Se repite sin cesar que en España hay separación de poderes, no obstante algunas decisiones de los altos tribunales podrían poner en duda esa cuestión -el caso del juez Garzón-. Estamos de acuerdo en que Puigdemont al tratar de proclamar la independencia de Cataluña esta cometiendo algún tipo de delito, esto es cierto, pero la Fiscalía ha acusado a Puigdemont de rebelión y sedición, penas por las que podría estar en la cárcel 30 años. Ni uno más, ni uno menos.
No podemos olvidar que ya hay dos personas en la cárcel por convocar una manifestación que luego se tornó en violenta. Amnistía Internacional se pronunció al respecto:
Amnistía Internacional es esa ONG a la que en España solo se le hace caso cuando emite informes sobre Venezuela, para otros casos, oídos sordos. Son varios los juristas que ven excesivo que se les pueda imputar los delitos de rebelión y sedición a Puigdemont:
Entonces, si analizamos friamente los datos, ¿Como podemos llamar cobarde a Puigdemont por huir de un país donde ciertos juicios están claramente politizados? Sabemos que la justicia es una lotería, pero ciertos juicios se parecen a una jugada con las cartas marcadas. Como pasó con el caso del juez Garzón.
Antonio Maestre ha escrito en La Marea:
Los españolitos, todos: los de izquierdas y derechas, tenemos muchos cojones, pero tan solo en el papel. Es muy fácil soltar cuatro chorradas insulsas en Facebook, o en un artículo en un panfleto que leen cuatro gatos ó 4.000, y quedarnos tan anchos y creernos que somos los reyes del mambo.
“Mi propuesta fue hacer una transaccional manteniendo el supuesto de la independencia, pero añadiendo que se debe hacer con violencia”, recuerda hoy en una entrevista con El Punt Avui Diego López Garrido, exdiputado de IU que redactó el artículo 472 del Código Penal, que describe el delito de rebelión, en la reforma de 1995.
Garrido explica que la matización sobre el uso de violencia trataba de alcanzar un acuerdo con los partidos nacionalistas, que defendían su derecho a alcanzar la independencia según el marco de la Constitución “que permite perseguir todos los fines si es dentro del marco legal”, afirma, argumentando por qué el simple hecho de declarar la independencia no debería constituir,en su opinión de legislador, un delito de rebelión, como el que la Fiscalía ha cargado sobre Carles Puigdemont y otros 19 cargos de su Govern y de la Mesa del Parlament.
“Levantamiento ya es una palabra que indica violencia, pero por si acaso añadíamos la expresión ‘quien se alza violenta y públicamente’ e inmediatamente todo el mundo estuvo de acuerdo, incluido el PP, y así se votó en las Cortes. El Legislativo dijo que había violencia material y física evidente. No hay un delito de rebelión en lo que ha hecho Puigdemont”, subraya Garrido en esta entrevista. Leer más...
No podemos olvidar que ya hay dos personas en la cárcel por convocar una manifestación que luego se tornó en violenta. Amnistía Internacional se pronunció al respecto:
Amnistía Internacional: Los cargos de sedición contra Sánchez y Cuixart son excesivos y se debe suspender la prisión provisional. Leer más...
Amnistía Internacional es esa ONG a la que en España solo se le hace caso cuando emite informes sobre Venezuela, para otros casos, oídos sordos. Son varios los juristas que ven excesivo que se les pueda imputar los delitos de rebelión y sedición a Puigdemont:
Entonces, si analizamos friamente los datos, ¿Como podemos llamar cobarde a Puigdemont por huir de un país donde ciertos juicios están claramente politizados? Sabemos que la justicia es una lotería, pero ciertos juicios se parecen a una jugada con las cartas marcadas. Como pasó con el caso del juez Garzón.
Antonio Maestre ha escrito en La Marea:
El pueblo que se jugó el tipo para votar el 1 de octubre ha visto como los que le abocaron a esa situación votaron cobardemente en secreto o han huido a Bélgica al amparo de la oferta de un neofascista como Theo Francken.Tiene razón cuando dice que el "pueblo se la jugó para votar el 1 de octubre". Se jugaban que le partieran la crisma o le saltaran un ojo de un bolazo. Ese mismo riesgo corrieron Puigdemont, los de ERC y los de la CUP, pero ahora el pueblo no se está jugando 30 años de cárcel como le pasa a Puigdemont.
Los españolitos, todos: los de izquierdas y derechas, tenemos muchos cojones, pero tan solo en el papel. Es muy fácil soltar cuatro chorradas insulsas en Facebook, o en un artículo en un panfleto que leen cuatro gatos ó 4.000, y quedarnos tan anchos y creernos que somos los reyes del mambo.
“Mi propuesta fue hacer una transaccional manteniendo el supuesto de la independencia, pero añadiendo que se debe hacer con violencia”, recuerda hoy en una entrevista con El Punt Avui Diego López Garrido, exdiputado de IU que redactó el artículo 472 del Código Penal, que describe el delito de rebelión, en la reforma de 1995.
Garrido explica que la matización sobre el uso de violencia trataba de alcanzar un acuerdo con los partidos nacionalistas, que defendían su derecho a alcanzar la independencia según el marco de la Constitución “que permite perseguir todos los fines si es dentro del marco legal”, afirma, argumentando por qué el simple hecho de declarar la independencia no debería constituir,en su opinión de legislador, un delito de rebelión, como el que la Fiscalía ha cargado sobre Carles Puigdemont y otros 19 cargos de su Govern y de la Mesa del Parlament.
“Levantamiento ya es una palabra que indica violencia, pero por si acaso añadíamos la expresión ‘quien se alza violenta y públicamente’ e inmediatamente todo el mundo estuvo de acuerdo, incluido el PP, y así se votó en las Cortes. El Legislativo dijo que había violencia material y física evidente. No hay un delito de rebelión en lo que ha hecho Puigdemont”, subraya Garrido en esta entrevista. Leer más...