El golpista Leopoldo López

Escribía Ángeles Diez (Doctora en Ciencias Políticas y Sociología y profesora de la UCM) hace ya tres años, en un interesante y demoledor artículo:

Está ampliamente documentado el vínculo de Estados Unidos con la oposición venezolana, a la que ha financiado durante más de 12 años. Pero también es pública la vinculación de Leopoldo López con el golpe de Estado de 2002 contra Chávez, encabezando la marcha al Palacio de Miraflores que provocó la muerte de decenas de personas, o su inhabilitación política por la malversación de recursos públicos cuando era alcalde de Chacao.

Cualquier demócrata bien informado pondría el grito en el cielo temiendo que el currículo de Leopoldo López salpicara a las instituciones de su país. Pero aquí, en el Estado español, nos limitamos a denunciar a la “casta” por lo que roban económicamente, sin pararnos a denunciar lo que nos roban en términos de dignidad. Mariano Rajoy y su política exterior hacia Venezuela es un ejemplo más de que no somos, a diferencia de los venezolanos, un pueblo soberano, sino un pueblo intervenido al que cada día que pasa le roban otro pedazo más de dignidad. Artículo completo...

El magnífico historiador Fernando Hernández Sánchez, del cual tengo el honor de compartir amistad virtual, también acaba de escribir una pequeña reseña en FaceBook, sobre el fenómeno mediático en que se ha convertido la patria de Simón Bolívar:

Fachada de la Real Casa de Correos, sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid

Anoche me acosté con las noticias de Venezuela. Hoy me levanto con las noticias de Venezuela. Los telediarios abren y dedican 15 minutos (¡más que al fútbol!) a las noticias de Venezuela. Los parroquianos del bar donde desayuno conocen a los líderes venezolanos y pueden dar lecciones sobre el proceso constituyente o destituyente en Venezuela cuando a duras penas pueden balbucear el nombre del alcalde de su pueblo.

 Los opositores venezolanos irrumpen en actos de la izquierda española, agreden a españoles que van a actos legales, ocupan las calles y toman la Gran Vía de Madrid sin que la policía intervenga. Carteles gigantes del preso emblemático de la oligarquía venezolana cuelgan del edificio donde la policía política de la dictadura española torturó y llegó a asesinar a opositores españoles que no tienen una placa conmemorativa porque el partido que gobierna no ha dado su aprobación para ello. Ministros, diputados y políticos españoles de todos los azimuts peroran sobre Venezuela como si nos fuera la vida en ello. 

Manifestantes venezolanos que queman vivos a sus adversarios, los apuñalan o asaltan cuarteles con granadas son celebrados como héroes mientras aquí piden multas y penas de cárcel por chistes sobre Carrero Blanco, bolsos de "todos los gatitos son bonitos" o trifulcas de borrachos. ¿No va que siendo hora de empadronarnos en Caracas y acabar de una vez con está farsa distópica? Es una idea... Fernando Hernández Sánchez. Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.

El 7 de junio, y después de una visita de Zapatero y la Canciller Delcy a la prisión de Ramo Verde, Leopoldo López consigue filtrar desde la prisión militar un vídeo llamando a las Fuerzas Armadas venezolanas a dar un Golpe de Estado:




No ha sido el único dirigente de la oposición que ha llamado al golpe de Estado contra el Gobierno democrático de Nicolás Maduro. El diputado opositor venezolano Juan Requesens, integrante del partido golpista Primero Justicia, llegó a afirmar ante un auditorio que las guarimbas violentas son el preludio necesario para una invasión extranjera en Venezuela:

"Para llegar a una intervención extrajera hay que pasar por la violencia".

Durante el discurso  por el Dia de la Independencia de Venezuela. 5 Julio de 2017, el diputado Julio Borges también llamaba a la rebelión de los militares:

En twitter, Alberto Garzón llamaba golpista, al golpista Leopoldo López; y el pusilánime y simplón de Toni Cantó recurría al insulto fácil llamando miserable al político de IU. Que vamos a esperar de un menda que antes de entrar en Ciudadanos y mientras permanecía en UPyD decía esto:



Si después de ver el vídeo, al lector no le han entrado náuseas, entonces todo es posible.

Seguir llamando dictadura al Gobierno de Nicolás Maduro es..., no voy a decir una gilipollez porque los puristas se me cabrean, cuanto menos de despistados. Es de rigor saber que en las dictaduras, este tipo de protestas donde los manifestantes van armados e incendian, queman a personas y destruyen el mobiliario urbano es imposible que sucedan y se perpetúen como está ocurriendo en Venezuela. También es de rigor saber que las dictaduras se caracterizan por que tan solo está permitido y legalizado un partido, el partido del Gobierno. En Venezuela las últimas elecciones parlamentarias las ganó la Mesa de la Unidad Democrática (Leopoldo López) consiguiendo 7. 726. 066. votos (56,22%) obteniendo así 109 escaños. El Gran Polo Patriótico (coalición de partidos liderada por Nicolás Maduro) se hizo con 5. 622. 844 de votos (40,91%) se adjudicaron 55 escaños. ¡Extraña dictadura!

Los comicios regionales en Venezuela se han fijado para el 10 de diciembre. y en el 2018 serán las próximas elecciones presidenciales:

Las oposición está pidiendo elecciones adelantadas, y como en todos los países del mundo es el Gobierno quien tiene la última palabra. Parece ser que en Venezuela las reglas que sirven para occidente no valen para los gobiernos latinos de izquierdas. A la inmensa mayoría de españoles, que son muy incautos todos ellos, les tienen destrozado el cerebro con Venezuela. Y lo estamos viendo día a día. Los emporios mediáticos, llámense tanto progresistas como conservadores, barren todos para el mismo lado: los intereses de las oligarquías financieras, o lo que es lo mismo, todo por la pasta. El que quiera seguir engañado que siga, está en su pleno derecho, pero no digáis que no os avisamos. Si las urnas desaparecieran de Venezuela, entonces podríamos empezar a hablar. Mientras tanto solo resta esperar a que los acontecimientos se sucedan.

Y para finalizar, una prueba gráfica de la participación de Leopoldo López y Julio Borges en el golpe de Estado de 2002




No llamar golpista al impresentable de Leopoldo López (prototipo del pijo/facha venezolano), sería todo un insulto para la inteligencia.