La gran pitada

Tal y como se preveía, en la final de la Copa del Rey hubo una sonora pitada mientras sonaba la marcha de Granaderos (melodía militar usada como himno nacional). El Rey aguantó estoicamente la gran pitada, mientras Artur Mas sonreía maliciosamente; algo intolerable para mucha gente. Lo mismo que en 2009 (final en el campo Mestalla) y 2012 (final en el  Vicente Calderón) ha vuelto a saltar la polémica y los que hacen gala del orgullo patrio: por las redes, la prensa, tv, etc, claman justicia, en este caso más bien venganza. Y digo venganza porque la justicia ya dictó sentencia en 2009.

En 2009 tras la sonora pitada en Valencia en contra del himno español, la Fundación patriótica DENAES (Fundación donde se hizo famoso el líder de Vox) decidió denunciar la pitada por delitos de injurias al rey, apología del odio nacional y ultrajes a España. El juez Pedraz dictaminó que, pitar al himno nacional está amparado por el derecho a la libertad de expresión. DENAES recurrió y la Audiencia Nacional dijo que pitar el himno es un ejercicio de crítica política protegido por el derecho constitucional de la libertad de expresión. A pesar de que los pitidos “no son ejemplo de educación ni de civismo mínimo exigible para ser respetado… nada hay que oponer a que se esté en desacuerdo con instituciones o símbolos del estado y su forma y régimen fijados en el marco constitucional”. El auto continúa diciendo que no existe en el acto de pitar el himno “conducta injuriosa en los términos descritos en el Código Penal con el Jefe del Estado ni tampoco delito de ultrajes a España definido en dicho texto legal y del delito de apología del odio nacional”. Según la justicia pitar el himno español a pesar de ser un acto grosero no es ningún delito y por lo tanto no se debe sancionar tal acto incívico.

Detenidos por protestar durante un desahucio

Cómo penalmente no se puede sancionar la pitada al himno se ha intentado buscar otro sistema: la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte se reunió este martes y tras una larga sobremesa, después de una comida de "trabajo", decidieron remitir el caso a la Fiscalía. Por la vía penal parece ser que el camino está agotado, solo existe un camino: cambiar las leyes. Antaño un acto de protesta como la resistencia pasiva era legal y no se podía sancionar. El Partido Popular cambió la Ley pasando el rodillo de su mayoría absoluta, y ahora la resistencia pasiva es motivo de detención y posterior sanción. Es muy sencillo, si las leyes no nos dan la razón, las cambiamos. La Ley Mordaza es buena prueba de ello.

Podremos destacar la incongruencia de unos espectadores que pintan al himno de España mientras sus respectivos equipos de fútbol se disputan una copa netamente española. Si, es una paradoja, por eso entre los "silbantes" podemos atisbar cierta  falta de materia gris. La misma falta de materia gris que atisbamos entre los que reclaman venganza contra los "separatistas" vascos y catalanes.

Un amigo "facebookiano" tenía la solución, una solución algo salomónica: echar al Barça y al Bilbao de la Copa del Rey (con el dolor de todo su corazón ya que él es del Athelic). Es asombrosamente sencillo "oiiiga". Es sencillo, además de totalmente injusto. Recordemos que el Barça y el Athelic Club de Bilbao tiene fans por toda la geografía del solar patrio, y que sus propios seguidores, tanto en Barcelona como en Bilbao no tienen porqué ser separatistas. Si se expulsara a ambos equipos de la Copa del Rey metemos a todos sus seguidores en el mismo saco. También hay que destacar que ni el Barcelona ni el Bilbao fueron los organizadores de la pitada.

Si la justicia dictamina que pitar el himno español es legal, cualquier sanción a posteriori carece de fundamentos. Por eso este debate se topa de frente con la justicia. Desde aquí un servidor animaría a todos el que no quiera oír el himno español, a que no acuda a ningún lugar donde éste sea expuesto. Aunque también podemos pensar que en un acto deportivo donde no juegue la selección española que demonios pinta el himno español. Hay una solución más sencilla: no poner la Marcha de Granaderos en un acto deportivo a no ser que juegue la selección española. Pero, en fin, si se pide sangre contra la pitada, que no se pediría contra el gobierno que apoyara esta medida.

Como siempre, tenemos que mirar que hace el resto del mundo para tomar posiciones patrias, ayer el director del ABC, esgrimía en 13 TV -mi cadena "favorita"- que en el resto de Europa no se pita al himno nacional y si así fuere se toman medida al respecto. En los EEUU es impensable que esto ocurra -segun el diario 20minutos-. Habría que matizar que en "yanquilandia" pitar al himno sería impensable, pero nadie nos informa como ven en los Estados del sur la bandera nacional o el himno. Allí todavía usan la confederada y la Guerra Civil de los EEUU todavía crea controversia.

Según 20Minutos: "En Reino Unido se canta como himno nacional el God save the Queen, pero Gales y Escocia tienen su propio himno, y cuando se enfrenta la selección de Inglaterra contra una de estas dos, suele ser normal que una parte de los aficionados galeses y escoceses piten el Dios salve a la reina. Sin embargo, estas pitadas al himno no provocan sanción de ningún tipo, ni contra aficionados ni contra sus selecciones". Sin embargo en Francia: "el entonces presidente Nicolas Sarkozy estableció en 2008 que si se pita el himno frente al combinado nacional, los miembros del gobierno deberán abandonar el estadio, el árbitro suspenderá el partido y el gobierno anular todos los encuentros amistosos contra el país rival durante un periodo de tiempo por determinar. Esta decisión se tomó entonces tras una gran pitada a la Marsellesa por parte de la afición tunecina, exprotectorado francés, durante un partido amistoso en París contra la selección francesa". El caso francés es distinto al británico; el británico es más semejante al español, pero ninguno de los tres es igual. no obstante en 2012 los seguidores de la selección de fútbol española pitaron al himno de la selección francesa y el partido ni se suspendió ni se sancionó a la selección española. Es más, poca gente se acuerda ya de esa pitada.

Durante la Dictadura de Miguel Primo de Rivera, padre del fascista español más famoso, el club catalán fue sancionado con el cierre del campo durante 3 meses. . El 14 de junio de 1925  en Les Corts, el Barça y el CD Jupiter en homenaje al Orfeó Catalá jugaron un partido de fútbol amistoso. la banda de la marina inglesa, invitada al partido, interpretó el himno británico y la Marcha Real. Los 14.000 espectadores aplaudieron el God Save the Queen y “sisearon” el himno español. Joaquín Milans del Bosch, que por aquella época era gobernador civil de Barcelona informó del suceso, y el dictador Primo de Rivera decidió cerrar el campo del Barcelona durante 6 meses, que al final se quedaron en tres.

Esta es la primera vez que en un estadio de fútbol se criticaba, de alguna forma, a la Nación española a través del himno nacional. La dictadura acabó con la libertad de expresión de la mejor forma que lo sabía hacer, mediante la represión.

La dictadura primoriverista fue especialmente dura con Cataluña: El gobernador civil Milans del Bosch se encargó de cerrar revistas y de ejercer una férrea censura. Persiguió a la CNT y formó un somatén para ejercer la represión con más efectividad. Cuando los generales africanistas dieron su Golpe de Estado anti-constitucionalista y anti-republicano, Milán del Bosch se encontraba en Madrid. En la capital de España el Golpe fracasó: los milicianos lo arrestaron y lo asesinaron en agosto en el Cementerio del Este.

Sería de agradecer que en los campos de fútbol tan solo la gente se dedicase a disfrutar con el deporte "rey", pero no podemos cercenar la libertad de expresión porque alguien pite durante la oída de un himno. Eso es propio de dictadores.

Si al PP en 2010 le parecía que las pitadas a ZP entraban dentro de la libertad de expresión, no vemos porque las pitadas al himno o al Rey no entran dentro de esa libertad de expresión. Igual de símbolo de una nación es su presidente como su jefe de estado, con una salvedad, al presidente lo elige el pueblo y al rey la genética es la que dictamina quien se sube a la jefatura del estado. Evidentemente, si un grupo de ciudadanos, equivocados o no, deciden pitar al Presidente del Gobierno el día de la fiesta nacional, no vemos porqué otro grupo de ciudadanos no pueden mostrar su disconformidad, (ejerciendo la sacrosanta libertad de expresión), en contra  del Estado español (Estado que no defiende a los más débiles o que hace oídos sordos ante tanta precariedad). Más nos gustaría que esa sonora pitada se hubiera producido en defensa de los desahucios o de los excluidos por la crisis, pero en fin, cada uno es libre de protestar por lo que quiera.

Nos hacemos eco de las palabras de Ángels Barceló al respecto de la pitada:

(...) Al PP le preocupa que se pite el himno. Una buena manera de desviar la atención, una cortina de humo para que no se vean o no se hable de sus miserias. Porque el PP sabe perfectamente que silbar un símbolo es libertad de expresión, aunque luego a cada uno de nosotros nos parezca más o menos acertado.


Y el PP debería saber también que en democracia los ciudadanos pueden manifestar su malestar de la manera que considera más oportuna siempre pacíficamente y sin violencia, recordemos sino algunas de las sentencias sobre los escraches, el que se hizo a la propia Soraya Sáenz de Santamaría.