los que pacientemente nos leen todos los días. Gracias a todos.

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  5. Por cierto tenemos otro blog donde hablamos de asuntos varios: http://badajozrepublicano.blogspot.com.es/2014/05/la-fiesta-de-los-palomos-y-la.html

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  6. Al final tendre que comprar el libro de Alonso Garcia, como compro los de Pilo, a digusto,pero para tener toda la informacin que circula. aunque este ultima de la "nube" es demasiado duro.
    Saludos Paco
    Rafael

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  7. Este libro de Héctor Alonso Gacía es del estilo de La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, La diferencia es que está mejor escrito, aún así, si se lee con cautela vemos el manejo, algo sectario, que se hace de las fuentes primarias. Si viviéramos cerca podría prestartelo y así te ahorrabas 20 euritos. je, je.

    Siempre es bueno tener todo lo que se escribe sobre los temas que nos interesan. Así podemos ver el manejo de la historiografía política

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  8. Estimados amigos,

    Soy familiar del aludido coronel Puigdengolas, y sin pretender entrar en polémica alguna con ninguno de ustedes, solo indicaré que la familia conoció las circunstancias que rodearon la muerte del coronel Puigdengolas por el chófer de éste, quien se apresuró en dirigirse a la familia para informarle que había sido asesinado por sus propios milicianos en Parla (Madrid), cuando intentaba frenar una desbandada. Saludos cordiales.

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  9. Acabo justamente de leer el libro de Héctor Alonso sobre el coronel Puigdengolas. Hace ya tiempo leí el de Espinosa. Creo que ambos son valiosos, ambos tienen fallos, nada hay perfecto. En cuanto a la discusión sobre los documentos, es algo normal entre estudiosos de todas las ciencias, nadie quiere que le copien o plagien el largo y a menudo agotador trabajo en archivos, aquí y allá, a veces encontrando algo y otras nada; horas, días, semanas, meses...
    Del libro de Alonso creo que está bastante bien, los únicos fallos que le encuentro son la excesiva confianza en las fuentes de la Causa General o el informa de la Policía de Badajoz, porque evidentemente intentan exagerar el "terror rojo" a fin de justificar su propia represión. Otro detalle es en la página 478 de la edición ebook, cuando parece justificar los fusilamientos de los militares capturados, afirmando que el coronel Cantero y el comandante Vega Cornejo fueron fusilados porque era lo normal y la norma. Desde luego, esto es totalmente incorrecto, estas ejecuciones fueron ilegales e ilegítimas, puesto que no eran ellos los sublevados. Por lo demás, Alonso intenta ser ponderado y no partidista, dígase lo que se diga, quizá demasiado y además da un buen tirón de orejas a Pilo y demás.
    Para terminar no me convence que en Badajoz la represión alcanzase a entre 500 a 750 personas, Espinosa refleja la irritación y el embarazo de que se supiese qué había pasado en Badajoz desde el 14 de agosto en adelante y cómo se puso mucho cuidado en borrar las evidencias de los fusilamientos y además cómo desde entonces hasta hoy tan férreamente se trata de, primero, negarlo todo y desde hace unos años reconocer a regañadientes la represión y finalmente a justificarla, considerarla "normal" y minimizarla en lo posible. En mi opinión, esta segunda batalla de Badajoz, es sospechosa de querer tapar lo que realmente pasó en Badajoz aquel mes de agosto y después.
    Muchas gracias

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