domingo, 10 de julio de 2016

La tauromaquia y sus derivados huelen a cadaverina.


Quiero aprovechar la ocasión para criticar enérgicamente a todos los que han aprovechado las redes sociales para mostrar su alegría por el trágico fallecimiento del torero Victor Barrio. También quiero mandarle mis más sentido pésame a sus más allegados. La muerte de un ser querido es absolutamente irreparable y no debiéramos ahondar en el sufrimiento de las personas que han sufrido esta terrible perdida -por mucho que no nos gustase la actividad que llevara a cabo el diestro fallecido-.

Los toros y en general todos los animales, tienen derecho a la vida, por mucho que se empeñen Fernando Savater (UPyD) y Toni Cantó (C's). Los seres humanos necesitamos de otros animales para perpetuar la especie, pero no debiéramos comparar el sacrificio de ciertos animales para, sencillamente, lograr la subsistencia de la humanidad, con lo que supone la salvajada que es la tauromaquia -y derivados- y que su único fin es garantizar cierta distracción lúdica a varios miles de personas. La sangre ni es arte ni debiera de ser "fiesta Nacional".



Algún día, espero que sea pronto, la sociedad despertará y se dará cuenta del salvajismo y la estupidez que se fomenta dentro del tradicional mundo de los astados. No solo acabamos con la vida, de la peor forma posible, de los toros, también se los maltrata para que cientos de "cejijuntos" disfruten viendo ciertos espectáculos sencillamente harto desagradables, como pueden ser los correbous o el toro de la Vega.

Todo esto es cierto, pero no seamos tan salvajes como los taurinos y no  demos alas a los amantes de estos espectáculos dantescos con comportamientos pueriles y reacciones inhumanas al alegrarnos por la muerte de un torero.

En el diario nacionalista La Gaceta, se alarman de los tuits antitaurinos: "La miseria moral de los antitaurinos en la muerte de Víctor Barrio". La misma miseria moral hay que ostentar para defender lo que orgullosamente algunos nacionalistas siguen llamando "fiesta Nacional".

Del FaceBook de la animalista Virginia Iniesta Orozco:
Tan solo en esta última semana:
- Decenas de heridos, algunos graves, en los encierros de San Fermín.
- Un joven muere corneado en los Bous al Carrer de Pedreguer (Alicante)
- Un fallecido en Fuentesaúco (Zamora) por las cornadas de un toro en el "encierro del cajón"
- El torero Victor Barrio perdió la vida ayer en la plaza de toros de Teruel.
Y no olvidemos que, en todos estos casos, menores de edad han podido presenciar esta violencia en directo.
¿Hasta cuándo se va a seguir fomentando por parte de las instituciones estas terribles expresiones de maltrato animal que, además, llevan aparejadas un peligro inminente también para las personas?
¿Es éste un patrimonio cultural digno de proteger?
¿Es éste el legado de muerte y crueldad que queréis dejar a vuestros hijos?

Nueva entrada del blog Badajoz Republicano: ¡Vivan los Gilipollas!
http://badajozrepublicano.blogspot.com.es/2016/07/vivan-los-gilipollas.html



2 comentarios:

  1. Hoy, el amigo de un amigo mío al que acabábamos de ser presentados me pregunta:
    "¿A ti te gustan las corridas de toros?"
    Le respondo: "No".
    Y él va y persevera:
    "¿Y el fúrbol, te gusta el fúrbol?".
    Y le vuelvo a decir: "No".
    Entonces, el tío intelestual va y me pregunta:
    "¿Entonces, a ti qué es lo que te gusta?".
    En estos casos, la mesura y el comedimiento nos aconsejan que no se den respuestas bruscas o hirientes, por lo que voy yo y le respondo:
    "Mi esposa".

    Stop

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