NO QUIEREN CRIMINALIZAR LA APOLOGÍA DEL FRANQUISMO

La Sexta, la cadena de -Atresmedia-, ha realizado una encuesta para medir la predisposición de la población con la medida que pretende el Gobierno de Pedro Sánchez de criminalizar la apología del franquismo. El 52,8% está a favor y el 42,2% permanece contrario.  Los votantes socialistas y de Unidas Podemos están a favor. En contra, sobre todo los votantes de PP y Vox, aunque en menor medida también están en contra los seguidores de Ciudadanos. Toda la derecha electoral quiere que se pueda alabar la dictadura franquista, y en el lado contrario se encuentran los votantes de las izquierdas, a los que les parece bien que no se permita la exaltación del franquismo.

En la prensa de izquierdas, lo último que he leído, demonizando la  criminalización del franquismo ha sido un artículo recomendado por Ángel Viñas de Infolibre que termina así:

La pervivencia extemporánea de los símbolos del franquismo contribuyó a su normalización y, de esta forma, a una suerte de legitimación de facto, que ahora no podría revertirse con una mera declaración de antijuridicidad. El desconocimiento de los hechos históricos, cuando no su sustitución por un relato alternativo, y la dificultad, a estas alturas, de deslindarlos del discurso político partidario en el que se han integrado, hacen inviable la revisión desapasionada de la Historia reciente. No obstante, sin llegar a una militancia democrática impositiva, impracticable por falta de consenso nacional y de apoyo constitucional, tampoco debería el poder público seguir renunciando, como lo ha hecho durante décadas, a una activa pedagogía democrática. Infolibre...👈

Los símbolos del franquismo han sido deslegitimados, y no precisamente de facto, sino con total contundencia, gracias a la Ley 52/2007. El silencio y olvido del PSOE (Felipe González) con el franquismo; que, en efecto, ha durado demasiado, fue corregido en la segunda legislatura de Zapatero, y está continuando con la llegada de Pedro Sánchez, por eso ya no podemos hablar de una "suerte de legitimación de facto". Esto no quiere decir, claro está, que también podamos practicar una activa "pedagogía democrática" y seguir avanzando en memoria histórica.

Si hemos sacado del mobiliario urbano las estatuas de Franco y eliminado las calles del franquismo -las que nos han dejado-, ¿como vamos a seguir permitiendo  exaltaciones franquistas en plena calle?

Fidel Gómez Rosa escribe: "Desde el punto de vista técnico-jurídico, voces autorizadas ya se han pronunciado señalando su dudoso encaje en el orden constitucional por invadir el ámbito de ejercicio del derecho fundamental a la libertad de expresión". En realidad la libertad de expresión en el código penal tiene sus límites, por eso no logro entender porque dicen que evitar la apología del franquismo no tendría encaje en el orden constitucional, en relación al derecho a la libertad de expresión. Ese derecho no puede convertirse en ningún fundamentalismo.

Franco murió en la cama sí -igual que Stalin-, pero murió siendo un asesino, por mucho que nos quieran recordar los pantanos y la Seguridad Social que él no creó. Rendirle honores al mayor criminal de España no se puede consentir ni en la calle ni en las RR.SS.

Si nos dicen que no todas las opiniones no son respetables, a qué viene ahora sacar a la palestra el inalienable derecho de expresión. Derechos que tenemos que defender pero no distorsionar.