Fotograma de la película Dragón Rapide |
En Canarias desde hace muchos años se sospecha que el General Amado Balmes fue asesinado por ordenes de Franco, uno de los últimos libros de Viñas así lo ha tratado de demostrar. Es muy difícil demostrar, sobre todo con documentos, un asesinato que data de los orígenes del Golpe de Estado del 36. De todas formas, Viñas da suficientes pistas que nos conducen a pensar que Balmes no murió por un desgraciado accidente.
Los historiadores más honrados y eficientes pueden equivocarse y, Moisés Domínguez Núñez, en una reciente investigación que ha publicado,“En busca del general Balmes”, cree demostrarlo. Don Domínguez, el cual, la humildad no es su principal virtud opina que "la Agit-prog y la kitsch han tapado la verdad hasta la publicación de mi libro”. El silencio que mantienen historiadores de primera fila, como Ángel Viñas, hacen que Don Domínguez se sienta invencible:
“El profesor Viñas y otros de su cuerda solo rebaten cuando se saben vencedores. En este caso han optado por la táctica del silencio, propia en quien se cree en posesión de la verdad absoluta y queda al descubierto. La modestia en reconocer errores propios no va con estos “prestigiosos “. Si hubieran hecho bien su trabajo hubieran descubierto esos documentos que rebaten sus queridas teorías conspiratorias. Un buen maestro me enseño que la falsedad y medias verdades solo se rebaten con documentos y más documentos .Eso es lo que he hecho yo en mi libro: En Busca del General Balmes .Por eso, no espero ninguna contestación de estos historiadores de combate. ¿Que van a rebatir?”.Esos documentos que aporta don Domíguez son sobre todo dos: una copia de la autopsia fechada presumiblemente en 1937, y el testimonio del soldado Manuel Escudero, testigo de la muerte de Balmes.
Si el General fue asesinado y estábamos a 24 horas de un golpe militar, el pobre soldado aterrorizado hubiese firmado cualquier cosa. En la autopsia participaron dos civiles y dos militares. Uno de los militares fue el capitán médico don Fernando López Tomasety, director del hospital militar y jefe accidental de servicios. El médico militar era otorrino. En 1960, en plena dictadura franquista, Fernando López Tomasety había ascendido notablemente de categoría, era Coronel y director del hospital militar de Barcelona. No está nada mal.
De todas formas la autopsia lo que confirmaba es que Balmes había recibido un tiro a quemarropa, que si bien pudo ser un tiro accidental sin necesidad de terceros, también algún conocido pudo intimar con balmes y aprovechando que estaban en un campo de tiro acercarse al General y pegarle un tiro a muy corta distancia, aprovechando que Balmes lo conocía, y por tanto no tenía que desconfiar, en un principio, del supuesto asesino. La documentación, sobre todo a la que se refiere, a los prolegómenos de lo que se avecinaba en el 36, a veces no es lo que parece.
Viñas no debe rebatir nada de nada con investigadores, que no historiadores profesionales, de 3ª fila. Sobre todo porque es una pérdida de tiempo brutal. Si no entienden que deben ser críticos con la documentación que les facilitan, como explicarles nada más.
Moisés Domínguez, en 2010 escribió un libro junto a otros dos autores sobre la gran matanza de Badajoz. Recientemente ha declarado que ..."ese libro causó pavor en las huestes de la memoria histórica pues echó por tierra todas las fantasías que se habían construido al rededor de la supuesta matanza en la Plaza de Toros de Badajoz. A partir de su publicación ningún historiador de trinchera ha vuelto a escribir sobre aquel suceso. Tal es el miedo que tienen a meter la pata sobre unos sucesos que nosotros dejamos meridianamente claros. En Badajoz no hubo una matanza indiscriminada de miles de milicianos. La prensa pro-frente popular con el ínclito periodista Jay Allen a la cabeza convirtió a 500 o 600 milicianos muertos en el ataque y posterior represión en varios miles de muertos...". Ese libro lo que causó fue la indiferencia de la historiografía seria que no podía entrar a debatir tremendo horror. En este blog de "trinchera", hemos escrito algo sobre ese errado y fallido libro. Es un monumental galimatías de principio a fin. Ni siquiera se ponen de acuerdo en el número de víctimas que hubieron esos días en Badajoz.
Francisco Espinosa Maestre, hasta la fecha, es el único historiador que ha escrito algo sobre esa farsa de libro, que no tiene, siquiera, categoría para considerarse historiografía de "trinchera".
La Matanza de Badajoz ante los muros de propaganda", es el título del libro del que estamos hablando. Libro que según Espinosa bien podría tener este otro subtítulo: "Los sucesos de Badajoz según la prensa (especialmente portuguesa). En efecto, el libro descubre la entrada de numerosos periodistas de varias nacionalidades, pero se basa, sobre todo, en la prensa portuguesa para desmentir la matanza de Badajoz. Escribe Espinosa:
Las noticias elegidas [las crónicas portuguesas] pasan al libro sin filtro alguno, especialmente si son favorables a los sublevados. Así por ejemplo, se destaca la noticia de O Século de 21 de julio encabezada por el titular "En Badajoz reina el terror, según un oficial español entrado en nuestro país" sin añadir nada más. ¿A caso no captan los autores que se trata de mera propaganda? (...) Este uso abusivo de la prensa progolpista, con noticias plagadas de mentiras y exageraciones, es continuo en el libro y si algún interés tiene sería el de promocionar materiales para hacer un trabajo sobre el apoyo de la prensa portuguesa al fascismo y no sobre lo ocurrido en Badajoz.Con estos antecedentes interesados, Moisés Domínguez ha publicado una obra que pretender desmontar a Ángel Viñas, y para eso no duda en ofrecer unos documentos que tienen que ser revisados con lupa.
Viñas, honrado donde los haya, me dijo vía FaceBook sobre el caso Balmes: "Me reservo todo comentario. Veremos quién ríe el último (...) Por fortuna, yo no me dejo imponer desde fuera mi programa de investigación. Por el momento lo único que me preocupa es la continuación de LA OTRA CARA DEL CAUDILLO. No estoy nada preocupado.
Tendrán que esperar todos los listillos y aficionadetes que se creen grandes historiadores a que desmonten tanta grosería histórica partidista e interesada. La historiográfía tiene sus tiempos y el silencio no significa, en algunos casos, ni miedo ni desidia. Tan solo unas cuantas líneas le han hecho falta a Francisco Espinosa para descubrir la farsa de la Matanza de Badajoz ante...
"Si los investigadores o el mundo académico de barrigas agradecidas hubieran acudido a las fuentes primarias hubieran descubierto cuales eran los verdaderos motivos que llevaron a Franco a sublevarse" (Don Domínguez, para La Gaceta). Todos sabemos los motivos Franco. Lo dijo muy claro, el caso es que queramos creernoslo. En fin, los hagiógrafos del franquismo los ha habido y por las referencias que tenemos los seguirá habiendo. El peligro no viene de gente como Dóminguez, que parece recién salido de la escuela de Pío Moa, el Peligro viene de autores, que gracias a su titulación y a su supuesto rigor científico y académico, dejan el camino allanado para hacer pasar a Franco por lo que no fue.
Tenía entendido que O Século era un periodico repúblicano portugués de izquierda, logicamente con problemas con la censura salazarista.
ResponderEliminarEste trabajo de investigación de Domínguez, En busca del general Balmes, ¿Es un nuevo libro?
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