sábado, 10 de junio de 2017

La toma de Badajoz

Foto parcial de la Plaza de toros de Badajoz. Badajoz, agosto 1936  (Moisés Domínguez fue su difusor)

En infinidad de libros de historia toman el 18 de julio como el inicio de la Guerra Civil española pero ni fue el 18, ni mucho menos el comienzo de la guerra.

El 17 de julio, en el África español (Ceuta, Melilla, Larrache...) los militares sediciosos dan un Golpe de Estado contra el Gobierno de la República. Según Eduardo González Calleja, el inicio estaba previsto para el día 18 a las 05:00 horas, "una filtración de los planes provocó que la sublevación comenzara en la noche del 17 en Melilla"; sin embargo el historiador Francisco Alía Miranda -después de analizar distintos escritos- afirma que el Golpe de Estado estaba previsto el día 17 a las 17 horas.

Franco parte en avión hacia Tetuán a las 14.33, pero decide hacer noche en Casablanca -día 18-, a la espera de acontecimientos. Llegará a las 07:00 del día 19 cuando ya todo estaba controlado. Como medida de prudencia, viste de paisano, se ha afeitado el bigote y usa gafas oscuras.

Franco había viajado  desde Tenerife -sede de la Capitanía General- hasta Las Palmas para asistir al entierro del General Amado Balmes (general que según todos los indicios había sido asesinado por orden de Franco). La coartada para abandonar sin sospechas Tenerife -necesitaba órdenes expresas del Gobierno para hacer cualquier desplazamiento- fue el entierro de Balmes, asesinado el día 16 y enterrado el día 17.

Pasadas las 14 horas del 18 de julio, Franco abandonaba Las Palmas desde el aeródromo de Gando en un avión conseguido por Luis Bolín -periodista del ABC y Jefe de Prensa durante los primeros momentos del Golpe de Estado- con la financiación de Juan March.

Según Alía Miranda, el Golpe de Estado dura del 17 de Julio hasta el 28 del mismo mes, y siguiendo a Francisco Espinosa Maestre, la verdadera guerra no empieza hasta que la Columna Madrid, se da de bruces en noviembre del 36 con la resistencia en Madrid. A partir de ese mes, los frentes están bien definidos y la República logra crear, desde cero, el Éjercito que se batiría contra el fascismo durante casi tres años. las milicias desaparecen y se forma un ejército regular. La ayuda soviética empieza a llegar a España junto a las gloriosas Brigadas Internacionales.

El Golpe de Estado fracasa en media España y en la otra media triunfa. Donde triunfa el Golpe faccioso no hay guerra que valga. La guerra se produciría allá donde el Gobierno republicano, con ayuda del ejército que se mantiene fiel y de las milicias populares logran neutralizar a los militares rebeldes. Los jefes y oficiales del Éjercito se repartieron por igual entre el Gobierno republicano y el bando franquista, Situación que cambiaría con el curso de los días. En total, 14. 104 efectivos entre generales, jefes y oficiales se llegarían a contabilizar en el bando franquista, y 4.158 quedarían disponibles para el Gobierno de la República.

Quiero hacer un inciso: para documentarme sobre los inicios del conflicto, estoy usando el libro de Francisco Alía Miranda (18 de julio de 1936...) Aunque en ciertas ocasiones al bando faccioso los adjetiva de franquista, la mayor parte del tiempo los denomina como bando nacional. Llama la atención que un doctor en historia use todavía esa denominación franquista -bando nacional-, ya que tanto nacionales eran unos como otros, si acaso al bando golpista podríamos denominarlo como bando nacionalista durante las primeras fase del Golpe de Estado, y bando franquista cuando Franco es nombrado en septiembre jefe de todo el tinglado.

Para transportar a la Legión y a los Regulares Marroquíes, Franco consigue la temprana e inestimable ayuda de la aviación nazi. Hitler envía varios aviones para tal menester. Las primeras negociaciones con los nazis fracasan. Franco en un segundo intento contó con la exitosa colaboración del industrial afiliado al partido de Hitler, Johannes Bernhardt afincado en Tetuán. En total llegarían a España diez Junkers Ju 52 y seis cazas Heinkel He. Durante los meses que fue efectivo el puente aéreo llegaron a la península 13.000 soldados y  alrededor de  doscientas setenta toneladas de material. Las tropas africanas eran las mejor preparadas para la guerra -como se había demostrado en la Revolución de octubre- ya que se habían bregado en las terribles guerras del Rif.

Los moros y legionarios fueron imprescindibles para la conquista del territorio que no había sido dominado por las fuerzas rebeldes. Las razias cometidas por las columnas que partieron desde Sevilla hasta Madrid, hoy siguen siendo motivos de gran polémica.

En mitad de la ruta hacia Madrid que tomaron las columnas de Tella, Castejón y Asensio se encontraba Badajoz, ciudad donde gracias a la lealtad de ciertos mandos del Ejército y de la Guardia Civil se mantuvo fiel a la República.

Badajoz en los años 30, albergaba a 42.000 habitantes y era una ciudad fuertemente amurallada. Contaba con defensas exteriores: fuerte de la Picuriña, Pardaleras y San Cristobal; sin olvidarnos del próximo cuartel Menacho -un servidor hizo allí la mili. Hoy se encuentra ubicado el Corte Inglés-. Según Espinosa, las brechas abiertas en la muralla fueron el verdadero lugar por donde accedieron los golpistas a Badajoz. Héctor Alonso García mantiene que accedieron por la Puerta de Poterna, puerta que se encontraron abierta. No dudamos de que alguien les pudo haber facilitado la entrada, pero es lógico que también accedieran por las brechas abiertas en la muralla.


Franco nombraría el 12 de agosto al tt. coronel Juan Yagúe Blanco como jefe de las tres columnas que se dirigían a Madrid. Ese mismo día viajaría desde Tetuán a Sevilla para tomar posesión de su cargo. El día 13 Yagüe tomaba Lobón  y Talavera de la Real. El día 9 ó el 10 de agosto habían comenzado a bombardear Badajoz los aviones franquistas, muriendo en estos ataques 9 personas (según Francisco Pilo Ortiz). Las muertes en Badajoz por motivos del Golpe de Estado habían comenzado el día 22 de julio. Milicianos por su cuenta y riesgo -sin órdenes precisas del Gobierno republicano- asesinaron a 11 personas de derechas,  la primera víctima fue Feliciano Sánchez Bárriga miembro de Acción Popular Agraria. El joven abogado de 23 años -sigo a Francisco Pilo- intentó refugiarse de sus agresores -sin conseguirlo- en una casa de la calle San Juan, durante la trifulca hubo un tiroteo, Feliciano Sánchez Barriga logró herir -iba armado con una pistola-, a uno de los agresores muriendo éste poco después. No cabe duda de que Feliciano Sánchez Barriga, no tenía que haber muerto, pero se nos hace imposible contrastar la versión que ofrece Francisco Pilo de estos hechos que están basadas en un artículo del diario antirepublicano Hoy. Obsérvese que Feliciano Sánchez Barriga iba armado con una pistola. Según Pilo los milicianos al intentar detenerle abrieron fuego contra él y este huyó para más tarde ser interceptado y durante un tiroteo murió. Otra versión pudiera ser que intentaran detenerlo, este se defendió con su pistola hiriendo de muerte a un miliciano y al final lo abatieran sin piedad. Según Héctor Alonso García:
... Cuando el coronel [Puigdengolas] llegó a la ciudad [de Badajoz]solo se había producido la muerte de un derechista [Feliciano Sánchez Barriga],, pero además por un hecho fortuito cuando se le cruzaron por lo calle y quisieron detenerlo (...) un grupo de milicianos incontrolados hubiese ido a detenerle a su domicilio. Por eso la muerte de Sánchez Barriga habría que interpretarla  como algo excepcional y el resultado de un enfrentamiento con la "Guardia Cívica". 
El día 6 de agosto parte de la guardia Civil y algunos miembros de los carabineros se hacen fuerte en el Cuartel de Santo Domingo, Las fuerzas gubernamentales intentan rendir a los golpistas y durante los enfrentamientos mueren varias personas. El 7 de agosto se rinden y son trasladados  al cuartel de Menacho primero, después los ubicarían en el convento de las Descalzas para acabar trasladándolos al convento de San Agustín, siendo liberados sanos y salvos al entrar las fuerzas facciosas en Badajoz. también el día 5 de agosto varios centenares de milicianos intentaron asaltar la Prisión Provincial de Badajoz (actual escuela de idiomas), Militares leales al Gobierno republicano abortaron tal acto criminal.

Para organizar la defensa de Badajoz, el día 25 de julio había llegado el coronel Puigdengolas, militar que ante la imposibilidad de defender adecuadamente la plaza pacense tuvo que abandonar Badajoz la misma mañana que las fuerzas traidoras lograban traspasar las murallas. Como tantos otros se adentro en Portugal.

En las primeras horas de la tarde del 13 de agosto se inicia el combate que se interrumpiría por la noche. Los Regulares Marroquíes y la legión entrarían por la mañana del día 14 siendo tomado el control ese mismo día sobre las ocho de la tarde. El Gobernador Civil, Manuel Granados se refugió en Elvas el día 13. Otros políticos como el alcalde Sinforiano Madroñero también se refugiarían en el país vecino, metiéndose en la boca del lobo, como comprobaremos después.

Yagüe no entró en Badajoz hasta que la situación estuvo totalmente dominada, y esto ocurrió a las ocho de la tarde. Como hemos visto, los rebeldes no tuvieron demasiados problemas para entrar en la capital pacense: aviones franquistas bombardeando impunemente, militares que se cambiaban de bando a la primera ocasión y milicias valerosas pero poco profesionales, propiciaron que las tropas de Yagüe conquistaran Badajoz sufriendo tan solo 45 bajas mortales. Esto no fue óbice para que se desatara una terrible ola de asesinatos por parte de los franquistas.

Siempre se ha pensado que los asesinatos se cometieron en la plaza de toros de Badajoz, pero hoy podemos afirmar, que siendo dicha plaza escenario de sangrientas ejecuciones, estos asesinatos se dieron por todo Badajoz. La plaza de La República (hoy es la Plaza de San Juan) fue uno de esos fatídicos lugares. Según la memorias de la miliciana María mejías:
Mientras Queipo de Llano bombardeaba Badajoz los obreros que estaban en los barrios de Badajoz se fueron a los refugios del centro (…). Cuando finalmente entraron los golpistas en Badajoz se dirigieron a los refugios de los sótanos de la plaza del ayuntamiento donde mucha gente se escondió para protegerse de los aviones (…).
Los fueron sacando los maniataban y los ponían delante del ayuntamiento a las mujeres y los niños los largaban pero a los hombres allí mismo lo fusilaban, un hermano de mi marido, Manolo estaba metido en un refugio con toda la familia antes de que entraran las tropas nacionales (…). Lo sacaron del refugio del sótano del edificio que hacía esquina con la calle del Obispo en la plaza de España frente a la catedral y al ayuntamiento (…) La mujer logró salvar a su marido del fusilamiento por mediación de su hermano Manuel Mauricio el Falangista, Mauricio habló con don Pablo Alba, que era el que estaba al mando de los fusilamientos de la fachada del Ayuntamiento y de la catedral de San Juan (…). 
Según nos contó mi cuñado Manolo, El montón de muertos que fusilaron ahí llegaba a la ventana del ayuntamiento de Badajoz, La sangre corría por la calle del Obispo, por la calle Magdalena y por la calle Socorro. Ahora está muy alto porque hay adoquines en las calles, pero entonces estaba más bajo el pavimento y la sangre corría por la calle Magdalena para abajo como si fuese agua de lluvia. Y por la calle del Obispo abajo y toda la plaza estaba llena de sangre de los muertos que hubo allí (…).Mi cuñada Antonia estuvo buscando el cuerpo de su marido y no dio con el. Al parecer, cargaban los muertos en camiones y carros, los llevaban al cementerio y los enterraban en fosas comunes.
La matanza de Badajoz fue famosa porque hubieron periodistas para contarlo. Según relata Héctor Alonso García, varios periodistas se adentraron en Badajoz el día 15 por la mañana:
...También Jacques Berthet, periodista Francés muy simpatizante con el gobierno de Madrid, presente solo en las cercanías de Badajoz, ciudad que no llegó a a pisar nunca hasta después de tomada la ciudad...
Esto no es cierto, pues Jacques Berthet entró en Badajoz cuando la capital pacense aún pertenecía al legítimo gobierno de la República ya que según se tiene constancia, su primer artículo, con fecha del 10 de agosto, fue publicado en el diario Le Temps el día 11.

Como hemos comprobado las tropas de Yagüe entran en Badajoz el día 14, y no es hasta el día 15 cuando un grupo de reporteros que se habían ubicado en Elvas, consiguen el permiso para entrar en la ciudad. Los primeros periodistas que se adentran en Badajoz en la mañana del día 15 son Mario Neves, Marcel Dany y Jacques Berthet, más tarde llegarían los portugueses Mario Pires, José Barao, y Jorge Simoes. El día 17 también entraron en Badajoz René Brut y Jean d'Esme, ambos originarios de Francia. El día 30 de agosto se publicaría el famoso artículo de Jay Allen, "Slaughter of 4,000 at Badajoz, City of horrors", publicado en el Chicago Tribune.

En 1979 el escritos Juan Tenorio publicaría en la Revista Tiempos de Historia un artículo sobre la matanza de Badajoz:
El periodista norteamericano Jay Allen, que entró en Badajoz poco después, dijo que hubo 1.800 ejecuciones en las primeras doce horas y oyó decir a oficiales rebeldes que había habido 4.000 ejecuciones en total.
Hugh Thomas, que estudió el caso más de veinte años después, cree que la cifra de víctimas está más cerca de 200 que de 2.000. Thomas es el único que avanza una cifra tan pequeña, que ni siquiera Yagüe sé ha atrevido a reducir.
César M. Lorenzo dice que hubo, aproximadamente, mil quinientas ejecuciones. Manuel Tuñón de Lara avanza la cifra de mil doscientos, antes del 15 de agosto. Ricardo Sanz menciona a más de «tres mil antifascistas ejecutados». El filósofo cristiano Jacques Maritain protestó contra el crimen de «cientos de hombres», y James Cleugh, que simpatizaba con los rebeldes, dijo que hubo dos mil ejecuciones.
De todos modos, importan menos las cifras que lo que simbolizan. Doscientos o cuatro mil, ¿qué importa? -ha pasado tanto tiempo-; lo que realmente cuenta es el hecho de matar colectivamente a gente indefensa. Este hecho no pierde su trágico contenido porque la cifra sea más o menos reducida. Por primera vez en la historia de España, un ejército mandado por oficiales y jefes españoles entraba en una ciudad española y cometía una carnicería monstruosa.

Tenorio nos muestra un abanico de cifras desde las más exiguas que aproximó Hugh Thomas  -200- hasta los famosos 4.000 de Jay Allen. Thomas habla de 200 víctimas pero no de como se llega a esa cifra, por lo tanto, Rafael Tenorio no le da mucha credibilidad. Sin embargo más adelante reconoce que "importan menos las cifras que lo que simbolizan. Doscientos o cuatro mil, ¿qué importa?... lo que realmente cuenta es el hecho de matar colectivamente a gente indefensa. Este hecho no pierde su trágico contenido porque la cifra sea más o menos reducida".

Tenorio ante la imposibilidad de documentar fehacientemente el número de asesinados por las huestes de Yagüe refexiona que fueran 200 ó 4.000, lo que cuenta verdaderamente es asesinar a gente desarmada. Realmente el número sí importa, o al menos la batalla por las cifras aun no ha terminado. Esta es una lucha desigual: los que dicen que no asesinaron a mucha gente lo tienen muy fácil; no hay ninguna documentación para verificar la matanza. Los negacionistas se basan en las cifras de los registros. Da igual que se demuestre que los registros no son una fuente fiable. Todavía hay autores - doctores en historia como Martín Rubio o Hector Alonso García- que citan como prueba irrefutable los registros de los cementerios. El caso es que hasta la fecha el estudio más fiable es La columna de la muerte de Francisco Espinosa Maestre.

Otra de las absurdas batallas, es sobre sí se mató o no en la plaza de Toros. Investigadores han negado que en la plaza de toros se asesinara, incluso después de contar con testimonios de gente que estuvo trasladando muertos de la plaza de toros hasta el cementerio. Pero ¿se mató en la plaza de toros? Cuando los primeros periodistas entraron -Marcel Dany, Jacques Berthet y Mario Neves- oyeron que en la plaza se estaba fusilando. Eran los propios militares los que en un principio no ocultaban la matanza, por eso los mismos periodistas pro-rebeldes no se cortaban en dar cifras altas. Según la prensa portuguesa en Almendralejo habían muerto 1.000 personas y en Badajoz 1.300 ó 1.600. ¿Exageraban los portugueses? No hay manera de demostrar ni lo uno, ni lo otro. Después de suministrar esta cifras de muertes tras la toma de una ciudad, la propia prensa portuguesa las volvía a desmentir. Sí pensamos que en un pueblo tan pequeño como Zafra que no opuso resistencia, no hubo asesinatos de derechistas y no murió ni un soldado franquista ni ningún miliciano fascista, la represión franquista se llevó cerca de 200 personas, ¿Cómo no pensar que los periodistas portugueses no exageraban cuando daban esas primeras cifras de muertos? Fue un desliz que hubo de corregirse sobre la marcha.

Los periodistas tenían que tener mucho cuidado con lo que se publicaba. La matanza de Badajoz ocurrió en una fase donde la censura todavía no estaba bien estabilizada, por eso, esos deslices en ciertos periódicos afines a los traidores a la República. René Brut y Jean d'Esme fueron llamados por Bolín a penas llegar estos a Badajoz. El día 18 después de grabar las famosas imágenes del cementerio los dos fotoperiodistas franceses tuvieron que partir a Sevilla donde más tarde fueron detenidos y expulsados de la zona franquista. A pesar de que en la primera fase de la censura se publicaron noticias negativas para los franquistas, los periodistas sabían muy bien que es lo que si o no se podía publicar. Por eso René Brut envió las imagenes del cementerio clandestinamente. Si hubieran caído en manos indebidas esas imágenes hubieran sido destruidas. Esa "imprudencia" estuvo a punto de costarle la vida a René Brut. Los artículos de Marcel Dany tampoco aclaraban si en la plaza de toros se fusilaba o sí solo era un lugar de reclusión. Neves tampoco lo confirmó en un principio.

Sin lugar a dudas tanto Dany como Neves debieron ser cautos es sus primeros artículos. Neves sabía que su Gobierno era afín a los rebeldes y lo pudo comprobar cuando le censuraron su último artículo y más tarde fue interrogado por dos veces.

Neves en los años ochenta confirmó que sin lugar a dudas en el cementerio de Badajoz se fusilaba ilegalmente, o lo que es lo mismo, se asesinaba impunemente, a defensores e izquierdistas en general, o a incautos que habían sido apresados sin saber muy bien porqué.

Volviendo a Rafael Tenorio, cuando en 1979 publicó el artículo sobre la matanza de Badajoz, en la redacción de la revista Tiempo de Historia se recibía una carta donde Abel Santamaría criticaba el artículo de Tenorio indicando que dicho escrito no era más que una fábula y que para desarrollar el relato se basaba primordialmente en una obra escrita por el PCE. Tenorio se defendía citando las diferentes obras que usó para confeccionar su historia. Gerald Brenan, R. Southworth, Whitaker, César M. Lorenzo, etc, etc. Si ahora es difícil cuantificar la matanza imaginemos en el 79. Tenorio para reafirmar su relato citó una entrevista que mantuvo con Marcel Dany el 25 de junio de 1979 en París:
En la Plaza de Toros estaban concentrando a mucha gente. En el fondo del toril había guardias civiles que fusilaban a los presos. Yo no pude ver los fusilamientos pero escuchaba las descargas  y oía los lamentos y los gritos de las víctimas Además tuve tiempo de ver lo que sucedía y escuché los los testimonios de la gente (...)
Según Rafael Tenorio al día siguiente volvió a tener otra conversación con Dany:
La Plaza de toros fue prisión durante los primeros momentos (...). Había varios centenares de prisioneros (...). No cesaban de traer nuevos presos en camiones Yo los vi llegar acompañados de los camisas azules de la Falange (...). Vi como los llevaban dentro de la plaza de toros de, escuché las descargas (...). Luego vi como sacaban los cadáveres.

¿Porqué no publicó nada en la prensa Marcel Dany? Es muy sencillo la agencia del periodista francés necesitaba tener corresponsales en la zona franquista. Publicar algo así supondría la expulsión inmediata de todos sus corresponsales. Marcel Dany al menos fue expulsado y no pudo cubrir la GC. en el bando rebelde.

En Badajoz no se dejó de fusilar hasta años después de bien entrada la posguerra. Muchos políticos y militares, además de personal civil se adentraron en Portugal, vía Elvas y Campomaior, con el fin de salvarse de las ejecuciones. Gracias al tte Seixas, que improvisó dos campos de refugiados varios centenares de personas lograron ponerse a resgurado de los fascistas. La Falange, con el consentimiento de las autoridades portuguesas, organizaban batidas en busca de huidos a Portugal.

El Gobernador Civil, Manuel Granados fue hospitalizado en Elvas tras adentrarse en dicha población campo a través. Un grupo de falangistas intentó secuestrarlo pero el personal médico impidió tal acto. Menos suerte tuvieron otros desdichados que fueron devueltos a España en camiones.

Escribe Francisco Espinosa Maestre:
... el día 20 de agosto en la avda de Huelva [se celebró un acto], al que se le invitó a la población, y en el que como colofón fueron asesinados dos alcaldes republicanos de Badajoz, Juan Antonio Rodríguez Machín y Sinforiano Madroñero y el diputado socialista Nicolás de Pablos en unión de otros compañeros y de varios izquierdistas portugueses entregados por la policía salazarista.
Después de estos asesinatos en la vía pública, el ejército fue desfilando hasta el cuartel donde estaban alojados. Se celebró un acto público para "escarmentar" a los  "rojos" que huyeron a Portugal y que no se habían adherido al "Glorioso Movimiento Nacional".

También entre los asesinatos más conocidos se encuentra el caso de los hermanos Pla (dueños de los antiguos talleres Pla, hoy es la sede de la Escuela de Abogados), al que se les prometió que se le iba a respetar la vida y que acabaron fusilados en las calles de Badajoz. Y no podemos olvidarnos del comandante de la Guardia Civil, José Vega Cornejo, que fue herido en el motín del cuartel de la Guardia Civil, y trasladado en camilla al lugar donde lo fusilaron.

Varios años después se seguía juzgando a las izquierdas. José Vera Murillo fue juzgado en Badajoz el 30 de octubre de 1939. La sentencia fue dictada el 4 de mayo de 1940: pena de muerte. Se le acusaba del asesinato de unos derechistas en Campillo de Llerea. La Causa General le acusaba falsamente de unos hechos que el jamás reconoció. Mientras estuvo cautivo logró sacar clandestinamente unas cartas destinadas a su familia:
Consuélate a ti misma que tu padre no murió por ninguna de esas causas malas. Que siempre decidió su fuerza y su voluntad para hacer bien por los necesitados, a defender a los desgraciados a liberar a los esclavos a crear en fin una sociedad más justa, (...). Esto, y no otra cosa, es la causa de que me quiten la vida los muchos enemigos que tienen los hombres que quieren ser libres. Esto por una parte y enconos y odios que crea la política, por otra, a la causa que me acusen de actos repugnantes que dicen ocurrieron en Campillo a las cuales yo soy ajeno completamente. Pero estas acusaciones no son más que el pretexto para poder vengarse de los muchos avatares que han pasado a causa de yo haber estado al frente de los trabajadores en nuestro pueblo y no haber podido nunca abusar de ellos; a causa de que siempre tenían que cumplir la leyes, cosa que nunca habían hecho hasta entonces, pues como siempre habían vivido a su capricho, habían abusado de ellos.

Aquí tenemos a un político que durante la II República estuvo defendiendo a los trabajadores y que al perder la Guerra Civil, sus enemigos políticos, como venganza, emplearon la excusa de cargarle en sus espaldas unos horrendos crímenes, en donde no estuvo involucrado. Los fascistas señalaban, y la (in) justicia militar ejecutaba y cometía crímenes tan horrendos como los que suponía juzgar.



Sirva este escrito para reivindicar la memoria  de las miles de víctimas del franquismo

Bibliografía empleada:
  • Julio de 1936. Francisco Alía Miranda
  • El coronel Puigdengolas y la Batalla de Badajoz. Hector Alosno García
  • La matanza de Badajoz . Francisco Pilo, M.Domínguez, Fernando de la Iglesia
  • Badajoz agosto 1936. VVAA, coor. Julián chaves Palacios
  • Ellos lo vivieron. Francisco Pilo Ortiz
  • La represión en Badajoz. Francisco Pilo Ortiz
  • La columna de la muerte. Francisco Espinosa Maestre
  • Así fue pasando el tiempo (memorias de María de la Luz Mejías). Manuel Pulido Mendoza
  • El secretario. Enrique Santos
  • Frontera y Guerra Civil española. Dulce Simôes
  • Cartas y Diario desde las cárceles franquistas de Extremadura. Francisco Javier García Carrero

2 comentarios:

  1. Muy bueno el artículo, Tony. Muy currado y con profusión de datos. Te felicito.

    No conocía la entrevista de Tenorio a Marcel Dany donde le confirmó la matanza en la plaza de toros de Badajoz. Como bien sabes, Dany también le mandó una carta a Soutworth , como a mitad de los sesenta, donde de igual manera le confirmaba igualmente dicha matanza.

    Ya he comentado algunas veces la importancia de llegar a la verdad de lo ocurrido en Badajoz y sabemos lo importante que es averiguar, qué ocurrió, cómo ocurrió, y por supuesto, dónde ocurrieron los hechos.

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  2. Este artículo lo he escrito para ayudar a mi sobrino en un trabajo escolar. El año que viene comienza la ESO y el profesor le ha pedido a los alumnos un trabajo sobre lo que ocurrió en Badajoz. Como documentarse por Internet para una persona profana en la materia es una tarea complicada, y con toda la basura que se escrito al respecto, pues que mejor que este blog para documentarse.

    He resumido todo lo que he podido los sucesos en Badajoz, por eso no me he extendido más. Me he quedado en el tintero varias cosas, pero creo que con lo que he escrito se podrá al menos una idea, de lo que más o menos ocurrió en Badajoz.

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