Cuarta y última entrega del interesente estudio sobre el asesinato de Lorca realizado por nuestro colaborador Antonio Alfonso Hernández
Ahondando un poco más en la tesis
de la posible muerte de García Lorca el 17 de agosto, encontramos diversos
testimonios aparecidos en el libro de Molina Fajardo, aparte de las
declaraciones ya mencionadas en el mismo sentido por parte de Ruiz Alonso, José Rosales y José Valdés.
Son, entre otros, los de:
Antonio Montes Varela, quien
recordó que no había llegado a ver a Lorca, pero supo que había sido llevado a
Viznar y asesinado a las pocas horas de
ser detenido.
Vicente Lara Jiménez, escolta personal por
entonces del gobernador civil, acompañó un breve espacio de tiempo al poeta a
eso de las 8 de la tarde. Cuando regresó pocas horas después ya no se encontraba en el Gobierno Civil y no
volvió a verlo.
El agente de policía, Julián
Fernández Amigo, amigo de Federico, se dirigió a visitarlo tan pronto como supo
de su detención. A la mañana siguiente al llegar a la comisaría le notificaron
que ya se lo habían llevado.
Francisco Prieto Moreno, habló
con su suegro, Ramírez- Antrás, el 17 de agosto, quien le aseguró que Lorca ya
había sido asesinado.
Joaquín López-Mateos Montes, que
hizo guardia en el Gobierno Civil en la tarde-noche del 16 de agosto, declaró
que que sólo estuvo allí por la tarde y parte de
la noche.
Agustín Soler Bonor, abogado, le
contó a Molina que vio salir del Gobierno Civil a Lorca a eso de las diez y
media de la noche. Iba esposado, con chaqueta y debajo de ella llevaba un
pijama. Iba abatido. También aseguró
que, tanto los conductores del coche en donde fue llevado como los que
esperaban, eran guardias de asalto.
He incluido este último testimonio, a pesar de
que no aclara las fechas, por el interés que pueda tener la información
referida a la hora.
También lo vieron la tarde del 16
de agosto: El Bene, apodo de Francisco
Benedicto Domínguez Aceitero, que le llevó unas mantas enviadas por Esperanza
Camacho; Emilio Muñoz Medina, que prestaba servicios en el Gobierno; Carlos Jiménez Vílchez, miembro de la escolta
del gobernador y Joaquín López- Mateos Matres, trabajador del Gobierno Civil.
Todos ellos le hablaron a Molina de haberlo visto ese día, pero ninguno recordó que lo vieran a partir
del día siguiente.
Un dato que considero muy
interesante aparece en el excelente trabajo de
Fajardo. José María Nestares, jefe del sector de Viznar, le contó que
los hombres que hacían la vigilancia nocturna en Víznar le dieron la
novedad por la mañana, comunicándoles
que habían sido fusilados seis personas esa noche y que encima de los cadáveres
había unas muletas. A la mañana
siguiente le informan de que ya han sido enterrados.
Molina pensaba que esas mañanas tuvieron que ser
necesariamente las del 17 y 18 de agosto, debido a que esos vigilantes fueron
trasladados a Granada el 20 de agosto por orden de los falangistas sevillanos y
por la ausencia de Nestares en Viznar en las mañanas del 19 y 20 de agosto.
También apunta la posibilidad de que fueran seis los ejecutados y no cuatro
como siempre se ha creído.
Este dato refuerza aún más la
posibilidad de que la fecha de las ejecuciones se hubieran producido el 17 de
agosto.
También le comentó Nestares otros asuntos de cierta relevancia. Le dijo
que él creía que la detención fue ordenada por Valdés y por el policía Julio
Romero Funes, quien formaba parte de la camarilla del gobierno civil,
probablemente a instancias de Ruiz Alonso, pudiendo haber más personas detrás
de la denuncia. Que consideraba a García Lorca su amigo. Que éste llegó a Víznar
en pijama, (coincidente con la declaración de Soler Bonor) sobre las once y
media o doce de la noche y que los
habían matado en el campo de instrucción, antes de llegar a la Fuente Grande,
dirección a Alfacar, después de pasar un puentecillo. Descartó que Queipo
tuviera que ver con el asunto y que todo salió de la camarilla del Gobierno
Civil.
Sobre el tema de la supuesta
comunicación entre Valdés y Queipo de Llano, el periodista granadino investigó esta
cuestión, llegando a la siguiente
conclusión:
Según Ian Gibson, parece seguro
que Valdés, antes de dar la orden de asesinar a García Llorca contactó con Queipo,
bien fuera por radio o telefónicamente.
El irlandés recogió en sus
investigaciones, que el contertulio habitual de Valdés , Germán Fernández Ramos, antes de morir le había confesado a
Vicente López Jiménez, cómo se dio la
orden de matar al poeta. Valdés hablaba
todas los noches con Queipo a través de
una emisora de radio. Una noche, Gibson cree casi con toda seguridad que fue el
18 de agosto, preguntó al general qué hacer con Federico, a lo que habría
respondido la famosa frase, “Dale café, mucho café”, que podría esconder la orden de fusilamiento.
Por el contrario, Jorge Fernández
Coppel, autor del libro, Queipo de
Llano. Memorias de la Guerra Civil, hace una interpretación bien distinta del
significado de la frase supuestamente pronunciada por el general vallisoletano.
Según él, CAFÉ sería un acrónimo utilizado por los falangistas en los días anteriores
al alzamiento cuyo significado era, Camarada, arriba Falange Española. También
le parece imposible que Queipo hubiera ordenado el asesinato del poeta de
Fuente Vaqueros, comentando que no había encontrado ninguna referencia a Lorca
en el extenso archivo del general. En la entrevista que Coppel le hizo a
Gonzalo Queipo de Llano y Martí, hijo
del llamado por muchos, El virrey de Andalucía, le describió que mientras
comían les llego la noticia del asesinato de García Lorca. Su padre reaccionó
pegando un puñetazo en la mesa y quejándose del daño que les haría esa muerte,
que calificó de innecesaria y venganza canallesca.
Molina Fajardo, entrevistó a Alberto Machado
Ayuso, quien fuera director y propietario de Radio Granada, el cual le dijo
que no existían aparatos transmisores en el Gobierno Civil en el momento del
alzamiento, dado que él era el técnico y no lo sabía, poniéndose, por tanto, en
tela de juicio la posibilidad de la antedicha comunicación por radio.
No obstante, conviene recordar que Ruiz Alonso en las declaraciones
que hizo para el libro de Fajardo, Los últimos días de García Lorca, le comentó
a éste, que fue Queipo de Llano quien
llamó al comandante Valdés facilitándole el domicilio donde se encontraba el poeta granadino, pero que desconocía que fuera el domicilio de
los Rosales. Que fue Valdés quien le ordenó a él que efectuara la detención.
Desmintió nuevamente que hubiera gran movilización de fuerzas cuando la
realizó, y que a la mañana siguiente, 17 de agosto, se encontró a Valdés notablemente
disgustado y le informó de que Lorca
había sido fusilado por la noche y que la orden había venido desde Sevilla. ¿Mintió Ruiz Alonso? ¿ Mintió Valdés?
Por último, tenemos un libro
aparecido en los últimos años, Verano
del 36 en Granada, de Manuel Titos Martínez, Licenciado en Filosofía y Letras y
doctor en Historia, que aunque en este trabajo se centra en la historia económica granadina y andaluza ,
aporta un dato novedoso hasta entonces, relacionado con la muerte de Lorca. Se
trata de una carta escrita por José María Bérriz Madrigal el 18 de agosto de
1936, y enviada a la familia Rodríguez Acosta, que veraneaba en aquel momento
en Estoril. Bérriz era uno de los gestores de esta importante familia de
banqueros establecidos en Granada. En dicha carta les informa de que Manuel y
Bernabé que llegan ahora de su guardia,
le han comentado que anoche las fuerzas de Falange han matado a Federico García
Lorca
A mi particularmente me parece
más probable que la fecha del asesinato de Federico García Lorca se produjera
el día 17 de agosto. Los muchos testimonios encontrados apoyados en pruebas
documentales van en esa dirección.
Sobre el controvertido y polémico
asunto de dónde se encuentran los restos del poeta, tenemos los siguientes
datos:
Gibson, como producto de sus
investigaciones llegó a la conclusión de que estos se encuentran en El Barranco
de Víznar, donde habría sido asesinado junto a un olivo. En este lugar se
encuentra actualmente el parque Federico García Lorca. Se ha sabido, que al parecer,
al construirse este parque en los años 80, se encontraron unos huesos que
fueron cambiados de lugar sin haber sido identificados previamente.
Sin embargo, Gabriel Pozo
Felguera, (Lorca, el último paseo) cree
posible que los mismos militares que ordenaron su asesinato, pudieron
desenterrar el cuerpo y trasladarlo a una fosa común para así ocultar pruebas
del crimen. Este investigador fundamenta su teoría en las palabras de Antonio
Gallego y Burín, alcalde de Granada, 1938-1940 y desde 1941-1951, quien expresó
en su momento que el lugar de la tumba había sido cambiado por los militares
para impedir que se utilizara como arma propagandística por parte de los
republicanos. Al parecer, esta información procede de una anotación que hizo
Agustín Penón al realizar sus investigaciones.
En 2009, la Junta de Andalucía
financió unas excavaciones en el lugar donde se supone que se encuentras los
restos de Lorca, basándose en el lugar que había indicado Gibson a resultas de
sus investigaciones. La búsqueda tuvo un
resultado infructuoso. El irlandés, al que no se consultó, se quejó de que
habían buscado en un área muy restringida. Oficialmente no se buscaba a Lorca,
sino a una o varias de las personas que lo acompañaron en aquel triste final.
Todo fue llevado con cierto secretismo, entendiéndose que debido a la oposición
de la familia de García Lorca a las excavaciones.
El investigador irlandés escribió
un diario durante cuatro meses, lo que duraron las excavaciones, donde consignó
el desarrollo de las mismas. Fruto de ello fue su libro, La fosa de Lorca:
crónica de un despropósito.
Molina Fajardo encontró entre
otros, estos dos testimonios sobre el lugar donde fue enterrado, aparte del ya
mencionado de José María Nestares.
Pedro Cuesta Hernández,
falangista de la octava escuadra que estaba en Víznar en esos días, indicó que
pasando Viznar antes de llegar a la Fuente Grande a la derecha, en un sitio
como un pozo alargado de haberse sacado de allí tierra gris.
Joaquín Espigares, labrador que
vivía en Víznar en 1936 y mandó una centuria de Falange al comenzar el
alzamiento, expresó que, según se comentaba en Víznar, fue fusilado camino de la Fuente Grande en
unos pozos antiguos para buscar agua. También dijo que existió el rumor en Víznar
de que una señora había ido autorizada por el gobierno para retirar unos restos
en los pozos y que en el pueblo suponían
que eran los de Federico.
Por otra parte, el historiador
Miguel Caballero cree que la fosa se encuentra en un lugar llamado Pago del
Peñon Colorado, a unos 400 metros de donde se excavó en 2009.
Recientemente, el 17 de noviembre
de 2014, se iniciaron unas nuevas excavaciones que cuentan con Javier Navarro
como director de excavación y Miguel Caballero como director histórico del
operativo. El trabajo se vio interrumpido
en diciembre por la necesidad de devolver las máquinas utilizadas a la Junta de
Andalucía, propietaria de ellas, para las labores de quitar nieve. Se desconoce
si en algún momento han continuado los trabajos que realiza la Consejería de Fomento de la Junta de
Andalucía en la zona aportada por Caballero, es decir, del Peñón del Colorado.
En este caso se trata de una labor de localización de fosas de víctimas de la Guerra
Civil.
Una curiosidad. Según las crónicas de la época, 1998, Isabel,
hermana de García Lorca, pidió a través de una carta enviada al por entonces
presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, que impidiera la
construcción de un campo de fútbol en
Alfacar, Granada, situado a unos 750 metros del lugar donde es posible se encuentren
los restos del poeta. La mujer que declaró su intención de pedir a la Unesco
que interviniera, lo consideraba una verdadera afrenta y una vergüenza. También
escribió otra carta al arzobispo de Granada, Antonio Cañizares.
Sobran más comentarios sobre esta
descabellada iniciativa de la Junta.
Por último, indicar que la
familia de García Lorca se opone a la identificación de los restos del poeta.
Tras la muerte del genial poeta
se produjeron, entre otros, los siguientes hechos:
La decisiva intervención de
Narciso Perales, falangista de cierto relieve, logró evitar que el
expediente iniciado contra Luis Rosales
por haber dado cobijo a García Lorca, pasara a tener consecuencias fatales.
Todo se resolvió con una fuerte multa, se habla de 100.000 pesetas de la época,
impuesta al padre, Miguel Rosales, camuflada como contribución a la causa de
los sublevados.
Utilizando palabras suaves, podríamos
calificar de sarcástico , que a comienzo de los años cuarenta, es decir, varios
años después de su asesinato, se abriera un expediente contra el poeta en
cumplimiento de la Ley de Responsabilidades Políticas, aprobada recién acabada
la Guerra Civil. La causa fue sobreseida.
El padre, Federico García
Rodríguez, vio confiscados sus bienes por considerársele contrario a la “causa
del ejército nacional” , según apareció en el Boletín Oficial de la Provincia
del viernes, 23 de Octubre de 1936, por orden dictada desde el Gobierno
Militar. Tan absurda e injusta medida fue posteriormente dejada sin efecto.
Al final, no les quedó más
remedio a la familia de García Lorca que trasladarse a vivir a Nueva York,
lejos de la voraz maquinaria represiva franquista en cualquiera de sus modalidades.
El gobernador civil de Granada,
comandante José Valdés Guzmán, murió como consecuencia de problemas estomacales
en 1939, a los cuarenta y ocho años de edad.
Ramón Ruiz Alonso, marchó, quince
días después de la muerte de Franco, a vivir a Las Vegas, Estados Unidos, con
una hija, donde falleció en 1977. Según
el testimonio póstumo de la actriz Enma Penella, las cenizas de su padre yacen
en un cementerio de Madrid ocultas bajo un nombre falso por miedo a que su
tumba pueda ser profanada.
Juan Luis Trescastro, que acompañó a Ruiz Alonso en la detención
del poeta, falleció en Granada a los 76 años,
el 17 de febrero de 1954. Paradojas de la vida. Está enterrado en el cementerio municipal de Santa Fe,
Granada, en un panteón familiar que el padre de García Lorca tenía en esta
localidad.
OBRAS CONSULTADAS
LOS ÚLTIMOS DÍAS DE GARCÍA LORCA.
El libro-documento fundamental sobre el caso Lorca. Eduardo Molina Fajardo.
Las trece últimas horas en la
vida de García Lorca. Miguel Caballero
Pérez.
Lorca, 75 años de enigmas y
certezas. La Rioja.com, 18-08-11
Página web de Canal Sur, Canal Sur2, El público lee.13-12-10
ISABEL LORCA PIDE A CHAVES QUE
PARE EL CAMPO DE ALFACAR. El País,
14-10-1998
LORCA, MUERTE SIN RESOLVER. El
País, 10-12- 2009
“QUEIPO NO DIO CAFÉ” Ideal.es.,
18-10-08
El País, 1-6- 2005
Ideal.es, 22-10-10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aviso Legal
Este blog no se hace responsable de las informaciones y estudios que no sean veraces y que aparezcan en estas páginas. Intentamos verificar todo lo publicado para no faltar a la verdad. Esa es la línea que rige este blog, sabemos que nuestro esfuerzo puede no ser eficaz al 100 por 100, por eso en este blog está desabilitada la censura en los comentarios, para que puedan advertirnos de nuestro errores..
Debido a nuestra política de total libertad de expresión, no nos hacemos responsable de las posibles infracciones que puedan cometer nuestros colaboradores y participantes al dejarnos sus opiniones y sus artículos.
Los responsables del Blog Badajoz y la guerra (in) civil podrá estar de acuerdo o no con las opiniones de los colaboradores y de los participantes, debido a esto no se hace responsable de los perjuicios que puedan derivarse de los textos aquí reproducidos y de los comentarios de los usuarios.
Este blog es totalmente privado no dependemos de nadie y jamás no ha movido el ánimo de lucro, por favor se coherente con tus comentarios. Aquí no se ejerce la censura.