LA MEMORIA DEMOCRÁTICA, ESA COSA TAN FEA Y LA LEY DE AMNISTÍA

 

El Valle de Cuelgamunros está situado "En plena sierra de Guadarrama es un lugar natural desde el que se pueden contemplar una de las mejores vistas de Madrid. Ubicado en el noroeste de la Comunidad de Madrid, en el término municipal de San Lorenzo de El Escorial, tiene una superficie de 1.365 hectáreas. Constituye una gran reserva ecológica y biológica" (Patrimonio Nacional...👈). En dicho se valle se encuentra ubicado el conjunto arquitecnico fascista conocido como el Valle de los Caídos. Coronado por la cruz fascista más grande del mundo que ostenta un récord Guinness. En España somos fikis hasta para ser premiados por una gran cruz fascista creada por Franco para mayor gloria de su Cruzada Nacional: "La cruz tiene una altura total de 152,4 metros. La Asociación en Defensa del Valle de los Caídos se ha encargado de reunir el informe previo de cuatro arquitectos y el material fotográfico y audiovisual necesario para obtener esta certificación" (ver enlace...👈).

La nueva Ley de Memoria democrática pretende resignificar la obra fascista y cambiarle el nombre. Se pasará a llamar como el paraje natural: Valle de Cuelgamuros. Según El Confidencial, en el Valle de Cuelgamuros "únicamente podrán yacer los restos mortales de personas fallecidas a consecuencia de la guerra y se reubicarán aquellos restos que ocupen un lugar preeminente en el recinto, como ocurre con el caso de José Antonio Primo, que tras la exhumación de Francisco Franco es la única tumba individual que permanece. Además, la ley declara extinguida la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, de quien depende el monumento administrado temporalmente por Patrimonio Nacional, y establecerá un nuevo marco jurídico aplicable a este lugar".

Sin duda alguna avances que a muchos nos pueden gustar, pero que en mi opinión, el engendro de Cuelganuros, o esa cosa tan fea que ensucia el sin par paraje natural madrileño, nunca se podrá resignificar. Aquellas malditas piedras siempre guardarán el significado original que le otrogaron sus constructores, además durante casi cuatro décadas fue la tumba del dictador donde descansó junto a miles de sus víctimas enterradas allí sin el conocimiento de sus familiares. Es un lugar maldito.

Fiesta fascista en Cuelgamuros

La solución se la he escuchado a Santos Julia y a Francisco Espinosa. Cerrar dicho conjunto arquitécnónico, sacando primero de allí todos los huesos, y dejar que la naturaleza que es sabia, ejerza todo su poder. Esa cosa tan fea si no se mantiene se cae a pedazos:

"La decisión sobre qué hacer con el mausoleo franquista no se puede posponer más: el complejo está tan deteriorado que requiere una inversión millonaria de dinero público para no venirse abajo (ver enlace...👈)

Otro de los puntos de disputa ha sido la no derogación de la Ley de Amnistía. ¿Qué miedo hay a derogar aquella ley, lejos ya del contexto de la transición, es decir sin el fantasma golpista del Ejército del 18 de julio? Aquella Ley que en un principio solo tendría que haber servido para sacar a los presos político antifranquistas, fue el coladero por donde Adolfo Suárez logró colar la impunidad de los torturadores y criminales del régimen franquista. Esta Ley puso y sigue poniendo hoy todavía al mismo nivel a los presos antifranquistas y a sus torturadores. Te venían a decir, yo te saco de la cárcel, pero tú a mí, que a pesar de haberte torturado, no me puedes demandar. 

La Ley de Amnistía del 77 benefició a 23 presos de ETA, y "también supuso el perdón de las causas pendientes que tenían otros terroristas, parte de ellos de ETA, que estaban huidos, entre los que se encontraba Josu Ternera, según apunta Florencio Domínguez, director para el Centro de la Memoria de las Víctimas del Terrorismo. O Argala, que formó parte del "Comando Txikia", que asesinó a Carrero Blanco" (ver enlace...👈). Incomprensiblemente, a esta derecha que está todo el día con la matraca de la ETA, no le viene bien derogar la Ley que sacó as la calle a asesinos etarras. Coño y ahora ni siquiera ven válido políticamente a Bildu.

Dentro de alguna, o varias décadas, cuando ya se esté plenamente seguro de que nadie que tuvo responsabilidades penales por su actuación durante la dictadura quede vivo, volverá la izquierda del PSOE a enmendar de nuevo la Memoria Democrática, para que al menos simbólicamente no estén en el mismo plano las víctimas de los torturadores y los propios torturadores. El PSOE es así, siempre mal y tarde. Fíjense que a Felipe González y a varios ministros de sus gobiernos estas leyes no le gustan nada.