Sed de justicia

Casi Cinco años han pasado desde que vio la luz la ley de memoria histórica. La derecha y sobre todo la ultraderecha la calificaron de “guerracivilista”, por inventar términos esperpénticos que no quede, Nos querían y quieren hacer ver que esta ley traería desunión a la sociedad española, pero han pasado casi cinco años y la sociedad  española sigue como siempre unos votando al PSOE y otros al PP, y muy pocos a Izquierda Unida; es más, la derecha está subiendo como la espuma, incluso, están a punto de conseguir comunidades históricamente izquierdistas. Esto nos hace pensar que la Guerra Civil y las atrocidades que se cometieron en ella ya están perdonadas y para muchos olvidadas, como no podía ser de otra forma, pero una cosa es perdonar y otra reclamar justicia y borrar los símbolos fascista de la calle.

Dicen que retirar las estatuas de Franco de la calle va contra la historia. Eso es totalmente falso. En Alemania no queda ningún símbolo Nazi y nadie se quejó de la retirada de los mismos. Normal, allí ganaron los buenos. También cuando entraron los Americanos en Bagdad asistimos por televisión como derribaban una estatua del dictador y, nadie se quejó;  claro, eran los americanos los que nos habían librado de su ingrata presencia. Sin embargo, aquí en España, en la España católica  de peineta y mantilla asistimos perplejos a los voces que se alzan en contra de la retirada de los símbolos de una dictadura déspota, cruel y asesina. Sí asesina lo digo en voz alta una y otra vez, y todas las que hagan falta.

La derecha sigue reivindicando su pasado fascista y caudillista. ¿Quién se opuso a la ley de Memoria Histórica? El PP. ¿Quién se opone férreamente a que se retiren los símbolos fascistas? El PP.

El PP, siempre el PP y su corte de acólitos. La  Caverna Mediática desde las hondas, la red y el papel impreso, acechan como modernos vampiros para extraer los dulces jugos cerebrales de los incautos que caigan en sus astutas redes.

Cinco años han pasado ya y, ellos erre que erre, siempre con el mismo cuento: “La dichosa ley nos cuesta mucho dinero”. 10.000 millones de euros se llevó la iglesia de las arcas del estado, pero la caverna calla, callan  la boca y enmudecen sus plumas...

La Iglesia recibe al año 10.000 millones de las arcas públicas

El cálculo, realizado por Europa Laica, incluye las transferencias a la educación y la sanidad concertadas

Del IRPF a las exenciones tributarias

249 millones: Asignación IRPF

La Iglesia destina la asignación del IRPF íntegra a la financiación del culto y el clero.

80 millones: "Otros fines"

Es la parte que recibe de la casilla "otros fines" del IRPF. Va a diferentes proyectos de instituciones católicas.

1.000 millones: Sin impuestos

Es el ahorro por la exención del pago de impuestos como el del IBI o el de patrimonio.

4.600 millones: Profesores y conciertos

Recibe del Estado para pagar a los 16.000 profesores de religión de los colegios públicos y financiar centros concertados.

3.200 millones: Atención sanitaria

Para financiar tanto dispensarios y centros para transeúntes, como hospitales y centros de salud dirigidos por órdenes religiosas.

25 millones para funcionarios

Le entrega el estado para el pago del sueldo de los religiosos que ejercen como capellanes en cárceles y cuarteles.

500 millones: Monumentos

Es el dinero que recibe para financiar las labores de conservación del patrimonio artístico propiedad de la Iglesia

290 millones: Eventos locales

Subvenciones para abonar los gastos de eventos religiosos y asociaciones de ámbito local

60 millones: Jornada de la juventud

Es el dinero que, según las previsiones, costará al erario público las Jornadas de Juventud que se celebran este verano en Madrid.  

Cinco años han pasado y no vemos por ningún lado disputas callejeras en torno a las responsabilidades de la Guerra Civil, ni vemos grandes manifestaciones para que derriben el valle de los caídos. ¿Será que los derechistas nos mentían? En efecto, igual que nos mintieron cuando justificaron el golpe de estado con una amenaza bolchevique, igual que cuando echaron la culpa a los rojos de la destrucción de Guernica, lo mismo que cuando Aznar se fue a buscar armas de destrucción masiva con sus amigos Bush y Blair, lo mismo cuando le echaron la culpa a ETA del 11m (se la echaron y se la echan), lo mismo cuando dicen que en Badajoz no hubo Matanza alguna, y para demostrarlo tiran de los testimonios de los periodistas lusos, como si no supiésemos que el dictador Salazar estaba al lado de los fascistas.

Cinco años han pasado ya y ¿se abrieron viejas heridas? No serán las de la izquierda que fue violentamente masacrada por los generales africanistas. De pequeño me hicieron la siguiente pregunta: ¿”Que hace falta para abrir una puerta”? Y yo contesté ingenuamente:” Una llave”, “una manilla”... La repuesta como ustedes habrán resuelto es muy sencilla. Para abrir una puerta lo que hace falta es que esté cerrada, bueno, pues lo mismo pasa con las heridas; para abrirla primero hay que cerrarla y, si nunca se cierra, siempre supurará sed de justicia.