¡Caramba con el alcalde de Cádiz!

No hace mucho un querido amigo me comentaba que: "Está claro que todos desearíamos una sociedad plenamente culturizada y bien informada, pero claro, la realidad es la que es. Pretender que ese hecho se produzca es tan utópico como pretender que el nuevo alcalde de Cádiz bese un crucifijo. Pues no sé yo, no sé yo. Esta gente a las que algunos ponían de extremistas izquierdosos que iban a acabar con la democracia occidental tal y como la conocemos a veces nos dan ciertas sorpresas.

Hay quienes pensamos que en un país aconfesional la separación Iglesia Estado debe de ser total, esto incluye que los organismos del Estado y sus representantes no deben acudir a actos religiosos . Esto implicaría que alcaldes, senadores, policías, militares, etc. no deberían de salir en procesión por Semana Santa a título oficial, y si lo hacen, debiera de ser tan solo en plan privado. Por lo tanto, alcaldes, militares o policías no deberían de desfilar con los uniformes oficiales. En caso del alcalde la situación sería distinta, ya que es difícil separar su figura privada de la pública. Lo mismo pasaría con ciertas misas tradicionales. Ningún miembro o funcionario del Estado debiera acudir a título oficial.

La sorpresa ha venido del nuevo alcalde de Cádiz, el malvado "podemita", José María González Santos (Kichi). Kichi recibía ayer la medalla de hermano del Nazareno, cumpliendo así con una ancestral tradición. El nuevo alcalde dijo cumplir con la tradición alegando tener  "firme voluntad de ser alcalde de todos los gaditanos". Ya que, según manifestó, "el Nazareno es Cádiz, simboliza Cádiz, representa a Cádiz. Es uno de los grandes representantes de la cultura gaditana y, en ese sentido, yo creo que el alcalde de Cádiz debe cumplir con esta tradición".

Sobre la separación Iglesia Estado alegó que él siente "un profundo respeto por las religiones". Añadiendo a continuación que él defiende la separación de la Iglesia y el Estado, "pero ese es un debate que tendremos que tener en un momento con calma, con sosiego, con diálogo; intentando encontrarnos los unos y los otros en ese diálogo y tomando una postura que sea del agrado de todo el mundo. De momento, me toca cumplir con la responsabilidad, por supuesto".

Buenas intenciones de los peligrosos extremistas, pero ese diálogo sereno por el que apuesta el nuevo alcalde de Cádiz, a mi juicio no se va a producir. Me gustaría equivocarme, pero viendo que la Iglesia sigue permitiendo misas franquistas y que mantiene espacios ruinosos como 13 TV, mucho me temo que jamás habrá consenso. ¡Coño, si nos contaron que Podemos quería robarnos la Semana Santa!