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jueves, 18 de agosto de 2022

No, Francisco Espinosa no certifica que las muertes en la matanza de Badajoz fueron 688 personas

 

Las cifras de la represión republicana se saben casi a ciencia cierta, porque los vencedores de la Guerra Civil tuvieron tiempo de registrar a todas sus víctimas, e incluso montaron la Causa General para investigar y esclarecer todos los asesinatos posibles en la retaguardia republicana. Se esperaban cifras astronómicas, como 300.000, 400.000 ó 500.000 personas asesinadas por la vesania roja. Sin embargo, pese a hacer trampas e inscribir a muchas víctimas en varios lugares a la vez: lugar de nacimiento, donde vivía, y lugar donde fue asesinado, las cifras quedaron muy lejos de lo esperado, y a duras penas pasaban de 80.000. Este fiasco hizo que solo publicaran un librito, La Causa General, que tuvo varias ediciones, y en donde se relataban los casos más rimbombantes. En la actualidad, después de meter los nombres en el ordenador para evitar duplicidades, sabemos que la represión republicana no llegó a 50.000 personas.

Francisco Espinosa Maestre, es uno de los grandes expertos en la represión de la Guerra Civil, y conoce al dedillo lo que hicieron los "rojos y los azules" (ver enlace...👈) En una obra conjunta,  Castigar a los rojos, junto a otros dos autores de alto prestigio y profesionalidad (Viñas y Portilla), pone al día las cifras de la represión en ambas zonas: 49.367 para la represión republicana (muy lejos de los esperado por Franco y muy lejos de lo que afirman los filofranquistas de hoy) y 140.159 para la represión franquista. Espinosa da las gracias a los historiadores que han hecho posible que se revisen las cifras de la represión en ambas retaguardias: 

Francisco Alía Miranda, Luis Castro Berrojo, Jaume Claret Mirranda, Francisco Etxeberría Gabilondo, Vicent Gabarda Cabellán, Pablo García Colmenares, , Bartomeu Gari Salleras, Damián A. Gonzalez,, Fernando Hernández Holgado, José Hinojosa Durán, Isabel Jiménez Barroso, José Luis Ledesma Vera, Antonio Martínez Ovejero, Fernando Mendiola Gonzalo, Sergio Nieves Chaves, Pedro Oliver Olmo, Manuel Ortiz Heras, Maximiliano Paiser Medina, Fernando Pineda Luna y Erik Zubiaga Arana. Castigar a los rojos. Página 46.

Esto en cuanto a los historiadores que han revisado las cifras, los que las confeccionaron en primera instancia son otro buen número. Como observará el lector, son una legión de historiadores los que van por los archivos buscando y poniendo al día las cifras de ambas represiones. Pero según nos advierte Espinosa, las cifras de la represión franquista serán siempre aproximadas, porque es imposible documentar todas las muertes ya que muchos registros son a posteriori y se sabe a ciencia cierta que muchas víctimas quedaron sin registrarse.

Y aquí es donde queríamos llegar. En la entrada anterior sugerí que la cifra de 2.000 muertes en la matanza de Badajoz es un cifra verosímil, aunque con los datos de los registros no podamos confirmarlo, y para ello expuse una serie de testimonios, el periodista portugues Mario Neves, un terrateniente salmantino, Lisardo Sánchez afín a los golpistas, Whitaker y un artículo de un periódico latinoamericano que venía a decir, que un mandamás de Yagüe en la población de Caya había confirmado la muerte de 2.000 "comunistas".

Un servidor no puede aseverar drásticamente que esa cifra de 2.000 óbitos sea real, pero según mis propias averiguaciones es una cifra aproximada. Como la intoxicación filofranquista por estas tierras pacenses ha sido contínua, hay quien haciéndose caso de los negacionistas, opinan que 2.000 muertes es excesivo. Un amigo mío así lo expresaba;

Ni siquiera Espinosa habla de tantos muertos. Él solo certifica desde agosto a diciembre de 1936 unos 680 entre la defensa de la ciudad y la represión.

Exactamente, Espinosa nos ofrece la cifra de 688 nombres. Pero no dice que esa cifra sea el número real de asesinatos durante la matanza de Badajoz, y para ello compara lo sucedido en Badajoz con Sevilla y Huelva. Lo que hace Francisco Espinosa Maestre, es identificar, no certificar. Verbos totalmente distintos. .

Es curioso ver como funciona el sesgo de confirmación. Si estamos totalmente  convencidos de una idea, nuestro cerebro le buscará las vueltas para que una información, que a priori nos es negativa, convertirla en algo asumible a nuestros planteamientos. 

En ningún momento Francisco Espinosa asegura en el libro La columna de la muerte, que en Badajoz, tras ser asaltada la ciudad por los moros y cristianos (esta vez luchaban juntos como en la época del Cid), fueran asesinadas 688 personas, sino que ofrece esa cifra que pudo obtener de los registros, pero acto seguido plantea muy eficazmente que debieron de ser muchos más.

PRIMERA ETAPA REPRESIVA EN LAS TRES CIUDADES SEGÚN EL REGISTRO CIVIL 

  • Sevilla [personas inscritas] julio hasta septiembre, 519
  • Huelva [personas inscritas] desde agosto hasta diciembre,176
  • Badajoz [personas inscritas] desde agosto hasta diciembre, 688

Estos datos evidencian que en Badajoz ocurrió algo especial y desproporcionado. No olvidemos que la capital extremeña tenía entonces algo más de 40.000 habitantes, Huelva 45.000 y Sevilla 250.000. Asi mismo, es significativo que en las tres ciudades sean sacrificados tantos vecinos de las mismas como de los pueblos de la provincia. Pues bien, si contamos solamente las víctimas habidas entre agosto y diciembre -que son las que manejamos en el caso de Badajoz- el número de las registradas en Badajoz supera a las otras dos juntas (688 frente a 620). Y si vemos que las 176 de huelva de convierten en 894 y las 519 en Sevilla en 3.028, al dejar el Registro Civil y pasar a los archivos de los cementerios, podemos calibrar las dimensiones de lo ocurrido en Badajoz. En ambos casos la proporción entre inscritos y desaparecidos de de 1 frente a 5-6, es decir, que solamente uno de cada cinco (Huelva) o uno de cada seis (Sevilla) desaparecidos fue inscrito. Aplicando esa proporción a Badajoz tendríamos que los 688 equivaldrían a unos 3.800 casos, cifra nada descabellada como punto de partida y que pondría en su sitio la matanza de Badajoz (...)

Ahora bien debe de quedar bien claro que con lo que tenemos, con los nombres y apellidos sacados de los archivos mencionados, en la ciudad de Badajoz fueron eliminadas 1.349 personas (688 en 1936 más 661 entre 1937-1945, la columna de la muerte. Págs, 232 y 233.

En Huelva y Sevilla en los registros civiles aparecían un cierto número de cifras de fallecidos, pero estas aumentaron cuando por casualidad aparecieron los registros de los cementerios:

La diferencia entre Badajoz, Huelva y Sevilla radica en que lo cementerios de las capital andaluza quedó alguna constancia numérica, a efectos internos, del número de desconocidos que ingresaban a diario en las fosas comunes. Puede que no de todos, pero sí al menos de un número considerable. Ibidem. Pág, 232

Espinosa en los registros civiles solo puede documentar la muerte de 688 personas entre agosto y diciembre del 36, y 661 desde el año 37 al 45, con lo que obtiene una cifra de 1.349, pero no certifica que en Badajoz desde agosto del 36 hasta finales de ese mismo año murieran solo 688 personas, sino que haciendo cálculos estadísticos (con lo ocurrido en Huelva y Sevilla) calcula que la matanza que perpetró el franquismo (guerra y posguerra) bien podría ser de 3.800 personas. Pero Espinosa es consciente de que oficialmente en Badajoz solo se pueden documentar la muerte de 1.349 víctimas de los fascistas. Repito, que esa cifra no tiene tampoco que ser real, porque como hemos visto, no se registraban todas la muertes. 

Esto es lo que hay. Ya somos todos muy mayorcitos, y cada cual es libre de pensar lo que quiera, pero que no me vengan a contar milongas con lo que Espinosa no ha dicho, y con lo que dicen los enterradores de la verdad. En la entrada anterior, ya explicamos que todas las dictaduras han creado negacionistas, desde Hitler pasando por Stalin y acabando por Franco. Solo que en Alemania la gente seria y documentada no le hace caso a los neonazis y en Italia a los fascistas. Aquí en España, no entiendo porque razón, nos quieren hacer tragar con las mentiras y los delirios de los negacionistas. La transición fue el consenso y eso mismo fue la reconciliación, el olvido y el perdón: Ahora hay quien dice que no olvidemos pero que perdonemos, porque sino nunca vamos a reconciliarnos. 

Siglo XXI y hay quien piensa que tenemos que reconciliarnos, como si estuviésemos todos los días a hostias por la Guerra Civil. Cuando en la calle cada ciudadano va a lo suyo. No hay que reivindicar ninguna reconciliación de algo que sucedió en los años 30 del siglo pasado. NI OLVIDO NI PERDÓN.

Addenda. A mi amigo quiero decirle que esta entrada y la anterior, no está escrita para que la lea ningún negacionista de esos con los que él tiene charlas tan saludables, que le aprovechen. A estos negacionistas, lo que les se les diga les entra por una oreja, y acto seguido les sale por la oreja de enfrente. Sería malgastar el tiempo tontamente el intentar  convencerlos, como creo que es igual de poco fructífero, tratar de explicarle a mi amigo lo que pudo pasar en Badajoz cuando entró Yagüe masacrando a la población pacense. Y digo que es poco fructifero, porque citarme a Espinosa para minimizar la matanza de Badajoz, es lo más loco que me ha pasado en los últimos tiempos. Y eso que se ha leído el libro La columna de la muerte, que si no...

Mi amigo es persistente. Le comenté que Espinosa no aseguraba que en la matanza de Badajoz murió más gente que esas 688, y que la cifra podría ser de 1.500, y el señor va y me dice que...
...Cifra sin determinar, no rigurosa. Solo lo científico vale.
La ciencia estadística nos apuntaría a una cifra más alta. Pero es igual, vamos a dejarlo aquí. Les da completamente igual que le enseñes muchas evidencias de la cantidad de cadáveres que estuvieron recogiendo por las calles; que Yagüe se jactarse de haber acabado con 4.000 comunistas (sabemos que no fueron cuatro mil pero el fanfarrón de Yagüe se jactó de ello); que las propias autoridades comunicasen a los periodistas lusos, como confirmó Neves y el diario peruano La Crónica, que las ejecuciones eran muy altas, para que se comprobase "la inflexible justicia militar". Todo esto a los negacionistas, y a los intoxicados por estos, les da exactamente igual. Tienen salida para todo.

 

3 comentarios:

  1. Exacto. En relación con el comentario que dejé ayer en la entrada anterior sobre este asunto, quiero hacer una aclaración. Cuando hablo de las cifras que ofreció Francisco Espinosa en La Columna de la muerte, me refiero a la estimación que del número de asesinatos que pudo haber en la ciudad, el autor hizo con arreglo a la comparativa que realizó con las cifras de las represiones de Huelva y Sevilla. En este caso concreto, los 688 que encontró en el registro Civil de Badajoz, se acercarian a 1800 al aplicar la misma proporción entre registrados y desaparecidos que encontró en las ciudades antes citadas. Ya dije que no es definitivo pero si creo que es un inevitable punto de partida a la hora de analizar este asunto.
    De hecho, publiqué aquí un artículo, Las cifras de la matanza de Badajoz, donde confronté a fondo los datos de Espinosa con los que ofrecieron diferentes testigos y resultó que llegaron a ser bastante coincidentes con tan sólo un margen de error del 10%
    Por último, como ya sabemos, la cifra estimada de asesinatos cometidos en Badajoz que ofrece Espinosa en el citado libro, es de unas 3800 personas entre el 14 de agosto de 1936 y enero del 37.
    Vuelvo a repetir lo mismo de ayer. No son cifras definitivas pero creo que es un inevitable punto de partida.

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  2. Quiero hacer una rectificación de mi comentario anterior. Donde he puesto 1800, en realidad quise decir 3800.

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