martes, 8 de julio de 2014

Mario Neves vio 300 cadáveres...

El joven Mario Neves al día siguiente de entrar en Badajoz pudo visitar el cementerio de San Juan a pesar de que era complicado acceder a su interior: "Es un cementerio sencillo de provincia con el clásico muro blanco y un portón de hierro en donde la vigilancia de los guardias es hoy muy estricta". El reportero portugués tuvo suerte: "el azar, el puro azar me pone en contacto con un sacerdote". Gracias a ese sacerdote pudo adentrarse en el camposanto de Badajoz en donde estaban incinerando los cadáveres resultantes de la represión y de los muertos en combate. Los cadáveres -según relata Neves- empezaron a quemarlos a las 6 de la mañana, y según constató, hacía "diez horas que la hoguera arde". Si empezaron a quemar los cadáveres a las 6 de la mañana y llevaban 10 horas ardiendo, es fácil de adivinar que Neves visitó el cementerio a las cuatro de la tarde. Los cadáveres todavía seguían ardiendo: "El humo que se levanta de este montón informe ya no es denso. Tan solo aquí o allá se yerguen pequeñas columnas blancas que se van esparciendo por el cielo". Alrededor de 300 cadáveres -según Neves- fueron quemados para evitar problemas de salud. El sacerdote que le abrió las puertas del cementerio le confirmó que "merecían esto. Además, es una medida de higiene indispensable". La Iglesia como siempre tan "católica".

Los 300 cadáveres que vio Mario Neves son la prueba irrefutable -para ciertos escritores- del alcance de la matanza de Badajoz. Veamos en que se basan. Según el último esfuerzo para rebajar la matanza que sufrió la capital pacense -La Matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda (desde ahora LMBAMP)-, desde el día 14 hasta el día 18 murieron en Badajoz unas 400 ó 500 personas. Para justificar esa cifra se basan en las declaraciones de Neves (300 cadáveres calcinados) y de René Brut (Brut vio como 100 cadáveres iban a ser calcinados de un momento a otro). Según LMBAMP: "Por lo tanto hasta el día 18 de agosto, el total de cuerpos que fueron trasladados al cementerio no llegarían a 500. (pag.180). Los periodistas visitaron el cementerio por unos instantes, eso quiere decir que es imposible cuantificar la matanza por lo que ellos hubieran visto. Además, visitaron el cementerio en días distintos. Según el libro LMBAMP, Neves estuvo el día 16 por la tarde y Brut el 18 por la mañana. ¿Como arreglar este fallo? Moisés Domínguez tiene la solución.

¡Neves y Brut visitaron juntos el cementerio el día 17!, también podrán decir que si no fueron juntos al cementerio lo harían por separado pero que ambos estuvieron en el cementerio el día 17 Según Pilo, siguiendo las enseñanzas de Moisés Domínguez: "Ese mismo día 17, Mario Neves visita elcementerio, acompañado por un sacerdote cuyo nombre no indica". Cosa imposible: René Brut según ha demostrado el propio Domínguez visitó el cementerio entre las 11 y las 12 de la mañana; "Realmente fue al Cementerio y rodó las imágenes sin ningún tipo de pegas ni contratiempos por parte de las autoridades rebeldes entre las 11 y las 12 horas". Hay que apuntar que las imágenes que grabó Brut aparecen los restos ya calcinados y posiblemente fríos, es decir, habían dejado de arder. Neves dijo que la hoguera empezó a las 6 de la mañana y que tras diez horas todavía seguía ardiendo: "El humo que se levanta de este montón informe ya no es denso"... ¿Cómo es posible que Brut por la mañana grabara los restos de la hoguera sin humo y que Neves por la tarde dijera que todavía seguían ardiendo? La explicación es bastante sencilla y en el primer estudio que hicieron lo dejaron claro: Neves visitó el cementerio el día 16 y Brut el 18. Nosotros ya hemos expuesto porque creemos que Neves estuvo en el camposanto de Badajoz el día 16, leyendo detenidamente sus crónicas podemos llegar a esa conclusión. Y René Brut dijo que al día siguiente de su llegada a Badajoz -el día 17- a primera hora de la mañana fue a investigar lo que sucedía en el cementerio, la cosa está clara pues. Sea como fuere no podemos hacer coincidir  en su visita al cementerio,el mismo día, al periodista francés y al reportero luso.

Mario Neves y su esposa 

La Matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, consigue varias cosas: demuestra que la propaganda sobre la Guerra Civil sigue vigente después de 75 años; demuestra que la ideología es muy mala compañera a la hora de escribir sobre la Guerra Civil; y sobre todo, consigue enmarañar de forma considerable la realidad sobre los sucesos de Badajoz, unos sucesos ya de por si, bastantes liados. La aportación positiva del libro, son los documentos gráficos y el descubrimiento de ciertos periodistas que también remitieron sus crónicas sobre la toma de Badajoz. El libro se basa sobre todo en la prensa portuguesa para desmentir o minimizar la matanza. Esa es la gran baza y a la vez el error mayúsculo. Jay Allen: el gran engaño; el capítulo XII enteramente dedicado al periodista norteamericano. El lector al acabar su lectura no albergará dudas: se estaba exagerando la matanza, después siguen Con Arthur Koestler y Herbert R. Sowthwort, todos frentepopulistas, por lo tanto propagandistas a "sueldo de Moscú", incluso insinúan que Willi Münzenberg, es el responsable de propagar las "mentiras" de la matanza de Badajoz.

Este es un producto apto para "equidistantes" y neofranquistas que leerán el libro sin espíritu crítico. Un producto de fácil lectura, y a la vez de lectura enredada que, lleva al lector a trompicones, e incluso incurriendo en contradicciones, a pensar que en Badajoz no sucedió nada fuera de lo normal, nada que no se salga del protocolo de una guerra. Nada más lejos de la realidad.

Este pequeño trabajo sirve para desmontar las vueltas y revueltas que ciertos señores están dándole a la matanza franquista en Badajoz, que por otra parte no quita hierro a los asesinatos de los "rojos", ni nos olvidamos de ellos. Pero mientras no se albergan dudas de los asesinatos en la retaguardia republicana, una cohorte de panegiristas neofranquistas, tratan de sembrar dudas sobre EL EXTERMINIO FRANQUISTA.

2 comentarios:

  1. Interesante aportación que haces amigo.

    Efectivamente. Si Brut y Neves hubieran visitado el cementerio el mismo día, no es posible que el francés no vea humo a los doce de la mañana y lo veo aunque no denso, Neves a las cuatro de la tarde. No cuadra.
    Esto nos reafirma incontestablemente en la teoría que siempre hemos defendido. Es decir, Brut estuvo el 18 y Mario Neves dos días antes. Lo cual nos lleva inevitablemente a lo que algunos no quieren aceptar, que no es otra cosa , que durante dos días al menos, no cesaron de quemar cuerpos.Más de trescientos entre las seis de la mañana y las cuatro de la tarde del 16 de agosto, ¿Cuántos quemaron hasta las doce de la mañana del día 18? Y después, ¿Siguieron quemando cuerpos?

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  2. No te preocupes, ya se inventaran alguna historieta para hacer cuadrar sus cuentas. En el blog del vecino, que ha vuelto a desaparecer, tenían teorías conspiranoicas para todos los gustos.

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