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martes, 3 de septiembre de 2019

El gran Jay Allen. Historia de una tergiversación


Nuestro colaborador anónimo nos ha remitido gentilmente el famosísimo artículo del gran Jay Allen. Periodista vilipendiado por los negacionistas por haber sido defensor del Gobierno republicano, y por poner, todo hay que decirlo, al descubierto la gran matanza de Badajoz. Volver a lo que han escrito tres señores sobre este insigne periodista sería redundar en exceso, y tal vez produciría cierto hastío hasta al más paciente lector. Aún así me van a perdonar por traer, de nuevo, el tema a colación.

El arículo de Allén fue publicado por el Chicago Tribune el 30 de agosto de 1936, con el título: "Slaughter of 4,000 at Badajoz, ‘City of Horrors"; y por el Daily News el 1 de septiembre del mismo año con un título distinto: "Refugees Turned Back at border, To Death". Fue todo un escándalo en las cancillerías y por eso los franquistas salieron a desmentirlo. Hoy después de más ochenta años los filo y neofranquistas no han cejado en el mismo empeño. Los habituales del blog ya sabrán que me estoy refiriendo al libro "La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda". (Moisés Domínguez, F.Pilo y De la Iglesia)

Como bien indicaron en su día Preston y Espinosa sobre Jay Allen: "Sabemos por las notas que dejó [Jay Allen] que seguía al día las noticias de los corresponsales portugueses, Neves inclusive. Pero su crónica amplía y complementa las de éstos". No es de extrañar, por tanto, que Jay Allen incurra en los mismos errores de los artículos con los que dio forma a su relato periodístico.

Los tres autores criticaban a Jay Allen porque que se confundió al escribir "Almenda Lejo" por Almendralejo, ya que ese mismo error ya lo tuvo "Casualmente' antes el Manchester Guardian el 15 de agosto". Si ya se sabía que el norteamericano usaba también crónicas de otros periodistas ¿adonde quieren llegar los tres autores?

Allen Escribió:
Sé que en el otro bando también han tenido lugar muchos horrores. Almendra Lejo, derechista, fue crucificado, empapado en gasolina y quemado vivo. 

Aquí seguramente que se estaba refiriendo a los asesinatos ocurridos en la cárcel de Almendralejo:
En los muros puede verse, aún, para vergüenza de la especie humana, la silueta de los cuerpos crucificados. La sangre y el fuego hicieron una mezcla con las paredes y quedaron marcadas. Se reconocen los brazos y, en otro, la cabeza, que debía haber estado pegada a la pared…" (Diario de Noticias”, 17-agosto-36, transcrito en La Matanza de Badajoz, pg. 68.
Jay Allen, en la crónica no dice que viajara hasta Almendralejo, por eso el comentario de los tres autores está por demás. Es obvio que obtuvo la información por la prensa -en el año 2007, Preston y Espinosa ya indicaron que el periodista norteamericano se nutría también de otros colegas-. 

Sobre las crucifixiones, no hay pruebas de que estas se realizaran. Sin lugar a dudas fue un embuste de los periodistas portugueses para añadir más dramatismo al ya existente. El historiador Martín Bastos recurriendo al AGMA, Ejército del Sur, Leg. 35, dijo que:
"... antes del enfrentamiento, tuvo lugar un trágico suceso, produciéndose el fallecimiento de 28 personas  entre los días 7 y 9 de agosto  a consecuencia de quemaduras y de heridas de metralla...". Badajoz: tierra quemada, pag. 42.

Según Francisco Espinosa:
Se prendió fuego a la cárcel y al convento y entre el fuego y los disparos fueron asesinadas 28 personas. La columna de la muerte, pag. 35.


Marcas producidas por los cócteles molotov al impactar con las paredes

Tiraron cócteles molotov  para incendiar a los presos, sin duda alguna una salvajada repugnante, pero no es cierto que también los crucificaran.

Los tres autores jamás cuestionan los artículos de la prensa portuguesa. No lo hacen porque les viene muy bien para construir su relato negacionista.

Uno de sus argumentos estrella, fue que Allen era tonto y lo confundía todo. La torre de la catedral de Badajoz, con la torre de la iglesia de Almendralejo; la torre de Espantaperros, de nuevo, con la torre de la iglesia de Almendralejo.

Esto es lo que escribieron los tres autores:

"Allen 'confunde' la torre de la catedral de Badajoz con la torre de la iglesia de Almendralejo":
Fuimos directos hasta el centro de Badajoz. Éstas son mis notas: la catedral está intacta. No, no lo está. Al pasar junto a ella en coche veo que ha desaparecido parte de la torre cuadrada -Los rojos tenían allí ametralladoras y nuestra artillería se vio obligada a actuar- dijeron mis amigos.
Esta traducción se encuentra fácilmente por Internet. Hay otra traducción distinta de Paul Preston:
Fuimos en coche directo hasta la plaza. Anoto: "la catedral está intacta",. Pero no, no lo está; al rodearla veo la mitad de una gran torre cuadrada destruida" -Los rojos tenían allí ametralladoras y nuestra artillería se vio obligada a abrir fuego-



We drove straight to the plaza of Badajoz. Here are my notes: Cathedral is intact. No, it isn’t. Driving around the side I see half a great square tower shot away“The Reds had machine guns there and our artillery was obliged to fire,” my friends said.

Esto es el texto original en inglés. Un servidor no tiene ni pajolera idea del idioma británico, pero pocas dudas tengo de que Allen no quiso decir "que ha desaparecido parte de la torre cuadrada". Según la traducción de Preston se entiende que parte de la torre cuadrada ha quedado destruida. Esto lo observa Allen al bordear la catedral; se entiende que el destrozo no era visible desde cualquier ángulo. Uno que es curioso ha tirado de una herramienta rudimentaria como es el traductor de Google y ha obtenido un resultado curioso. Así es como traduce Google el trozo de texto:
Nos dirigimos directamente a la plaza de Badajoz. Aquí están mis notas: la catedral está intacta. No, no lo es. Conduciendo por el costado veo la mitad de una gran torre cuadrada disparada. "Los rojos tenían ametralladoras allí y nuestra artillería estaba obligada a disparar", dijeron mis amigos.
 Es obvio que los traductores automáticos son muy imprecisos porque traducen literalmente.Con el paso de los años cada vez las traducciones parecen ser más efectivas. Un servidor cree que lo que quiso decir Jay Allen es que a simple vista la torre de la catedral estaba sin violencia apreciable, pero que al rodearla con el coche donde viajaba, vio que parte de la torre cuadrada estaba bastante dañada por los disparos ( shot away).

Allen dijo que había escuchado al general Queipo de Llano decir que habían tomado Barcarrota. Según los tres autores esto es mentira, porque si el artículo lo escribió el día 24 y Barcarrota fue tomada el 25 Allen estaba mintiendo. Lo cierto es que Allen debería de saber que en esas fechas las tropas fascistas estaban con intención de tomar Barcarrota, no puede ser tanta la casualidad. Eso o que Queipo de Llano dio por tomada Barcarrota el día 24. O sencillamente, es que Allen acabó de redactar su artículo el día 25 poco antes de remitirlo a su periódico y una vez que Barcarrota cayó en mano de los fascistas.

Los tres autores hacen un ejercicio de pitoniso:
Allen no se pudo resistir a hacer mención a Barcarrota, lugar donde en abril había asistido junto a Louis Fischer a un mitín de Margarita Nelken.

Por arte de birlibirloque  aparece la odiada por los filofranquistas Margarita Nelken. ¿Qué pinta Nelken en esta historia? Nada de nada, o rien de rien por ponernos finos, pero no me digan que no les ha quedado maja la historia.

Este libro está plagado de despropósitos como los que acabamos de denunciar. Un libro altamente intoxicante que, ni demuestran que Allen no estuvo en Badajoz- por mucho que lo afirmen las mentes cándidas-; ni desmontan a Herbert Southworth; ni mucho menos traen luz a los hechos que sucedieron el 14 de agosto y días posteriores. El libro es un monumental embrollo, una cagada de proporciones bíblicas apto para pardillos con ganas de oír lo que estaban necesitando oír: Qué malo fueron los rojos. Nos han querido engañar. En Badajoz no ocurrió nada que no ocurra en cualquier guerra, pero lo de Paracuellos y los bombardeos de Cabra... ¿Eh?

Este es un libro que cita mucha bibliografía: fuentes secundarias de diversa procedencia, archivos de medio mundo, pero que si te vas a las notas en lo que se refiere a la matanza y a las fechorías de los rojos está sustentado al cien por cien en la prensa portuguesa. Lo dicho, todo un despropósito.

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