CASTILBLANCO Y ARNEDO

Hace poco asistí a la presentación del libro CASTILBLANCO, para mi esencial para conocer lo que realmente ocurrió en esta localidad extremeña. La actuación del alcalde de Castilblanco (títere de los explotadores), según el fiscal fue nefasta. Cuando el alcalde ordenó intervenir a la Guardia Civil, la manifestación ya se había disuelto pacíficamente. Los hechos fueron lamentables, pero la Guardia Civil no supo estar a la altura que se supone que debe tener la Ley.


"Existe un cuerpo armado que deberá emplearse con contundencia, el benemérito cuerpo de la Guardia Civil"

Heridos por la Guardia Civil en Arnedo

Esta frase es usada por la derecha para justificar las lamentables actuaciones del benemérito cuerpo. Los asesinatos de Castilblanco evidentemente fueron graves pero más graves fueron los asesinatos de Arnedo ocurridos después de los de Castilblanco. En Arnedo la Guardia Civil usó de nuevo esa "contundencia". Murieron once personas, y treinta fueron heridas; ninguna de estas personas pertenecía a la Guardia Civil y entre los muertos hubo hombres, mujeres y niños. 

Se culpa a Margarita Nelken y  demás dirigentes obreros de inculcar odios entre los trabajadores para que fueran en contra de la ley. Ese odio es ancestral y siglos de pobreza se habían encargado de que los pobres, los obreros, los que no ganaban suficiente para comer estuvieran en contra de esas leyes que los hacían trabajar de sol a sol por una miseria. Nelken era el objetivo a batir por toda la derecha. Era y es. Los dirigentes socialistas, comunistas y anarquistas querían la liberación de los trabajadores querían alcanzar la justicia social que las oligarquías se negaban a conceder. Esas oligarquías tuvieron un aliado en esa lucha por imponer sus leyes obreras, la Guardia Civil. En los sucesos de Castilblanco la benemérita (esto no se ha contado) torturó a los detenidos para forzar declaraciones. Se llegó a decir que una de las acusadas Cristina Luengo alias la Machota, entre las acusaciones que se le imputaban estaba la profanación de cadáveres. Se le acusaba de realizar una danza "macabra" alrededor de uno de los cadáveres. Sin lugar a dudas las torturas habían surgido efecto.

El cabo asesinado se había granjeado el odio de los trabajadores. Cuando iban a pedir trabajo al ayuntamiento el cabo de la benemérita les decía a los demandantes: "El trabajo os lo voy a dar con una estaca". Eduardo Ortega  y Gasset dijo de la Guardia Civil: "no actúa siempre con la debida imparcialidad y con mesura conveniente" o "lo que ocurre con la gendarmería española no ocurre en ningún otro sitio.

Pobreza, hambre, caciquismo, títeres de los caciques, antiobrerismo militar... Cóctel que debidamente agitado produjeron uno sucesos lamentables