LA ILEGALIDAD DE LOS REBELDES Y LAS LICENCIAS DE ARMAS

Este documento presenta Barragán-Lancharro en su blog, para demostrar, que el PSOE era malo malísimo y obraba fuera de la legalidad ya que ellos no tenían potestad para repartir armas:

Se presenta aquí, para quien lo quiera visionar, un documento curioso, pero que iniciada la Guerra Civil fue muy frecuente en la llamada «Zona Republica», «Zona Roja» o «Zona frentepopulista». Procede del Archivo Histórico Nacional. Ya se difundió en este blog una licencia de armas similar otorgada por el Partido Sindicalista. En este caso es una licencia extendida en un oficio del Partido Socialista Obrero Español para uso de armas cortas y largas para un afiliado del partido. Aparte del papel oficial del PSOE tiene estampado un sello que dice «Partido Socialista Obrero Español. Comité Nacional». La responsabilidad del Comité Nacional del PSOE en el uso de este documento es clara. Por otra parte, en un Estado de Derecho, que ya no existía por la acción de los frentepopulistas, un documento como el que aquí se expone, no tendría ningún valor administrativo, ya que el que expide no tiene ninguna competencia. Pero en esa época, y desde hacía meses, ya no existía legalidad alguna en España, y este documento, que no tendría ninguna validez, sí la tuvo, desgraciadamente.

Nos ha "jodio" el zagal, Claro que no existía legalidad alguna Y LOS PRIMEROS EN SALTÁRSELA fueron los  fascistas y las derechas en  general. El Gobierno de la República tuvo que repartir armas entre la población para luchar contra el ejército faccioso. El Gobierno republicano al repartir armas conseguía así su defensa y permitía que la izquierda se defendiese del ataque de las derechas. Recordemos que pasó en las localidades donde triunfó el Golpe de Estado y no hubo muertes de derechistas. En Cáceres, León, Valladolid o el norte de África (por citar algunos ejemplos) se asesinó con la connivencia de las fuerzas vivas y sin ninguna vacilación a militares, políticos, sindicalistas y votantes de izquierdas que no estaban de acuerdo con el Golpe de Estado. Al armar a las izquierdas al menos podrían defender el Gobierno republicano y defenderse personalmente de la furia fascista. Desgraciadamente hubo desalmados que no utilizaron esas armas debidamente, aunque  el Gobierno de la República las repartió para fines más nobles.

Las Armas se repartieron entre sindicatos y partidos políticos y estos a su vez entre sus militantes de ahí que aparezcan estos peculiares permisos de armas. En Castellón el Gobernador Civil redactó un Bando que en  el apartado seis decía:

Respecto a las armas cortas doy un plazo hasta las doce de la noche del día 22 de los corrientes para que todos lo que tengan cualquier clase de licencia oficial o de agrupación política sindical (estos últimos extendidos antes del día primero de abril último), se presenten en el Gobierno Civil para que se les canjee estas licencias por la gratuita que al efecto se le expedirá según instrucciones del ministro de gobernación.
Para adquirir esta clase de licencia, se tendrá que presentar la licencia anterior que se entregará en el gobierno, y el carnet del partido u organización sindical a que pertenezca, el que acreditará que el tenedor del arma está afiliado a tal partido u organización.

O sea, que en un principio cuando el gobierno entregó armas a los partidos políticos con una simple licencia de los mismos era suficiente para hacerse con ellas, pero a partir de 1937 la República con el fin de controlar quién llevaba armas o no expediría nuevos permisos de estas. Presentando la antigua licencia y el carnet del partido al que pertenecía era suficiente para renovar la licencia de armas.

De todas formas del tema que nunca se habla es que los golpistas también formaron grupos paramilitares armados hasta las trancas que llevaban a cabo todo tipo de fechorías, robos asesinatos, violaciones, intimidación y todo ello por orden de los militares facciosos.