Según el Diccionario de americanismos, uninominal significa: "Referido a un diputado, que es elegido por un departamento gracias al voto ciudadano sin pertenecer a un partido político". En el contexto de Estados Unidos, el término uninominal se refiere a un sistema electoral en el que cada distrito o circunscripción elige a un solo representante para un cargo legislativo, como en la Cámara de Representantes o en algunos cuerpos legislativos estatales. Este sistema se conoce comúnmente como "single-member district" en inglés (distrito uninominal). En España se elige a una lista entera de candidatos en un sistema plurinominonal.
En un sistema uninominal, el candidato que obtiene la mayoría o pluralidad de votos (dependiendo de las reglas específicas) en un distrito gana el escaño, y no hay representación proporcional para otros candidatos o partidos. Este modelo contrasta con sistemas plurinominales o proporcionales, donde múltiples representantes pueden ser elegidos por distrito según la proporción de votos.
Por ejemplo, en las elecciones al Congreso de EE. UU., cada estado está dividido en distritos uninominales, y cada uno elige a un solo representante. Este sistema es parte del modelo de "first-past-the-post" (el primero en llegar gana), que es predominante en el país.
Para presentarse por el partido Demócrata o el Republicano, los candidatos tienen que ganar unas primarias. En Estados Unidos, los candidatos al Congreso y al Senado suelen recibir financiamiento significativo de millonarios y grupos de interés (lobbies), que en realidad son a quienes representan los congresistas y senadores y no a sus electores. El problema en Estados Unidos es que si se pretende llegar a conseguir un escaño, tienes que presentarte por uno de los dos partidos imperantes para que las oligarquías capitalistas financien tu candidatura.
Otro problema, es la falta de proporcionalidad: El sistema uninominal de EE. UU. puede llevar a resultados no proporcionales. Por ejemplo, un partido puede obtener muchos votos a nivel nacional pero pocos escaños si sus votos están distribuidos de manera uniforme y no logran mayorías en distritos individuales. En España, la proporcionalidad es mayor, aunque limitada por el tamaño de las circunscripciones y el método D’Hondt. Un candidato independiente (que no pertenece al bipartidismo) se puede presentar, pero las opciones de ser elegido son ínfimas.
En Estados Unidos el bipartidismo ya lo definió bien Raúl Castro. Sobre el Partido Demócrata y Republicano dijo: "eso es igual que si en Cuba tuviéramos dos partidos, Fidel dirige uno y yo el otro". Que todavía existan personas que por su ideología no puedan comprender esto es incomprensible.
Esto en referencia a la forma de elegir a los congresistas y senadores. Si hablamos de las candidaturas presidenciales es mucho peor. Hillary Clinton consiguió 2,8 millones de votos más que Donald Trump en 2016 y perdió las elecciones (
ver enlace...👈). El resultado de la "democracia" yanqui es un imperio belicoso. Por los dioses, mantenednos alejados del sistema gringo.
Sea como fuere, tanto el sistema electoral español como el yanqui, son aceptados ampliamente por los ciudadanos de sus respectivos países. Según datos históricos, la participación en elecciones intermedias en EE. UU. tiende a oscilar entre el 40% y el 50% de los votantes elegibles, dependiendo del estado y el contexto político. En España la participación es bastante más alta. Así que por mucho que pese a tanto purista ( y a tanto despistado), la democracia española es un sistema tan valido como el de los USA. Si queréis llamar partitocracia al sistema español, os damos permiso para llamar plutocracia al régimen gringo. En todos los sitios cuecen habas.
¿españa es ya venezuela?
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