Franco y su Iglesia. La iglesia y su Franco: tanto monta, monta tanto

Franco bajo palio

Debe quedar claro que Franco no fue ni el cerebro, ni el artífice del Golpe de Estado del 17 de julio de 1936, existían nombres con más peso y prestigio: caso del general Sanjurjo. La organización del complot contra el Gobierno de la II República cayó en manos del general Emilio Mola Vidal. No fue hasta muy iniciada los preparativos de la rebelión cuando Franco aceptóde forma clara  hacerse cargo de las tropas africanistas con la ayuda del tte. coronel, Juan Yagüe Blanco. Pero hay que dudar de que el caudillo/generalísimo, estuviese con la legalidad republicana hasta el último momento, y que solo la muerte de Calvo Sotelo le indujera a "salvar" la patria.

Franco era uno más dentro de la trama golpista, ni fue tan importante en su planificación, ni tan irrelevante como pretenden sus hagiógrafos. Tal y como cuenta el propio Franco en una entrevista que concedió a un periódico francés el 18 de agosto, se reunió con Mola y Queipo:

Hace varios meses que Mola, Queipo de Llano y yo nos reunimos, con otros jefes comprometidos, para actuar sin contemplaciones. Lo juramos. Nuestra mirada no estaba, exclusivamente, puesta en el Frente Popular .Detrás de las cortinas se tramaba algo más grave. Teníamos pruebas de que se preparaba un golpe comunista para dentro de tres meses… No nos interesaba titubear.Tratamos de anticiparnos a los Jefes de Moscú. (esta entrevista la conocemos mediante Moisés Domínguez Núñez)

 De estas declaraciones podemos deducir que Franco veía con buenos ojos el Golpe de Estado, por eso a Franco le consiguieran un hidroavión (el Dragón Rapid) con la colaboración de Bolín, y de ahí que la muerte accidental del General Amado Balmes no fuera un accidente,sino un asesinato para; primero: dejar todo atado y bien atado en Canarias; y segundo; la escusa perfecta para abandonar su plaza:

Me encontraba en Las Palmas para asistir a los funerales del General (Amado) Balmes cuando me anunciaron, de Melilla, que el asunto tomo cuerpo. Fue un viernes. Di órdenes inmediatas al Jefe de mi Estado Mayor para que ejecutase el “Plan Z” que encontraría en mi maleta

Franco andaba con pies de plomo y con la máxima cautela. No estaba dispuesto a tirar por la borda su brillante carrera. Los hagiógrafos de Franco han llegado a decir que Franco fue el general más joven después de Napoleón. En efecto, Franco fue un general querido por la derecha y con cierto prestigio, sobre todo después de la revolución de Asturias. Pero hubo generales más jóvenes que él en Europa

Restauración de la bandera roja yt amarilla en Sevilla

Como hemos visto, Franco (según contó él), había mantenido contactos con Mola y Queipo para liquidar al Gobierno de la II República. Mola, en un principio y, según podemos saber gracias a sus instrucciones reservadas, pretendía instaurar una dictadura republicana, causa esta de los primeros vivas a la República de Yagüe y demás militares anti-republicanos. Esos vivas a la República y la tricolor desaparecieron del bando faccioso cuando Franco ya se vislumbraba como el jefe de la "cruzada". A mediados de agosto hubo una ceremonia en Sevilla, donde vimos a Franco y a Queipo izando la bandera española tradicional. A raíz de esta ceremonia se acababa con la II República y comenzaba la dictadura franquista. Las imágenes fueron captadas por René Brut. Se había pasado de la posible dictadura republicana a la dictadura fascista y militar.

Los pilares de la monarquía, tradicionalmente, habían sido el ejército y la Iglesia: Iglesia que siempre estuvo con las oligarquías -lo mismo que el ejército-. Por eso el anticlericalismo obrero estaba muy arraigado en España.

El anticlericalismo incendiario surgía de las capas más pobres del proletariado, que veían personificada en la Iglesia todos los males que sufrían los súbditos oprimidos por el caciquismo y el servilismo estatal. Ese anticlericalismo era ya vieja moneda.

Franco era un militar tradicional africanista. Mediocre es sus estudios; necesitó de las guerras del Rif para trepar  vía express en el escalafón. Podremos creer que Franco fue un agudo militar, pero la realidad es que las guerra africanistas eran muy desiguales y se empleaban prácticas muy antiguas y sangrientas. Esas prácticas las vimos llevar a cabo en la represión de la revolución de octubre, y en el genocidio practicado por la columna de la muerte al mando de Yagüe. Franco como tantos africanistas ascendieron por méritos de guerra, pero no olvidemos que esas guerra, fueros  guerras contra tribus africanas.

El Golpe del 17 de julio propició una revolución (en contra del Gobierno de la República), y esta revolución se realizó contra la reacción: Ejército (sospechoso de connivencia con la reacción), Iglesia, caciques..., en general contra la derecha retrógrada.

La Iglesia fue un colectivo más que sufrió los "rigores" de la revolución. Las bajas que sufrieron los religiosos son lamentables, pero más bajas sufrieron otros colectivos. de 49.000 asesinatos producidos por la revolución, 8.000 eran religiosos. Muchos, sin duda, pero no menos  sufrieron los laicos de derechas.

Desgraciadamente la Iglesia sigue tergiversando los motivos de los asesinatos que sufrieron sus miembros: "mártires por su fe". Tan mártir fue Ramiro de Ledesma Ramos, como Diego Ventaja Milán (obispo de Almería), y tan mártires fueron los maestros y maestras de la República como los alcaldes y concejales del Frente Popular asesinados por los "libertadores".

La Iglesia como parte importante de la derecha era partidaria de los golpistas antes ya del asesinato indiscriminado de religiosos. Esos asesinatos sirvieron, y de qué manera, para justificar la  actitud de la Iglesia ante la rebelión militar.

Existieron religiosos para todos los gustos: trabucaires, como Juan Galán Bermejo. herido varias veces en el frente, y eruditos como Aniceto Castro Albarrán, canónigo magistral de Salamanca. Unos con la pistola y otros con la pluma, caso de Castro Albarrán, realizaron una labor impagable. Unos con el asesinato y otros con la blasfemia legitimaron el golpe, la guerra como "cruzada", y la posterior dictadura.

Castro Albarrán escribió varias obras que legitimaban la "cruzada" de forma blasfema. No en vano escribió:

¿Qué hará la Iglesia con y España Franco? La Iglesia agradecida pone un beso maternal en la frente de España. Y un beso en la frenter de Franco. ¡GUERRA SANTA! ¡La más santa de todas las guerras! Dios se ha hecho generalísimo nuestro.

Las dotes literarias antirepublicanas de Aniceto Castro Albarrán, comienzan tan solo dosaños después de iniciada la II República, con su, Derecho al alzamiento, escrito en 1933 y publicado en 1934. De esta obra hubieron varias ediciones, una de ellas se editó en la posguerra.

Franco utilizó a la Iglesia y la Iglesia utilizó a Franco. Y así, juntos y revueltos, todos contentos.

Nota.
La entrevista completa a Franco la podéis leer en el blog Historia en Libertad, y que no otra cosa que mera publicidad del bando rebelde. Se desconoce el periodista que la realizó, solo dicen que es un reportero francés y fue publicada en un diario brasileño descaradamente pro-rebelde.

A pesar de esta obviedad, el investigador que la ha hecho pública ha comentado:

A ese corresponsal galo concedió Franco en un intervalo de su febril actividad organizadora un esbozo de su programa revolucionario. Una entrevista más que pone nuevamente en evidencia al periodista Jay Allen, del que ya hemos dado sobrados testimonios (Enlace 1;Enlace 2).

 Es una interviú interesantísima pues es el propio general Franco, sin intermediarios, quien nos presenta como se inició la “rebelión”; los objetivos reales de su lucha contra el comunismo; sus contactos de meses atrás con los generales Mola y Queipo de Llano y su real opinión sobre el monarca Borbón: «No nos desembarazamos de Alfonso XIII para aceptar la dictadura del “camarada” Stalín».

Esta entrevista, lo que tiene verdaderamente de interesante, es comprobar el alto contenido publicista y justificatorio del Golpe de Estado por parte, en este caso, de Franco..