EL CRIMEN DE FUENTE DE CANTOS

En la temprana fecha de 19 de julio de 1936 una masa enfervorecida prendió fuego a la iglesia de Fuente de Cantos pereciendo en ese crimen sin sentido 12 personas:

• Francisco Álvarez Rojas, jornalero del Partido Radical
• Francisco Bermejo Rubio, fascista (jefe de milicias de FE.)
• Fernando Carrascal Salamanca, fascista (militante de FE.)
• Antonio Díaz Lancharro, comerciante
• Juan Esteban Pagador, propietario militante de Acción Popular
• Andrés García Gómez, Viajante militante del Partido Radical
• Luis Ibarra Pérez, labrador militante del Partido Radical
• Manuel Iglesias González, jornalero militante del Partido Radical
• Manuel Macía Tomas, propietario militante Partido Radical
• José María Manzano Marín, comercio militante Partido Radical
• Fernando Pagador Rosario, jornalero militante de Acción Popular
• Manuel Sánchez Boza, empleado fascista (militante de FE.)

Este crimen no tiene justificación como cualquier crimen. Ni la Matanza de Badajoz ni la de Paracuellos, pero analicemos los hechos. En más de una población se habían habilitado edificios religiosos como prisiones eventuales. Se detenían a personas muy significadas con la derecha para que no se pudieran adherir al Golpe de Estado. Una vez resuelto el Golpe de Estado favorablemente para la República esta gente hubiera sido puesta en libertad. En ciertos documentos podemos leer:

(...) El Gobernador me ha dicho que detenga pues a tenor de las leyes constitucionales me convierto en la única autoridad ejecutoria local, a todos los que, a mi criterio por ser de significación de derechas puedan atentar contra el poder establecido, rogándome eso sí, que se les trate a todos con la corrección que nuestras leyes dicen en estos casos de insurgencia

El problema fue que llegaban noticias que el golpe estaba triunfando a favor de los rebeldes y muchos decidieron tomarse la justicia por su mano. Entre ellos había militantes de base de partidos izquierdistas y algún que otro dirigente. En la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Granada de Fuente de Cantos encerraron a 58 personas. No voy a entrar en detalles de como sucedieron los hechos, hay para todos los gustos: desde la causa general, hasta de testigos de época. Lo ciertos es que no hay excusa ninguna. Ahora bien, ¿podemos culpar al Gobierno? al Gobierno de la nación desde luego no. ¿Al Ayuntamiento quizás?, a mi juicio tampoco. Es obvio el odio de clases que había en esos años. Mucha gente le hecha la culpa del odio existente a los dirigentes de izquierdas. Es cierto que la retorica de algunos izquierdistas no ayudaba mucho. Pero es más cierto que la gran masa campesina pasaba muchas necesidades por culpa no precisamente de la izquierda. En Extremadura miles de familias dependían del campo, y los caciques tenían la llave del hambre, llave que en mucha ocasiones permanecía en el fondo del cajón. La justicia popular es peligrosa. Imagínense si un pederasta fuera encarcelado y lo soltaran en mitad del patio. Eso es lo que ocurría en más de una ocasión. Como he dicho anteriormente había dirigentes que estaban inmersos en esa vorágine criminal, lo que diferencia a ambas represiones es que desde las más altas esferas republicanas se reprochaban esos crímenes, y desde la cúpula franquista eso terror cumplía un fin. Uno de los últimos hispanistas en su penúltimo trabajo nos cuenta que el Terror Rojo en la retaguardia madrileña no era provocado por unos incontrolados(qué descubrimiento). Y nos habla del asesino Agapito García Atadell, de las Checas etc, etc. No duda en tirar mano de la socorrida Causa General. Muchas cosas que el presenta como novedad historiográfica la sabemos por Ian Gibson. Claro que Carrillo sabría "algo". ¡Por Dios! más de 2.000 asesinatos no podrían pasar desapercibidos. Pero ese Terror Rojo no sólo ocurrió en un Madrid acosado por la Quinta Columna, los famosos pacos y la aviación nazi-fascista. El terror rojo se dio en más sitios y no todo ocurrió como en el Madrid de Paracuellos.

Fuente de Cantos es un claro ejemplo. Como hemos visto el la Iglesia de Fuente de Cantos fueron encerrados 58 derechistas y unos malnacidos prendieron fuego a la iglesia y la tirotearon, 12 personas perdieron la vida: 2 por disparo, 1 por congestión pulmonar y 9 carbonizados. Sabemos lo de la congestión pulmonar porque se realizaron autopsias. el encargado de dichas autopsias fue el doctor Don Féliz Capote Gómez auxiliado por dos doctores más. El resto de los encarcelados 46 salvaron la vida. Aquí viene la pregunta.¿Porqué no acabaron con la vida de esos 46? Algunos dirán que gracias a un milagro. Eso es lo que se dice cuando se carecen de argumentos. Los que no murieron fue gracias a que consiguieron refugiarse en la azotea escapando así del fuego y de los disparos de los escopeteros. Varias horas estuvieron allí guarecidos hasta que las autoridades lograron apaciguar las masas. Para convencerlos de que su vida ya no corría peligro mandaron como mediador al sacristán José Perera Salguero. Los que lograron sobrevivir fueron trasladados al Ayuntamiento y los médicos atendieron in situ a los heridos. Los heridos e intoxicados por el humo del incendio son trasladados a casa. Toda la noche del 19 permanecieron detenidos en el Ayuntamiento. Y la día siguiente 19 de ellos son trasladados a la cárcel.

Hasta el día 5 que la Columna de la Muerte toma Fuente de Cantos se sigue deteniendo a derechistas, alguno de ellos reciben amenazas pero no se asesina a nadie más. ¿No tuvieron tiempo? Tiempo tuvieron y de sobra.

La verdadera matanza empieza cuando cuando el 5 de agosto los fascistas se hacen cargo de la situación e inician la caza de brujas. 336 asesinatoshasta el final de la Guerra Civil. Como vemos la represión que ejercía el bando fascista al tomar una plaza no guardaba relación en la inmensa mayoría de los casos. Aún así todavía hay quien defiende a los "Santos Cruzados.