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domingo, 16 de abril de 2023

EL FALANGISMO ETERNO DEL HISTORIADOR LUIS EUGENIO TOGORES

Luis Eugenio Togores Sánchez, junto a la hija del criminal de guerra el Tte. general (ascendido a general por el franquismo) Juan Yagüe Blanco, conocido como el carnicero de Badajoz

 El 26 de enero de 1979, tres años y dos meses después de la muerte del sátrapa, la Facultad de derecho de la Complutense sufrió un ataque de 30 jóvenes fascistas relacionados con el Frente de la Juventud. Según Luis Miguel Sánchez Tostado:

Rompieron cristales, arrojaron por las ventanas bombas de humo y cócteles molotov provocando varios incendios. Por los pasillos golpearon a quienes se cruzaban en su paso y disparaban a las puertas de las aulas con los alumnos dentro, lo que provocó el pánico y muchos se arrojaron por las ventanas. Hubo muchos heridos, tres ellos de bala. La Transición Oculta, Pág. 344

Los motivos que llevaron a este asalto fascista a la Complutense, fue la exposición de un homenaje a los abogados laboralistas de Atocha asesinados hacía dos años. Hubo numerosos detenidos entre los que se encontraba Jaime Fraga García-Valdés, sobrino de Fraga y un joven estudiante que a la postre sería un conocido historiador de la Universidad católica San Pablo-CEU: Luis Eugenio Togores Sánchez. Así daba la noticia El País de la época:

El magistrado titular del Juzgado de Instrucción Central número uno ha decretado la prisión incondicional de Juan José Riestra, Pedro Presa Mendicovague, Santiago Adán Rivero, Juan Bautista de la Hoz Pidal, Roberto Enrique Talens Sariz, Federico Javier y Joaquín María Fernández Otero, Emilio Nistal Martín de los Serranos, Ignacio y Fernando José Fernández Arrarte.Asimismo ha decretado la libertad bajo fianza de 75.000 pesetas de José María Carreras Aranguren, jefe provincial de Fuerza Joven de Madrid y candidato al Congreso con el número dieciocho en la lista electoral del partido Unión Nacional, de veintisiete años de edad y de profesión industrial. Fue en el local de Fuerza Joven donde se decidió, en el transcurso de una reunión, asaltar la facultad, según las diligencias policiales. Y libertad bajo fianza de 40.000 pesetas para Ildefonso José Luque Safinz, Luis Eugenio Togores Sánchez y Jaime Fraga García-Valdés; estos fueron los primeros detenidos junto a Riestra Mañaru (prisión incondicional), en un coche donde se intervinieron varios objetos contundentes. Leer más...👈

El personaje de la izquierda es Luis E. Togores, el de la derecha José Luis Corral (Jefe Nacional del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española), durante un acto de Falange en el Ateneo de Madrid

El juicio tardó escandalosamente en celebrarse 18 años y se archivó sin inculpados de relevancia; cosas de la transición. Este es el pasado del historiador Luis E. Togores, de joven era un radical de la extrema derecha. ¿Ha abandonado Togores sus posturas extremistas? La violencia física ya no debe de formar parte de su ideario más inmediato, pero sigue anclado en las ideas falangistas. En 2019 se pudo ver a Luis E. Togores en un aniversario en el Ateneo de Madrid por la creación de Falange junto a Eduardo García Serrano y Manuel Andrino, este último encarcelado por el asalto a Blanquerna (ver enlace...👈).

Que en el Ateneo de Madrid se permitiera un acto fascista en conmemoración del 86 aniversario de la creación de la Falange fascista, resultó escandaloso. En el Ateneo aludieron a la libertad de expresión, sin embargo, según explicaban en El País, "En enero de 2018 la Junta de Gobierno descartó un acto de Podemos, ERC y sindicatos que pedían la libertad de los presos independentistas". La libertad de expresión solo es valida en algunas ocasiones. Las normas del Ateneo parecen ser muy claras: "El reglamento del Ateneo reconoce y ampara el derecho de todo socio para profesar o emitir cualquier suerte de ideas políticas, religiosas y sociales, por radicales que sean u opuestas a las profesadas por los demás...". Menos mal que ningún grupúsculo nazi o estalinista ha querido alquilar dicho espacio de libertad total, bueno total no, los presos independentistas en el Ateneo de Madrid no tenían cabida.

Y volviendo a nuestro protagonista. El Sr. Togores estudió, se licenció y se hizo historiador. Hoy es un celebrado historiador entre la derecha y la extrema derecha, especializado en historia militar y biografías de fascistas como Millán Astray, el general Yagüe o Muñoz Grandes, que entre otras cosas comandó la División Azul a las órdenes de Hitler.

Este hombre según lo que escribe se nota su militancia falangista En un libro sobre la biografía de Yagüe escribió sobre el asesinato de Calvo Sotelo:

Durante este juego de intercambio de correos secretos, de órdenes y contraórdenes, se iba a producir un luctuoso suceso, instigado desde cargos próximos al Gobierno y a los partidos políticos que le apoyaban, que iba a resultar determinante. Yagüe, Pág. 13.

Es falso que los asesinos fueran próximos a cargos del Gobierno, eran compañeros ideológicos del Tte. Castillo asesinado unas horas antes y del capitán Faraudo asesinado un mes antes...

Señala Payne que «el Gobierno no respondió con una vigorosa búsqueda de los culpables, sino arrestando a más falangistas, como si éstos fueran responsables del asesinato de sus propios compañeros y simpatizantes; en los tres días siguientes se anunció el arresto de trescientos falangistas y derechistas tan sólo en la provincia de Madrid. Ibidem

El Gobierno estaba abrumado por la violencia pistolera que se estaba produciendo durante la primavera del 36. Falange había sido prohibida, pero se seguían sucediendo los atentados fascistas contra personas de izquierdas. El Gobierno burgués republicano tuvo poco margen de maniobra ya que tan solo cuatro días después estallaba el golpe de Estado...

... El día 15, víspera de la apertura de las cortes, unos pistoleros de derechas tirotearon el domicilio de Largo Caballero, siendo procesados y condenados a ridículas penas. La Segunda república Española, Pág, 1145

Los atentados falangistas eran respondidos con contundencia por las fuerzas de izquierdas. Este estado de violencia inducida sirvió para justificar el alzamiento militar. Prosigue Togores insuflando un enorme bulo:

El día 3 de mayo los socialistas y comunistas tenían preparado un nuevo golpe de Estado para hacerse con todo el poder, a pesar de ser, en cierta medida, los dueños de la situación. En todas las tertulias de café de Madrid se comentaba el retraso de esta sublevación al 29 de julio:

 "Por todo Madrid habían circulado hojas escritas a máquina y enviadas anónimamente a varias embajadas y legaciones españolas en el extranjero anunciando esa fecha para el advenimiento de la Revolución Roja. Las notas contenían lo que, según ellos, constituiría el gobierno de comisarios presidido por Largo Caballero y que, tras la revolución, encabezaría el nuevo Soviet Nacional. Daban listas de las fuerzas armadas con las que se podía contar para secundar la revolución, de los comités ejecutivos que tendrían jurisdicción sobre las respectivas provincias bajo el nuevo régimen comunista, y arengaban a todos los camaradas para que estuviesen preparados". Knoblaugh, E. ¡Última hora: guerra en España!, Altera, Madrid, 2007, p. 44.

Aquí Luis E. Togores  se hace eco de un bulo citando al periodista Edward Knoblaugh de la la Agencia AP, muy amigo de Gil Robles. Es cierto  que corrió el rumor de un golpe de Estado revolucionario, e incluso se llegaron a promover unos documentos que atestiguaban dicha revolución. Pero el relato de Knoblaugh no se sostiene. Es ridículo, si quiera pensar que los revolucionarios rojos estaban publicitando su revolución hasta en en las embajadas y legaciones extranjeras. El propio Ricardo de la Cierva y Hoces, el historiador del régimen franquista por excelencia, tuvo que reconocer que aquellos papeles fueron una falsificación del falangista Tomás Borrás. Un camelo...

... Ricardo de la Cierva reconoció en 1969 que el autor de los supuestos documentos comunistas era el periodista de Falange Tomás Borrás, quien los había distribuido por medios falangistas y militares tras reproducirlos con ayuda de una mecanógrafa que trabajaba en el Ministerio de la Guerra, pero en su opinión, esta « manifestación de agit-prop falangista » era una « simple anécdota. Leer más...👈 

Que Luis E. Togores en el siglo XXI siga promoviendo un bulo que la propia historiografía franquista tuvo que desmentir por su ridiculez, es como poco patético. Pero la militancia es ajena a la verdad...

Una vez terminada la Guerra Civil los servicios jurídicos del régimen franquista demostraron que, desde febrero de 1936, la II República española, y más concretamente el Gobierno del Frente Popular, se había transformado en un régimen sectario «al servicio de la violencia y del crimen», y que había perdido la poca legitimidad que le podía quedar al armar a las milicias de algunos partidos políticos, crear tribunales populares y cárceles privadas —las tristemente famosas checas— permitiendo, cuando no alentando, el asesinato de miles de inocentes, que nada tenían que ver con el alzamiento militar, por motivos ideológicos, de clase o de religión. Ibidem, pág.70

Al acabar la guerra Civil, los franquistas emitieron el Dictamen de la Comisión sobre ilegitimidad de poderes actuantes el 18 de julio de 1936, un informe destinado a justificar el golpe de Estado que produjo la Guerra Civil y buscar la legitimidad de Franco. Unos documentos de parte, sin validez jurídica ni justificación historiográfica. Resulta increíble que un historiador pretendidamente serio, le de veracidad a la propaganda franquista de época. Lo descalifica como profesional.

Escribe Togores...
... Tras una breve resistencia, los defensores, con Puigdengolas a la cabeza, emprendieron una vergonzosa huida, logrando cruzar a Portugal (...). Con Puigdengolas lograron huir al país vecino al menos mil quinientos defensores y partidarios del Frente Popular, que terminarían embarcando en Lisboa, en el mes de octubre, en un barco que les trasladó a Tarragona. Ibidem, Pág. 109

Es cierto que en el asalto de Badajoz hubo una desbandada de personas que huyeron de la ciudad, pero no se sabe la cantidad. La cifra de 1.500 personas que huyeron a Portugal está sacada de las personas que se habían refugiado en Portugal y fueron devueltas a la zona republicana de Cataluña en el barco Nyassa. Esas 1.500 provenían de toda la raya extremeña y gallega con Portugal. El Teniente Seixas, por su cuenta y riesgo protegió a los refugiados que huían del fascismo...
... Como saben, Seixas acogió a los refugiados extremeños que llegaban desde Valencia del Mombuey, Oliva de la Frontera, Jerez de los Caballeros o Villanueva del Fresno en los campos de Russianas y Coitadinhas contra el parecer y las órdenes de algunos de sus superiores. Removió Beja con Lisboa hasta conseguir que, a primeros de octubre de 1936, los 1.020 refugiados de Barrancos embarcaran en el buque Niassa hacia Tarragona, Leer más...👈

Para Togores casi todos los defensores lograron huir a Portugal...

 Los prisioneros, en un número no muy grande, ya que muchos combatientes y partidarios del Frente Popular que sobrevivieron a la batalla habían logrado huir a Portugal, son conducidos brazos en alto a diferentes plazas y edificios públicos de la ciudad, entre ellos a la plaza de toros. Se puede afirmar que son en torno a unos quinientos los defensores de Badajoz que caen vivos en manos de las tropas de Yagüe.

Como hemos apuntado la cifra de 1.500 refugiados en Portugal provenían de dos campos de refugiados, valga la redundancia, en Russianas y Coitadinhas, protegidos por el teniente Seixas, donde habían también mujeres, niños y ancianos. Pero no se sabe cuanto defensores de Badajoz pudieron haber huido a Portugal. La jugada está clara, a menos defensores menos asesinados por Yagüe. Y tampoco se sabe la cifra de prisioneros que hizo el general fascista. Sabemos que en Badajoz hubo presos en dos campos de concentración (la plaza de toros y el cuartel de la Bomba) y en la prisión Provincial. Lo que no sabemos es la cantidad de personas que estuvieron reclusas en aquellos centros. No existen registros porque debieron de ser destruidos. Pero es lógico pensar que si tuvieron que habilitar dos campos de concentración es porque los presos debieron de ser cuantiosos. En la prisión provincial habían detenido a 300 derechistas los leales, así que hagan ustedes cálculos.

Lo cierto es que faltan muchos datos sobre lo que ocurrió en Badajoz al entrar Yagüe en la ciudad. No sabemos cuantas  personas fueron incineradas en el cementerio provenientes de los asesinatos de los legionarios y marroquíes. ¿Nadie apuntó al menos el numero de personas que entraban en el cementerio? Si existieron listados e informes, todos debieron de ser destruidos a la muerte de Franco o están a buen recaudo en algún lugar privado. Sabemos que Yagüe le dijo a Franco que le enviaría un informe con todo lo sucedido en la toma de Badajoz. Ese informe nadie lo ha encontrado hasta la fecha.

Sigue con los embustes...

... Ángel David Martín Rubio, sin lugar a dudas el historiador más solvente sobre las cifras de represión en Extremadura, de ambos bandos, durante la Guerra Civil, nos da los siguientes datos contrastados en relación a Badajoz. La cifra de asesinados por el Frente Popular fue en la provincia de Badajoz de 1.461 personas, de las que 34 lo fueron en la propia capital de provincia.

La represión en Badajoz la obtiene Ángel David Martín Rubio de la Causa General, en efecto, pero según apunta Espinosa en el libro  Castigar a los rojos hay un pequeño baile de cifras. Espinosa (citando a Martín Rubio) nos ofrece  el dato de 1.437 asesinatos por los leales. Pero es incierto que en Badajoz capital los republicanos asesinaran a 34 personas. ¿De dónde saca los datos? En su libro, Togores cita a Francisco Pilo. Togores incluye en la represión republicana a los muertos en el asalto al cuartel de la Guardia Civil de Badajoz los días 7, 8 y 9 (algunos guardias civiles se habían sublevado refugiándose en el cuartel de Santo Domingo), y los fallecidos a causa de los bombardeos fascistas sobre la ciudad los días 10,11 y 12. Si vamos al libro de Pilo La represión en Badajoz, páginas 158, 159 y 160 descubriremos la mentira.

En los listados de la Causa General no encuentran más que a poco más de una decena de víctimas de los "rojos". Estos fueron los asesinatos, en total 11 y no 34:

Feliciano Sánchez Barriga. Propietario de derechas. Asesinado el 20.7.39. Murió en el hospital Civil, a consecuencia de heridas recibida por arma de fuego

Justo Pérez Almendro. Guardia Civil. Asesinado el 7.8.36. Fue muerto a tiros en el sitio de Malos Caminos

José Escola Diego. Médico de 29 años. Asesinado 7.8.36. Un tiro en el corazón que fue dado en la puerta de su propio domicilio.

Pedro Ortigosa y Oraa. P. Marista de 43 años. asesinado 7.8.36. Fue muerto en la cañada de Sancha Brava de varios tiros de escopeta, después de ser bárbaramente maltratado.

Pedro Rocha Macías. Tte. de la Guardia Civil, retirado de 57 años. asesinado 8.8.36. Fue muerto junto a la muralla por varios disparos.

Andrés Espinosa Carroza. Barbero de 45 años. Asesinado el 8.8.36. Muerto en unión del anterior del que era hermano político

Antonio Bravo González. Sargento de la Guardia Civil. asesinado el 8.8.36. Fue asesinado en las afueras de la capital ensañándose con él y disparándole sin cesar

Gonzalo Ramos Díaz de la Vila. Comandante de 45 años. asesinado el 9.8.36. asesinado en la Calle de la Encarnación de un tiro en la cabeza.

José jaime Valentín. Beneficiado Catedral. Asesinado el 9.8.36. Muerto en la muralla de Puerta Trinidad haciéndole más de 70 disparos de pistola.

Antonio Béjar Martín. Periodista de 25 años. Asesinado el  9.8.36. Muerto por disparos de pistola en unión con el anterior e igual sitio.

Juan Díaz Ambrona. Abogado de 63 años. fue Presidente de la Excma. Diputación Provincial. Asesinado el 10.8.36. Muerto en la Calle Falange Española por una descarga y rematado a tiros

No seguiremos desmontando la sarta de incongruencias del libro de Luis Eugenio Togores, que sobre la toma de Badajoz son enormes, por no alargar más este artículo. Este hombre inventa o tergiversa los datos a placer para que encajen en su relato. Dice que la represión fue muy dura pero afirma que la horquilla de asesinatos está ente los 300 y los 2.500; claro que antes habla de las cifras que ofreció en los años 80 Justo Vila, 9.000. Cifras que ya fueron tratadas y desmentidas por Francisco Espinosa en La obra la Columna de la muerte. Pero si hacemos creer que los "frentepopulistas", habían exagerado las cifras de los asesinatos, haremos parecer que la represión, aunque dura, no fue para tanto. No hay por donde coger tanta falsificación de un historiador militante, militante falangista.



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