Este 25 de marzo para conmemorar la revuelta campesina en Extremadura, donde 50.000 campesinos extremeños tomaron 3000 fincas en 280 pueblos, la Asociación 25 de Marzo, ha realizado una conferencia (vía YouTube) impartida por el doctor en historia, Francisco Espinosa Maestre, sobre la reforma agraría; donde explica que fue, quienes fueron sus protagonistas, el alcance de dicha medida y la represión que sufrió el campesinado cuando Yagüe visitó nuestras tierras extremeñas en agosto de 1936. Esta rebelión del campo fue uno de los levantamientos de labradores y jornaleros más importantes, ignorado y silenciado de nuestra historia.
La reforma agraria fue muy lenta, y para más inri durante el bienio conservador se frenó en seco. En los años 30, dieciséis millones de personas dependían del campo para substitir y los salarios no daban para cubrir adecuadamente las necesidades básicas. Fue toda una proeza aquel levantamiento campesino buscando el pan y la sal de tantos millones de personas que vivían del campo. No hace falta recordar que es lo que ocurrió en España despues de la primavera del "Frente Popular" durante mediados de julio y sobre todo en agosto. El 70% de las víctimas de los asesinatos fascistas en Extremadura eran jornaleros. Mejor vean el vídeo de Francisco Espinosa para obtener más información.
En el año 2017, durante los VIII encuentros de Yuste sobre la transición, la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste, contó con el expresidente autonómico extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, para impartir una conferencia sobre "El largo proceso de integración en Europa (1982-1996). Al final de la conferencia, un espectador le preguntó "que si se barajó la posibilidad de que el Día de Extremadura fuera el 25 de marzo y no el 8 de septiembre [Virgen de Guadalupe]". La contestación de Rodríguez Ibarra produce vergüenza ajena. Para el expresidente, el 25 de marzo fue "el día de un gran fracaso". Pobre campesinos, casi les echó la culpa de la Guerra Civil. No es de extrañar esta respuesta. Así de desmemoriada fue la tónica del PSOE de Felipe González -del peor PSOE que hemos padecido en España desde su fundación-, que no se corrigió hasta la llegada de Rodríguez Zapatero.
Juan Carlos Rodríguez Ibarra fue el promotor de la destrucción de la plaza de toros de Badajoz donde Juan Yagüe Blanco, por aquellos días tte. coronel y criminal de guerra, asesinó a centenares de milicianos. Mi gran amigo, el arquitecto Javier Teijeiro, logró paralizar la demolición de aquel documento histórico y patrimonial -que bien se pudo convertir en lugar de "memoria"- porque no se ajustaba a derecho. La solución del Sr. Ibarra fue cambiar la ley ad hoc. Muy democrático, si la ley no me deja hacer mi santa voluntad, la cambio y asunto resuelto. Muy propio de caciques.
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