miércoles, 20 de abril de 2016

El sobrevalorado José Antonio Primo de Rivera


Es curioso el poder que tuvo el lavado de cerebro de Francisco Franco y la habilidad que tuvo la dictadura en crear falsos mitos. Para ser mitificado no hay mejor cosa que morir joven. Contamos con dos casos muy famosos de mitos que murieron jóvenes, Marilyn Monroe y James Dean, La primera con un puñado de películas, unas relaciones amorosas de altos vuelos y un posible suicidio consiguió perpetuarse en el imaginario colectivo. El segundo no tuvo tiempo de tener una larga lista de éxitos cinematográficos, debido a que se estrelló con un deportivo. Aún así los dos llegaron al gran público de todas las épocas y sus películas ya son míticas. Una obra corta, pero intensa y una muerte prematura la mejor forma de pasar al posteridad del misticismo. ¿Es este el caso de José Antonio Primo de Rivera?

Uno de los requisitos se cumple: su muerte prematura, nada más. Hay que reconocer que fue un brillante abogado, pero en el mundo de la política tan solo consiguió disfrutar de un escaño durante un breve periodo.

En las elecciones de 1930 era secretario de Unión Monárquica Nacional partido nacido a raíz del partido único de la dictadura primoriverista (Unión Patriótica) y se estrelló en el intento de medrar políticamente, al proclamarse la República el 14 de abril de 1931. La UMN se disolvió. Volvió a concurrir en otras elecciones de la mano de Acción Nacional por Madrid. Otro fracaso,  No fue hasta noviembre de 1933 cuando logró un escaño encuadrado en la ultraderecha conservadora de Cádiz-Jerez (lugares donde era muy conocido). Escaño que perdió en 1936.

Tras su primigenio fracaso político, se aparta momentaneamente de la política y se dedica a su trabajo de abogado. Con la ascensión de Hitler al poder vuelve a nacer en España el interés por el fascismo europeo. Primo de Rivera vuelve a resurgir colaborando en el panfleto fascista de efímera vida, El Fascio, de corta experiencia al ser prohibido por la II República. Es entonces cuando organiza un partido polítco fascista, Movimiento Español Sindical, junto al famoso aviador Julio Ruiz Alda y el catedrático de Derecho Alonso Gracía Valdecasa. Partido de corto recorrido ya que meses después fundaría en el Teatro de la Comedia su famosa Falange Española (FE). Denominación que curiosamente compartía las siglas de Fascismo Español. Días antes de la fundación del nuevo partido fascista, José Antonio había sido recibido por el Duce, pero la financiación no solo provenía de la Italia fascista, también la ultraderecha monárquica de Renovación Española financiaba el fascismo español.

Los monárquicos alfonsino insuflaban  liquidez en las JONS y Falange Española, a sabiendas de que estos minúsculos partidos jugarían un papel clave en la violencia desestabilizante y anti-republicana.

FE a los pocos meses se fusionó con las JONS. Por lo visto la fusión fue semi-impuesta por los financiadores alfonsinos y por la escasa relevancia de los dos partidos. Ramiro Ledesma Ramos renegaba de esa unión, consideraba a José Antonio y demás falangistas como derechistas radicalizados más que fascistas. El 13 de febrero de 1934 se creó el triunvitrato Primo, Ruiz del Alda, y Ledesma al fusionarse los dos partidos fascistas creándose Falange de las Jons. Los monárquicos alfonsinos cortaron la financiación a Primo de Rivera tras este negarse a aceptar (entre otros motivos) a José Calvo Sotelo en FE. Perdida finaciera que rápidamente fue subsanada gracias a la Italia fascista que envió fondos a sus colegas de España vía París.

Según Joan María Thomas:
(...) Primo fue experimentando una evolución cada vez más radicalizada, producto en buena parte de la influencia ledesmista. Se fascistizó más de lo que estaba (...). En el combate por la historia, pag. 865.

Para Joan María Thomas el principal problema de la "orgullosa" Falange fue su irrelevante peso en la "política real". La ultraderecha española estaba suficientemente asentada y los fascistas no pudieron encontrar su hueco, al menos de momento.

Los falangistas fueron blanco de los ataques de la izquierda pero los fascistas tendrán que reconocer que también eran de gatillo fácil. Primo de Rivera llegó a escribir dos cartas a la oficialidad militar para que esta colaborara con la Falange en un golpe de estado. No se le hizo caso, pero algunos militares en secreto se afiliaron al incipiente fascismo falangista.

Tras ciertos atentados falangistas, el Gobierno cerró los locales de Falange de las JONS y detuvo a varios dirigentes  entre los que se encontraba Primo de Rivera. No volvería a salir de la cárcel. Hubo un intento de devolverle la inmunidad presentándolo a unas nuevas elecciones en Cuenca. Resultó inútil. Siguiendo a Joan María Thomas.
En la primavera-verano de 1936 falange se lanzó a tumba abierta por la vía insurreccional, poniendo toda la carne en el asador en cuanto a su táctica terrorista y de acción directa anti-republicana y anti-izquierdista. En el combate por la historia, pag. 866.
Primo de Rivera colaboró con el golpe preparado por Mola, Sanjurjo, Goded, Franco y otros. Desde la cárcel ordenó a sus milicias adherirse a los militares felones. Hubieron varios intentos de liberar a José Antonio de la cárcel. Él mismo, antes del golpe de Estado habría preparado, sin éxito, su liberación. Entre el 17 y el 19 de julio también lo intentaron, y el propio Franco, más tarde, no logró rescatarlo.

José Antonio Primo de Rivera se ofreció ir a Burgos a mediar para la paz. Aquí tenemos al jefe de una organización casi terrorista convertido al pacifismo. Propuso un Gobierno -sin falangistas-, que incluía a políticos e intelectuales moderados, para que gobernasen a golpe de decretos y detuviesen la guerra.

En ese pacifismo podemos ver intereses para salir de la cárcel o podemos pensar que era sincero, o ambas cosas. Lo que está claro es que la cárcel puede cambiar a las personas. Resulta paradójico que el líder de un partido político que no le hacía ascos a los puños y las pistolas quisiese evitar una guerra, en la que consciente o inconscientemente colaboró a que se iniciara. Hoy sabemos que los golpistas y conspiradores esperaban ir a una guerra corta. ¿José Antonio era ajeno? No sabemos cual habría sido la reacción de Primo de Rivera si no hubiese estado preso. Pero es posible que hubiese obrado como los demás protagonistas del falangismo. Se habría incorporado alegremente a las milicias anti-republicanas, tal y como hicieron todos los camisas viejas.

Pacifismo y buenos modos hicieron falta antes del 17/18 de julio, todo lo que se realizara después de esa fecha sería un brindis al sol. Y Primo de Rivera antes del golpe de Estado no colaboró con la II República en sentido pacífico. Más bien al contrario.

Para los hagiógrafros de José Antonio quedaran sus discursos, su "izquierdismo" fascista, y su talante pacificador de cuando estaba preso. Se olvidan de su beligerancia que justificó el golpe de Estado que se resolvió durante tres años de guerra. Finalizamos con Joan María Thomas.
...[José Antonio] nunca supo que su persona iba a convertirse, durante los años del franquismo, en objeto de culto a su personalidad auspiciado por el partido único (...) de alcance insólito y larguísimo recorrido. Y de la creación de un mito aún vivo entre los suyos y sus descendientes.
Primo de Rivera resaltó por encima de los demás fascistas y resalta históricamente aún en la actualidad por la utilización política que Franco hizo de la persona del fundador de Falange Española. Falange, un minúsculo partido, famoso en la época por su fascismo y por su pistolerismo, pero de escaso valor político. De no haber habido guerra y sabiendo que el fascismo fue derrotado en Europa, José Antonio Primo de Rivera sería recordado hoy como lo que fue, un pistolero fascista (aunque él no estuviera en la primera línea de fuego) olvidado por las grandes masas de votantes.

En Internet la Falange sigue estando muy presente. Hay varios grupúsculos que se han adueñado de sus siglas. pero hoy como ayer, el votante les hace el vacío.

Nueva entrada del blog Badajoz Republicano: Albert Rivera el sensato constitucionalista

http://badajozrepublicano.blogspot.com.es/2016/04/albert-rivera-el-sensato.html




7 comentarios:

  1. Está claro que el mito de José Antonio fue promovido por el propio Franco. El cual, aunque tenía bajo control a FE a partir de la unificación con los tradicionalistas, al mismo tiempo le interesaba tener a los falangistas contentos. El problema es que la creación franquista del mito se les desbordó más de lo debido. El "cuñadísimo", Serrano Suñer, contó en un libro como irritaba sobremanera a Franco que se le mencionase tan a menudo respondiendo algo así como, " Ya estamos, a vueltas con este chico...."

    Por otra parte está demostrado que Franco y José Antonio nunca sintonizaron. Sabemos de la oposición del jefe de Falange a que el militar encabezara la lista por Cuenca a las elecciones del treinta y seis. Por poner un ejemplo de esas malas relaciones.

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  2. Este artículo tuyo de hoy —se presiente que muy bien documentado— me hace pensar e incluso meditar.
    Y medito conmigo mismo y para mis adentros y me digo: "Jesús, ¿por qué eres antimilitarista?" "¿Por lo defectuosos que son los miliatres que conoces y actúan como actúan o es que eres antimilitarista nato y neto?"

    Y me respondo a mí mismo: Yo me temo que soy antimilitarsta imperfecto; en precario o a tiempo parcial. Y me agradaría ser antimilitarista imperfecto; en precario o a tiempo parcial. Eso indicaría que, en el fondo, creería en lo positivo que puede ser un ejército cuando es el genuino trasluz de esa frase tan bella: "el pueblo en armas".
    O dicho de otra manera: Si yo abrazara a algún ejército sería al que un José Antonio cualquiera, un Franco cualquiera, ..., no pudiera levantar en armas contra el pueblo que le toma las medidas para confeccionarles sus uniformes y acude a las mejores y más prestigiosas armerías para comprarles sus armamentos.

    De un ejército que se alce —o que hipotéticamente se pueda alzar— en armas contra su propio pueblo, de ese tipo de ejército me siento un convencido antimilitarista.

    CONCLUSIÓN:
    En la realidad yo no puedo ser promilitarista como tampoco puedo ser proantidisturbios.

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  3. Yo no digo nada pero para mi es evidente que José Antonio Primo de Rivera estaba mucho más cerca del peronismo argentino o el chavismo venezolano que del franquismo; por algo en los últimos años José Antonio Primo de Rivera ha sido defendido por figuras como Julio Anguita y Jorge Vesrstrynge.

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  4. José Antonio Primo de Rivera se ofreció ir a Burgos a mediar para la paz. Aquí tenemos al jefe de una organización casi terrorista convertido al pacifismo. Propuso un Gobierno -sin falangistas-, que incluía a políticos e intelectuales moderados, para que gobernasen a golpe de decretos.

    Esto me suena a Albert Ribera.

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  5. José Antonio Primo de Rivera se ofreció ir a Burgos a mediar para la paz. Aquí tenemos al jefe de una organización casi terrorista convertido al pacifismo. Propuso un Gobierno -sin falangistas-, que incluía a políticos e intelectuales moderados, para que gobernasen a golpe de decretos.

    Esto me suena a Albert Ribera.

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  6. A pesar de la diferencia que nos separaba, veíamos algo de ese parentesco espiritual con José Antonio Primo de Rivera, hombre combativo, patriota, en busca de soluciones para el porvenir del país. Hizo antes de julio de 1936 diversas tentativas para entrevistarse con nosotros. Mientras toda la policía de la República no había, descubierto cuál era nuestra función en la F. A. I., lo supo Primo de Rivera, jefe de otra organización clandestina, la Falange española. No hemos querido entonces, por razones de táctica consagrada entre nosotros, ninguna clase de relaciones.

    Ni siquiera tuvimos la cortesía de acusar recibo a la documentación que nos hizo llegar para que conociésemos una parte de su pensamiento, asegurándonos que podía constituir base para una acción conjunta en favor de España. Estallada la guerra, cayó prisionero y fué condenado a muerte y ejecutado. Anarquistas argentinos nos pidieron que intercediésemos para que ese hombre no fuese fusilado. No estaba en manos nuestras impedirlo, a causa de las relaciones tirantes que manteníamos con el gobierno central, pero hemos pensado entonces y seguimos pensando que fué un error de parte de la República el fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera; españoles de esa talla, patriotas como él no son peligrosos, ni siquiera en las filas enemigas. Pertenecen a los que reinvindican a España y sostienen lo español aun desde campos opuestos, elegidos equivocadamente como los más adecuados a sus aspiraciones generosas. ¡Cuánto hubiera cambiado el destino de España si un acuerdo entre nosotros hubiera sido tácticamente posible, según los deseos de Primo de Rivera.

    Libro: ¿PORQUE PERDIMOS LA GUERRA?, de: Diego Abad de Santillán

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  7. Considero una insensatez y un error capital condenar y fusilar a José Antonio en estos momentos... Sinceramente, y, hablando entre nosotros, no reconozco ninguna razón o pretexto que aconseje, y mucho menos justifique, tan precipitada e insólita decisión.

    Más que una gravísima falta de tacto político, de cara al mundo interior y exterior, de nuestro Gobierno, la condena de Primo de Rivera tiene todas las trazas de obedecer a una turbia maniobra planeada por una camarilla de individuos de indudable peso político en las altas esferas del Ejecutivo republicano interesados en echar más leña al fuego de la discordia civil; en exacerbar aún más las pasiones ya desatadas y desbordadas hasta límites inverosímiles en los cuatro cuadrantes de nuestra España en llamas.

    Y estoy de acuerdo con los militantes libertarios de Madrid en que, al sentenciar a José Antonio, el Tribunal Popular ha sentenciado, irremesiblemente, a muchos españoles antifascistas de la zona franquista, por cuyas vidas yo no apostaré un sólo céntimo a partir de mañana.

    Con la muerte de José Antonio, si llega a consumarse, morirá también toda esperanza de reconciliar a los españoles antes de muchas décadas. Pero, en esta guerra, cada día menos civil y más internacional, se ventilan muchos intereses extraños a los propios españoles que, ni el mismo Gobierno de la República está en condiciones de desestimar o combatir. Asesores militares, políticos y policiales soviéticos están arribando en número creciente a nuestra zona, al amparo de la interesada aportación del Kremlin a la causa republicana. Los manda Stalin, y no precisamente para ayudarnos a ganar la guerra, sino para ayudar a los comunistas españoles a hacerse con el control absoluto de los resortes del poder político y militar de la República".

    Buenaventura DURRUTI (anarquista español),muerto en extrañas circunstancias el 20 de noviembre de 1936.

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