Quién ha ganado y quien ha perdido en las elecciones autonómicas del País Vasco y de Galicia

Las últimas elecciones autonómicas que se celebraron en Extremadura las volvió a ganar el PSOE tras cuatro años de Gobierno del PP. La sensación que tuve, es que apenas se notó el cambio de Gobierno, digo apenas, porque sería absurdo decir que no existen diferencias en ambas formaciones, pero en rasgos generales la ciudadanía apenas notó la diferencia.

En aquellos comicios, los comentaristas nos remachaban con el argumento de que las elecciones autonómicas son independientes de las generales, quiero decir que los analistas políticos apreciaban que el votante tiene  criterios distintos a la hora de depositar su voto en una u otras elecciones.

Otros analistas son de la opinión de que lo que pasa en Andalucía y Galicia (el PSOE en Andalucia y el PP en Galicia llevan cuarenta años ganando elecciones), es debido a que en esas regiones ambas formaciones crean redes clientelares, sea de la forma que sea, podemos encontrar explicaciones para todos los gustos y cada una tendrá su parcela de razón. El caso es que después de leer la prensa del reino (El País y El Mundo) las elecciones en Galicia nos la ha perdido Xoaquín Fernández Leicega, candidato por el PSdeG. No, las ha perdido Pedro Sánchez. En el País Vasco las elecciones también las ha perdido Pedro Sánchez en lugar de Idoia Medina. Entonces, por esa regla de tres, Rajoy ha conseguido un resultado electoral increíble: lo que no logra en el Gobierno central (la mayoría absoluta) lo ha logrado con suma facilidad en Galicia. El PP gallego ha obtenido el 47,53 del total de los votos depositados. El PP nacional ganó las elecciones en 2015 con el 28.71% de los votos, y en 2016 aumentó los resultados en 9.7% puntos, quedando todavía lejos de obtener una mayoría absoluta.

Mucho me temo que lo que ha pasado en Euskadi y Galicia no es para nada significativo de lo que pasaría a nivel nacional en unos nuevos comicios. En ambas autonomías, Podemos ha logrado el temido sorpasso con el que nos machacaron, un día sí y otro también, gracias a aquellas encuestas falsificadas, o mejor dicho, cocinadas a conveniencia.

La Gaceta

De los resultados por el norte  y noroeste de los que ha disfrutado Podemos debemos responsabilizar a sus líderes autóctonos y no a Pablo Iglesias; de la debacle del PSOE culparemos al PSOE de ambas regiones y no a Pedro Sánchez;  de la mayoría absoluta de Feijoo, debemos felicitar al propio Feijoo y no a Mariano Rajoy Brey.  Pedir ahora la dimisión de Pedro Sánchez por lo que ha pasado en Euskadi y Galicia es de lo más absurdo y gilipollezco que he escuchado los últimos días. Por cierto, ¿nadie pide la dimisión de Albert Rivera? Parece como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra.

Lamentablemente, en este país, que es España, nadie puede salirse del guión establecido por la prensa del reino: y esa prensa había determinado que Pedro Sánchez debía facilitar un gobierno de Rajoy y alejarse, cuanto más mejor, de Podemos. Pedro Sánchez, esta vez ha tenido los cojones suficientes y le ha plantado cara a sus varones más conspícuos; a sus viejas leyendas del ayer, y sobre todo, al ilustrísimo emporio de Juan Luis Cebrian y similares, que exigían denodadamente un Gobierno del PP; y además sin nada a cambio.

El que me siga con meridiana asiduidad, habrá constatado la poca afinidad que tengo con el PSOE, pero esto ya es demasiado. Fastidia, o más bien, preocupa el enorme poder que tienen ciertos medios de comunicación para crear opinión. Si un votante está mal informado vota mal. Solo así podemos explicar el panorama actual.

Pedro Sánchez, estás acabado. Hueles a cadáver político y no porque no te falte razón. Estás acabado porque la prensa del reino así lo ha decidido. Fíjate bien, Albert Rivera ha sido muy buen chico y está siendo compensado convenientemente. Tú por no ser obediente esta noche te irás a la cama sin postre y mañana ya veremos.

Desde la izquierda afín al socialismo hay algunas voces que no son tan críticas. José Mª Izquierdo desde la SER:

Si Núñez hubiera quedado peor en resultados, la culpa hubiera sido suya, y no de Rajoy, pero si el PSOE hubiera obtenido mejores números se habría debido a la calidad de los candidatos, y nunca a Pedro Sánchez.