García-Trevijano pretendió cambiar las palabras para parecer otra cosa, y al final no fueron nada.

 

El abstencionista es el que se abstiene. En un referéndum, es el que no acude a votar. Son varios los motivos por los que un ciudadano no vote: porque todo le importa una higa. Porque no tiene ni jota idea de lo que es la política. Porque siente que todos son iguales y nadie les representa. O hasta por pura desidia: total por un voto más o menos no va a cambiar nada. Luego, el señor Antonio García-Trevijano Forte, al crear su secta el MCRC, creía (o hizo creer a sus seguidores) que llamando a la abstención haría caer al régimen del 78 y podrían traer una república de manera democrática tras un proyecto constituyente. Antes, eso sí, después de la abstención masiva la ciudadanía tendría que salir a la calle (como en las elecciones del 14 de abril de 1931), a demandar la república.

Como Antonio García-Trevijano, que no era tonto, se tenía que diferenciar de los que no votan por desidia o porque no creen en la política y les da igual quien esté en el Gobierno, se inventó el palabro abstencionario. En realidad, no se puede diferenciar a alguien que siguiendo las ideas de García-Trevijano no vota, de alguien que no vota porque no le da la gana. Si en unas elecciones hay un 40% de abstención, ¿quiénes son unos y quienes son otros? Es imposible de saberlo.

Quienes sí que tuvieron una buena idea, fue el partido Escaños en blanco....

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Una idea valiente, cojonuda y muy pragmática . Solo de esa forma es posible distinguir los que están cabreados con el sistema, de los que se abstienen porque les da todo igual. El gran problema es que nadie les hace caso. Escaños en blanco en las elecciones generales de 2023 obtuvieron 8.448 votos, el 0.03% (ver enlace...👈). Una birria. Por eso, García-trevijano, que se las sabía todas, prefería diluir su estrategia entre la abstención; así sus seguidores, jamás sabrán que nadie les apoya. O no sabrán el alcance real de sus ideas. A otra cosa no, pero como manipulador pocos estaban a la altura de García-Trevijano.

Y por esto también tergiversó el término repúblico, que lo usaba para referirse a él mismo y a su movimiento sectario. Según la RAE, repúblico es...

1. m.  Hombre de representación, capacitado para los oficios públicos.. 
2. m. Hombre versado en la dirección de los Estados o en materia política..
3. m. patricio (‖ individuo que descuella entre sus conciudadanos).

O sea, repúblico viene a significar alguien que sobresale de los demás en materia pública. Un patricio en la antigua roma era, según la RAE, una persona: "Que descendía de los primeros senadores y formaba parte de la clase social privilegiada". Ninguna de las acepciones concuerda con lo que el MCRC y García-Trevijano pretendían ser: "Partidario de la república como forma de organización del Estado", y eso es ser republicano. Lo que pasa es que García-Trevijano era muy conservador y reaccionario, y en España el republicanismo se ha asociado a la I y a la II República, y sobre todo a la izquierda, y no se les ven muy amigos a estos del MCRC de la tricolor. Por eso se sentía más cómodo autollamándose repúblico.

Otra de las invenciones de García-Trevijano, fue la abstención activa. Si abstenerse es siempre un acto de total pasividad, ellos, algunos trevijanistas al menos, iban al colegio electoral a romper la papeleta delante de la urna. Un acto inútil al no quedar reflejado en ningún lado, excepto algún majadero que lo subía a las RR. SS. Si la abstención había sido del 30%, en esa estadística no se podía discriminar a los abstencionistas de los abstencionarios. Una enorme gilipollez.

Todos los grupúsculos anti-régimen del 78 que pretenden un proyecto constituyente para traer una república, como Vanguardia Española, el MCRC, o la Junta Democrática Española, deberían de asociarse con Escaños en blanco, y pedir el voto para este partido político que pretende dejar vacío el Congreso de los diputados. Solo de esa manera podríamos saber quienes quieren acabar de verdad con el régimen del 78. La abstención, y no los abstencionarios, durante toda la monarquía borbónica del 78 se ha movido en parámetros parecidos, con lo cual el PSOE y el PP están muy tranquilos en ese aspecto. Las últimas elecciones demuestran lo que aquí afirmamos. Abstenerse para que caiga esta oligarquía es una paja mental. Y a las pruebas nos remitimos.

Si fueran demócratas de verdad, y no unos simples sectarios, se aliarían todos juntos con Escaños en Blanco. Pero estas sectas políticas lo único que quieren es notoriedad. Cuando García-Trevijano falleció, el MCRC se dividió en dos facciones, y para colmo, el trevijanista, Rubén Gisbert montó la junta Democrática Española, otra facción trevijanista que en el MCRC no quieren saber nada de ellos. Pero Rubén Gisbert no deja de sorprendernos; abandonó la JDE y dice ahora que va a formar un partido político para luchar por sus ideas.

Gisbert, que hasta la fecha era idolatrado por el trevijanismo, ahora lo han convertido en uno de sus enemigos. Vale que es un giro radical, de pedir abstenerse a pedir el voto para su partido (cuando lo presente), es un cambio que entre estos sectarios es incomprensible. Pero no es menos cierto que las personas tenemos derecho a cambiar y reconocer nuestros errores. Aunque de este fanático que se manchó de barro adrede en Horizonte no nos podemos fiar. 

Rubén Gisbert se ha dado cuenta de que pidiendo la abstención (por muy activa que sea), no se va a ningún lado, y como su afán de protagonismo y su ego es inconmensurable, ha decidido montar un partido político (igual que Alpiste Pérez) para subir escalafones y tener más visibilidad en la esfera pública. A la vez, todo hay que decirlo, que siendo un reconocido personaje público se gana mucho dinero.

La iniciativa de Rubén Gisbert no es comparable a Podemos, que fue un partido fundado por varios profesores y activistas de la Complutense. El partido de Rubén y el de Alpiste Pérez, son proyectos personales y megalómanos condenados al fracaso.

Antonio García-Trevijano Forte, fue un abogado, que podríamos considerarlo como jurista, muy inteligente, que ganó mucho dinero durante el franquismo gracias a su valía profesional. Se supo rodear de personas de prestigio e influencia. Asesoró a Juan de Borbón y estuvo muy activo durante la transición. Sus herederos ideológicos, como Pedro Manuel González o el propio Rubén Gisbert, están a años luz del gran gurú del MCRC. Gurú que se convirtió en un reaccionario al estilo de las oligarquías capitalistas. Su modelo de Estado ideal, era un Gobierno de multimillonarios como en Estados unidos.

 

 

Hoy el MCRC, o la JDE son una especie de club de amigos que no van a ningún lado, este es uno de los últimos vídeos que ha subido Pedro Manuel González al canal del MCRC. Hasta la fecha lo han visto 351 personas. ¿Así quieren derrotar al régimen del 78? ¡RIDÍCULO!