Exgay vuelve al redil. La homosexualidad no se cura.

John J. Smid, con su compañero Larry McQueen

Los católicos, especialmente los más ultras, siguen empecinados en que la homosexualidad se puede curar. Para ello cuentan con obispos y demás religiosos (obras "literarias", asociaciones, psicólogos, , arrepentidos que milagrosamente cambian su actitud sexual, webs, etc, etc), que ejercen un feroz proselitismo.

En Religión en Libertad se hacían eco de uno de esos milagros: "Alberto Pérez es un joven de 20 años, canario, cristiano, que tiene la valentía de dar la cara y contar al mundo el sufrimiento que pasó al descubrir que tenía sentimientos homosexuales con 14 años, y el camino que siguió para sanar emociones heridas que le han devuelto una paz y una alegría inmensa para vivir. (...). La primera vez que investigué sobre lo que estaba sintiendo, me encontré con el libro de Richard Cohen Comprender y sanar la homosexualidad (muy recomendable). Ese libro fue muy clarificador para mí. Al leerlo fue inevitable que se me saltaran las lágrimas (...)". Se obró el milagro gracias a un libelo que un ex (supuesto) homosexual escribió para la ocasión. Un libro promocionado por el sector más intransigente del catolicismo. Richard Cohen, el autor del libro, logró abandonar el mundo gay, se casó y tuvo hijos. Todo un maravilloso ejemplo.

En realidad la homosexualidad no se cura, ni hay tratamiento cientificamente testado. Lo que sí se puede hacer es frenar los impulsos sexuales, lo mismo que hacen los curas cuando abrazan el celibato, bueno, los que en realidad sean castos. También se podrán dar casos de que después de estas terapias el supuesto "curado" se case y pueda mantener relaciones sexuales con el sexo opuesto, sencillamente, a eso le llamamos bisexualidad. Nada extraordinario ni nuevo.

No en vano Exodus, una organización cristiana de EEUU que decía curar la homosexualidad, decidió cerrar sus puertas. El propio presidente, Exodus International, Alan Chambers, reconoció que sus teorías y métodos eran una patraña y pidió disculpas por el daño y el dolor que habían ocasionado sus terapias.

En un blog alojado en la web de Público nos topamos con otro vergonzoso ejemplo de manipulación cristiana que decía curar gays:

No logró curarse. John Smid, quien durante casi dos décadas lideró la congregación cristiana ‘Love in action’, dedicado a “curar homosexuales” de su enfermedad, acaba de casarse con su pareja, tal para cual, como puede apreciarse en la foto. “A mi edad no tengo tanto tiempo por delante, así que no puedo vivir con esta mentira por el resto de mi vida”, explicó para justificar su repentina conversión. Leer más.

Como para ciertas personas la web de Público no es nada fiable, acudimos a otras fuentes, y en efecto, la noticia es cierta: Ver aquí el enlace.

En Ecuador durante el año 2011 cerraron treinta centros que pretendían curar la homosexualidad.