El testimonio de Puigdengolas a
través de sus memorias, les sirve para afirmar que la ciudad dispuso de un
número escaso de defensores El artículo de Mario Neves correspondiente al día
16 de Agosto, lo han convertido en la prueba irrefutable de que entre muertos
en combate y represaliados no murieron más de 450 personas y así podríamos
seguir. En resumen, nos vienen a decir que los testimonios no sirven cuando los
utilizan ellos.
Por otra parte, le suelen dar
credibilidad a los artículos de los periodistas portugueses, pero no a lo que
escribieron los franceses Jacques Berthet y Marcel Dany y otros de distintas
nacionalidades. No parecen tener en cuenta que mientras estos eran ciudadanos
de países libres, donde existía plena libertad para narrar lo ocurrido, en
cambio aquellos procedían de un país donde se censuraban los textos de los
periodistas. Claro que ellos inmediatamente te argumentan, que los Berthet y
compañía eran propagandistas del marxismo.
En realidad ¿ Cuantos testigos de
los hechos necesitan para dar credibilidad a que en la plaza de toros se
fusilaron a muchos inocentes?
Si hacemos un poco de
recapitulación, hay que tener en cuenta
que el principal propagador de la
delirante idea de que en la Plaza de Toros de Badajoz no se fusiló a nadie, es el mismo que hace
escasos meses nos sorprendió a todos con la descabellada teoría de que en este
lugar tan sólo se fusiló una noche y que el resto de los fusilamientos los
realizaron en un lugar cercano. Esto tenía un gran inconveniente, ¿Cómo
explicar entonces la presencia de los dos cadáveres en el coso? Pero resolvió el escollo con cierta audacia, aclarando que los habrían fusilado aparte del
resto cuando estos ya habían sido trasladados al cementerio. Dediqué por
entonces un artículo para desmontar esta nueva falsedad que con los datos que aporté, creo que quedó
suficientemente aclarado que en realidad se trataba de víctimas de los
bombardeos. Esto es un poco lo que viene a reconocer a estas alturas, este
señor.
Como los dos cadáveres de la
plaza de toros le estorbaban para sus interesantes conclusiones, ahora nos sale
con una nueva teoría. Según él en la plaza de toros no se fusiló, sino en sus cercanías, que sitúa a unos trescientos
metros, concretamente en los fosos del cuartel de la bomba. Nuevamente se mete
en un nuevo charco del que luego le cuesta mucho salir. ¿Cómo explicar que los
fascistas se tomaran la molestia de trasladar a los presos a una distancia de 300 metros para fusilarlos?, si la Plaza de
Toros reunía las condiciones necesarias
para tal menester.
Luego desliza como quien no quiere la cosa, la posibilidad de que no se pudieron
realizar allí por existir bombas sin explotar de los bombardeos del día 14 de
Agosto.
Si analizamos la explicación que
le dio a este señor, el ayudante del
conductor de la camioneta que trasladaba los fusilados desde la Plaza de Toros
hasta el cementerio, nos daremos cuenta que este hombre le dijo, que según se entraba a la plaza a mano
izquierda se encontraban los cuerpos de los asesinados. Debe entenderse por
tanto, que los rebeldes encontraron un
lugar lo suficientemente despejado y amplio para realizar los asesinatos. Esta
zona sería la que quedó libre de los bombardeos. Como bien dice Juan Antonio
Cortés, la no retirada de los cadáveres podría guardar relación con la
posibilidad de que las bombas se pudieran encontrar –en el caso de que las
hubiera- sólo en ese perímetro.
En cualquier caso, estos
revisionistas tendrían que explicarnos
¿Cómo es posible que tantas personas de ambos bandos hayan mentido
durante todos estos años? El mismo en uno de sus libros aportó dos testimonios,
el ayudante del conductor de la camioneta y el Sr. Ramírez Moreno que estuvo
preso en este lugar. Pero existen muchos testimonios más.
Por ejemplo, tenemos nada menos que el del
jefe local de Falange en Badajoz por aquellas fechas, Agustín Carande Uribe.
“Sobre
esto puedo decir que se ha exagerado el tema de la represión. Por ejemplo se ha
exagerado mucho sobre lo que pasó en la plaza de toros. De los fusilados de
allí, no recuerdo cifras exactas, pero exclusivamente cayeron los que fueron
encontrados con armas en la mano y, desde luego, fueron bastantes menos de mil,
ni siquiera llegaron a cientos”(LA GUERRA CIVIL EN EXTREMADURA, 1936-1986. Juan García Pérez, Fernando
Sánchez Marroyo. Diario Hoy.pag 68)
Es decir, uno de los
protagonistas de la represión llevada a cabo en Badajoz admitía sin mayores
problemas el lugar donde los ejecutaron. Se puede entender por otra parte, que
minimizara la represión cuando dice “ni siquiera llegaron a cientos”, pero,
¿Qué interés podía tener en mentir sobre
el lugar donde los asesinaron?
En parte, los revisionistas han
reforzado su hipótesis de negar la matanza en La Plaza de Toros, valiéndose de
las crónicas de Mario Neves, de los días 15 y 16 de Agosto. Ya he explicado las
condiciones en las que trabajaba el portugués, pero no han dado ninguna
credibilidad a lo que expresó bastantes años después cuando se sentía
completamente libre a la hora de expresar sus opiniones. Esto que transcribo a
continuación está en Internet y cualquiera puede comprobar la autenticidad de
estas declaraciones que hizo a Granada Televisión en 1982.
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MARIO NEVES
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“Bajaron
por la calle desde la catedral hasta la plaza de toros. Cuando llegué allí vi
que ya había muchos prisioneros dentro de la plaza. La mayoría de los
prisioneros estaban encerrados en los toriles donde solían entrar los toros,
los sacaron y los condujeron al centro de la plaza, en donde los fusilaron. Los
mataban en pequeños grupos, cargaban sus cadáveres en camiones y carretas y los
llevaban al cementerio en donde los apilaban en filas”.
Esto no tiene nada que ver con lo
que escribió en las crónicas, donde”
comprobó” in situ que los rumores que procedían de Elvas sobre las ejecuciones
en la plaza de toros eran infundados. Entonces, ¿Cuándo dijo la verdad? Los
revisionistas lo tienen claro. Faltaría más. En cualquier caso, ante lo
expresado por el portugués en aquellas fechas, cabe contraponer lo que
escribieron Jacques Berthet y Marcel Dany que si confirmaron el lugar donde
se estaba practicando la gran matanza. Quiero aclarar que el periodista portugués
pudo perfectamente ser engañado por los golpistas, de tal forma que se limitó a
escribir con arreglo a lo que le dijeron o bien podría haber ocurrido, que él
no encontrase nada que le hiciera pensar que allí se estaba asesinando
impunemente. El hecho de que al día
siguiente encontrase los dos mismos cadáveres le pudo llevar a esta idea.
Asimismo contamos con el revelador libro de Antonio Bahamonde, Un año con Queipo, donde aparecen datos de interés sobre el tema que estoy
tratando . Como todos sabréis este señor fue delegado de propaganda de Queipo
de Llano, cargo que ocupó durante más de un año. Se movió con mucha frecuencia
por las localidades que componían la 2ª División, entre ellas la provincia de
Badajoz. En estos viajes observó la cruda realidad de la represión fascista, lo
que le llevó a denunciarlo en este libro.
En uno de sus viajes a Lisboa y
mientras cenaba en un restaurante, entabló conversación con los señores Mouro y Eurico Serra, miembros de la policía
portuguesa.. Este último le comentó
“Ahora
nosotros no vamos a Badajoz más que una o dos veces por semana, y hay semanas
que no hacemos ningún viaje; pero los primeros meses del movimiento íbamos
todas las noches a llevar el camión de la carne (textual) a Badajoz. Nos
dirigíamos directamente a la Plaza de Toros donde se fusilaba. Muchas veces lo
he presenciado” (…) “ Pocas veces nos equivocábamos. Todos los que no poseían
documentación “ nacionalista”, los llevábamos a Badajoz” (…) “ Serra y Mouro
estaban de acuerdo en que los españoles enviados a Badajoz pasaban de CINCO MIL
“. (UN AÑO CON QUEIPO. Antonio
Bahamonde. pag. 204 y 205)
Así podría continuar dando interminables
testimonios de personas que confirman plenamente la matanza que se perpetró en
La Plaza de Toros. Pero me temo que todos estos datos les trae al fresco a los
revisionistas. Ellos van a lo suyo, es decir, a manchar continuamente la verdad con hipótesis
descabelladas sin aportar la más mínima prueba.
ANTONIO ALFONSO HERNÁNDEZ
13 de Junio de 2012
Muy buen trabajo, sí. Hay una cosa que no entiendo muy bien (soy profano en la materia). Es obvio que hubo fusilados (vamos, que me imagino que ni el Pilo lo negará). ¿Qué cambia que hayan sido asesinados en la plaza de Toros, a trescientos metros o en otro lugar?
ResponderEliminarSaludos.
CR9
En el segundo parrafo de mi artículo que concluye con "En resumen, nos vienen a decir que los testimonoos no sirven cuando los utilizan ellos", en realidad debe leerse "En resumen, nos vienen a decir que los testimonios sólo sirven cuando los utilizan ellos".
ResponderEliminarPor error puse no, en vez de sólo.
Coyote, tienes toda la razón del mundo. Efectivamente, da igual donde se matara si lo que importa es que desgraciadamente se mató y mucho.
ResponderEliminarLo que ocurre por otra parte es que conviene dejar las cosas en su sitio. En Badajoz está muy instalado en el subsconciente colectivo la matanza en La Plaza de Toros. No en vano se la tiene como uno de los símbolos de la barbarie fascista. Te hablo a nivel internacional. Cuando la derribaron para hacer el Palacio de Congresos y Exposiciones, hubo un cierto sector de historiadores que no estaban de acuerdo. Ponían el ejemplo de Auschwith y otros similares, donde se ha respetado el escenario de estos horribles crímenes como recordatorio de lo que ocurrió.
No deja de ser cierto que los revisionistas no pierden ocasión de negar gran parte de lo ocurrido.Ahora lo están intentando con lo de La Plaza de Toros. Como puedes ver todo lo tienen perféctamente orquestado, primero niegan la mayor-la matanza- y luego ponen en duda el lugar donde se produjo.
Así las cosas y si se les deja comer terrero, lo acabaran negando todo.
Pero coincido contigo en lo esencial. Esto es, lo importante y grave es los miles de asesinatos de inocentes que hicieron.
Aunque supongo que coincidirás conmigo en que el rigor histórico obliga a colocar cada cosa en su sitio. Imagínate que a estas alturas saliera algun historiador diciendo que el holocausto no se cometió en Auschiwith, sino en un lugar cercano a éste. Serían muchas las voces que se levantarían para que resplandeciera la verdad histórica.
Totalmente de acuerdo. Yo pienso que no hay más que hablar. Mi felicitación por esta síntesis de la verdad, un nuevo mandoble a la superchería.
ResponderEliminarOtra cosa ¿Por qué hemos de darle tanta importancia a la dichosa foto de marras? ¿Qué valor documental, para esclarecer lo que pasó en la plaza de toros, puede tener una foto que muestra, primero, sólo una zona del total del coso y segundo una imagen de un momento. POR TANTO LAS PREGUNTAS SON:
¿QUÉ HABÍA EN LA OTRA PARTE DE LA PLAZA DE TOROS QUE NO FUE FOTOGRAFIADA Y SI LO FUE AÚN NO SE HA ENCONTRADO ?
EN ESE MOMENTO DE LA FOTO HABÍA LO QUE MUESTRA LA, TAN SOBADA YA, IMAGEN PARCIAL DE LA PLAZA DE TOROS. ¿QUÉ HUBO EN OTROS MOMENTOS?
... Pues lo que hubo está perfectamente argumentado y documentado en tu artículo. Repito mis felicitaciones por esa síntesis de la verdad.
GERMINAL
Reiterar las felicitaciones a Antonio y totalmente de acuerdo con GERMINAL. ¡Que diablos demuestra esa fotografía?
ResponderEliminarDE FRENTE MIRA TU CORREO
ResponderEliminarMuchas gracias a todos. La verdad es que os estoy muy agradecido.
ResponderEliminarHacemos lo que podemos. Nosostros no nos dedicamos muy de lleno a estos temas.Somos simplemente aficionados, pero sus argumentos son tan endebles que sin apenas medios ni tiempo,somos capaces de desmontar sus disparates.
Gracias por la aclaración, De Frente. Estoy de acuerdo contigo, entiendo que la Plaza de Toros se puede considerar un símbolo de lo que tristemente ocurrió, tal y como sucedió con Auswitch.
ResponderEliminarEs que por un momento llegué a pensar que quien negaba que hubiera habido asesinatos en la Plaza, por extensión negaba también los asesinatos en general...
Gracias de nuevo, hace tiempo que no leo sobre la Guerra Civil y sobre los hechos de Badajoz soy más bien profano, no los conozco al detalle.
Saludos.
CR9
Todavía en 1940 se seguía fusilando con cierta frecuencia en Badajoz. Por entonces asesinaban en las tapias del cementerio y los sacaban de la cárcel, después de un grotesco y fraudulento consejo de guerra.
ResponderEliminarEn uno de los libros que tengo sobre la civil viene el testimonio de un preso vasco que cuenta cómo se echa el último cigarrito con uno de los que poco después van a aniquiliar.Su crimen no fue otro que haber trabajado de corresponsal en un periódico de una de las organizaciones de izquierda.
Para que luego vengan éstos.
También me gustaría comentar la acertada reflexión que hace GERMINAL. Efectivamente, sólo tenemos una imagen parcial de La Plaza de Toros, lo cual siendo bienpensantes nos llevaría a la sensación de que los periodistas consideraron interesante, sólo la parte de la plaza que quedó más seriamente dañada por los bombardeos. De ahí que no muestren el resto de la plaza. Ya comentaba ayer que en la parte izquierda de la foto, se puede apreciar que los tendidos están intactos.
ResponderEliminarPor lo tanto, es verosimil pensar que en la amplia zona que no se ve es donde efectuarían los fusilamientos.
O Talvez fotografió lo que si se podía ver
ResponderEliminarEfectivamente Tony, como decía, siendo bien piensados podemos imaginar que tal vez captaron los lo que era la noticia, esto es, la parte afectada por los bombardeos.
ResponderEliminarSiendo un poco retorcidos llegariamos a otras posibilidades, ¿No?
hijos que pateticos sois, en el otro cacho que no sale estan todos los rojos agrupados porque el miliciano le volo a un moro su cabeza y tambien en el otro cacho que no sale esta el publico con la ametralladora y también esta yague el obispoo y toa la tropa. bueno, eso, cuando no habia fotografía vuestras mentiras eran verdades con esta fotogradías vuestras mentiras son simplemente mentiras, ya te dije que era un cliente habitial del mercantil, pero cuando me entere de esto desde entonces no me acerco
ResponderEliminarNoooo anónimo no se me vaya vuelva por favor, que cierro el blog.
ResponderEliminarJajajajaja. No me he equivocado Tony con este anónimo. Te acuerdas que te dije que se podría producir la contradicción de que este tío dejara de ir al Mercantil pero siguiera visitando el blog. Jajaja, como si el Mercantil tuviera culpa alguna.
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