Moisés Domínguez, Francisco Pilo Ortiz y Fernando de la Iglesia: la gran manipulación sobre la matanza de Badajoz

 

De izquierda a derecha: Moisés Domínguez, Francisco Pilo y Fernando de la Iglesia, en la Feria del Libro de Badajoz

En un periodo Paraguayo durante la Guerra Civil Española, el día 17 de agosto, escribieron basándose en la agencia internacional United Press, un pequeño articulo donde las autoridades militares confirmaban la gran escabechina que se cometió en Badajoz:

Lisboa 17, UP.-  Anuncian desde Caia [Caya] que un oficial del Estado  Mayor del coronel Yagues (sic), ha confirmado la muerte de 2.000 comunistas en Badajoz (...)

Yagues (sic) conferenció con las autoridades portuguesas, así también con los oficiales de la Cruz Roja. Durante el desarrollo de la conferencia, tres aeroplanos de la Cruz Roja Portuguesa aterrizaron en la ciudad...

 Según el libro La matanza de Badajoz ante...

 El periodista francés que estuvo en Badajoz, Jacques Berthet, "trasmite el día 17  desde Elvas las informaciones del día 16, cifrando el número de ejecuciones acumuladas en 1.500":

 Los arrestos y ejecuciones en masa continúan. Actualmente ya superan los 1.500. Los civiles que muestran una señal  morada en el hombro derecho causado por el retroceso derecho... La matanza de Badajoz ante. Pág, 190

Los tres autores, Pilo, Domínguez y de la Iglesia, aclaran que estas cifras son a todas luces exageradas, y que "[Jacques] Berthet y [Marcel] Dany coinciden en estimar que el número de ejecutados se eleva a 1.500" (Pág.190).

TROPAS FRANQUISTAS DESPUÉS DEL ASALTO A BADAJOZ CON EL PERIÓDICO PORTUGUÉS O SÉCULO

¿De dónde sacaban la información los periodistas, como es el caso de las cifras de muertes  o la señal del retroceso de los fusiles? ¿Se lo inventaban? Según escribió Neves en su artículo censurado el día 17: "Las autoridades son las primeras en divulgar que las ejecuciones son muy numerosas para que se pueda apreciar la inflexibilidad de la justicia". Eran las propias autoridades militares quienes daban los datos a los periodistas. ¿Entonces en que se basan los tres autores para afirmar taxativamente que las cifras que ofrecieron Dany y Berthet son exageradas? Se basan en la prensa portuguesa controlada por el dictador Antonio Salazar. Veamos unos ejemplos prácticos de como los tres autores tratan de desmentir las abultadas cifras de asesinatos:

los desmentidos de las cifras de fusilamientos.

Referente a este tema de ejecuciones en masa, el Diario de Noticias el día 18 publicó una nota basada en las informaciones radiadas por Radio-Club Portugués, en la que manifiesta que lo que se había publicado referente a las matanzas era exagerado:

Informaciones dignas de todo crédito, que ayer recibimos, muestran la manifiesta exageración en referencia al número de fusilamientos llevados a cabo en Badajoz por las fuerzas militares que conquistaron aquella ciudad a los comunistas (...)

(...) los castigos, sin duda muy dolorosos, impuestos a los comunistas por los soldados del Tercio no exceden las reglas normales de justicia militar adoptadas por España en estos casos. Radio-Club Portugués confirmó ayer estas notificaciones.

Por su parte el Comercio do Porto también se hizo eco de los desmentidos del Radio-Club Portugués:

 Apenas fueron ejecutados los jefes que tomaron parte activa en el mando de las milicias marxistas y aquellos que permitieron los asesinatos cometidos.

Radio-Club Portugués declaró aún ser falsa la noticia de que el alférez Benito Méndez fuese retirado del hospital para ser fusilado. Aquel oficial fue hecho prisionero y juzgado sumariamente. La matanza de Badajoz ante... Págs.193 y 194

El alférez Benito Méndez Lemus, que según cuenta Francisco Espinosa, tras una reunión junto a otros oficiales decidieron mantenerse fiel al Gobierno republicano, fue asesinado el mismo día 14. ¿De qué juicio sumarísimo hablan? No hubo juicios de ningún tipo y mucho menos el propio día 14. En la prensa portuguesa hablan de milicias marxistas, cuando también elementos militares se plantaron ante los golpistas, y de castigos impuestos a los "comunistas", cuando los comunistas eran muy pocos en Badajoz, precisamente en Badajoz reinó cierto orden porque el Ejército no se sublevó, y gracias a esta circunstancia, los 150 guardias civiles que se sublevaron los días 6 y 7 en la comandancia de la Guardia Civil no fueron asesinados por mediación de las autoridades republicanas y del Ejército leal.

¿Y que "reglas normales de justicia militar adoptadas por España" estaban tomando los golpistas, si precisamente se habían saltado la legalidad constitucional? Estaban asesinado a diestro y siniestro y la prensa portuguesa estaba tratando de maquillar la realidad. 

Los tres autores citan a dos periódicos portugueses,  Diario de Noticias y Comercio do Porto, que a su vez se hacían eco de la emisora fascista Rádio Club Português, sin hacer crítica alguna tal y como sí lo hacen con los artículos de Berthet o Marcel Dany. ¿A caso la prensa lusa no cumplía un papel publicista a favor de los golpistas?. Lo de fascista no es una apreciación gratuita. Leamos parte de un estudio de un especialista en la prensa portuguesa de la Guerra Civil:

... Debido a su identificación con los valores del movimiento falangista español, el director del Rádio Club Português, el capitán Jorge Botelho Moniz, se convirtió en uno de los principales propagandistas de la causa del fascismo ibérico contra el gobierno legal de Madrid. Durante los casi tres años que duró la guerra, el RCP fue el gran altavoz del franquismo, aunque su intervención en el conflicto español fue especialmente decisiva en los primeros seis meses del conflicto (...).

Además de emplear locutores españoles en su campaña contra el gobierno republicano, su sede se convirtió en una especie de centro de resistencia de los franquistas. Con el consentimiento explícito del gobierno de Salazar, que apoyó incondicionalmente a Franco, las instalaciones del RCP funcionaron como lugar de encuentro entre los agentes fascistas y banderín de enganche para los miles de voluntarios portugueses que se alistaron en el ejército de Franco, conocidos como “viriatos... SINTONÍA DE COMBATE. La propaganda del Rádio Club Português en la Guerra Civil española (1936-1939). Alberto Pena Rodríguez...👈

Creo que con estos pequeños, pero demoledores ejemplos prácticos, bastan para descalificar la metodología de los tres autores de La matanza de Badajoz ante...  En dicho libro hay mucho relleno, que demuestra más bien poco, y elucubraciones realizadas sin pruebas documentales...

... El hecho de que las informaciones de Jacques Berthet estuvieran llegando a diferentes periódicos, a las vez que a Le Temps, podría tener explicación en que ya estaba funcionando un servicio diario de prensa bajo la dirección de Willi Münchzenberg, y que Berthet fuera uno de los colaboradores que enviaba información. La matanza de Badajoz ante... Pág. 189

Willi Münchzenberg fue un activista comunista alemán, primer presidente de la Internacional Comunista de la Juventud en 1919-1920 e iniciador de la Ayuda Internacional de los Trabajadores en 1921. Aquí los tres autores tratan, sin base alguna, de implicar a Jacques Berthet en una red de agitprop comunista. En tres semanas que había transcurrido desde que se inició el golpe de Estado, los malvados comunistas de la Comintern ya habían establecido una red de información a favor de los "rojos". 

En fin, el papel lo aguanta todo. Crear estos organismos lleva su tiempo para establecer los contactos precisos. Willi Münchzenberg participó en el reclutamiento de las Brigadas Internacionales, pero la decisión de crearlas se tomó el 18 de septiembre de 1936 en Moscú. Y tales Brigadas empiezan a llegar a España a partir de finales de octubre del 36, a tiempo de preparar la resistencia republicana en Madrid. No hay esas pruebas de que Jacques Berthet estuviera dentro de una red comunista de información, ni que en esas fechas tan tempranas existiera dicha red. Otra manipulación más.

Me han acusado de usar "bibliografía partidista para desmentir a Pilo", Esa bibliografía a la que se refieren mis críticos son los libros de Francisco Espinosa Maestre. Pero no solo desmentimos en estos casos al Sr. Pilo, sino también a Moisés Domínguez y a Fernando de la Iglesia. El libro está firmado conjuntamente por los tres autores y no es posible saber quien escribe que cosa.

Francisco Pilo Ortiz

Esto no es una cruzada contra Francisco Pilo Ortiz, ni mucho menos contra Moisés Domínguez o Fernando de la Iglesia. Un servidor no tiene nada personal contra estas personas. Aquí lo que se critica es la metodología y no se trata de ataques personales.

Volviendo al tema de las cifras. No es descabellado admitir estas cifras tan abultadas si vemos el odio que se desató a partir del 17 de julio. Existió en ambas retaguardias una brutal represión, pero por distintos motivos. Una, la represión franquista, era por un plan trazado anteriormente de exterminio del mayor número de izquierdistas posibles para imponerse por el terror en un país que no contaban con la mayoría de los apoyos; y la represión republicana, que fue una reacción al golpe de Estado de 1936. Ninguna represión es justificable. Ambas iban en contra de los DD. HH.

YAGÜE EL 15 DE AGOSTO EN FRENTE DEL AYUNTAMIENTO CELEBRANDO LA INVASIÓN DE BADAJOZ

En diciembre de 1936 se produjeron las sacas de Paracuellos y Torrejón de Ardoz. Ian Gibson en los años 80 estudió este afamado caso. En la Pág 257 de su libro Paracuellos como fue, Gibson nos ofrece una lista nominal de 968 presos provenientes de la cárcel Modelo que fueron asesinados a sangre fría y masivamente entre el 7 y 8 de noviembre. Sin batalla alguna de por medio, en la retaguardia republicana asesinaron casi a 1.000 personas en dos días. En todas las sacas eliminaron a 2.400 presos. ¿Tanto cuesta creer que Yagüe después de entrar en Badajoz asesinara a cerca de 2.000 personas después de una batalla donde tuvieron más de 200 bajas entre las que se encontraron 45 óbitos?

Y así seguimos en el siglo XXI, 87 años después de que Yagüe asesinara a 2.000 personas en Badajoz, luchando contra el virus de la desinformación, la mentira y la tergiversación. Quien es inoculado con dicho virus y contrae la enfermedad de la incredulidad conspiranoica, es muy difícil recuperarlo.

En Paracuellos eran todos unos asesinos. Pero oye, fíjate tú, el Tte. coronel (después general) Juan Yagüe Blanco, al mando de la columna Madrid, era un abnegado patriota que como dijeron en la prensa amiga portuguesa, se vio obligado a aplicar "las reglas normales de justicia militar adoptadas por España". Porque "los castigos, sin duda muy dolorosos", eran  "impuestos a los comunistas", pero tan solo a esos sanguinarios comunistas, que como todo el mundo de orden sabe, eran unos furibundos criminales. Y no olvidemos que el alférez Benito Méndez Lemus primero fue "juzgado sumariamente", y después se ejecutó escrupulosamente la justa e imparcial condena. 

Que todo esto son burdas mentiras no tiene la mínima importancia para Pilo, Moisés y De la Iglesia. Porque los propagandistas eran Marcel Dany, Jacques Berthet, Jean d'Esme, Jhon T. Whitaker, Jay Allen, Arthur Koestler, Herbert R. Southwoth; nada que ver con los periodistas que escribían en el Diàrio de Noticias, Diàrio da Manha, Diàrio de Lisboa, O Século, e incluso la emisora fascista radiofónica Rádio Club Português. Estos últimos chafarderos de la prensa lusa eran todo objetividad, rigurosidad y sobre todo neutralidad.

Fernando de la la Iglesia

Fíjense en este curioso detalle, no niegan que se cometieran fusilamientos, en estos casos asesinatos. Lo que trataban por todos los medios es minimizar la masacre. Ni siquiera Yagüe se atrevió a desmentir a Mario Neves que estuvieran fusilando, cuando este le preguntó que si era cierto que habían fusilado a 2.000 personas y el militar le contestó: "no deben de ser tantos" (aunque después si confirmaran esas cifras tan abultadas). No se atrevió a desmentir la masacre porque Badajoz amaneció llena de muertos por todas las calles. Y en ese no debieron de ser tantos, es a lo que se agarran los negacionistas de la matanza de Badajoz. Pero lo hacen de la peor forma posible. Recurriendo a la burda propaganda de guerra portuguesa.

Moisés Domínguez Núñez

Cuanto más repaso el libelo La matanza de Badajoz ante..., más me reafirmo en que es el peor libro que ha caído en mis manos sobre la Guerra Civil. Es una auténtica vergüenza que existan personas que no siendo filofranquistas, caigan en este tipo de manipulaciones.

Porque es cierto que el libro esta repleto de información, pero hay que saber analizar los documentos que tenemos entre nuestras manos, y es evidente que los tres autores no han sabido estar a la altura de cualquier historiador que sepa su oficio. Ahora bien, como activistas del  agitprop son cojonudos. Están la altura de los negacionistas de las vacunas del Covid-19, que han conseguido meter miedo a quien en un principio tenía el convencimiento de que las vacunas era efectivas y beneficiosas. Un servidor se ha inoculado ya cinco vacunas de la Covid-19, además de la vacuna de la gripe, y sabe fehacientemente que en Badajoz se cometió un crimen de guerra.

Por otra parte, todos los historiadores y/o aficionados que escriben sobre la Guerra Civil, tienen ideología y son partidistas. ¿A caso se puede ser no partidista al escribir sobre la II Guerra Mundial? Precisamente, esos que suelen ir de equidistantes suelen ser personas de derechas o muy de derechas. 

Francisco Espinosa y Ángel Viñas

El gran historiador, decano de historiadores, Ángel Viñas, que a la muerte de Franco desmontó todos los bulos franquistas sobre el oro de Moscú, y sigue a día de hoy desmontando los mitos del franquismo, reconoce ante todos sus lectores su ideología izquierdista. Francisco Espinosa Maestre es obvio que no es votante de las derechas. Estos dos historiadores, con amplios años de estudios y una bibliografía extensa, son prorrepublicanos y están a favor de la memoria histórica. Pero sus trabajos entran dentro de los cánones académicos. Y si se quiere criticar, hay que hacerlo por lo que escriben, y no por lo que supuestamente votan. 

A un servidor que Pilo, De la Iglesia o Domínguez, sean del PP, Vox, de Falange o abstencionistas, le importa poco o nada. Yo no analizo su ideología sino lo que escriben. Y en este escrito hay poca opinión y mucha información. Y es obvio que un servidor no es de derechas, sino todo lo contrario. Yo no me escondo tampoco.

Francisco Espinosa en su libro Lucha de Historia, lucha de memorias (Aconcagua 2015) nos da su impresión del libro La matanza de Badajoz ante...

Respecto a la procedencia de las fotografías los autores muestran una considerable confusión, como si no quisieran aclarar de donde las han sacado. La realidad es que las de mayor interés y calidad pertenecen al fondo fotográfico del Arquivo Nacional Torre de Lombo de Lisboa y puede accederse a ellas por Internet desde 2008. En los pies de foto del libro se lee "Seviço de Arquivo de Lisboa-CPF/DGARQ/MC", lo que significa: Centro Portugués de Fotografía/Dirección General de Archivos/Ministerio de Cultura, sin embargo en el listado de archivos y bibliotecas consultadas que incluyen, lo único que aparece es IANTT (instituto dos Arquivos Nacionais/Torre Tombo), siglas que no constan en ninguna de las fotos reproducidas.

Ni que decir tiene que, igual que hay otras muchas crónicas y reportajes que podrían haber sido incluidas en el libro (¿qué decir de la ausencia del testimonio  del terrateniente Lisardo Sánchez, que entra en Badajoz el 15 de agosto y nos habla de los "muertos a montones por la calle" y de los tres días que tardaron tres camiones en "limpiar la capital de cadáveres"?).

(...) La segunda parte del libro trata sobre la batalla de la propaganda y va directamente contra las bestias negras de Pilo y su asesor [Moisés] Domínguez. Me refiero a Jay Allen, Arthur Koestler y Herbert Southworth, que no en vano fueron los que más hicieron para que se conociera lo ocurrido en Badajoz. A Allen, como a tantos periodistas se le podrá acusar de exagerar lo que contó pero nadie podrá negar que mentía cuando se refirió a la dureza de los métodos empleados por los golpistas, a la entrega de refugiados por la frontera portuguesa, a los asesinatos de Madroñero y De Pablos o a la matanza en general de rojos.

(...) Carece de sentido como hace Pilo y compañía aplicar un baremo al prorrepublicano Allen y otro muy distinto a los profascistas periodistas portugueses. La crítica detallada que se hace de forma crónica del periodista norteamericano se podría hacer igualmente de las que los autores reproducen de algunos portugueses pero, sin embargo, solo se le hace al primero.

(...)  ¿importaría algo que su visita [de Jay Allen]  a la ciudad hubiera sido fugaz o que incluso no se atreviese a entrar en Badajoz o que confundiese su torre con la de Almendralejo? ¿Tiene alguna importancia, dadas las circunstancias,  que retrasase dos días el intento de secuestro del gobernador Granados o que situase el asesinato del alcalde [Madroñero] y de otras personas en un lugar diferente al que realmente ocurrió? Lo importante es que hubo un intento por parte de fascistas  pacenses de secuestrar a Granados  y que el 20 de agosto se asesinó públicamente con parafernalia militar a varios republicanos, entre ellos al alcalde y a un diputado socialista (...). Lo cierto es que Allen elaboró sus informes desde Elvas sirviéndose de lo que le contaban y de lo que leía en la prensa portuguesa.

(...) Hemos demostrado con nombre y apellidos después de mucho trabajo que en Badajoz fueron asesinadas unas 700 personas entre agosto y diciembre de 1936. Todos sabemos que esta cifra es la que no se ha podido ocultar: la parte visible del iceberg (...). Lucha de historias, luchas de memorias. Págs. 286, 287 y 288.

Para Francisco Espinosa el título del libro de los tres autores podría ser otro: 

"Los sucesos de Badajoz según la prensa (especialmente portuguesa)", pues esa es la base principal de la información.

Un servidor ha podido comprobar, que en efecto, la base de la información del libelo de los tres autores es la prensa lusa. Esto para espanto de equidistantes y de incrédulos conspiranoicos.