Páginas

martes, 15 de febrero de 2011

Hay que saber encajar las críticas

    Que mal encanjan las críticas algunos historiadores . En el fondo lo comprendo,.Cuatro años trabajando, investigando incasáblemente para dar luz a uno de los más grandes misterios de la historia bélica contemporánea (la matanza de Badajoz), para que luego venga un don nadie a tirar por la borda y denostar tan hercúleo esfuerzo intelectual.
    He de destacar la elegancia que ha tenido Francisco Pilo en un comentario posteado en su blogg, refiriéndose a mi pequeña crítica que hago sobre el libro que ha escrito conjuntamente con Moisés Domínguez. Este último se lo ha tomado peor, parece ser que desconoce lo que es la elegancia y los modales.
    Me acusa de copiar y pegar, me llama infeliz, dice que soy la inutilidad histórica elevada al cubo, dice que soy un neófito HISTORIADOR, y lo que es más gracioso;
Dice: “ He leído dos párrafos y el resto lo he tirado sin mirar a la taza del water Pues ya ve usted, no somos todos iguales; yo si me he leído su libro y no lo he tirado al Water. (Confieso que estuve tentado cuando empecé a leer el prólogo del sacerdote falangista). Al menos no me llama marxista estalinista.
    Evidentemente ni soy historiador ni lo pretendo, solo soy una persona que opina humildemente como otros tantos miles de bloggeros. Estoy en mi pleno derecho. En los años cuarenta me hubiesen fusilado por opinar libremente.

9 comentarios:

  1. Aún no sé cómo has comprado ese libro !!!

    ResponderEliminar
  2. Hay que leer de todo, de todas formas no lo he comprado, ha sido un prestamo.

    ResponderEliminar
  3. Me llamo César y soy el "anónimo" de antes. Eché un vistazo a tu blog, y me parece muy interesante. Ya puestos, aparte de Mario Neves y Artur Portela me gustaría saber de otros periodistas portugueses que cubrieron la guerra de España, ni soy de historia ni nada por el estilo.
    Salud.

    ResponderEliminar
  4. Según estudios al respecto fueron varios entre los que se encuentran, Mario Pires, José Augusto, Félix Correia, José Baráo.
    En el Libro LA MATANZA DE BADAJOZ ante los muros de la propaganda, le dan mucho crédito, olvidando la dictadura salazarista que era favorable a los rebeldes.
    Mario Neves a mediados de los ochenta escribió A chacina de Badajoz, con artículos que fueron censurados en la prensa lusa.

    ResponderEliminar
  5. José Mª García Márquez ha reconstruido la realidad de los asesinatos del verano de 1936 en la provincia de Sevilla. Se trata de hombres y mujeres que murieron sin dejar rastro, no porque fuesen víctimas de actos incontrolados, sino porque hubo una voluntad deliberada de ocultación. Una de las aportaciones más interesantes de su investigación es la certeza de que las autoridades de la revuelta tenían exacta noticia de cada muerte que se producía.

    Esta primera oleada salvaje de los muertos en los descampados y en las cunetas, realizada cuando no había motivo alguno que pudiera legitimarla, es la que revela con más claridad la naturaleza y el sentido de esta violencia fundacional. Después empezó una Guerra Civil que desbordó el proyecto político republicano y dio paso a una situación nueva.

    ResponderEliminar
  6. Aunque hablasen de revolución para azuzar los miedos de la derecha, los militares y sus asociados se sublevaron en realidad contra la democracia republicana. Lo dicen sus primeros textos internos, como el de Mola, que proclama: Es lección histórica, concluyentemente demostrada, la de que los pueblos caen en la decadencia, en la abyección y en su ruina cuando los sistemas de gobierno democrático-parlamentario, cuya levadura esencial son las doctrinas erróneas judeo-masónicas y anarco-marxistas, se han infiltrado en las cumbres del poder. Lo que debía hacerse era un corte definitivo, un ataque contrarrevolucionario a fondo, de modo que en el futuro nunca debe volverse a fundamentar el Estado ni sobre las bases del sufragio inorgánico, ni sobre el sistema de partidos (...), ni sobre el parlamentarismo infecundo y nocivo. De forma más expresiva lo decían los militares de su entorno, que, como nos cuenta su secretario en la primera versión de sus recuerdos, sostenían que hay que echar al carajo toda esta monserga de derechos del hombre, humanitarismo, filantropía y demás tópicos masónicos, lo que ejemplificaban con la limpia que hay que hacer en Madrid entre tranviarios, policías, telegrafistas y porteros.

    ResponderEliminar
  7. Muchas gracias, naturalmente las crónicas en caliente en los primeros días aportan más, supongo, para el investigador. De todas formas no recuerdo ahora (donde lo anoté) el nombre de otro periodista, que envió unas crónicas desde Galicia en los primeros días de la sublevación. Creo que ha sido en un libro de Alfonso Camín publicado en Mexico en el 38. Ya lo encontraré.
    De nuevo muchas gracias.

    ResponderEliminar
  8. Hola, buenos días.

    Sólo quería opinar que no sé qué es peor: tu blog o tu música.

    Ah! Y no faltes a clase!

    Saludos

    ResponderEliminar

Aviso Legal
Este blog no se hace responsable de las informaciones y estudios que no sean veraces y que aparezcan en estas páginas. Intentamos verificar todo lo publicado para no faltar a la verdad. Esa es la línea que rige este blog, sabemos que nuestro esfuerzo puede no ser eficaz al 100 por 100, por eso en este blog está desabilitada la censura en los comentarios, para que puedan advertirnos de nuestro errores..

Debido a nuestra política de total libertad de expresión, no nos hacemos responsable de las posibles infracciones que puedan cometer nuestros colaboradores y participantes al dejarnos sus opiniones y sus artículos.

Los responsables del Blog Badajoz y la guerra (in) civil podrá estar de acuerdo o no con las opiniones de los colaboradores y de los participantes, debido a esto no se hace responsable de los perjuicios que puedan derivarse de los textos aquí reproducidos y de los comentarios de los usuarios.

Este blog es totalmente privado no dependemos de nadie y jamás no ha movido el ánimo de lucro, por favor se coherente con tus comentarios. Aquí no se ejerce la censura.