Cuantas majaderías de feministas rancias hay que escuchar desde que se decidió desde las instituciones defender con contundencia a las mujeres trans. A los hombres trans no hay que defenderlos porque hasta ahora ningún hombre se ha quejado de que alguien nacido como mujer decida cambiar su sexo biológico. Lo cierto es que a mí me importa muy poco lo que cada cual haga con su cuerpo. Como si se quiere amputar las dos piernas, eso siempre será una decisión personal.
Dicen las feministas TERF (muy llenas de odio), que las leyes trans iban a borrar a las mujeres, los pederastas se iban a hacer mujeres para entrar en los vestuarios y violar a nuestros hijos, y los vestuarios y baños se convertirían en un feudo de hombres convertidos en mujeres para perpetrar sus fechorías sexuales. Payasadas del conservadurismo feminista.
Leyendo una entrevista en Ethic a Carmen Domingo, sobre la cultura de la cancelación en la izquierda, atisbo en sus palabras el mismo conservadurismo feminista. El propio título de la entrevista empieza manipulando:
«SI TÚ DEJAS QUE PROHÍBAN A J.K. ROWLING, POR QUÉ NO VAS A DEJAR LUEGO QUE CENSUREN A VIRGINIA WOOLF». La realidad es que nadie ha prohibido las obras de J.K. Rowling, sino que fue criticada por su postura antitrans...
... En los últimos años, J.K. Rowling ha hecho público su repudio por la comunidad transexual.
(...) Como siempre, las opiniones vertidas respecto a su postura son encontradas: mientras algunas personas la apoyan, otras, entre ellas activistas, han señalado que sus comentarios denigran a la comunidad LGBT+, insinuando que ‘las mujeres trans no son mujeres’ o que ‘las mujeres ‘de verdad’ no violan’. El Financiero...👈
Lo que ha ocurrido con Virginia Woolf es totalmente distinto...
... Vox censura una obra feminista de Virginia Woolf en Valdemorillo prevista para el 25 de noviembre.
(...) Esta adaptación de una de las novelas más reconocidas de Virginia Woolf, referente de la literatura feminista, por parte de la compañía madrileña ha sido finalista en los Premios Max en 2019, ganadora del XXI certamen para directoras de escena Ciudad de Torrejón de Ardoz, ganadora del Premio Berlanga como espectáculo revelación en 2020 y ganadora del premio a mejor dirección en el 40º Festival Vegas Bajas. El Mundo...👈
Son dos casos totalmente distinto. Uno parte desde cierta parte la sociedad civil que critica la postura antitrans de ciertas feministas, y no entra a analizar la obra literaria de J.K Rowling. El caso de Virginia Wolf está dentro de la orbita institucional y es un caso, no de crítica sino de censura que nos recuerda al franquismo. ¿No observará Carmen Domingo que son dos cosas totalmente distinta? ¿Y no observa Carmen Domingo que desde la izquierda se está defendiendo los derechos de un colectivo vulnerable? (ver enlace...👈).
También ha criticado las posturas antixenofobia de la izquierda...
... cuando tú decías «todas las razas somos iguales» era porque querías de verdad, desde la izquierda, reivindicar que todas las razas son iguales. Ahora resulta que cuando dices «yo soy racializado» lo que quieres es que tu minoría racial –la que sea– esté por encima de cualquier otra raza. Leer más...👈
Ahora resulta que queremos convertir, por ejemplo, a los inmigrantes africanos en una raza superior. ¿De donde saca esta señora semejante estupideces? Cuando se dice que yo soy racializado, es que te están incluyendo dentro de una raza humana, cuando desde la izquierda se defiende que no existen las razas humanas. Es decir, un negro es de la misma raza que un blanco, pero el blanco decide que el negro pertence a otra raza, eso es racializar. Algo muy nazi y fascista.
Y para finalizar, la tontería superlativa...
... Los peligros [de la cancelación] son bastante grandes, tengo que decirte. Pero también depende de quién seas: si estamos hablando de J.K. Rowling, que es una de las grandes canceladas, ella no tiene ningún peligro porque cuando tienes dinero el peligro no existe. Si estamos hablando de Elon Musk, pasa lo mismo. Pero si estás hablando de trabajadores medios que dependen de ese sueldo, que no se atreven a decir no sé qué porque se quedan sin trabajo… Por ejemplo, la trabajadora del Lidl, que ve a un señor y le dice «apártese, caballero» o «venga a pagar por aquí, caballero» y este se ofende porque se identifica como no sé qué, esta chica nunca se va a atrever a decir nada nunca más porque necesita esos 1.100 euros o ese salario mínimo que está cobrando.
La verdad del Perogrullo, al ultraderechista de Elon Musk o a la terfa de J.K. Rowling, le dan tres pepinos la cultura de la cancelación, porque tienen el dinero suficiente como para ciscarse en todo aquel que ose a criticarles. Ahora bien, si una cajera del Lidel o del Mercadona, ve a una mujer trans (y no a un caballero como dice Carmen Domingo), y se refiere a ella en término masculino, está claro que está ofendiendo a un cliente. Entonces como es natural, tendrá que atenerse a las consecuencias de la política de la empresa, pero en su vida personal podrá pensar lo que le de la gana. Aquí Carmen Domingo vuelve a mezclar casos distintos para manipular la realidad.
La cultura de la cancelación es un fantasma que se han inventado los que estaban acostumbrados a opinar sin que nadie les rechistara. Gracias a las RR. SS. la opinión pública se ha democratizado. Y la opinión pública tanto constructiva como destructiva, ni es patrimonio de la izquierda ni mucho menos de la derecha.
En fin, que Carmen Domingo diga estas cosas tiene todo el sentido. Es una firme activista, y por lo tanto una tránsfoba, contra los derechos de las mujeres trans. Esto viene de sus redes sociales.
Con pene no es mujer https://t.co/B5Qwqf9NW6
— carmen domingo (@carmen_domingo) December 31, 2023
Dice esta terfa que "Con pene no es mujer". Antes de la Ley Trans de Podemos, las feministas rancias reconocían, o al menos no atacaban a las mujeres trans. Carla Antonelli fue la primera diputada socialista trans. Ha sido normalizada y aceptada dentro del PSOE y dentro de toda la izquierda. ¿Qué es lo que ha pasado ahora? ¿Qué ha cambiado para decir que las mujeres trans son hombres? Odio contra un colectivo vulnerable. Y la izquierda siempre tiene que defender al más débil del sistema.
Parece que un sector de la izquierda feminista; bueno, no parece, si no que un sector de las feministas socialistas está retrocediendo a la época posfranquista donde la transexualidad era delito. Ahora como es obvio no pueden meter a las mujeres trans en la cárcel como hacía Franco, pero seguro que por si ellas fueran, las metían todas de nuevo en el armario.
Seguro que si Carmen Navarro lee este artículo diría que estoy practicando la cultura de la cancelación. A la opinión contraria, estas mujeres llenas de odio contra el hombre (en algunos casos justificado) llaman cancelación a la opinión que no les gusta y que les es contraria.
hay Mujeres fascistas de Vox PP se ponen consolador cinturón para sus parejas hombres se visten con medias y disfrutar del padre nuestro estas en los cielos
ResponderEliminar