Antonio Múñoz Molina quiere su parte del botín

 

No pretendía escribir más sobre Pablo Iglesias y el exilio republicano, porque sé que estoy siendo excesivamente pesado, pero me he topado con un artículo de Antonio Muñoz Molina, en El País, apuntándose  al carro memorialístico del exilio español antifascista, republicano o como cada cual decida denominarlo. Y no me he podido contener porque me ha dado bastante grima leer a Muñoz Molina:

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, que habla tanto y tan aceleradamente, con una facundia de profesor universitario acostumbrado a encandilar y a embaucar a estudiantes incautos, debería saber que hay palabras sagradas. Exilio es una de ellas. Son palabras sagradas porque expresan de golpe una vivencia radical, en lo más íntimo y en lo público y colectivo, un trance de vida o muerte que separa radicalmente a quien lo sufre de todos los demás que se han quedado a salvo. En español exilio es una palabra más sagrada todavía, porque nuestro país ha sido más fecundo que otros en dictaduras y en persecuciones, a lo largo de los siglos. Henry Kamen dedicó un libro de extraordinaria erudición a los destierros españoles, pero se dejó llevar, en mi opinión, por un sectarismo que malograba en parte su solidez de historiador. ARTÍCULO COMPLETO...👈

Resulta bastante obvio que cualquier político debe de ser criticado por lo que cada cual crea oportuno. La opinión mientras sea ponderada y, en cierta forma, razonada y documentada tiene cabida en la esfera pública. Yo he expuesto mis razones sobre este asunto en tres artículos. Lo que más me han dicho es que estoy defendiendo a un supremacista burgués. Muñoz Molina también es de esa opinión: "Comparar a los exiliados de la República con esos señoritos supremacistas catalanes es más que una injusticia: es una vileza". En fin, Muñoz Molina en vez de burgués los llama señoritos, tal vez los dos sean iguales de burgueses, Molina y Puigdemont. 

A Muñoz Molina le irá bien porque está del lado de los poderes fácticos que sostienen la monarquía borbónica, y Puigdemont se quiere separar de esos podéres oligárquicos, aunque sabiendo que la ideología del expresidente catalán es la misma que la del PP y Ciudadanos: los dos son neoliberales y los dos son nacionalistas de distintas naciones, es de esperar que una vez configurada la república catalana, el Sr. Puigdemont también estaría a favor de las oligarquías, aunque estas oligarquías "parlessin en català" y las otras sean españolas y muy españolas

¿Me he vuelto loco y defiendo a los burgueses de derechas? No es eso, y el que me conozca sabe lo "bien" que me cae Puigdemont. Pero al César lo que es del César. Si la Justicia esapañola, que desconoce lo que es la separación de poderes y no tiene reparo en montar juicios políticos, se porta torticeramente con un burgués o con el más pobre del solar patrio, mi reacción va a ser la misma, y criticaré con todas mis energías lo que considere injusto: no en balde tan exiliado es Valtònyc como Puigdemont, pero Gonzo (sabiendo el efecto que conseguiría) solo le preguntó por Puigdemont; también podría haberle preguntado Por Anna Gabriel que lleva dos años exiliada igual que el rapero Valtònyc (ninguno de los dos viven en mansiones). Estos dos personajes no hubieran proporcionado los mismos  titulares que se han creado exageradamente estos últimos días.

Puigdemont y Valtònyc

En una entrvista para Público, Valtònyc dijo: “Que Puigdemont y yo compartamos trinchera es el reflejo de que estamos ante un momento excepcional”. Esta certeza demuestra la podedumbre autoritaria de la monarquía borbónica. 

Si el amable lector ha llegado hasta aquí se preguntará que por qué arremeto contra Antonio Muñoz Molina. En el libro del gran maestro, Francisco Espinosa Maestre, Lucha de historias lucha de memorias, se cita a Antonio Muñoz Molina en referencia a esa falsa tercera España. También Emilio Silva en un artículo de hace algún tiempo da cuenta de Antonio Muñoz Molina:

Muñoz Molina: elogios al olvido, por Emilio Silva

...En ese juego de contribuir al silencio y al olvido "sin que se note" han colaborado numerosos "intelectuales" que desde espacios seudo-progresistas han contribuido a alicatar la impunidad cultural de los crímenes de la dictadura franquista, la nuestra, la de casa, la que tuvo la colaboración de miles de asesinos de civiles, de torturadores, de bebés de presas republicanas de posguerra, de psiquiatras que aplicaban electroshocks a las lesbianas, de curas que con una hogaza de pan en la mano ejercían en los tiempos del hambre su terrible poder sobre el cuerpo y el alma..."

 ... Leo en el suplemento cultural "Babelia" del diario El País el artículo de Antonio Muñoz Molina titulado "Elogio del olvido" . El académico y galardonado escritor utiliza las reflexiones de un periodista y ensayista especializado en la guerra de Bosnia, David Rieff, para disparar contra el proceso de memoria histórica en España, que es desde donde escribe; lo que llamaríamos un clásico. En junio de 2010, el filósofo Fernando Savater, ya utilizó el mismo libro para respaldar un artículo que se titulaba "Recuerdos envenenados", en el que aseguraba, utilizando al periodista como burladero, que "el complejo colectivo de las víctimas suele crear otros verdugos...". Artículo completo...👈

Resulta prodigioso que ahora sean todos memorialistas del exilio, aunque renieguen de la memoria histórica como el Sr. Molina y use esos espacios  seudo-progresistas  para darse autobombo.

Como el asunto va sobre la memoria histórica voy aprovechar la ocasión para recomendar el libro de Espinosa que anteriromente he citado: Lucha de historia lucha de memorias. Para saber sobre la memoria tenemos que recurrir a quien la ha estudiado y no a tantos historiadores (sean de izquierdas o de derechas) que no saben ni por donde pisan.