Por ahí he escuchado decir a algún "facha" que en TeleMadrid los sindicalistas piqueteros están dificultando a los trabajadores acudir normalmente a su trabajo:
"Dicen que la huelga es un derecho pero si otros trabajadores quieren ejercer su derecho a trabajar, se le amenaza, como está ocurriendo en Telemadrid". No se de donde sacarán semejante información, pero la realidad es bien distinta. En vez de enviar a los antidisturbios a TeleMadrid deberían de mandar a la Brigada Anticorrupción. Casi el 80% de la plantilla irá a la calle, sin embargo los directivos que han practicado una gestión desastrosa seguirán inflando sus cuentas corrientes.
Cuando llegó la "libegal" Esperanza Aguirre a la Comunidad de Madrid y se hizo con el control de TeleMadrid, la cadena pública tenía 23 directivos, estos por arte de dedazo pepero aumentaron el doble, 46 directivos para gestionar una cadena que se paga con dinero público. 46 Directivos que aparte de no hacer nada o hacer poco se llevaban o llevan un sueldo considerable. Veamos como estos "libegales" chupan del dinero público.
- Director General 170.000 €
- Subdirector General 136.000 €
- Director de Informativos 128.000 €
- Director de Antena 126.000 €
- Director de Estudios y Estrategias 123.000 €
- Saenz de Buruaga facturó a TeleMadrid 10.000.000 €
- Sánchez Dragó por Noches Blancas y Dragolandia facturó 3.000.000 €
- La película Sangre de Mayo, de José Luis Garci, encargada expresamente por Aguirre a mayor gloria de la Comunidad, constó 15.000.000€ de euros con cargo a Telemadrid.
Despues hay personajillos de segundo pelo que también se llevan un buen pellizco de la teta pública. Cristina Tárrega se embolsaba 500.000 € por su territorio Comanche. Para un antiguo como yo al hablar en euros parece que hablamos de poca cantidad, cuando los euros los pasamos a la vieja peseta, las cifras causan pavor. Por ejemplo Tárrega se lleva al año por hacer un programa bodrioso 83.193.000 pesetas. Hay otro persona llamada Hermann Tertsch que costaba a la cadena pública 281 euros al minuto, es decir, 562 euros al día, y todo por grabar un espacio diario que dura dos minutos.
Ahora la cadena Madrileña ha quebrado y tienen que externalizarla, eufemismo para llamar a la privatización. Lo público funciona pero si hay chorizos para su gestión difícil lo vemos.
Si que es verdad que se consideran liberales pero no dejan de chupar de la teta pública.
ResponderEliminarSánchez Dragó hace ya mucho tiempo que dejó de vivir de sus libros. Hoy en día la gente se recicla que no veas.
Los escritores venidos a menos como éste, se colocan de polemistas en las televisiones, los cantantes también venidos a menos, colaboran de jurado en los bodrios en forma de concursos musicales, aunque antaño los hubieran demonizado,los periodistas del cuore-como se dice ahora- se curran un libro sobre la princesa Leticia o cosas por el estilo y se encarama a lo más alto de la lista de éxitos y así podía seguir.
En fin, que al paso que vamos no encontraremos los padres ningún argumento para que nuestros hijos saquen una carrera u oficio de provecho, que se decía antes.
Es más rentable convertirte en polemista televisivo o dedicarte a la política.
Yo aquí soy muy claro. Vivíamos mejor con la 1 y con el UHF. Es de cajón, si la televisión atonta, hoy día estamos atontados a la enésima potencia, con bodrios, programas zafios, soeces, chabacanos y vomitivos.
ResponderEliminarA mí me tienen que explicar los liberales (verbigracia, Aguirre o Arturito Mas) qué sentido tiene una televisión autonómica, no hablemos ya de siete u ocho canales como tienen los catalanes, pagados con dinero público pero al servicio de un partido. Un poco de coherencia, por favor.
No sabía que la Srta. Tárrega cobraba esa cantidad por estar una hora recibiendo llamadas de lo mejor de cada casa, cómo se nota que su salario no lo paga un empresario, sino el sufrido contribuyente.
En fin, tengo una amiga que trabaja en Telemadrid y es todo una vergüenza, pero esto es como Bankia, el agujero lo pagamos entre todos y además se despiden a cinco mil personas. Blesa, Rato & Company, en su casa...