Repiten hasta la necedad que el PSOE de la mano de Largo Caballero quería traer la dictadura del proletariado. Hombre como querer podemos querer muchas cosas. Seguramente que a largo Caballero debía parecerle mejor opción una dictadura del proletariado que la dictadura fascista que estaba en ciernes. Porque dictadura comunista no tuvimos en España, pero fascismo totalitario lo sufrimos durante cuatro décadas. Ya desde el 32 la ultraderecha en connivencia con los militares dieron clara muestra de sus intenciones. Fueron ellos los primeros en atentar contra la democracia. fueron ellos los que metieron miedo a las las izquierdas del peligro fascista que venía por la derecha.
Manuel Álvarez Tardío justifica las 500.000 pesetas que Gil-Robles regaló a los militares traidores a su juramento, diciendo que Gil-Robles vería como única solución posible a los problemas que se estaban produciendo, que los militares se hicieran con las riendas del gobierno. ¡Pero si la derecha era responsable en parte de los desmanes que se estaban produciendo en el 36! ¿No hubiera sido mejor un llamamiento a la cordura por ambas partes?. No, Gil-Robles debería tener otras intenciones. Derrotar a la izquierda mediante los militares de ahí su colaboración con ese dineral a los militares rebeldes.
La misma justificación que hace Álvarez Tardío de Gil-Robles y su ROBO a las arcas de la CEDA, vale para la Revolución de Asturias. Seguramente que Largo Caballero vería mejor opción sacar a las derechas del poder mediante una huelga revolucionaria, que dejar que las derechas destruyeran todo lo bueno que la República iba a traer, como por ejemplo y sobre todo, la reforma agraria. Largo Caballero implantó la jornada de ocho horas para los campesinos. después de la Guerra Civil volvieron las jornadas de sol a sol y los sueldos de miseria.
Franco intentó justificar el Golpe de Estado de todas las maneras posibles(Franco y ahora el neofranquismo), y ninguna de ellas era cierta. Peligro bolchevique, pucherazo en las urnas, el PSOE estaba preparando una nueva insurrección revolucionaria, caos producido por el Gobierno del Frente Popular. Nos han mentido y nos quieren seguir mintiendo y para ello no escatiman en malas artes. La historiografía moderna ha desmontado todos esos mitos fascistas pero ellos erre que erre. Todos los documentos indican que las intenciones de Rusia era colaborar con las democracias para derrotar al fascismo, como muy bien quedó reflejado durante la II Guerra Mundial. Después del resultado de las elecciones del 36 nadie de la derecha se quejó del resultado de las elecciones, ni siquiera el ABC de Torcuato Luca de Tena. El periódico enemigo numero uno de la República que se editaba por entonces, no dijo nada al respecto. Sobre el nuevo intento de insurrección, el vídeo que he insertado queda muy clara la cuestión. ¿Qué es lo que hizo Largo Caballero cuando se enteró del Golpe de Estado? Se montó pacíficamente en un tranvía y marchó a la residencia del presidente de la República a ver que decisiones tomaba. ¿Porqué si estaban preparando una revolución no marchó con sus hordas armadas hasta los dientes a combatir a los militares sublevados? Sencillo queridos amigos, una cosa son las arengas mitineras y otra el poder real para hacerse con el poder mediante las armas. La República, con el ejército a su favor, demostró que no era posible derrocarla tan fácilmente. El verdadero peligro como siempre venía desde el ejercito (La represión en Asturias sería un anticipo de la Guerra Civil) que durante siglos habían puesto y depuesto a distintos gobiernos a su antojo. La derecha era consciente de eso y sabían que el ejército, plagado de conservadores eran sus mejores aliados.
(...) La gran necesidad del momento actual es la derrota del socialismo (...). Proyectemos ahora una mirada hacia el porvenir (...). Nuestra generación tiene encomendada una gran misión. Tiene que crear un espíritu nuevo, fundar un nuevo Estado, una Nación nueva; dejar la Patria depurada de masones, de judaizantes... (Grandes aplausos) (...). Hay que ir a un Estado nuevo y para ello se imponen deberes y sacrificios.¡Qué importa que nos cueste hasta derramar sangre! Para eso nada de contubernios. No necesitamos el Poder con contubernios de nadie. Necesitamos el Poder íntegro y eso es lo que pedimos. Entretanto no iremos al Gobierno en colaboración con nadie. para realizar este ideal no vamos a detenernos en formas arcaicas. La democracia no es para nosotros un fin, sino un medio para ir a la conquista de un Estado nuevo (Aplausos). Llegado el momento el Parlamento o se somete o le hacemos desaparecer (Aplausos) (...). Llamo, eso sí, a todos, cuanto mayor número mejor, para terminar esta primera tarea de frenar y liquidar de una vez la revolución (...). Y nada más (...). (Gran ovación. El público despide al orador con aclamaciones de entusiasmo)".
Con este falso documento pretendían justificar el alzamiento. Aquí aparecían instrucciones del PSOE para realizar una insurrección armada. Que bien pudo verse realizada una vez enterados de los planes golpistas de los africanistas y anticiparse ellos al Golpe de Estado.
Todo fue una falsificación del escritor falangista Tomás Borrás, que más tarde confidencialmente se lo reconoció a Ricardo de la Cierva
