Fernando Huidobro Polanco |
En el estudio de Francisco Espinosa Maestre, La columna de la muerte, ya se desmontaron ciertos mitos sobre la gran matanza de Badajoz. Como que se asesinaron a 4.000 personas en pocos días y que en la plaza de toros se fusilaron a 1.800 milicianos como contó Jay Allen. La enorme masacre con la que castigó el Tte. coronel Juan Yagüe Blanco a los pacenses, se produjo, como dice Espinosa en el vídeo de arriba, por todo Badajoz, y no solo en la plaza de toros...
... El problema en Badajoz está en saber en donde no mataron. Mataron en la plaza de toros, mataron en la plaza de San Juan, mataron en las calles, mataron fuera de la ciudad...
Ahora hay quien hasta niega que en la plaza de toros se estuviera fusilando, a pesar de que esa persona supo por un testigo que estuvo llevando fusilados al cementerio, que en efecto, en la plaza de toros por la noche o de madrugada se estuvo fusilando. Días después los llevaban al cementerio y en las tapias los asesinaban.
La miliciana María de la Luz Mejías Correa |
Un lugar donde se estuvo fusilando fue enfrente del Ayuntamiento y la catedral. Oigamos el testimonio de la miliciana María de la Luz Mejías:
Mientras Queipo de Llano bombardeaba Badajoz los obreros que estaban en los barrios de Badajoz se fueron a los refugios del centro (…). Cuando finalmente entraron los golpistas en Badajoz se dirigieron a los refugios de los sótanos de la plaza del ayuntamiento donde mucha gente se escondió para protegerse de los aviones (…).
Los fueron sacando los maniataban y los ponían delante del ayuntamiento a las mujeres y los niños los largaban pero a los hombres allí mismo lo fusilaban, un hermano de mi marido, estaba metido en un refugio con toda la familia antes de que entraran las tropas nacionales (…). Lo sacaron del refugio del sótano del edificio que hacía esquina con la calle del Obispo en la plaza de España frente a la catedral y al ayuntamiento (…) La mujer logró salvar a su marido del fusilamiento por mediación de su hermano Manuel Mauricio el Falangista, Mauricio habló con don Pablo Alba, que era el que estaba al mando de los fusilamientos de la fachada del Ayuntamiento y de la catedral de San Juan (…).
Según nos contó mi cuñado Manolo, El montón de muertos que fusilaron ahí llegaba a la ventana del ayuntamiento de Badajoz (…). Mi cuñada Antonia estuvo buscando el cuerpo de su marido y no dio con el. Al parecer, cargaban los muertos en camiones y carros, los llevaban al cementerio y los enterraban en fosas comunes. Extraído del libro Así fue pasando el tiempo
Otro lugar fue la plaza de toros, por mucho empeño que pongan algunos negacionistas. Escuchemos el testimonio del jefe falangista Agustín Carande Uribe:
Sobre esto puedo decir que se ha exagerado el tema de la represión. Por ejemplo se ha exagerado mucho de lo que ha pasado en la plaza de toros. De los fusilados allí no recuerdo cifras exactas... La columna de la muerte. Pág 229.
Agustín Carande Uribe, debió de saber aproximadamente a la gente que se fusiló los días que Yagüe estuvo en Badajoz, pero prefirió llevarse el secreto a la tumba, aunque sí nos confirmó que es cierto que en la plaza de toros sí se estuvo fusilando. Testigos que vivían en las inmediaciones de la plaza de toros, en su día nos contaron que durante la noche no podían pegar ojo por el ruido de los disparos. En el colmo de la desvergüenza, se ha llegado a insinuar, que esos disparos eran para poner orden entre los presos de la plaza de toros.
De izquierda a derecha: Tte. coronel José Martínez Maza (ayudante de campo de Franco), Tte. coronel Carlos Díaz Varela y el Marqués de Pinto |
El padre Huidobro viendo las masacres que se estaban produciendo en la retaguardia golpista, le envió una carta al Tte. coronel Carlos Díaz Varela, con el fin de que pararan aquellas matanzas indiscriminadas sin juicio alguno, y dijo que habría que...
... Evitar en adelante los horrores de Badajoz y Toledo. 1936. La columna camino Madrid, Pág. 27
Bien supo este religioso lo que ocurrió en Badajoz y en Toledo. La columna de Yagüe dejó un rastro difícilmente disimulable por donde iba pasando. En sus memorias, John T. Whitaker dejó un relato tenebroso sobre lo sucedido en Talavera (Toledo):
Dormía una media hora dos noches a la semana. No pasaba una noche sin que al amanecer me despertaran los disparos de los pelotones de fusilamiento en el patio del cuartel. La matanza parecía no tener fin. Al final del segundo mes seguía habiendo en Talavera tantos fusilamientos como como en los primeros días (...)
Nunca olvidaré el momento en que presencié la ejecución en masa de los prisioneros. Me encontraba en santa Olalla, cuando llegaron siete camiones cargados de milicianos.... Paul Preston. El holocausto español. Págs, 447 y 448
Hay quien afirma que en la plaza de toros no se fusilaba porque tan solo se usó aquel emplazamiento como campo de concentración. No tenía sentido asesinarlos en el coso taurino y después remitirlos al cementerio una vez muertos. En efecto era ilógico si después tenían que transportarlos. Pero tengamos en cuenta que no eran los militares quienes tenían que transportar los cadáveres al cementerio, por tanto, a los asesinos golpistas les daba exactamente igual el lugar donde los asesinaran: en cualquier calle, en la plaza de toros o en frente de la casa consistorial y la catedral.
En el libro Las cartas de la Pirenaica, nos informan de una carta-informe que enviaron a la emisora en 1964 donde decían que:
Las fuerzas que resistieron el asalto de la Legión extranjera se plegaron a Campo Maior y Elvas (Portugal). Desde la última ciudad fueron entregados por la Guardia Nacional Republicana portuguesas a la 9ª Bandera de la Legión 1.138 republicanos españoles, que fueron ejecutados todos sin excepción en la plaza de toros. Las cartas de la Pirenaica, Pág 139
Había pasado ya mucho tiempo de la masacre en Badajoz, y existía cierta confusión sobre lo sucedido en la plaza de toros, ya que como hemos comentado anteriormente, la matanza ocurrió por todo Badajoz (fue aún peor). Al ofrecer cifras exactas, podemos imaginar que el autor de la carta bien pudo sacar los datos de algún registro que todavía en 1964 no había sido destruido.
Aconsejamos leer la obra de la prestigiosa antropóloga Dulce Simões, Frontera y Guerra Civil española. Es cierto que en Portugal hubo excepciones donde los huidos republicanos gozaron de protección, como fue el caso del teniente Antonio Augusto Seixas que protegió a centenares de refugiados. No obstante...
... La brigada Movil de la PVDE, en estrecha colaboración con otras corporaciones (...) procedió a diversas capturas, detenciones, entregas, expulsiones de ciudadanos españoles. En este contexto. la repatriación de los refugiados republicanos concentrados en las fincas de la Cotaidinha y de las Russianas a Tarragona representó una excepción, debido a un conjunto de circunstancias que analizaremos detalladamente en el próximo capítulo. Frontera y Guerra Civil española. Pag. 204.
La Crónica, diario de Uruguay |
Las perdidas comunistasBadajoz, agosto 16 - UP.Según informa el comandante Castejón, quien tomó parte en la captura de Badajoz a la cabeza de una columna integrada por seiscientos soldados regulares marroquíes, los comunistas que defendían la ciudad sufrieron 1.500 muertes, entre los cuales figuran los que fueron ejecutados. Los corresponsales preguntaron al coronel Yagüe, quien dirigió el ataque, que si era verdad que se había ejecutado a dos mil comunistas, a lo que Yagüe respondió textualmente: "No fueron tantos".
Fusilados en las tapias del cementerio |
En realidad la matanza no se puede negar porque René Brut grabó los quemados en el cementerio, y lo que es mejor, soldados recién fusilados la noche anterior en las tapias del propio cementerio. Si no podrían decir que todas las víctimas que hay registradas en agosto habían perecido durante el fragor de la batalla. Tampoco el Tte. coronel Yagüe, le negó tajantemente a Mario Neves y otros periodistas que estuvieron fusilando, se limitó a decir que "no serán tantos". Y a ese no serán tantos es a lo que se agarran los negacionistas, en este caso reduccionistas.
Francisco Pilo Ortiz, Moisés Domínguez Núñez y Javier de la Iglesia en un libro conjunto, La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, reducen la matanza a 250 personas, y en otro lugar del libro a 1.000. En la Pag. 265 afirman que "son 1.000 los que podemos llamar represaliados"; cuando antes, en la Pag. 184, declaraban que: "El número total de fallecidos en combate el día 13 y 14 de agosto, y fusilados entre el día 14 y el 18 [días en los que permaneció Yagüe en Badajoz], podría cifrarse en un abanico entre 450 y 500, pudiendo aventurarse que la mitad de ellos fueron fusilados". Sin embargo no nos dicen como obtienen dichas cifras. Un servidor se basa en la información que el propio Castejón le pasó a la prensa.
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