Siempre nos quedará Gernika

Ser doctorado en historia debiera ser una garantía de rigurosidad en los análisis históricos, pero sucede que en algunos casos esto no es así. A veces siento reparo en rebatir las afirmaciones de ciertos profesionales como es el caso de Jorge Vilches.

Vilches es, según su perfil de Twitter, Politólogo e historiador. Profesor en la UCM, antes los fue del CEU. Colabora con el diario de Marhuenda (La Razón), El Español y Vox Pópuli, También es coautor del libro Contra la socialdemocracia. escrito al alimón con  Almudena Negro. Esta autora, al menos hasta el año 2015 colaboraba con el diario filofranquista La Gaceta, diario que la presentaba diciendo que es "Individualista, capitalista, minarquista y presume de ello. Periodista de vocación, jurista de formación...". En su Twitter dice cosas como que  «Dentro de la socialdemocracia no cabe la libertad». Se declara Liberal pero ese concepto en España siempre se acerca a la derecha más que a la izquierda, de hecho suelen ser empedernidos anti izquierdistas. Quiero matizar la ideología de Vilches, profesor que está contra la socialdemocracia, para recalcar que todo el mundo, sea historiador o no, está preso de sus prejuicios ideológicos. Un servidor, que es un empedernido lector de obras sobre la II República y la Guerra Civil, y que se ha leído una ingente cantidad de artículos sobre el mismo tema puede dar fe de ello.

Hay autores escorados a la derecha, que empiezan sus obras diciendo que han dejado la ideología aparcada mientras escribían e investigaban para realizar "x" trabajo, no obstante cuando empiezas a leer ese trabajo "desideologizado", nos percatamos que la ideología esta presente desde el principio hasta el fin.

Hoy compartimos un vídeo procedente de La Razón, donde Vilches contrapone dos libros: Guernica, una nueva historia..., de Roberto Muñoz Bolaños, y otro de Xabier Irujo titulado Gernika. Ya en los títulos se huele cierta polémica. En el libro de Bolaños escriben Guernica con "G" y con "U", y en el libro de Xabier Irujo, Gernika los escriben sin la "U" y con "K", esto que puede ser baladí no lo es tanto, a Irujo lo han acusado de escribir a sueldo de los nacionalistas. También llama la atención que Jorge Vilches al referirse a Xabier Irujo diga de él que es un historiador de izquierdas y nacionalista, contrasta notablemente que no nos alerte de la ideología de Roberto Muñoz Bolaños. No será importante ¿verdad?

Esta es la polémica que nunca cesa, para Vilches, el escándalo de Gernika nos es otra cosa que propaganda de guerra republicana y más concretamente obra del comunismo -menos mal que no hace alusión a la masonería-, algo que no podemos compartir. Además afirma que el bombardeo de Durango fue mucho más letal que el de Gernika. El de Durango causó más de el doble  de víctimas (336  óbitos),  que el de Gernika, 164 muertos, La cifra de muertos en Gernika la obtiene de la asociación de historiadores Gernikazarra. José Ángel Etxániz Ortúñez, uno de los miembros de dicha asociación, después de que lo acusaran de negacionista afirmó que aunque en Gernikazarra tan solo han podido documentar 163 muertos esto no quiere decir que no se produjeran más. ¿Cómo es posible que en el bombardeo de Durango siendo un bombardeo donde se se arrojaron la mitad de bombas que en Gernika se produjeran el doble de víctimas. Los argumentos lo podemos encontrar en el libro de Xabier Irujo.

La historia se escribe con documentos, pero a veces esos documentos engañan o no cuentan toda la verdad. Si encontramos un documento que dice que el Gobierno vasco avisó a la población que el Ejército franquista se acercaba a la villa vasca y que por lo tanto no se celebrase el mercado semanal esto puede ser decisivo, pero si a la vez de leer esos documentos, leemos infinidad de testimonios diciendo que el mercado se llegó a celebrar a pesar de las reticencias del Gobierno, pues entonces los documentos podemos cogerlos con pinzas.

Y ya para finalizar:

Campoamor huyó de España en 1936 por miedo a q las izquierdas la fusilaran: la culpaban d haber dado el voto a la mujer en 1933. A estudiar https://t.co/uZpob4bClr

— Jorge Vilches (@Jorge_Vilches) 30 de abril de 2017

Claro por eso se fue a buscar la protección de la derecha a la zona controlada por los golpistas. ¡Ah no, que se exilió! Clara Campoamor tuvo que exiliarse hasta su muerte en diferentes países. En 1937   huyó a París donde publicó su escrito "La revolución española vista por una republicana".

Más tarde, se refugió en la Argentina, radicándose en Buenos Aires durante 10 años, dedicándose a la traducción de escritos, dar conferencias y escribir biografías, entre ellas la de Sor Juana Inés de la Cruz.

En 1955, Clara Campoamor se instaló en Lausana (Suiza), y trabajó en un bufete hasta que perdió la vista. Murió de cáncer en abril de 1972. Sus restos mortales fueron traslados algunos años después de su muerte al cementerio de Polloe en San Sebastián (Guipúzcoa) y permanece en el panteón de la familia Monsó Riu. Parece ser que Campoamor tenía miedo a algo más que a las izquierdas