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José Antonio Primo de Rivera y Ramiro Ledesma Ramos |
José Antonio Primo de Rivera (JAPdR) nació en el seno de una familia adinerada de Andalucía. Su padre además de general fue el dictador alfonsino Miguel Primo de Rivera. De su padre heredó, a parte de las dotes dictatoriales y autoritarias, el marquesado de Estella, convirtiéndose en el tercer marqués. JAPdR se inició en política en la Unión Monárquica Nacional (UMN), siendo vicepresidente y presidente de la Junta Patriótica Ciudadana. La UMN se creó para participar a unas posibles elecciones a Cortes. Se pensaba que Berenguer convocaría elecciones a Cortes para para volver a la normalidad constitucional después del golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera. Pero la debacle de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 cambió todo; esas elecciones nunca se celebraron pues el resultado de las elecciones municipales fue el advenimiento de la II República.
La UMN solo duró trece meses antes de disolverse y JAPdR estuvo compaginando su trabajo propagandista en la formación política junto a José María Pemán, con sus funciones de abogado. En el mes de noviembre de 1933, consigue acta de diputado independiente por Cádiz, gracias a una coalición derechista de Cádiz y Jerez "con fuerte contenido primoriverista local". También resultó elegido Pemán que consiguió algunos votos más que JAPdR.
JAPdR se peleó con Queipo de Llano:
... Sabedor José Antonio que Queipo de Llano tenía su tertulia en el Café Lyón D´or de la calle Alcalá, por la noche, y conociendo que a esa tertulia acudían varios enemigos de su padre, se hizo acompañar de su hermano y de su primo, al encontrarlo, preguntando a un camarero (pues se desconocían mutuamente), le mostró la carta y le pregunto sí era suya, le contestó que sí, devolviéndosela en actitud retadora y José Antonio le dio un golpe en la cara. Se generalizo la pelea, agrediendo el general y otros amigos suyos con bastones a José Antonio, interviniendo seguidamente Miguel y Sancho Dávila, en el transcurso de la trifulca José Antonio golpeo fuertemente al general, haciéndole caer, se levanto el general y se enzarzaron en una pelea cuerpo a cuerpo, interviniendo los contertulios del general y los acompañantes de José Antonio. Acabado el enfrentamiento, Queipo de Llano, fue atendido en la Casa de Socorro de heridas en el labio y un pómulo, que tardaron quince días en curar. Leer más...👈
En otra ocasión, JAPdR se personó en el local de Acción Española alegando que venia a "romper la cara a ese Galiano". El motivo del enfado del fascista español fue un artículo donde se denunciaba las excesivas multas de la dictadura de su padre Miguel Primo de Rivera. Si no es por la intervención de Ramiro de Maeztu que medió en la trifulca, las cosas podrían haber llegado a mayores.
A finales de octubre creó el partido claramente fascista Falange Española, que meses después acabaría fundiéndose con la JONS de Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma, más radicalizados, todavía si cabe, que la propia Falange. Con la Falange no consiguió ningún rédito político, y en 1936 perdió el escaño de diputado por Cádiz. En un principio al partido fascista tenía otro nombre Movimiento Sindicalista Español con el sobrenombre de Fascismo Español (MSE-FE). Más tarde optarían por el nombre Falange Española que coincidía con las mismas siglas que el de Fascismo Español. Sin duda querían pasar por lo que no eran de cara a las administraciones, por otra parte su discurso seguía siendo fascista.
Acompañado de su fiel escudero, Raúl Sánchez Mazas, Primo de rivera partió a la Italia fascista para entrevistarse con Mussolini. Según Joan María Thomas, el motivo del viaje fue para "pedir consejo y ayuda (...) para el lanzamiento de un partido hermano en España". Cuando la Falange perdió la financiación de los monárquicos de Calvo Sotelo, JAPdR consiguió que Il Duce siguiera financiando a su partido "hermano" Español. En conversación telefónica con un miembro del partido de Mussolini dijo que " Soy como un discípulo que va a ver al maestro....".
La Falange Española y de las JONS en las elecciones de 1936 fue un absoluto fracaso. Solo consiguió, 46. 466 votos, lo que significaba un mísero 0,4% del total de los votos. La Falange políticamente fue absolutamente irrelevante en lo que se refiere a representación política. Pero como escuadristas y terroristas resultaron imprescindibles para provocar a las izquierdas, aunque tenemos que reconocer que estas también eran de gatillo fácil. Según Eduardo González Calleja se producían enfrentamientos armados entre la UGT y la CNT para capitalizar las huelgas. La izquierda recibió desde el minuto uno a los falangistas españoles violentamente por lo que representaba el fascismo en Italia y el nazismo en Alemania.
JAPdR, el 4 de mayo de 1936 le escribió una carta a la reaccionaria UME (la Asociación golpista militar):
¿Habrá todavía entre vosotros (soldados, oficiales españoles de tierra, mar y aire) quien proclamase la indiferencia de los militares por la política ? Esto pudo y se debió decir cuando la política se desarrollaba entre partidos. No era la espada militar la llamada a decidir sus pugnas, por otra parte harto de mediocres. Pero no nos hayamos en presencia de esta pugna interior. Está en litigio la existencia misma de España como entidad y como unidad. El riesgo de ahora es exactamente equiparable a la de una invasión extranjera...
El fascista español estaba jaleando a los militares con el miedo al bolchevismo (invasión extranjera), cuando él estaba promocionando un movimiento también extranjero, como lo era el fascismo.
Para Joan María Thomas...
... la Falange estaba contribuyendo de forma notable al deterioro público con objetivos políticos desestabilizadores, en un contexto político y social de por si ya conflictivo.
Desde la cárcel, el fascista español le demandó por carta al caudillo italiano ayuda para dar un golpe de Estado. Intentaba que Mussolini les regalase un millón de pesetas:
El triunfo del Frente Popular significa el fracaso populista del señor Gil Robles y de la táctica adhesionista y legal. Así lo manifiesta a cada momento y ostensiblemente la repulsa de la opinión pública (...).
Ha de ser, pues, en España, el Ejército quien, lo mismo que en el siglo pasado con sus pronunciamientos, realice este movimiento de recuperación nacional...
Y también desde prisión, JAPdR marcaba las directrices a la Falange para que participasen en el movimiento militar. Ordenaba siete puntos. Solo citaremos el primero:
1.- Cada Jefe Territorial o Provincial se entenderá exclusivamente con el jefe superior del movimiento militar en el territorio o provincia, y no con ninguna otra persona. Este Jefe superior se dará a conocer al Jefe Territorial o Provincial con la palabra Covadonga, que habrá de pronunciar al principio de la primera entrevista que que celebren.
En lo últimos prolegómenos del golpe, JAPdR se dedicó a hacer las maletas y a seguir enviando instrucciones a sus camaradas falangistas. Estaba plenamente convencido de que tras el golpe de Estado saldría de la cárcel. Desgraciadamente para Primo de Rivera, Alicante quedó en manos de la República. Como el golpe no triunfó en dicha capital, un grupo de falangistas partieron a liberar a su líder, pero fueron detenidos al intentar acercarse a la ciudad. El conde de Mayalde y diputado de la CEDA, José Finat, había introducido clandestinamente dos pistolas para el día de la huida. Una para José Antonio y otra para su hermano también preso.
Según reflexiona Joan María Thomas...
... desde la perspectiva del historiador (...) José Antonio había participado en la gestación del golpe [de Estado] y había implicado a Falange de pleno en el, aunque judicialmente fuese difícil de demostrar...
No hay dudas pues, de que José Antonio era de carácter violento (pendenciero) hasta el punto de llegar a la agresión física si la ofensa lo requería; fue uno de los introductores del fascismo en España (fascista), aunque este fascismo fuese un fascismo a la española; colaboró con su partido en el golpe de Estado, mientras permanecía en la cárcel mandando instrucciones a sus camaradas falangistas (golpista).
Si el golpe de Estado no hubiese triunfado en media España y no hubiéramos ido a la Guerra Civil, José Antonio Primo de Rivera podría haber sido fusilado o no, pero no habría tenido esta relevancia de la que goza en la actualidad. El franquismo interesadamente creó el mito del ausente. Usó el partido falangista para organizar (usando la doctrina fascista de Falange) el primer franquismo que fue flagrantemente un Estado fascista, totalitario y altamente represor.
En la radio de la Iglesia, la COPE, un periodista le restaba importancia al incidente de JAPdR con el general Queipo de Llano alegando que había ofendido a su padre el dictador Miguel Primo de Rivera. Imaginen por un momento que la pelea la hubiera tenido Largo Caballero con Queipo, seguro que el juicio de este periodista sería distinto. También el mismo periodista aseguró que JAPdR no tuvo nada que ver en el golpe de Estado porque estaba en la cárcel, y además Emilio Mola y Franco no tragaban a primo de Rivera. Solo desde la más absoluta indigencia intelectual, o desde un sectarismo político evidente se pueden hacer tales afirmaciones.
¿Qué es lo que le pasa a toda la derecha española cuando se toca el franquismo y sus mitos? ¿Va a ser cierto que los conservadores también son franquistas? Sacar a JAPdR del engendro de Cuelgamuros no desvía la atención de nada (como dice Borja Semper), porque al día siguiente de exhumar al fascista español se acaba el debate, y las hipotecas siguen por las nubes, la cesta de la compra sigue siendo un vía crucis, y el cambio climático sigue siendo una terrible realidad. Cualquier excusa es buena para el Partido Popular para no dar el visto bueno a que se critique y se erradique el franquismo de lugares privilegiados.
Si no es, precisamente por Franco, JAPdR hubiera sido un personaje sin la relevancia de la que goza en la actualidad y solo sería recordado por crear un partido fascista y terrorista que obtuvo en las únicas elecciones a las que se presentó, el 0,4% de los votos. Ser de Falange hubiera sido como ser de la ETA, sin embargo, las hagiografías escritas por doquier del fascista español han querido presentar a JAPdR como un humanista que solo quería el bien de la patria, aunque esa patria solo podría que ser como él la pintase: fascista, excluyente y antidemocrática. Y por supuesto, había que defender esa España falangista con todos los medios al alcance:
Y queremos, por último, que si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia, no nos detengamos ante la violencia. Porque, ¿quién ha dicho –al hablar de «todo, menos la violencia»– que la suprema jerarquía de los valores morales reside en la amabilidad? ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes que reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumento de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las pistolas, cuando se ofende a la justicia o a la Patria. Discurso de JAPdR en el acto fundacional de la Falange.
Toda la información y citas las he obtenido del libro de Joan María Thomas, José Antonio. Realidad y mito.