Si yo fuese un dictador la Iglesia desaparecería

El fascismo de Mussolini tuvo un componente no creyente porque él provenía de una educación socialista. Del partido socialista italiano lo expulsaron tras converger hacia un extremismo nacionalista y belicista. El fascismo Alemán (nacionalsocialismo o nazismo) además de no tener religión conocida era sumamente racista; y el fascismo español (nacionalcatolicismo) se diferenció de los otros dos totalitarismos por su componente religioso altamente intregrista. Aunque el fin era el mismo: el total control de la población, los componentes de los tres fascismos europeos tenían pecularidades distintas debido al pensamiento de los autores que le dieron forma y que acabaron imponiendo en sus respectivos países: Mussolini, Hitler y Franco. 

Tan solo en España hizo falta una Guerra Civil de tres largos años para crear un Estado fascista y nacionalcatólico. De los tres fascismos, el más letal fue el de Hitler seguido del Régimen de Francisco Franco. Es precisamente el componente católico con el que algunos historiadores, sociólogos y politólogos, nos quieren convencer de que Franco no fue fascista -ni él ni su Régimen-, ya que nadie quiere asociar las sotanas al fascismo, más no podemos sustraer de la historia como altos cargos del Vaticano ayudaron a huir a los genocidas nazis.

Importantes criminales de guerra nazis se escondieron o huyeron de Europa cuando el final de la guerra comenzaba a ser una realidad, ayudados, en muchos casos, por el Vaticano, el Gobierno de Franco, el de Perón o el estadounidense. Eric Frattini sigue la pista a una docena de ellos en La huida de las ratas (Temas de Hoy). El escritor y periodista rastrea la huida de doce nazis, uno por capítulo: Adolf Eichmann, el arquitecto del Holocausto, Josef Mengele, el Ángel de la muerte de Auschwitz, Klaus Barbie, el carnicero de Lyon o Gustav Wagner, la bestia de Sobibor. Los ha elegido por la importancia de los personajes dentro de la jerarquía nazi; por ser historias que siguió personalmente cuando trabajaba de corresponsal en Jerusalén; o por la singularidad del caso, como ocurre con Hermine Braunsteiner, la única mujer del libro, conocida como la yegua de Majdanek, "que se divertía matando niños pateándoles la cabeza y que huyó casándose con un soldado americano".

La vía más elegida por los nazis fue el conocido como Pasillo Vaticano, un entramado articulado desde la Santa Sede por el que los criminales de guerra pasaban por distintas instituciones religiosas de Milán o Roma para, posteriormente, dar el salto a Génova y desde allí embarcarse hacia Sudamérica u Oriente medio. Las otras dos opciones de huida eran la Ruta de la Araña, que pasaba por España, y la Ruta Libertad, hacia Estados Unidos a través de Canadá. LD...

Se puede ser fascista y cura. Llevar sotana y alzacuellos no te redime de las cadenas terrenales, es decir, un religioso no es otra cosa que un vulgar civil con sus fobias y sus prejucicos., de ahí las lamentables declaraciones de clérigos como Reig Pla que parece estar obsesionado con la homosexualidad.

Si yo fuese dictador acababa con los jerarcas religiosos -todas las religiones tienen estos molestos seres- que viven de la sopa boba, y que muchos justifican por la "excelente" labor social que llevan a cabo en Cáritas, en Cáritas y en 13TV.

No prohibiría ninguna religión. Ninguna. Pero sí prohibiría esa jerarquización totalitaria y antidemocrática que lleva a todas las religiones a ser esclavas de la ideología de sus jerarcas totalizantes. El que quierar rendirle tributos a su dios, que lo haga, pero para eso no se necesitan tantos papanatas y psicópatas rodeados de lujos y riquezas que jamás han pegado un palo al agua.

Los templos: -iglesias, catedráles, etc- y demás locales que no pudieran ser mantenidos por los fieles pasarían a ser de utilidad pública y usados con fines sociales: asociaciones culturales, albergues, comedores sociales.

Y así de un plis plas no deshacemos de tanto odiador que se esconde detrás de los hábitos religiosos. Ya que no podemos convencer a tantas personas de que las religiones vienen de la mentira, al menos librémosles del yugo que supone la jeraquización religiosa y acabemos con estos odios a la homosexualidad,  al feminismo y a todo lo que no encaje en la caspa de la clrerigalla.