Soy el mismo demonio, me he vuelto independentista. Franco me fusilaría.

Sí, cada vez lo tengo más claro: en el país vasco y en los  països catalans, hay que permitir un referéndum para que sus ciudadanos decidan libremente si quieren seguir formando parte de esta pantomima de país en la que se ha convertido España.

Los nacionalismos mal entendidos, y llevados al extremo son peligrosos mientras exista gente capaz de matar para conseguir un fin nacional; solo hay que recordar a  Franco y su generalato apoyado por la derecha, a ETA o a Terra Lliure. Sí un día el nacionalismo (catalán o vasco) nació de las oligarquías financieras, y se transmitió a las capas obreras, hoy esto no es así, ya que las élites financieras deben ser las más interesadas en permanece unidos a esta España de pandereta, ya que la senda neoliberal no merma para nada sus ganancias. Al contrario. Son las capas más azotadas por las crisis las que deben de estar reclamando no pertenecer a un país de las características españolas. Aunque sería justo reconocer que dejar de ser español no es garantía de nada.

¿Porque quiero la independencia de catalanes y vascos? Se dice con frecuencia que si Cataluña o Euskadi nos abandonan eso sería malo económicamente para el resto de regiones pobres. ¿No somos todos los españoles iguales? Por lo visto no, ¿quién es el responsable entonces de que en España existan regiones pobre y otras ricas? El mismo Estado, el propio sistema, o lo que es lo mismo: el Régimen del 78.

Ya  no debiera de valer esa escusa de que perderíamos económicante con la salida de Cataluña de España, ni que Cataluña es rica gracias a España. Los catalanes y vascos están como están, sencillamente porque no fueron gilipollas como hemos sido en el resto de España. Después de cuarenta años de autonomías descentralizadoras los extremeños y nuestros hermanos andaluces seguimos siendo de la regiones más pobres de este país. Y a esto no hay derecho, ya no valen las escusas. A lo mejor si los catalanes deciden marcharse con viento fresco, no le quede más remedio al Régimen del 78 que revisar sus políticas económicas.

¿Se rompe España? No, no se rompe nada, ni pasaría nada trágico. Esa tragedia está en el imaginario del nacionalismo españolista, un nacionalismo de donde está bebiendo en los últimos años el PSOE de Susana Díaz y demás acólitos. Un PSOE oligárquico y autoritario. Un PSOE que si desaparece no vamos a soltar ni la más leve lágrima.

Menos mal que el PSOE iba a estar en la oposición más feroz al PP: