Aunque pueda parecer mentira el gran paladín de la actual historiografía franquista es un exterrorista de la ultraizquierda. Por testimonios muy recientes sabemos que la dictadura franquista fue terrible hasta la misma muerte del dictador. Pío Moa debería de saberlo bien. Moa Rodríguez para demostrar sus descabelladas teorías usa al escritor soviético Solzhenistyn autor de
Esto lo dijo a cuatro meses de que muriera el asesino del pueblo español. Es evidente que el afamado escritor no era consciente de la realidad española. También en esa entrevista dijo que en España se permitían "algunas" huelgas. Lo que no sabía o no quiso decir es que en la represión de "algunas" huelgas seguía muriendo gente. Tampoco debió enterarse de que durante el periodo de transición la ultraderecha siguió asesinando a su antojo. Solzhenistyn sin saberlo (tal vez sí) produjo un agravio considerable a todas las víctimas del franquismo. Este desconocimiento del afamado escritor, en mi opinión debió ser a que el franquismo se encargó de maquillar sus consecuencias, maquillaje que aún se deja notar en nuestros días.
Pio Moa ese paradigma del neofranquismo está perdiendo apoyos. Libertad Digital le ha dado una patada en el culo; merecida, eso sí, y lo ha puesto de patitas en la calle. Ese desamparo a sido momentáneo ya que a los buenos chicos de Intereconomía les ha faltado tiempo para recogerlo en su seno. Al día siguiente de su expulsión Pío ya tenía un blog en Intereconomía.
VAMOS
A CONTAR MENTIRAS
Mentira
nº 4. LAS MENTIRAS DE PIO MOA SOBRE LA MATANZA DE BADAJOZ
En su exitoso libro Los mitos de
la guerra civil el autor dedica no más de una docena de páginas a lo ocurrido
en Badajoz, durante la toma de la ciudad por parte de la columna fascista. El
capítulo del libro lo titula La matanza
de Badajoz y de la cárcel modelo madrileña. La asociación entre un hecho y el
otro no es fruto de la casualidad, ya que según su interpretación “el mito de
Badajoz” habría sido una cortina de humo para tapar la masacre perpetrada en la
cárcel madrileña. Pero no llega a esta conclusión porque lo haya investigado
sino, porque Ricardo de la Cierva lo sospecha.
(…) “El historiador Ricardo de la Cierva sospecha que pudo ser
muy bien una maniobra de Jay Allen para borrar o desviar la impresión mundial
causada por la matanza de la cárcel Modelo de Madrid, ésta sí bien conocida, y
ocurrida entre los días 22 y 23. Es sólo una conjetura, pero no desdeñable,
pues Allen dice haber ido a Badajoz el día 23, precisamente” (…)
Lo que a el le parece no
desdeñable a mi también me lo parecería,
si no fuera porque Allen no fue el único
periodista que alertó de la terrible matanza perpetrada. Así lo expresaron los distintos medios.
Jacques Berthet enviaba su
crónica el 15 de Agosto. “ Alrededor de mil
doscientas personas han sido fusiladas (…) Hemos visto las Comandancia
Militar empapadas de sangre (…) Los arrestos y las ejecuciones en masa
continúan en la Plaza de Toros. Las calles de la ciudad están acribilladas de
balas, cubiertas de vidrios, de tejar y de cadáveres abandonados…”
El 18 de Agosto Le Populaire, decía. “ Elvas, 17 de
Agosto. Durante toda la tarde de ayer y toda la mañana
de hoy continúan las ejecuciones en masa en Badajoz. Se estima que el número de personas ejecutadas
soprepasa ya los mil quinientos…”
El premio Nobel de Literatura francés Francois Mauriac publicó en
primera plana de Le Figaro un artículo sobre los sucesos de Badajoz el 18 de
Agosto.
Con fecha 18 de Agosto el diario suizo Journal de Genéve informaba en páginas centrales de que 1500
personas habían sido ya ejecutadas en Badajoz.
Si tenemos en cuenta que Jay
Allen publicó su crónica el 30 de Agosto, resulta que desde dos semanas antes
ya estaban informando sus colegas sobre la terrible matanza de Badajoz, con el
consiguiente escándalo internacional. Además llama la atención lo coincidente
que son las fuentes en afirmar el número de muertos. Por tanto podemos concluir
que Jay Allen no fue el primero que propagó las escandalosas matanzas de
Badajoz.
También recurre al farsante de McNeill-Moss cuando dice
que este negó en redondo los hechos. Se refiere a su trabajo La leyenda de Badajoz , en donde mutila y
manipula cuanto puede las crónicas de Mario Neves. Este, indignado envió en su
época una carta a un periódico portugués donde denunciaba las argucias de Moss para dejarlo en mal lugar. Recomiendo la
lectura del magistral trabajo de Herbert R. Southworth, El mito de la cruzada
de Franco, en el cual en su personal estilo desmonta por completo estos hechos.
El trabajo La leyenda de Badajoz estaba ya por entonces totalmente
desacreditado , pero aún así muy sibilinamente lo deja caer como quien no
quiere la cosa.
Utiliza la crónica de Neves correspondiente al dia 15
para tratar de instruirnos que en la plaza de toros no existieron matanzas.
Sin embargo en la plaza de toros no hubo
tales matanzas, al menos el día 15, como
asevera el mito, ni el siguiente. Podemos tener razonable seguridad de ello por
el testimonio del izquierdista portugúes Mario Neves, uno de los tres
periodistas extranjeros presentes en la ciudad. El 15 de agosto escribe, para O
Seculo de Lisboa. “Nos dirigimos enseguida a la plaza de toros, donde se
concentran los camiones de las milicias populares. Muchos de ellos están
destruidos. Al lado se ve un carro blindado con la inscripción “Frente
Popular”… Este lugar ha sido bombardeado varias veces. Sobre la arena aún se
ven algunos cadáveres (…) Todavía hay, aquí y allá, algunas bombas que no han
explotado, lo que hace difícil y peligrosa una visita más pormenorizada”
No parece muy interesado el autor en otras crónicas que
relataron lo ocurrido en la plaza de toros, como esta de Mario Pires, por citar
sólo un ejemplo.
“ En la Plaza de Toros el sol bate de lleno
en el ruedo y sobre las formas siniestras de dos marxistas fusilados. Aquí
se hace la concentración de presos.
Entran dos grupos de “manos arriba”. Quinientos o tal vez seiscientos. No
hablan. No protestan. Ninguno de ellos grita su inocencia. Miran apenas,
despavoridos, para las mujeres, que desde fuera intentan atisbarlos. Unos
amigos prueban la no culpabilidad de uno de los detenidos. Lo devuelven a la
libertad, a la vida. Nunca ví, ni espero ver, expresión como la de ese hombre,
en el momento de salir de la Plaza de Toros. Nunca vi ojos más brillantes, más
expresivos, más dolidos. Ni jamás oí, en estos días de gloria y de muerte , un
“Viva España” tan salido del fondo del alma como el que gritó” (LA COLUMNA DE
LA MUERTE, Francisco Espinosa Maestre)
Hay que tener en cuenta que este periodista, al regresar
a la plaza de toros al día siguiente y según consignó en la crónica de ese día,
advirtió que los quinientos o seiscientos que había visto en la plaza el día antes,
habían desaparecido quedando tan sólo una docena.
La falta de rigor de este señor nos lleva a la evidencia
de que o bien no conocía o conocía pero
ignoró, el libro de Francisco Pilo, “Ellos lo vivieron”, donde existen
testimonios importantes de personas que dan fe de la existencia de matanzas en
la plaza de toros, en los días que permaneció Yagüe en Badajoz, esto es, entre
los días 14 y 18 de Agosto. Ya me he referido en otras ocasiones a estos
testimonios. Quiero destacar no obstante la información que facilita Pilo en el
libro mencionado, pero esta vez en la versión ampliada de 2006.
“En las “razzias” de esa noche del 14 al 15
de Agosto fueron detenidas unas quinientas personas, cifra corroborada por
algunos de los guardias civiles que efectuaron los fusilamientos y, según ellos
mismos, tal vez fueran unas trescientas
las personas que fueron asesinadas en los primeros momentos de la
ocupación” (página 233)
Después de recurrir a Jay Allen y McNeis
Moss, no podía desaprovechar la oportunidad de utilizar el famoso
artículo del diario la voz , en donde se exageraba convenientemente lo ocurrido en la plaza de
toros. Para ello transcribe casi en su totalidad dicho artículo. Había que
rellenar páginas. Pero nos lo muestra
como si fuera algo en lo que todavía se apoyaran los historiadores en la actualidad a la hora de hablar de lo
que pasó en Badajoz. Ya he mencionado en varias ocasiones que el más importante
historiador en estos temas, Francisco Espinosa, ya denunció en LA COLUMNA DE LA
MUERTE la falsedad o exageración de lo
contado por el diario madrileño. ¿A que
viene entonces recurrir a estas viejas historias?
Llegamos finalmente al tema de las cifras de la represión
que se produjo en Badajoz. En esta ocasión basa sus conclusiones en los trabajos
de Martín Rubio y Sánchez Marroyo.
(…)
“ ¿
Cuales son las cifras reales? A.D. Martín Rubio ha recurrido al registro
civil de Badajoz, donde empezaron a inscribirse en 1937 las víctimas. Entre ese
año y 1945 da 1080 muertes atribuibles a la represión , de las que 493
corresponden al verano y otoño de 1936, con cifras máximas de 172 en Agosto y
de 191 en septiembre, contrastables, con las de entradas en el cementerio ( 82
menos en éste, quizá correspondientes a
los cremados) El estudioso izquierdista
F. Sánchez Marroyo afirma que,
considerando las irregularidades y dificultades de registro en aquellos meses,
ese número podría ser un tercio del real, que así podría elevarse a 1500
víctimas hasta fin de año ( incluyendo seguramente los caidos en combate).
Estas afirmaciones, aun vagas, son, desde luego, más fiables que los
impresionismos de los periodistas y la Voz, y situarían el número de los
ejecutados y asesinados en agosto, entre dos y seis centenares. Aun sin las
exageraciones de la leyenda, se trató de una represión larga y despiadada, pero
no mucho mayor que en otros lugares (…).
No creo que merezca la pena siquiera, tratar de rebatir
la irrisoria cifra de 2 a 6 centenares
que da de las muertes producidas en
aquellos días. Tampoco se ha tomado la
molestía de investigar las fuentes del
registro civil y del cementerio. Nos remite a lo investigado por otro señor.
Así de riguroso y serio es este individuo en sus investigaciones. Solamente en la toma de la ciudad sabemos
que murieron entre 600 y 800 personas, por las crónicas que dejaron los
distintos informadores.
Francisco Espinosa, que si se ha pateado los registros
civil y del cementerio y a través de los
estudios comparativos que ha hecho con otras ciudades como Sevilla y Huelva, las cuales también ha investigado,
da una cifra de unos 3800 asesinados
entre Agosto y Diciembre, siendo unos 1600 los correspondientes al mes de
Agosto. En el mismo libro conviene destacar algunas notas de Yagúe sobre lo ocurrido
en Badajoz, que revelarían el alcance o
importancia de los mismos. De esta forma nos lo cuenta el historiador
extremeño.
(…)
Textualmente se dice. “ Cogido miles
de armamento (sic) y numerosos
muertos enemigo cuyo número detallaré” Pues bien, no hay forma de encontrar el
documento donde se especifican los resultados de la operación. Debió de existir
e incluso es probable que algunos lo llegaran a ver, pero ya no hay nada.
Disponemos –como no- de los datos de Juan
José Calleja, el biógrafo de Yagúe , quien a grosso modo habla de unos
mil muertos. (…) En su hoja de servicios Yagúe se limita a señalar que la toma
de la ciudad produjo “cientos de muertos y prisioneros” (LA COLUMNA DE LA
MUERTE, página 104)
Resulta curioso que los partes de operaciones donde
Yagúe anuncia su intención de
detallarnos el número de muertos que se produjo en la ciudad, no hayan
aparecido nunca. Debía ser sumamente escandaloso, tanto como lo es el libro de
Pio Moa.
Para finalizar no quisiera desaprovechar la ocasión de
obsequiaros con la siguiente perla que dejó este “lumbreras” otrora
antifranquista reconvertido hoy día en uno de los máximos defensores del dictador. Fue en un chat del periódico El mundo
y se produjo el 24 de Octubre de
2004. De esta forma respondía a un internauta que le preguntaba sobre lo de Badajoz.
Hoy día nadie coincide en que hubo una matanza allí como la dicha por la propaganda. Sabemos que no la hubo por el testimonio presencial de Neves, periodista portugués, que constató que en aquellos días la plaza sólo conservaba restos de un bombardeo sobre los camiones y material que los izquierdistas guardaban allí. Recientemente, al derribar la vieja plaza, se hizo la preceptiva excavación arqueológica, que lo ha confirmado fehacientemente: Se han encontrado restos de bombas de aviación y de cañón, y UN SOLO CASQUILLO DE BALA DE FUSIL . De ser cierta la matanza habría gran número de casquillos de ese tipo, o de ametralladora.
Sin comentarios.
21 de Enero de 2012