Habrá q recordarle a este Sr. q los españoles fuimos allí y acabamos con el poder de tribus q asesinaban con crueldad y saña a sus vecinos, y q por eso unos pocos ayudados por los q eran perseguidos y esclavizados, se conquistó y civilizó esa tierra. Q estudie un poco. ¡Anda ya! pic.twitter.com/GkyOytsrPi— Rafael Hernando (@Rafa_Hernando) 25 de marzo de 2019
¿Debe España pedir perdón por masacrar a los indigenas americanos? España hace 500 años no existía como tal, la nación-estado que conocemos hoy, es un invento moderno; por tanto, poco tenemos en común políticamente con aquellos señores de la conquísta de América. Descendemos de ellos -como también tenemos sangre árabe- pero no debieramos tener ninguna deuda con aquellas barbaridades e incautaciones de aquellos que fueron a buscar riqueza a otro continente.
Se justifican las atrocidades hispanas alegando que franceses e ingleses fueron peores. ¿Que existan tontos más tontos que un servidor me convierte en inteligente? No.
Si el día 12-O no celebrásemos el día de la Hispanidad, pues tal vez otro gallo cantaría. El caso es que ese día se considera, nada más y nada menos, que el día de la Fiesta Nacional. El día del orgullo patrio. El día 12 de octubre de 1492, fue cuando la expedición capitaneada por Cristóbal Colón llegó a la isla de Guaraní, en el archipiélago de las Bahamas.
También es una excusa poco fundamentada decir que Antonio Manuel López Obrador, como tiene apellidos españoles y por tanto desciende de los conquistadores, es una gilipollez que tenga estas reacciones victimistas. Eso es tanto como si yo condeno el franquismo y mi padre fue un general que secundó el golpe de Estado de 1936, o reniego del fascismo y mi padre fue fundador de la Falange. Coño, que argumento más falaz. Este argumento es uno de los preferidos por Arturo Pérez-Reverte. Este académico es una vergüenza para la lengua española. Tenemos a un soplapollas en la RAE.
AMLO, tiene esos apellidos por razones obvias, porque los hispánicos de la época obligaron arrodillarse a los pueblos indígenas. Esto no quiere decir que el Presidente méxicano -por muchos apellidos latinos que tenga y que puede que tenga ascendencia indígena- no esté de acuerdo con la conquista de América.
Sobre la memez que ha dicho el pepero de que conquistamos y civilizamos esas tierras; bueno, la civilización por la fuerza, nada nuevo en el argumentario de los autoritarios. Lo mismo se quiere hacer en Venezuela o Yemén, o se hizo en Iraq, así no se civiliza nada.
Imaginemos que durante la II Guerra Mundial llega a la tierra una civilización humanoide e intergaláctica más avanzada que la nuestra, y que como nos estamos matando los unos y los otros, usan esa excusa para conquistar el planeta y nos imponen su religión y su "civilización" a base de descargas láser, y para colmo nos contagian con gérmenes mortales hasta ahora desconocidos. Seguro que no nos hubiera gustado nada. Ahora nos llamaríamos: ┘┄╙⇆⇚↾, §¶௯௮୭૪੩, es decir, tendríamoa apellidos de seres de los confines del universo; entonces pues, no podríamos decir que la invasión (conquista la llamarían ellos) extraterrestre fue una injusticia puesto que descendemos de los colonizadores intergalácticos.
Si el día 12-O celebramos el día de la Hispanidad es gracias al revolucionario y presidente argentino Hipolito Yrigoyen, librepensador, kraususista y progresista amén de descendiente de indigenas e impulsor de la Hispanidad.
ResponderEliminarQue, ya se sabe, siempre empieza por el «corte de la lengua»: o sea la imposición a los más débiles del idioma del conquistador.
ResponderEliminarPero tal acusación sorprenderá a quien tenga conocimiento de lo que realmente pasó. A propósito de esto escribió cosas importantes el gran historiador (y filósofo de la historia) Arnold Toynbee, no católico y por lo tanto fuera de toda sospecha. Este célebre estudioso observaba que, atendiendo su fin sincero y desinteresado de convertir a los indígenas al Evangelio (objetivo por el cual miles de ellos dieron la vida, muchas veces en el martirio), los misioneros en todo el imperio español (no sólo en Centro y Sudamérica, sino también en Filipinas), en lugar de pretender y esperar que los nativos aprendieran el castellano, empezaron a estudiar las lenguas indígenas.
Y lo hicieron con tanto vigor y decisión (es Toynbee quien lo recuerda) que dieron gramática, sintaxis y transcripción a idiomas que, en muchos casos, no habían tenido hasta entonces ni siquiera forma escrita. En el virreinato más importante, el de Perú, en 1596 en la Universidad de Lima se creó una cátedra de quechua, la «lengua franca» de los Andes, hablada por los incas. Más o menos a partir de esta época, nadie podía ser ordenado sacerdote católico en el virreinato si no demostraba que conocía bien el quechua, al que los religiosos habían dado forma escrita. Y lo mismo pasó con otras lenguas: el náhuatl, el guaraní, el tarasco...
Esto era acorde con lo que se practicaba no sólo en América, sino en el mundo entero, allá donde llegaba la misión católica: es suyo el mérito indiscutible de haber convertido innumerables y oscuros dialectos exóticos en lenguas escritas, dotadas de gramática, diccionario y literatura (al contrario de lo que pasó, por ejemplo, con la misión anglicana, dura difusora solamente del inglés). Último ejemplo, el somalí, que era lengua sólo hablada y adquirió forma escrita (oficial para el nuevo Estado después de la descolonización) gracias a los franciscanos italianos.
Pero, como decíamos, son cosas que ya debería saber cualquiera que tenga un poco de conocimiento de la historia de esos países (aunque parecían ignorarlo los polemistas que empezaron a gritar a la vista de 1992).
ResponderEliminarPero en estos años un profesor universitario español, miembro de la Real Academia de la Lengua, Gregorio Salvador, ha vertido más luz sobre el asunto. Ha demostrado que en 1596 el Consejo de Indias (una especie de ministerio español de las colonias), frente a la actitud respetuosa de los misioneros hacia las lenguas locales, solicitó al emperador una orden para la castellanización de los indígenas, o sea una política adecuada para la imposición del castellano. El Consejo de Indias tenía sus razones a nivel administrativo, vistas las dificultades de gobernar un territorio tan extenso fragmentado en una serie de idiomas sin relación el uno con el otro. Pero el emperador, que era Felipe II, contestó textualmente: «No parece conveniente forzarlos a abandonar su lengua natural: sólo habrá que disponer de unos maestros para los que quisieran aprender, voluntariamente, nuestro idioma.» El profesor Salvador ha observado que detrás de esta respuesta imperial estaban, precisamente, las presiones de los religiosos, contrarios a la uniformidad solicitada por los políticos.
Tanto es así que, precisamente a causa de este freno eclesiástico, a principios del siglo XIX, cuando empezó el proceso de separación de la América española de su madre patria, sólo tres millones de personas en todo el continente hablaban habitualmente el castellano.
Y aquí viene la sorpresa del profesor Salvador. «Sorpresa», evidentemente, sólo para los que no conocen la política de esa Revolución francesa que tanta influencia ejerció (sobre todo a través de las sectas masónicas) en América latina: es suficiente observar las banderas y los timbres estatales de este continente, llenos de estrellas de cinco puntas, triángulos, escuadras y compases.
Fue, en efecto, la Revolución francesa la que estructuró un plan sistemático de extirpación de los dialectos y lenguas locales, considerados incompatibles con la unidad estatal y la uniformidad administrativa. Se oponía, en esto también, al Ancien Régime, que era, en cambio, el reino de las autonomías también culturales y no imponía una «cultura de Estado» que despojara a la gente de sus raíces para obligarla a la perspectiva de los políticos e intelectuales de la capital.
Fueron pues los representantes de las nuevas repúblicas -cuyos gobernantes eran casi todos hombres de las logias- los que en América latina, inspirándose en los revolucionarios franceses, se dedicaron a la lucha sistemática contra las lenguas de los indios. Fue desmontado todo el sistema de protección de los idiomas precolombinos, construido por la Iglesia. Los indios que no hablaban castellano quedaron fuera de cualquier relación civil; en las escuelas y en el ejército se impuso la lengua de la Península.
La conclusión paradójica, observa irónicamente Salvador, es ésta: el verdadero «imperialismo cultural» fue practicado por la «cultura nueva», que sustituyó la de la antigua España imperial y católica. Y por lo tanto, las acusaciones actuales de «genocidio cultural» que apuntan a la Iglesia hay que dirigirlas a los «ilustrados». conoZe.com | América: ¿«lenguas cortadas»? http://www.conoze.com/doc.php?doc=3459 vía @conoZe
l historiador mexicano José de Vasconcelos (Breve historia de México) pidió monumentos a los burros que llevaron los españoles a América:
ResponderEliminarEllo sería una manera de reivindicar las fuerzas que han levantado al indio, en vez de los que sólo le aconsejan odio y lo explotan. Enseñaríamos de esta suerte al indio a honrar lo que transformó el ambiente miserable que en nuestra patria prevalecía antes de la conquista. Lea cualquiera de las crónicas de la conquista; era costumbre, reconocen los cronistas, que cada pueblo, cada parcialidad, cada cacique dispusiera de uno o varios centenares de tamemes, es decir, indios destinados al oficio de bestias de carga; esclavos que sustituían al burro. Y todavía en territorios adonde no penetró la conquista (…) subsisten los tamemes, el transporte se hace a hombros de indios. Si, en vez de tanto discurso de agitadores sin conciencia, algún buen alcalde les hubiese llevado en pleno siglo XX lo que los españoles repartían por el continente desde el siglo XVI, caballos y borricos, ya se habrían acabado todos los tatemes.Siempre se habla de los logros culturales mayas pero lo cierto es que la Conquista acabó con los sacrificios humanos; la unidad política, que terminó con las guerras tribales, y la lengua española, que borró las fronteras culturales. Pero también deben incluirse entre esos beneficios la Administración unificada, la imprenta la navegación de larga distancia, el caballo, el burro, la rueda, el hierro, la universidad (la primera se fundó oficialmente en Lima en 1551), el trigo, la gallina, la vaca, el cerdo…Por cierto, varios siglos antes de la huelga de la Canadiense : “tiranía”: «Por la Ley VI, Libro III, Título VI, Felipe II, en 1593, ordena: “Todos los obreros trabajarán ocho horas cada día , cuatro en la mañana y cuatro en la tarde en las fortificaciones y fábricas que se hicieren, repartidas a los tiempos más convenientes para librarse del rigor del Sol, más o menos lo que a los Ingenieros pareciere, de forma que no faltando un punto de lo posible, también se atienda a procurar su salud y conservación”. Esta ley es tan sorprendente cuando se ve que con 370 años de anticipación, la Corona de España reglamentó el trabajo de ocho horas, y que hoy se la tiene como una conquista de los pueblos civilizados y de los movimientos obreros a nivel mundial, en las Constituciones moderna y en los Códigos del Trabajo. Resalta además el aspecto de la previsión social, cuando ordena que “también se atienda a procurar su salud y conservación.”» Y por si fuera poco, sus leyes protectoras no se limitaron a América, en 1589 prohíbe la esclavitud en las Islas Filipinas. Fuente-Dr. Pedro J. Larrea Peñaherrera, La Legislación del Trabajo en la Audiencia de Quito [Siglo VXI]; en Cultura Hispánica Vol. III - N° 7, revista del Instituto Ecuatoriano de Cultura Hispánica, Quito, 1964.
(Consultado en http://hispanismo.org/hispanoamerica/16908-sobre-las-8-horas.html)
Fernando, regente de Castilla en nombre de su hija, a convocar en Burgos una junta de teólogos y juristas para debatir la naturaleza de los indios y el trato que merecían como hombres libres.
ResponderEliminarLos 35 artículos se aprobaron en Burgos el 27 de diciembre de 1512 y se denominaron Ordenanzas Reales para el Buen Regimiento y Tratamiento de los Yndios.
Los derechos de los indios
Las leyes establecían unos derechos para los trabajadores que no existían ni en España. Por ejemplo, después de cinco meses de trabajo en las minas los indios descansarían cuarenta días. Lasembarazadas dejarían de trabajar en las minas cuando estuvieran de cuatro meses y se limitarían al trabajo doméstico y, tras dar a luz, no regresarían a las minas hasta que los hijos hubieran cumplido tres años. El encomendero que incumpliese el descanso de la embarazada pagaría la primera vez seis pesos de oro; la segunda se le quitarían la mujer y su marido; y la tercera, éstos y seis indios más.
Otros derechos reconocidos a los indios eran los siguientes:
A los indios se les entregaban yuca y algodón y una docena de gallinas y un gallo; también se les hacía sembrar media fanega de trigo. Todo ello era de su propiedad.
Los indios fallecidos debían enterrarse.
No se podía echar carga a cuestas a los indios bajo pena de dos pesos de oro.
Los encomenderos daban una hamaca a cada indio y no les permitían dormir en el suelo.
No se podía azotar, pegar o llamar perro u otro insulto a un indio. Si éste merecía ser castigado se le presentaba al visitador para que lo hiciera. El encomendero podía ser multado con cinco pesos por azote o golpe y uno por insulto.
Se establecieron varias obligaciones supeditadas a la enseñanza de la religión, la instrucción general y las buenas costumbres:
«Cada noche se llamará a los indios a rezar. (...) Por las mañanas se les hará hacer oración sin hacerles madrugar más de lo que se acostumbra».
«Cada quince días el encomendero les tomará cuenta de sus conocimientos en cuestiones de fe, les mostrará lo que no sepan y les enseñará los diez mandamientos, los siete pecados capitales y los artículos de la fe (...), pero que esto sea con mucho amor y dulzura, bajo pena de seis pesos de oro».
«Los encomenderos llevarán a los indios a misa los domingos, pascuas y fiestas de guardar bajo pena de diez pesos de oro. Además, se procurará que ese día coman mejor que el resto de la semana».
«Por cada cincuenta indios que tenga, el encomendero enseñará a un muchacho a leer y escribir y las cosas de la fe para que éste las transmita al resto».
«Se les hará entender que no pueden tener más de una mujer». http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=13626
La primera baja maternal de la historia http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=13626 ¿Qué debe América a España? http://www.taringa.net/post/ciencia-educacion/18829969/Que-debe-America-a-Espana.html vía @Taringa
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