jueves, 9 de julio de 2015

La memoria histórica hace aflorar el franquismo sociológico.

Hace 8 años, que se dice pronto, el Gobierno del PSOE con Zapatero a la cabeza promovió la Ley 57/ 2007 o lo que todos conocemos cómo la Ley de la Memoria Histórica. Esta Ley lleva con todos nosotros 8 años. Y hasta ahora es la ley que se vulnera con más facilidad. Es una Ley que necesita de fondos públicos para poder llevarse acabo, sin dinero no hay exhumaciones ni se puede investigar. Es una Ley que se incumple hasta con la aquiescencia de la justicia. El abogado Eduardo Ranz denunció a otros 37 alcaldes por un supuesto delito de desobediencia que habrían cometido al vulnerar la Ley de Memoria Histórica. Entre esos alcaldes se encontraba Ana Botella y el Juzgado de Instrucción de Madrid sobreseyó la denuncia presentada contra la alcaldesa por no retirar una docena de símbolos franquistas en la capital al considerar que no era constitutivo de ningún delito. Entendemos que no cumplir la Ley es un delito, no obstante, la Ley 57/2007 debe de ser una ley atípica. El artículo 15 dice:
Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas
Según este artículo Ana Botella se estaba saltando la ley a la torera ya que en todo su mandato tuvo tiempo de sobra de retirar los vestigios del franquismo de la calles de Madrid. Blanco y en "Botella"

Pero la Ley 57/ 2007 no solo contempla exhumar de los restos óseos de los asesinatos del franquismo o retirar los símbolos del franquismo, también declara injustos o ilegítimos los juicios franquistas -aunque no los anula-, otorga  mejoras "de las prestaciones reconocidas por la Ley 5/1979, de 18 de septiembre, de reconocimiento de pensiones, asistencia médico-farmacéutica y asistencia social a favor de las viudas, hijos y demás familiares de los españoles fallecidos como consecuencia o con ocasión de la pasada Guerra Civil"; reconoce el derecho a "obtener una Declaración de reparación y reconocimiento personal a quienes durante la Guerra Civil y la Dictadura padecieron" todos los rigores de la represión, etc, etc. La Ley tiene 22 artículos, disposiciones adicionales, derogatorias, y finales, por lo que no vamos a enumerar aquí el alcance completo de dicha Ley.

Más o menos la derecha, es decir a regañadientes, acepta que se exhumen los restos de los asesinados por el franquismo. Las exhumaciones son actos más o menos privados que para ellos suelen pasar desapercibidos, por lo tanto, "ojos que no ven, corazón que no siente". Lo que está creando más ampollas es la retirada de la simbología fascista.

A pesar de que el PP no ha derogado esa ley que no le gusta nada, y a pesar de la demanda para que se cumpla con la ley en su totalidad es una demanda que no ha dejado de hacerse desde que la ley salió a la luz, con la llegada de la nueva izquierda a los ayuntamientos, la derecha y la seudoizquierda ha mostrado su disconformidad con la retirada de esa simbología.

Retirar las calles de la nomenclatura de los callejeros debiera ser algo que sin imperativos legales se produciese de igual forma, pero hasta con la ley en la mano es complicado. ¿Qué hay de extraño que los nuevos ayuntamientos de izquierdas cumplan con la Ley de la Memoria Histórica? ¿Es algo ilegal, ilegítimo, anti-democrático? No, lo ilegal, ilegítimo y anti-democrático es pasarse la ley por el arco del triunfo, en este caso sería saltarse la ley por el Arco de la Victoria -otro símbolo del franquismo en Madrid-.

Carmena ha prometido cumplir con la ley, y claro está como Manuela Carmena es una "populista" de "ultraizquierda" y "amiga" de la ETA, pues todo lo que haga lo hace al calor del revanchismo. Para Juan E. Pflüger "La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, está dispuesta a eliminar lo que ella, y los más radicales defensores de la Ley de Memoria Histórica, consideran restos del franquismo". Pflüger se lamenta de que entre esos restos del franquismo que se quieren eliminar se encuentra la calle Mártires de Paracuellos. Oficialmente Manuela Carmena todavía no ha ofrecido ninguna lista de calles franquistas y Rita maestre ha declarado que  “no existe un plan concreto” para comenzar a retirar las placas de las calles. Lo que está haciendo la ultraderecha es usar una lista confeccionada por IU y la Asociación de la Memoria Histórica, así que de momento toda toma de posturas es especulativa.

Todas las calles con nombres de mártires, cómo la de Mártires de Paracuellos o Caídos de la División Azul son una exacltación, en este caso colectiva, de la Guerra Civil, en el caso de Paracuellos, y de la Dictadura en el caso de la División Azul. En estos ochenta años del final de la Guerra Civil, tampoco hemos visto nombres con calles cómo Mártires de la matanza de Badajoz, o Caídos de la División Leclerc (La Nueve, División compuesta principalmente por exiliados del franquismo y que plantaron cara al nazismo)), el caso es que en París sí hay una calle en honor a la División Leclerc.

Dice Arcadi Espada:
Por lo que leo en El País, en el Madrid de Carmena, sus labores, corre una lista que pretende impugnar los honores callejeros de Pemán, Manolete o Dalí. La justificación más graciosa es la de Manolete, que al parecer brindó toros por España. Cuando los ignaros descubran aquel "¡Olé!" de Dalí lo exhumarán para fusilarlo en Víznar.
Quitarle una calle al franquista reconocido José María Pemán, no es descabellado, sin embargo en El País, el sr. Arcadi no ha podido leer que Carmena le va a quitar una calle ni a Dalí ni mucho menos a Manolete. Hoy Manuela Carmena ha desmentido tales barbaridades y un servidor por más que busca en El País no encuentra ni rastro de Manolete y Dalí.

El ruido ensordecedor que hace la ultraderecha ha llegado al pardillo de Ferreras. En  Al Rojo Vivo le ha preguntado a Antonio Carmona que si le iban a quitar una calle a Manolete. Ferreras a veces se parece a los voceros de la ultraderecha. Tan imparcial pretende ser que a veces se pasa de frenada.

Pflüger desde la Gaceta se hace un lío con lo que es la historia:
El problema que se plantea es doble. Por un lado la intención de borrar el pasado histórico de España, que guste o no es el que es; por otro la consideración de franquistas a personas que poco o nada tuvieron que ver con el régimen que se impuso en España tras la Guerra Civil
Tal problema no existe, borrar la historia la borraron los que destruyeron las fuentes primarias al morir Franco, en todo caso, Franco también habría borrado la historia al renombrar las calles que a él no le gustaban. Y también habría que esperar a que empezasen a desaparecer los nombres de las calles para decir si han acertado o no, todo lo que se diga antes de que no haya base para poder opinar es absurdo. Esto denota que sea cual sea el resultado la ultraderecha va a seguir haciendo ruido.


Alfonso Merlos desde La Razón también se ha desquitado a gusto
¡Claro que sí! Podemos, contra Santiago Bernabéu y Salvador Dalí. Por el tufo franquista y/o falangista de aquellos dos artistas. Con un par.
¡Santiago Bernabeu! Manuela Carmena en una rueda de prensa se ha quedado alucinada con tanta estupidez. La nueva alcaldesa del consistorio madrileño ha contado que también le han preguntado si le iba a quitar la calle a Margaret Thatcher en cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica. Cuando la derecha se pone a intoxicar lo consigue notablemente.

Pero no solo la ultraderecha hace ruido, desde la progresía caduca también nos dan muestra de esa aquiescencia con el franquismo sociológico. Jorge M. Reverte, nada sospechoso de franquista prefiere que no se quiten los honores a la División Azul:
Pero veamos otro que tiene más recovecos de lo que parece: Caídos de la División Azul. Yo soy hijo de un superviviente de aquello, pero partidario de respetar la calle actual, porque los que hicieron daño a este país fueron los que salieron vivos. Los caídos no le hicieron mal a nadie. Dejémosles en paz.
¿Los caídos no le hicieron mal a nadie? hombre, hicieron mal a los aliados, algún soldado ruso moriría por las balas de los divisionarios. ¿No? También hicieron daño a sus familiares por ir a una guerra que no iba con ellos. España no entró oficialmente, aunque sí oficiosamente, en la II Guerra Mundial. De todas formas murieron voluntarariamente luchando codo con con con el ejército nazi que quería imponer su totalitarismo al pueblo ruso. Ningún honor hay en ello.

Sigue Reverte:
[a Carmena]Le puede salir el tiro por la culata y, por ejemplo, que en el barrio de Salamanca le permitan quitar a un franquista para meterle a un franquista doble. ¿Y si quiere poner a Dolores Ibarruri y le meten otra vez a Yagüe? Lo mejor será tomar el ejemplo de Setenil, dejarse de guerras civiles, y trabajar los deseos colectivos. Un poner: “Avenida del crecimiento sin inflación”, o “Calle del pleno empleo”.
Cómo Manuela Carmena ha pedido participación ciudadana en tan "espinoso" tema (entrecomillo espinoso por que cambiar las calles franquistas no debiera ser ningún acto traumático), Jorge M. Reverte o bromea o toma por estúpida a Carmena al decir que le  pueden meter " a un franquista doble" o que le vuelven a colar de nuevo a Yagüe. ¿Pero que majadería es esta? Claro está que la ultraizquierda populista es tooonta de remaaate y los socialdemócratas de toda la vida, cómo Reverte, los listos. Si, son los sociolistos.

La sra. Carmena dice que su principal ocupación es arreglar la situación de desnutrición infantil que padecen los niños en su localidad, por eso no entendemos el sarcasmo, un tanto asqueroso, de Jorge M. Reverte al proponer calles cómo “Avenida del crecimiento sin inflación” “Calle del pleno empleo”.

Fernando Ónega también ha puesto su granito de arena:
Siempre recordaré un testimonio de Felipe González. Cuando llegó a la Moncloa descubrió que había una placa que recordaba que aquel palacete había sido inaugurado por un tal Francisco Franco, jefe del Estado español y no sé cuántas cosas más. Alguien del equipo de González le dijo que un jefe de gobierno socialista no podía vivir en una casa con esa placa en su fachada. Felipe respondió que respetaba aquella inscripción porque era un testimonio de la historia. Ignoro si la placa sigue allí. Sé que estuvo durante los primeros y largos doce años de gobierno socialista. Felipe González no necesitaba justificar nada ni requería de gestos de galería para demostrar que no había sido franquista ni sentía simpatía por la dictadura.
Los ónegas y compañeros de viaje nos van a recordar toda la vida las batallitas reconciliadoras de la Transición y sus aledaños. Parece ser que no se han enterado de que Zapatero, otro socialista, con su Ley de la Memoria Histórica quería acabar de limpiar las calles del franquismo. Si Felipe González respetaba las inscripciones franquistas mejor para él. Vale, pero aquello pasó. Muy bien, muy bonito, que te vaya bien, pero hoy son otros tiempos, hay otras leyes, otra mentalidad..., que si, que la Transición fue maravillosa. vale...

Para rematar la faena cual Manolete en sus mejores tiempos, prosigue Fernando Ónega:
No discuto la oportunidad ni la necesidad del cambio. Sólo digo que, si se siguen los mismos criterios que con Manolete, Bernabeu o Dalí para cambiar el callejero, habrá que cambiar los rótulos de medio país. Cada día nos alejamos algo más del ideal de Carrillo de la reconciliación.
Nuestro querido Ónega, juancarlista reconocido, ha ¿caído? en lo que dicen los voceros de la ultraderecha. Que no hombre que no, revisa a tus informadores porque te están engañando. Repito, hasta que no haya ningún listado oficial no hay nada que hablar, ni de manolete, ni de Bernabeu,  ni de Cristo que lo fundó. Y si se demostrase que Manolete fue un furibundo franquista, pues que hay de malo en quitarle una calle a un franquista. Mientras tanto no es posible el debate. No sabemos donde se informa Fernando Ónega o Jorge M. Reverte, pero ha sido El Mundo (EDUARDO C. PÉREZ AMENGUAL  Y CARMEN SERNA) quién más ha atinado:
En la relación de más de 160 calles que Izquierda Unida presentó allá por 2010 hay nombres que suscitarán la misma polémica: Eugenio D'Ors, José María Pemán., Ramiro de Maeztu o Pedro Muñoz Seca.
La decisión es, básicamente, política. Será el Gobierno de Manuela Carmena el que tenga que hacer 'su' lista y acarrear con el coste de los cambios, económica y socialmente hablando. Quizá por ese desgate o por otras razones más de tipo ideológico, los anteriores alcaldes de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Botella, decidieron aparcar esa patata caliente a expensas de las sanciones que incluye la ley si no se cumple.
Querido Ónega, Carrillo se murió sin contarnos la verdad de Paracuellos, porque muchos pensamos que él debiera de saber más de lo que ha contado, y Felipe González ha engordado cómo un "gorrino" chupando de las ubres (capitalismo) que él precisamente quería combatir cuando a principios de los ochenta llegó a la Moncloa. Por eso vamos a dejarlos descansar: a Carrillo en su tumba y ha Felipe González en su finca extremeña de un millón de euros

Recordarnos a Carrillo y a Felipe González para criticar un cambio en el callejero de Madrid es un ejercicio donde se pretende poner al mismo nivel dos periodos distintos de la historia. Y cada periodo histórico tiene sus propias connotaciones. La Transición se hizo presionados, tal vez, por todo el aparato coercitivo del franquismo, es decir, no se podía hacer otra cosa. Hoy, a cuarenta años de la Transición la visión de los hechos del pasado y cómo estos interactúan con el presente se ven distintos y se analizan desde otro prisma y sin el miedo a producir un golpe de estado o en su caso más extremo otra guerra civil. Hablando en cristiano, que no en arameo, Hoy a 80 años de la Guerra Civil y a cuarenta de la muerte de Franco, no debiera de causar ningún revuelo querer cumplir con una ley que está vigente hace ocho años. De la extrema derecha lo entendemos (y parece ser a juzgar por los hechos, que hay más extrema derecha de lo que en un principio pudiera parecer), pero desde esa progresía que se declara anti-franquista, o al menos, no franquista, no se entiende. Y usted ¿entiende algo?

1 comentario:

  1. Vittorio Messori tiene razón cuando nos recuerda las oscuras motivaciones de los demagogos y corifeos de la memoria histórica (transcribo textualmemte : "Ya se sabe que en este mundo no todos los muertos son iguales: los hay «excelentes» y otros omisibles. Así, el fascismo exaltó a sus mártires y lanzó a la oscuridad de la memoria a los caídos por el otro bando. Una vez invertida la situación política, también se invirtió el objeto de aquel culto necrófilo a los caídos por el propio bando, culto que es parte importante del poder. Es interesante señalar, por otro lado, que este género de cultos políticos no sabe de ecumenismos: es una liturgia que expulsa implacablemente a las demás y relega a las catacumbas políticas la memoria de los muertos de los otros credos políticos. (Hace unos años se produjo en Milán un escándalo cuando un cronista descubrió que durante la rigurosa depuración del callejero se habían olvidado de una calle dedicada a un fascista. ¡No se la había rebautizado con el nombre de un mártir de la Resistencia! Se calificó de sacrilegio, y con toda la razón, ya que realmente se trata de un culto en el que los muertos se seleccionan para legitimar a los poderosos del momento.
    Voy a ilustrar lo precedente, Izquierda Unida esta moviendo Cielo y Tierra para cambiar el callejero dedicado al Regimén anterior, pero oh ¡sorpresa! Izquierda Unida y la ARMHEX PIDE AL AYUNTAMIENTO DE VARSOVIA QUE NO ELIMINE LA CALLE DEDICADA A LOS BRIGADISTAS POLACOS EN LA GUERRA ESPAÑOLA. "No aceptamos que se borre de la memoria colectiva a aquellos que lo dieron todo ... "De la limpieza en los espacios públicos de los monumentos y nombres de calles, que no encajan con la versión oficial de la historia nacional polaca actual, a la hoguera de libros de incorrectos hay sólo un paso."

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