Franco se murió pero su estela sigue iluminando en torno al problema catalán

En 1934 durante la Revolución de Asturias,  LLuís Companys encontró la solución perfecta para el secesionismo catalán. No fue la independencia de Cataluña del Estado español tal y como insinúan los actuales separatistas y también los unionistas, ambos dignos del más rancio nacionalismo: unos catalanistas y otros españolistas.

A las ocho y diez minutos de la tarde del 6 de octubre de 1934, Lluís Companys apareció en el balcón de la Generalidad acompañado de sus consejeros y proclamó "l'Estat Català de la República Federal Espanyola":

¡Catalanes! Las fuerzas monárquicas y fascistas que de un tiempo a esta parte pretenden traicionar a la República, han logrado su objetivo y han asaltado el Poder. Los partidos y los hombres que han hecho públicas manifestaciones contra las menguadas libertades de nuestra tierra, y los núcleos políticos que predican constantemente el odio y la guerra a Cataluña constituyen hoy el soporte de las actuales instituciones. (...)

 Cataluña enarbola su bandera, llama a todos al cumplimiento del deber y a la obediencia absoluta al Gobierno de la Generalidad, que desde este momento rompe toda relación con las instituciones falseadas.

En esta hora solemne, en nombre del pueblo y del Parlamento, el Gobierno que presido asume todas las facultades del Poder en Cataluña, proclama el Estado Catalán de la República Federal Española, y al establecer y fortificar la relación con los dirigentes de la protesta general contra el fascismo, les invita a establecer en Cataluña el gobierno provisional de la República, que hallará en nuestro pueblo catalán el más generoso impulso de fraternidad en el común anhelo de edificar una República Federal libre y magnífica.

LLuis Companys proponía una república federal; que, por otra parte, no existía, y dentro de esa república federal se añadía el Estado Catalán de la República Federal Española. (una suerte de Estados Unidos a la española). Gracias a las fuerzas conservadoras y reaccionarias de antaño y ogaño una república federal es algo ni siquiera contemplable; los muy pazguatos alegan que el Estado de las autonomías es eso mismo. En fin, la ignorancia no conoce límites. o como decía mi amigo: "la ignorancia es la madre del atrevimiento".

El artículo 2 de la Constitución española es un guiño al Ejército y al franquismo sociológico (de ese franquismo provenía el Rey Juan Carlos I):

La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.

No es de extrañar este texto si comprendemos que la Constitución española fue redactada sin haber roto con el franquismo ni haber depurado a la élite militar y represiva que seguía siendo la misma que dominaba durante el franquismo. Además, dentro de los constituyentes  se encontraban conservadores (muy conservadores como Gabriel Cisneros que provenía de FET y de las JONS, pasó por la UCD y acabó en el PP) o netamente franquistas como Fraga Iribarne.

Qué una Constitución nazca de un supuesto consenso, no quiere decir que las actuales fuerzas políticas se tengan que regir por la circunstancias consensuales de hace 40 años. Hoy no es ayer, es más, nunca será ayer, por lo tanto, iniciar procesos constituyentes y/o reformistas después de tantos años no es otra cosa que regeneración democrática y adaptarse a los nuevos tiempos.

Todo esto no entra en el cerebro del conservadurismo patrio representando por las dos patas del mismo banco (PSOE y PP). También es justo reconocer que entre tanto socialista derechizado de vez en cuando aparecen voces coherentes como la de la Presidenta socialista de Baleares:

La presidenta de Baleares, la socialista Francina Armengol, ha criticado las actuaciones policiales llevadas a cabo este miércoles que se han saldado con varios detenidos y registros en la Generalitat. "Las actuaciones de hoy sobrepasan una línea roja. "El camino no son los medios policiales ni judiciales, sino diálogo y vía política", ha afirmado en declaraciones a los periodistas. Eldiario.es...

Julián Casanova, todo un referente en la historiografía española lo tiene claro:

 ...Tarde o pronto vamos a ver un proceso de independencia en Cataluña. Estoy convencido. No soy optimista en la forma en que vamos a gestionar todo esto. No soy optimista en la forma en que lo va a gestionar el Estado, en la forma en que lo va a gestionar el Gobierno. Creo que en la parte independentismo faltan en estos momentos voces que razonen y argumenten, que sean capaces de reconducir la negociación, no solo de incitar a la gente y estimular la calle. Así que desde ese punto de vista no soy optimista, pero creo que el proceso de independencia de Cataluña es imparable. No sé si lo voy a ver, pero el proceso es imparable. Con lo cual, al final, cuando se haga balance, alguien tendrá que explicarles por qué aquel proceso que no era imparable acabó siendo imparable.

Para los más radicales, en este proceso de locura independentista y cerrazón españolista, los dirigentes de Podemos son los culpables de este desaguisado, y son los separatistas los que no quieren el diálogo: como si en todo este tiempo los nacionalistas españoles hubiesen querido abortar el problema catalán mediante el diálogo. Podemos pedía una de Asamblea parlamentaria en defensa de la libertad de expresión, la fraternidad y la convivencia promovida por Pablo Iglesias y Xavier Domènech, para promover una solución pactada, y una consulta con garantías a la crisis de Catalunya. No se contaba con los conservadores españolistas (PP y Cs) porque con estos dos partidos el diálogo está perdido, pero Podemos si reclamaba la presencia de los españolistas del PSOE, tal vez creyendo que dentro de esa formación quede algún rescoldo de inteligencia democrática. Mucho me temo que el PSOE se acercará más a PP y C's que a la coherencia democrática que proponen en Podemos.

El profesor constitucionalista  Javier Pérez Royo, también lo tiene claro:

...No quiero terminar sin hacer la advertencia al Jefe del Estado de que es la propia Monarquía parlamentaria como forma política del Estado español la que se está poniendo en cuestión con la estrategia que se está intentando imponer respecto de la integración de Catalunya en el Estado. La Monarquía parlamentaria figura en el artículo 1.3 de la Constitución, que viene detrás del principio de legitimación democrática del Estado que figura en el artículo 1.2. “La soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan los poderes del Estado”, dice el artículo 1.2 de la Constitución. A continuación en el 1.3 se dice: “La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria”. Sin 1.2 no hay 1.3. Si quiebra el principio de legitimación democrática, como quebrará inexorablemente si se sigue por el camino que vamos, la quiebra de la Monarquía vendrá a continuación