jueves, 31 de mayo de 2018

Hay que votar. Debates en Facebook sobre la Ley d'Hont y el voto en blanco


Los únicos votos que no se contabilizan son los nulos y las abstenciones, o sea, votar deliberadamente nulo es lo mismo que quedarse en casa. Para eso -hacer el pollas- no merece la pena ni moverse del sillón. Por otra parte el voto en blanco sí se contabiliza pero nominalmente no se le asigna a ningún partido, salvo que ocurran ciertas circunstancias. Entonces gracias a la sistema d'Hont y escepcionalmente podría beneficiar a los partidos con más votos -no solo al ganador-. Esto ha producido un pequeño debate en Facebook:



Mi amigo Sancti Petri, fiel seguidor de Antonio García-Trevijano, me comentó que el voto en blanco es el voto "de los tontitos". Ya sabe votante en potencia, no vote en blanco porque será usted un tontito ya que a demás de legitimar el sistema es un voto que favorece al ganador.



Mi contestación no se hizo esperar, y mi amigo Sancti Petri no se quedó atrás



El voto en blanco, eso es lógico, beneficia al sistema, en eso es imposible no estar de acuerdo, pero no, el voto en blanco no favorece solo al ganador, si no a los partidos con más votos, puesto que se repartirían más escaños, y los partidos con menos votos ni tendrían opción a tener un solo escaño. Pero repetimos, para que pase esto se tienen quedar ciertas circunstancias para que las complicadas matemáticas asociadas al sistema d'Hont obraran en favor de los partidos con más votos.


El debate seguía y mi amigo me recomendaba ver el vídeo de los "dibujitos". Dicho vídeo lo he recortado y he subido un fragmento. El fragmento que hablaba del voto en blanco:




Anteriormente yo le había citado un artículo de El economista que viene más o menos a decir lo mismo que el vídeo de "los dibujitos". Dicho vídeo se ha hecho tomando como ejemplo la circunscripción de Madrid, Si se hubiese tomado como ejemplo Cáceres el resultado hubiese sido bien distinto. Por eso tenemos que pensar que el vídeo es tendencioso ya que tan solo nos muestra lo que pueda suceder en las grandes capitales con una densidad de población más que considerable.

Este es el artículo de El Economista que mencionamos antes:
...Voto en blanco:
Es todo sufragio emitido en el cual el sobre está vacío. El elector ejerce su derecho al voto, se presenta en el colegio electoral y deposita el sobre en la urna, pero sin introducir ninguna papeleta en el mismo.

Se trata de un voto válido, y por lo tanto sí se tiene en cuenta a la hora de realizar el recuento. Sin embargo, su influencia es mínima en el reparto de escaños.

Su único efecto real, al computar como voto válido, es el de incrementar el umbral electoral. Dicho de otro modo, cuantos más votos válidos existan en una determinada circunscripción, un mayor número de ellos serán necesarios para que una formación llegue al mínimo del 3% para ser tenido en cuenta en el reparto.

No obstante, según la ley electoral española, esta 'regla del 3%' no tiene efectos prácticos reales en las circunscripciones de pequeño y mediano tamaño, al haber un número de escaños en juego lo suficientemente limitado como para que estos puedan tener opción de recaer en formaciones cuyo apoyo ronde el mencionado 3%.

Únicamente en las circunscripciones más grandes y que más escaños reparten (Madrid, Barcelona, y en un caso extremo e improbable Valencia), y siempre de manera excepcional, el voto en blanco podría tener algún efecto real a la hora de impedir a una determinada formación alcanzar el citado umbral.

De este modo, se concluye que en las elecciones generales españolas la influencia de la abstención y del voto nulo en los resultados finales es cero, mientras que el voto en blanco tampoco tiene efecto real ninguno en las 49 circunscripciones más pequeñas, y sólo en casos excepcionales y en las tres provincias de mayor tamaño puede conllevar una muy leve complicación matemática para que las formaciones minoritarias tengan acceso a la representación parlamentaria.

Ya sabe querido lector, usted puede votar tranquilamente en blanco en Badajoz, León o en Cuenca, que ese voto no se contabilizará para nadie, tan solo en grandes capitales y salvo excepcionales situaciones.

El sistema d'Hont no deja de ser por todo esto un sistema que premia a los partidos como el PSOE o el PP, Por eso estas dos formaciones se niegan a cambiar el sistema electoral.

Según la web El Plural:
La ley electoral ha conseguido lo que parecía casi inimaginable: sentar a Podemos y Ciudadanos en una misma mesa de negociación. Las formaciones de Pablo Iglesias y Albert Rivera han aparcado sus diferencias económicas y sociales y han iniciado contactos para reformar la LOREG. La pasada semana fue el presidente naranja quien llamó al líder morado para concretar una reunión. El encuentro se ha producido este jueves y ha sido comandado por los portavoces parlamentarios de ambas formaciones, Juan Carlos Girauta e Irene Montero, de Ciudadanos y Podemos respectivamente. Sobre la mesa está la derogación del vigente sistema electoral, la Ley D’Hont; y la posibilidad de adoptar el denominado Método Sainte Laguë. Leer más...
Hacer campaña por la abstención en España es absurdo. Es el más absurdo de los absurdos hacer ese tipo de proposición, aquí y en cualquier lugar del mundo.

Según el golpista de Antonio García-Trevijano -en los útimos años de su vida arengaba al Éjercito para que tomaran las riendas del Estado-, una alta abstención desligitimaría al Régimen del 78 y gracias a esto vendría alguien, no sabemos quien, y propiciaría un proceso constituyente. Esta era la teoría de García-Trevijano, bonito pero falaz y utópico.

En los tan democrático EEUU para elegir al fatídico Donald Trump casi la mitad de los votantes se han abstenido.



En Francia Macrón ha ganado pese a la gran abstención:



La abstención ha sido histórica y tremebundamente alta, un 57,36%. Y la participación fue de un 42,64% (tremebundamente baja) de los 47 millones de franceses convocados a votar, según el Ministerio del Interior. Es la más baja en unas elecciones legislativas desde que se proclamó la V República en 1958. ¿Ha salido alguien a protestar, a quejarse de la partitocracia, a pedir listas abiertas, a pedir un proceso constituyente? Noooo, se han quedado plácidamente en sus respectivos hogares. Y de América latina mejor me callo.

El golpista de Trevijano no tenía razón: en España los votantes -desde que comenzó el régimen del 78- rozan el 70% de participación y el 30% de abstención. Por eso me reafirmo: hay que votar lo menos malo, puesto que, pese a quien pese, no son todos iguales.

Desde que Mariano Rajoy está en la Moncloa hemos retrocedido notablemente. A Evaristo, el mítico cantante de la Polla Record lo han identificado para ponerle una multa. Según la Guardia Civil, Evaristo los había insultado. En realidad se trataba de una jota a capela que lleva cantando hace la friolera de 40 años. Esto se lo debemos a la Ley Mordaza del PP.



Tevijaneros repetid conmigo: NO SON TODOS IGUALES. Aunque algunos como el PP y C's se parezcan demasiado. Claro que siempre nos quedará el recurso de tachar al resto de la humanidad de ignorantes. Son todos ignorantes menos yo,  que no voto a nadie.

El problema es, ha sido, será y seguirá siendo por mucho tiempo el capitalismo. En los EEUU, por mucha democracia que se le quiera atribuir a su sistema electoral siempre gobiernan las oligarquias financieras, ¿De que nos vale entonces que un candidato sea elegido por un distrito, o que esos candidatos nos los ofrezca un partido político, si al final gobierna quien no se presenta a las elecciones?

Es cierto que una cosa es sistema político y otro el económico, pero ambos van de la mano. 

lunes, 28 de mayo de 2018

Los agoreros de la muerte

Navegando por Facebook me topo con la imagen de una cruz a la que se le suele llamar cruz celta, pero es erróneo ese nombre, puesto que los celtas no usaban cruces. Se trata de una cruz cristiana con un círculo, que bien podría representar al sol -símbolo solar-. Según me explicaron en Irlanda, fue una forma de introducir el cristianismo en aquellas tierras, y los celtas convertidos al cristianismo la usaban cotidianamente. 

Según leo por la Red, los nazis también usaron la mal llamada cruz celta:
[Este símbolo]Fue empleado por primera vez en Francia en 1936 por el Partie Populaire Français (partido pro nazi). Más adelante llego a ser utilizada por el Ku Klux Klan y por los Neo nazis del National Front inglés. Leer más...
Pero no, esta vez no la usan para  reivindicar el totalitarismo nazi, sino el "divino". Me paro sobre la imagen y hago "clik" en ella y me redirige a una artículo de la web religiosa Infovaticana:
El país, antaño conocido por su defensa de la fe frente al imperio británico, se mancha las manos con la sangre de los miles de niños que morirán por causa de la perversa reforma aprobada ayer por el 66,4% de la población, que permitirá el aborto hasta las 12 semanas.

Uff..., que susto. Por un momento creí que se trataba de otra cosa: no sé, que una locura criminal o suicida se había apoderado de los irlandeses y estaban asesinando y suicidándose en masa. Nada, no pasa nada siniestro. Algo normal en el siglo XXI: las irlandesas podrán abortar legalmente y de forma segura. 

En Irlanda han ido más allá y tras un referendo, una gran mayoría ha aceptado adherirse a la modernidad sanitaria y social. Pero para los ultras se trata de otra cosa, de mancharse "las manos con la sangre de los miles de niños". Sus mentes cuadradas no les permite ver la realidad tal y como es. Ellos seguirán llamando asesinas a las mujeres que interrumpan su embarazo, y nosotros seguiremos pensando que es mejor ignorarlos.

domingo, 27 de mayo de 2018

José ALBERT Primo de RIVERA

Albert Rivera lo ve todo en rojo y amarillo, él no ve ni patrones ni obreros tan solo ve españoles. Esto nos recuerda bastante a la ideología nacionalsindicalista (fascismo) que preconizaba el sindicalismo vertical: todos juntos -patrones y obreros- pero jamás revueltos.

 El programa falangista de Primero de Rivera en el punto seis del mismo proclamaba que “Nuestro Estado será un instrumento totalitario al servicio de la integridad patria. Todos los españoles participarán en él a través de su función familiar, municipal y sindical. Nadie participará a través de los partidos políticos. Se abolirá implacablemente el sistema de partidos políticos con todas sus consecuencias: sufragio inorgánico, representación por bandos en lucha y parlamento del tipo conocido". 

El nacional-sindicalismo fua una corriente fascista nacida en los años 30 en España y basada en un hondo sentimiento nacionalialpopulista, con un especial acento en las ideas de patria e imperialismo. De carácter antiparlamentario y contrario a los partidos políticos, defiende un estado totalitario articulado por un sindicato único y vertical en el que se aglutinarían empresarios y trabajadores. siendo los primeros los que mayores beneficios obtenían.

No sabemos sí Albert Rivera es cosciente de ello, pero el adjetivo que tanto le gusta usar para descalificar a Podemos, populista, es perfectamente aplicable a su formación, que vemos que el color naranja que los identifica bien podía tornarse en azul mahón; como aquella camisa que "tú bordaste en rojo ayer".

Interesante editorial de CTXT:

Contra el nacionalpopulismo


<p>Ciudadano Kant</p>
Ciudadano Kant
PEDRIPOL
23 DE MAYO DE 2018

Hay españoles jóvenes y mayores, trabajadores y empresarios, sanos y enfermos, centrípetos y centrífugos, ricos y pobres, de derechas y de izquierdas, conservadores y progresistas, hombres y mujeres, cristianos, judíos, musulmanes y no creyentes, heterosexuales y homosexuales, republicanos y monárquicos, del campo y de la ciudad. Hay españoles libres y españoles presos, españoles con vivienda y sin ella, con trabajo y sin él, jubilados y estudiantes. Hay españoles que quieren dejar de serlo, otros que están hartos de que algunos quieran dejar de serlo, y otros a los que les da igual quién sea o sienta español y quién no. Hay castellanoparlantes, gallegoparlantes, catalanoparlantes y vascoparlantes. Hay insulares y peninsulares, drogodependientes y traficantes, corruptores y corrompidos, defraudadores y patriotas fiscales, pensionistas y medio-pensionistas. Y todos son españoles.
Todos los españoles son españoles, pero no a todos les gusta el programa de Ciudadanos sobre la juventud y la tercera edad, sobre el trabajo y la empresa, sobre la salud pública, sobre la organización territorial, sobre la pobreza y la riqueza, sobre la igualdad y la libertad, sobre la seguridad y la lucha contra la delincuencia, sobre las pensiones y los impuestos, sobre el uso y promoción de las lenguas, el derecho a usarlas y el deber de hacerlo, sobre la educación y sus contenidos. 
La plataforma “España ciudadana” quiere serlo todo al mismo tiempo, salvo nacionalista y populista. De momento, sin embargo, es sólo “nacionalpopulista”, porque como banderín de enganche no se esmera en dirimir más conflicto que el nacional, y esconde los demás conflictos en un concepto amorfo de pueblo abducido por la nación. Pero eso dura poco y no cuesta trabajo comprender que lo que hay es otra cosa. “España ciudadana” sí tiene proyectos y propuestas para los diferentes conflictos sociales que hay en España, y son proyectos de partido: es el programa de Ciudadanos. No cuesta ningún trabajo entender que en “España ciudadana” el sustantivo España es retórico, y que lo importante es el adjetivo. Lo importante es Rivera y su partido. “Sea español, vote Ciudadanos”: ese es el mensaje. España como enganche a favor de un partido y de un programa enfrentado a otros partidos y otros programas que hasta hoy también se creían españoles.
La literatura política de todos los tiempos está llena de reproches al patriotismo que se blande entre compatriotas, al patriotismo identitario y excluyente y al patriotismo de quienes se suben encima de la patria para que se les vea. Son olas destructoras las que levanta esa pulsión. Sobre todo son olas desleales, siempre lo han sido, porque instrumentalizan un sentimiento y un patrimonio inapropiables. Cuanto más se asocie la bandera a una de sus partes, más crecerá la parte pero menos valdrá la bandera. Y ese es el camino que decididamente ha emprendido Rivera: crecer electoralmente a costa de una España beligerante, haciendo de ella un sentimiento tan acogedor para unos como antipático para otros, tan integrador para integrados como excluyente para los distintos, tan ilusionante para unos como hostil para otros. Quien pretende hacer de su partido una nación, acaba haciendo de su nación un partido. 
 Rivera ha transgredido una línea roja: la de la deslealtad con su país. Los réditos electorales que obtenga serán coyunturales, pero el daño puede ser de mayor duración. Más aún lo será si los demás partidos deciden competir en españolismo con Ciudadanos, como es de temer. Mucho más eficaz e inteligente, a corto y largo plazo, será desinflar “España ciudadana” dejándola reducida a lo que es: “Ciudadanos”, un partido de derecha ultraliberal y xenófobo si los sondeos animan a serlo. Lo más útil para enfrentarse a este remedo low cost de Obama y Macron con tintes joseantonianos será dejar a España a un lado y hurgar en lo que importa: obligar a Rivera y a su formación política a pronunciarse sobre a qué españoles va a beneficiar y a cuáles menos. Porque todos los españoles son españoles, pero unos son ricos y otros no, unos son monárquicos y otros republicanos, unos son unionistas y otros no, unos necesitan abaratar costes sociales y otros pugnan por más salario, unos dependen de impuestos y políticas sociales y otros menos, unos quieren más seguridad y otros más libertad, unos más identidad y otros más derechos. 
¿Por qué hablar de “nación” cuando lo que queremos decir es “partido”?

sábado, 26 de mayo de 2018

El PP gallego pone en peligro la cultura musical

Leo con estupor y notablemente asombrado que la Ley de Espectáculos de Galicia aprobada por la Xunta prohibe las actuaciones en salas de conciertos. Según El País:
 Los empresarios optaron por adelantarse en el cumplimiento de la primera Ley de Espectáculos públicos y actividades recreativas de Galicia, aprobada el pasado enero con los únicos votos del PP y que entrará en vigor el dos de julio, para evitar posibles sanciones de oficio: la nueva norma, que concede a la Xunta la competencia en el interior de los establecimientos, tumba la colaboración que mantenía el Ayuntamiento de Santiago con la Asociación Cultural Cidade Vella (del casco histórico) que, pese a la prohibición impuesta por un decreto del año 2005, autorizaba las actuaciones mediante convenios trimestrales. “Si la Xunta no lo corrige en el mes que queda para que entre en vigor la ley, se producirá “un cierre masivo de locales y de grupos musicales”, alertan los colectivos afectados. Un serio contratiempo, especialmente para la turística ciudad del Apóstol. Artículo completo...
En vez de colaborar para potenciar la cultura musical y para que los grupos locales -y de otras regiones- puedan tocar en directo, les cierran las puertas a cal y canto. Se calcula que en la capital gallega alrededor de 200 grupos podrían quedarse sin trabajo.

Según el músico Valentín Caamaño: “Esta ley supone un retroceso de unos 40 años”. En sede judicial ha quedado demostrado que el PP es algo parecido a la cueva de Alí-Babá y los 40 ladrones, y ahora leemos que en cierta Comunidad se quieren cargar la música en directo, no los conciertos en la calle, que solo se producen en verano, o en los teatros a los cuales solo acceden figuras de primera fila, pero si en las salas de conciertos, quienes son las que mantienen programación durante todo el año. ¿Qué más tiene que pasar para que la gente reaccione?

El PP es lo peor que la ha podido pasar a España, no en vano vienen de donde vienen...

viernes, 25 de mayo de 2018

Francisco Espinosa aclara aspectos de Nicolás Salas



Conocí a Nicolás Salas gracias a un documental sobre la Guerra Civil en Andalucia. En su intervención relataba una falacia muy extendida en Sevilla. Queipo de Llano, según Nicolás Salas, engañó a los sevillanos gracias a una inteligente argucia: un grupo de no más de 49 legionarios montados en un convoy de 5 camiones de CAMPSA hicieron creer al "rojerío" que el Ejército de África ya había llegado a Sevilla. Es decir, bastó un puñado de "lejías" para mantener a raya a los peligrosos bolcheviques sevillanos. Esta falacia se cae por su propio preso. Son muy pocos camiones para dar la sensación de multitud, por muchas vueltas que dieran por los barrios sevillanos.

Francisco Espinosa Maestre en el libro Guerra y represión en el Sur de España desmonta esa estúpida leyenda:
...el sábado 18 de julio tomaron parte en la ocupación de Sevilla más de 1.500 personas. Y, puesto que realmente la ciudad no fue controlada hasta el día 23 y la invasión de los barrios se llevó a cabo por potentes columnas mixtas cuya vanguardia estaba constituida por las fuerzas de choque africanas, lo que nosotros debemos de tener en cuenta es el total de fuerzas que intervienen en las diversas operaciones que tienen lugar en la ciudad entre el viernes 17 por la noche, inicio de los preparativos inmediatos, y el jueves 23 de julio, cuando se dio por sofocada toda resistencia organizada. Lo demás pertenece a la leyenda. Pag, 157.
 Leyendas para crédulos que tanto han deleitado durante años a franquistas y neofranquistas, y que a estas alturas debieran de ser totalmente desterradas de la historiografía profesional y científica. 

En la página web filofranquista y ultranacionalista, www.grandesbatallas.es, relatan la misma falacia que tan alegremente Nicolás Salas cedió al documental anteriormente citado:
Queipo montó en cinco camiones con matrícula de Cádiz, a los moros y legionarios procedentes de los Tercios de África, que habían llegado a Tablada en un vuelo  de Melilla en la misma mañana  del 20 de julio. Los cinco camiones, formaron un carrusel  dando vueltas y más vueltas por las calles de Sevilla.  Crea la sensación de que Sevilla había sido tomada por un enorme   ejército de  rebeldes nacionales. Realmente el 20 de julio, no llegaban a 100 los soldados africanos en Sevilla; pero eso sí, muy muy bien paseados.
Todo un "portento" este general golpista. La realidad es que no se entiende entonces que la guerra durase tres años. Otra web ultranacionalista (LA SEVILLA QUE NO VEMOS de Julio Domínguez Arjona) cuenta la misma payasada:
...Por ello, se recurrió a un truco casi cinematográfico de aparentar muchos mas  de lo estaban. Moros , legionarios y voluntarios de la Milicias Nacionales , ocuparon cinco camiones, con matrícula de Cádiz, y formaron un carrusel dando vueltas y mas (sic) vueltas por Sevilla , para dar una apariencia de que era centenares de soldados llegados de África, cuando aquella tarde noche del 20 de Julio de 1936 no llegaban , ni a un centenar de efectivos . Pero el espejismo funcionó. 
Y en el blog Historias de España más de lo mismo:
Los nacionales desplegaron una notable imaginación para engañar a los sevillanos. El primer contingente de legionarios que llegó a Sevilla era de 20 soldados. Queipo los subió a unos camiones junto con algunos guardias civiles y paisanos y los obligó a pasear continuamente por las calles de Sevilla. Al poco rato, todo el mundo en la ciudad se hacía lenguas de que habían llegado ya centenares, sino miles, de legionarios.
En fin, sirva como muestra un botón. Uno de los propagadores de esta burda e increible mentira, como hemos comentado anteriormente fue Nicolás Salas que en una entrevista en Diario de Sevilla comentó: "La República conservadora y liberal que sale el 14 de abril dura exactamente 24 horas en Sevilla. Al día siguiente se convierte en una República soviética". Con esta pobre visión es normal que se digan y escriban barbaridades.

Francisco Espinosa Maestre después del fallecimiento de Nicolas Salas (que el cielo lo acoja en su seno) ha publicado un interesesante artículo en CTXT basado en la persona del docto escritor y periodista:

Sobre periodismo y propaganda: el caso de Nicolás Jesús Salas

El reciente fallecimiento de quien fue director del ABC de Sevilla ha dado lugar a abundantes artículos, declaraciones y homenajes que omiten el carácter profundamente reaccionario de su obra y de su trayectoria
FRANCISCO ESPINOSA MAESTRE

<p>El periodista y escritor Nicolas Jesús Salas, en una entrevista para <em>EL Correo de Andalucía</em>. Noviembre de 2017. </p>

El periodista y escritor Nicolas Jesús Salas, en una entrevista para EL Correo de Andalucía. Noviembre de 2017. 
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16 DE MAYO DE 2018
Queremos sacar a Guillem Martínez a ver mundo y a contarlo. Todos los meses hará dos viajes y dos grandes reportajes sobre el terreno. Ayúdanos a sufragar los gastos y sugiérenos temas (info@ctxt.es).
“Queipo de Llano hizo militarmente en 1936 lo que tenía que hacer… Y punto”.
Nicolás Salas (Correo de Andalucía, 22/09/2017)

El pasado 13 de febrero falleció Nicolás Jesús Salas, que fue director del ABC de Sevilla. Para cualquiera que conozca un poco tanto al personaje como a la ciudad, los artículos que sobre el fallecido aparecieron en los días siguientes en medios como El Correo de AndalucíaDiario de SevillaEl MundoLa RazónABC o SevillaInfo, firmados por autores como Jesús Álvarez, Francisco Correal, Manuel Pérez, Rafael Avilés o Lucas Haurie, representan un fenómeno digno de reflexión. Uno entiende el dolor de la familia y allegados, pero no deja de sorprenderse por lo que se escribió y, más todavía, por lo que se dejó de escribir. Recordemos, de entrada y para enmarcar el asunto, los pésames del presidente del Gobierno y de la presidenta de la Junta de Andalucía, o –a modo de broche– el minuto de silencio que en la tarde de 18 de febrero se le guardó con motivo del encuentro Betis-Real Madrid.
En los artículos referidos se destacaron especialmente los orígenes de Nicolás Jesús Salas como periodista, relacionados con el conocido falangista Celestino Fernández Ortiz; los ocho años al frente de la edición sevillana del ABC, entre 1976 y 1984; su etapa como adjunto a la presidencia de Prensa Española, S.A., entre 1984 y 1998 (año en que la empresa de los Luca de Tena sufrió una crisis y en el que Salas decidió jubilarse), o su estrecha relación, entre 1976 y 1978, con el Partido Social Liberal Andaluz de Manuel Clavero Arévalo, del que fue asesor tanto en la etapa de este como ministro para las Regiones en 1977-1978 como cuando estuvo al frente de Cultura en 1979.
De Salas hemos podido leer estos días de todo: se lo ha recordado como “maestro de periodistas”, “emblemático director de ABC”, “un referente”, un “periodista de raza”, “cultivador de una prosa excelsa”, una “fuerza de la naturaleza desatada”, el “más encendido defensor y crítico más despiadado” de Sevilla, colaborador de “organizaciones de caridad” como las Hermanitas de los Pobres, pionero del andalucismo que “puso a disposición de los andaluces su herramienta –que era la palabra– para alcanzar el ansiado reconocimiento de la autonomía”... Se ha dicho que ha dejado una “huella imborrable” en el mundo cofradiero, que “deja tras de sí un gran legado en forma de letras”, y que sus más de cincuenta libros “forman parte de los anaqueles de los amantes de la literatura sevillana”, etc.
Algún periodista dudaba de que “en Sevilla haya una biblioteca privada tan rica” como la suya; su hijo –periodista también– recordaba lo que le decía: “Nunca te olvides de que el periodismo es la voz de los que no la tienen”; otros destacaban cuando decía a sus redactores que “dejaran a un lado sus ideas políticas para ser, sobre todo, periodistas”, o cuando les recomendaba ser honrados y nobles, dedicarse íntegramente al periodismo y no hacer nada que no quisieran que les hicieran a ellos. Alguno más recordaba sus temas de conversación favoritos: la unidad de España, la belleza femenina, la debilidad de algunos líderes políticos, el declive urbanístico de la ciudad, la Iglesia como fuerza viva… También se ha podido leer que “las izquierdas lo tachaban de retrógrado y las derechas de revolucionario peligroso”, e incluso se ha puesto en boca de algún comunista que “la izquierda estaba en deuda con sus investigaciones, como pionero de lo que se ha terminado llamando la memoria histórica”, o que fue el rescatador de la honorabilidad de dirigentes comunistas como José Díaz o Saturnino Barneto. De hecho fue en un pleno celebrado en 2006, siendo alcalde Sánchez Monteseirín y con el apoyo entre otros de IU, cuando se decidió darle a una calle el nombre de “Periodista Nicolás Salas”, calle rotulada en 2007 e inaugurada en 2012, durante la alcaldía de Juan Ignacio Zoido.
PARECE QUE NO ERA EL MOMENTO DE RECORDAR EL PAPEL QUE JUGÓ COMO DIRECTOR DE ABC DE SEVILLA EN EL 23F O EN EL GOLPE MILITAR DE 1936
Según parece no era el momento de recordar el papel que jugó como director de ABC de Sevilla en los meses anteriores y posteriores a la intentona del 23 de febrero de 1981, ni la apología constante del golpe militar de julio de 1936 que realizó durante décadas y hasta el final de su vida, ni los métodos que caracterizaban sus obras sobre la historia de la ciudad desde 1931. Me refiero a libros como Morir en Sevilla (1986), Sevilla fue la clave (1992) o La otra memoria histórica(2006), por solo citar algunos. Son cuestiones estas que recorren su época de mayor influencia.
La aventura política
Nicolás Salas fue en 1976 miembro fundador del Partido Social Liberal Andaluz (PSLA), un intento por parte de Manuel Clavero Arévalo y otros prohombres de la derecha andaluza –como Olivencia Ruiz, Otero Luna o García Añoveros– de crear una opción que aglutinara a una derecha deseosa de parecer de centro. Ese mismo año, en noviembre, Salas fue nombrado director de ABC de Sevilla. El PSLA se integró en UCD, y en los dos ministerios que ocupó Clavero Arévalo entre 1977 y 1979, Regiones y Cultura, Salas fue asesor con la categoría de director general. Precisamente fue en ese mismo año de 1977 cuando inauguró su sección “Sin rodeos”. El partido, que se definía entre otras cosas como andalucista y admirador de la figura de Blas Infante, duró poco. Su medio de comunicación no fue otro que el ABC dirigido por Salas, quien ya desde 1976 se prodigaba en conferencias con títulos como “Andalucía clama justicia”, “Andalucía: urge una respuesta política” o “Andalucía ante un nuevo colonialismo”, cuyo fin era la formación de un partido que “hiciera frente a los extremismos que pretenden utilizar nuestra región”. Pero a pesar de este despliegue la gente sabía qué era el ABC y qué representaba. Para saber qué relaciones hubo entre el diario dirigido por Salas y la Secretaría de Estado para la Información representada en 1981-1982 por Ignacio Aguirre Borrell contamos con la obra de Luis Santos Serra La prensa que se vendió (Carena, Barcelona, 2015).
Son documentos originales los que nos permiten conocer la actitud de Salas, quien escribía a Luca de Tena: “No solo es importante lo que hacemos sino lo que dejamos de hacer; o sea, bien lo que no dejo que se haga o lo que hago morir diariamente en mi mesa de despacho”. De hecho, en sus documentos internos el gobierno de la UCD consideró que la actitud del ABC de Sevilla ante el golpe había sido fascista y golpista. Jaime García Añoveros, entonces ministro de Hacienda y que había pertenecido –como Salas– al núcleo fundador del PSLA, escribió a Aguirre Borrell al mes del golpe: “Verás que se trata del más puro fascismo, en la línea de la actuación del periódico con motivo del golpe de Estado”. Y añadía: “De todos modos, después de la conversación del lunes pasado con Guillermo [Luca de Tena] está sobre aviso”. Sencillamente, para el Gobierno, el ABC de Sevilla había apoyado el golpe. También comentaron la dudosa actitud de Salas a partir del momento en que se produjo la ocupación del Congreso. Por decir esto en el periódico que dirigía, Diario 16, Román Orozco fue demandado por Salas y condenado por la Audiencia Provincial de Sevilla en 1986 al abono de los gastos procesales y al pago de una multa de cien mil pesetas “por los daños morales sufridos por este”.
En el informe interno de UCD se destaca que, frente a la portada del día 24 de febrero del ABC de Madrid, con las imágenes de Tejero pistola en mano y la agresión a Gutiérrez Mellado acompañadas del titular “Asalto armado al Congreso”, la de la edición sevillana mostraba solo la imagen de Tejero con el titular siguiente: “España: confusión e incertidumbre. Gobierno y diputados, retenidos por miembros de la Guardia Civil”. Para Nicolás Salas no había golpe militar sino “confusión e incertidumbre”, y los que estaban dentro del Parlamento no estaban secuestrados sino simplemente “retenidos”. El mismo informe establece que de la pluma de Salas no salió ni una palabra de condena al golpe; sí en cambio recurrentes paralelismos entre la etapa republicana de 1931 a 1936 y el período 1976 a 1981, con el recurso constante al terrorismo etarra para mostrar la ineficacia de la democracia. Para algunos, como en julio de 1936, todo llevaba a pensar en otros medios, justificados en todo momento por la supuesta grandeza del fin. Un mes después del golpe Aguirre comentó a Leopoldo Calvo-Sotelo que Salas “sigue cultivando la demagogia y potenciando a Clavero, que probablemente le habrá vuelto a proporcionar los fondos correspondientes”.
Pese a todo lo dicho, preocupados como estaban en UCD por el empuje de El País y sabedores de las urgentes necesidades económicas del ABC, Aguirre Borrell aconsejará al nuevo presidente, Calvo-Sotelo, que apoye a los Luca de Tena. El encargado del relanzamiento del periódico será Luis María Ansón. Salas agradece la decisión a Aguirre Borrell y le envía su currículum de 29 páginas, que el otro archivará “cuidadosamente”.
En torno al golpe de 23 de febrero de 1981
Desaparecida la opción política, Nicolás Jesús Salas se deslizará por otras vías. Desde fines de 1980 ya cabe rastrear, en su sección “Sin rodeos”, una serie de artículos cuya orientación ideológica ofrece pocas dudas. Artículos como “Una pregunta clave” (16/11/1980), con el mensaje de que España no estaba mejor que cinco años antes con Franco; “Fraude ciudadano” (23/11/1980), sobre la situación catastrófica de los ayuntamientos; “Jaque a la razón” (30/11/1980), sobre un país al borde del abismo; “Al rojo vivo” (07/12/1980), dedicado al terrorismo y al malestar general; “Abstención es esperanza” (14/12/1980), sobre la Sevilla “marxista”; “La izquierda exige autoridad” (21/12/1980), desenmascarando a la “izquierda marxista”; “Rojos a la española” (08/02/1981), sobre una España en manos del comunismo; “Siete reflexiones” (15/02/1981), denunciando la sinrazón de la política; “El veneno está servido” (22/02/1981), mostrando el día previo al golpe militar un panorama aterrador donde la referencia de la situación del país no es otra que julio de 1936; “Manifestaciones: un grave riesgo innecesario” (26/02/1981), promoviendo la desmovilización en pro de la Constitución frente al golpe frustrado; “Trabajador, engañado y mártir” (01/03/1981), de nuevo con el 36, ejemplo de cómo se acabó con los que ponían en peligro la paz; “Hambrientos más agitadores” (08/03/1981), sobre el frentepopulismo municipal y los peligros del comunismo; “Algún día gritarán las piedras” (15/03/1981), un alegato anticomunista, o “Marxismo contra Semana Santa” (11/04/1981), que no requiere más explicación.
En ellos se pudieron leer pasajes como: “Otra vez las dos Españas… Otra vez el ciudadano español decepcionado por culpa del mal entendido partidismo [...] Otra vez España en jaque permanente, amenazada, cuando lo que de verdad desea y clama es vivir en paz. Otra vez el español con su presente y futuro pendiente de unas minorías asesinas. Otra vez el llanto de las madres de España. Y otra vez –setenta veces siete: siempre– el fantasma ensangrentado de la lucha cruel entre hermanos” (30/11/1980); “la izquierda y la derecha vergonzante prefieren el silencio cómplice al ejercicio democrático de la libertad de expresión. Aquí solo hay libertad para decir lo que interesa al rojerío y a los tontos útiles que les ríen las gracias” (07/12/1980); “La Sevilla no marxista, que es la que practica el abstencionismo y, por lo tanto, es mayoritaria, está irritada con la izquierda. Es la Sevilla que sufre las impertinencias de los concejales o el terrorismo gráfico callejero” (14/12/1980); “La izquierda suele ser muy desmemoriada, pero hay quien podría poner sobre la mesa testimonios hasta escandalosos como para demostrar que no es precisamente el marxismo quien está en condiciones de exigir autoridad. Por el contrario ha sido la derecha la que nunca dejó de alertar de los gravísimos riesgos de la inseguridad ciudadana…” (21/12/1980); “El comunismo español es idéntico al de los años treinta. Cuando hace más de medio siglo que el proletariado europeo reivindica participar en las rentas dinámicas, el PCE fundamenta su oferta electoral en el trasnochado lema ‘la tierra para el que la trabaja’. El PSOE sigue idéntico camino: una y otra vez hace el juego que interesa al comunismo” (08/02/1981); “Los líderes marxistas amenazan públicamente con endurecer su actitud frente al Gobierno y las empresas. Estas se han convertido en un campo de batalla sindical. En esta situación nadie que esté en su sano juicio invertirá una peseta. Parece que las izquierdas pretenden llevarnos al caos” (15/02/1981); “El frente popular después de las elecciones municipales, manipulando parte de los votos; las protestas de fe republicana de bases izquierdistas y la actuación comunista en los ayuntamientos y el comportamiento de los extraparlamentarios rojos están provocando el enfrentamiento de las ‘dos Españas’” (15/02/1981); “En febrero de 1981, casi medio siglo después de otro mes de febrero tristemente histórico, España es un volcán” (22/02/1981); “ABC no está ni ha estado nunca contra las expresiones populares, cuando son necesarias. Pero cuando España tiene un parlamento sobran las algaradas callejeras [contra la manifestación de condena al golpe]...” (26/02/1981); “Los detalles que reflejan las páginas de ABC de julio del treinta y seis, con las oportunas correcciones sociológicas, podrían facilitar el retrato robot para identificar a quienes hoy vuelven a poner en peligro la paz. Porque hay tres objetivos marxistas que están desarrollándose con evidente éxito: descristianizar la sociedad, controlar los medios de comunicación y hundir la empresa. (01/03/1981); “En el fondo se trata de arremeter contra ABC y su director por causas de todos muy conocidas: día a día nuestro periódico desenmascara al comunismo. De ahí la concentración de mañana, entre otras acciones subrepticias, típicamente marxistas [ante la manifestación prevista para el 23 de marzo por la actitud del periódico en el 23 de febrero y la actitud de Salas ante el comité de empresa]” (22/03/1981); “en Sevilla –como en otras ciudades andaluzas– las Hermandades y Cofradías constituyen un reto permanente para los partidos políticos y centrales sindicales de ideología marxista” (11/04/1981); etc.
Frente a ese futuro que, según Salas, nos conducía al más oscuro régimen comunista, el golpe militar, aunque no fuera en vano, no alcanzó sus objetivos y al año siguiente las elecciones generales dieron mayoría absoluta a lo que él, dando rienda suelta a su imaginación, debió de considerar que era un partido marxista y que en realidad no era sino un moderado partido de centro, ajeno no ya a toda veleidad marxista sino a lo que había representado la izquierda en España durante las dos décadas anteriores. Sin embargo, la derecha mediática actuó, pese a todo, como si el socialismo hubiera ocupado el poder, práctica esta habitual en la derecha española (con la Iglesia española en cabeza, desde la transición: responder a cualquier posible amago de reforma, por leve que fuera, como si se estuviera frente a una revolución comunista. Dos años después, agotado su modelo por el cambio de signo de los tiempos, Salas dejaba la dirección de ABC y pasaba a ser adjunto a Guillermo Luca de Tena en Prensa Española S.A.
SUS OBRAS LITERARIAS GUARDAN ESTRECHA RELACIÓN CON EL PERFIL IDEOLÓGICO QUE MOSTRÓ AL FRENTE DEL PERIÓDICO
La memoria histórica del franquismo
La otra faceta que aquí se va a tratar de Nicolás Jesús Salas es la de escritor, en concreto de algunos de los libros que dedicó a la historia reciente de Sevilla. Salas nunca se definió como historiador pero sus obras ofrecían apariencia de historia y así han sido consideradas por muchos de sus lectores. Como no podía ser de otra forma, estas obras guardan estrecha relación con el perfil ideológico que mostró al frente del periódico. En 1986, por ejemplo, recibió el Premio Ateneo por su libro Morir en Sevilla, que definió como una “novela histórica”. Le había llegado casualmente información y material de interés sobre el pintor sueco Torsten Jovinge, una más de las víctimas de la represión fascista en Sevilla, y decidió integrarlo en una de esas ficciones suyas donde el antirrepublicanismo visceral va parejo a la justificación permanente del golpe militar.
Para la antología del disparate quedará ese montaje sobre las obsesiones de Salas fabulando sin base alguna sobre la vida de Jovinge en Sevilla, intentando sembrar la duda sobre su desaparición y dejando caer que, pese a haber estado en todo momento en la zona controlada por los golpistas desde el principio, quizás fuera “un error de las milicias de uno u otro bando”. ¿Cómo olvidar las largas conversaciones entre el pintor y la serie de personajes con los que Salas lo puso en contacto, incluida la flor y nata del fascismo sevillano? Lo cual sin duda es milagroso, ya que, como sabemos por su diario, apenas hablaba español: “el intercambio de pareceres con los nativos debo dejarlo a un lado”. En realidad, por mucho que se adornara, cuando en la novela hablaba Jovinge en realidad parecía Salas. Incluso los que charlaban con él también parecían Salas. Se trataba de un monólogo polimorfo. He aquí un pionero de la llamada novela de no ficción o de la egoficción, todo un referente para Cercas y Trapiello.
Su obra cumbre fue, no obstante, Sevilla fue la clave, que vio la luz en 1992. Estamos ante la mayor apología conocida sobre el golpe militar en Sevilla desde el libro de Enrique Vila “Guzmán de Alfarache” ¡18 de julio en Sevilla! Historia del Alzamiento Glorioso de Sevilla (FE, 1937). Lo cual no es de extrañar en quien mantenía públicamente, como yo mismo le pude escuchar en una conferencia celebrada a comienzos de los ochenta en la Biblioteca Pública, que Sevilla estaba en deuda con Queipo y que resultaba lamentable que la estatua ecuestre para la que había servido de modelo el hijo no hubiese podido ocupar, dadas las circunstancias sobrevenidas a partir de 1975, el espacio que merecía en la ciudad. En este libro Salas no solo  retocó a capricho la cifra de víctimas de la represión fascista sino que mantuvo que la información que manejaba sobre este asunto –un informe de la Delegación de Orden Público– procedía de lo que llamó el “Archivo Histórico de Simancas”, un archivo especializado en la  Edad Moderna.
Pero veamos un ejemplo concreto del estilo de Salas. En febrero de 1984, tras sortear no pocas dificultades, pude acceder al archivo del Cementerio de San Fernando de Sevilla para investigar cómo reflejaban la represión los Libros de Enterramientos. El resultado de mi investigación vio la luz en 1990 dentro de un libro coordinado por el profesor Alfonso Braojos Garrido titulado Sevilla, 1936: Sublevación fascista y represión. Algo después de mi visita al archivo, procedente de Madrid, lo visitó Alberto Reig Tapia pero, viendo el tiempo que aquello llevaría y dada la distancia geográfica, decidió no continuar la investigación. He aquí cómo reflejó Salas estos hechos en Sevilla fue la clave, publicada dos años después: “Al autor de este libro le consta que un famoso investigador de izquierdas, llegado desde Madrid con autorización especial, tuvo el privilegio de poder acceder antes que nadie a los libros de registro del cementerio, en 1983. Pero cuando pudo comprobar que el número de víctimas que indicaban las fichas en blanco era infinitamente inferior al que él sostiene, no quiso utilizar las fuentes verdaderas. Había que mantener el mito de Sevilla como ciudad símbolo de la represión y al general Queipo de Llano como su responsable” (vol. II, p. 577).
He aquí a Salas en su esencia, es decir, mezclando hechos sin relación e inventándose lo que le vino en gana aun teniendo la posibilidad de saber –porque conocía el libro referido– que ni hubo permiso especial, ni privilegio, ni por supuesto decepción alguna ante el resultado. Por el contrario, mi trabajo ofreció las pruebas de que en las fosas comunes del cementerio ingresaron 3.028 personas entre 18 de julio de 1936 y el 27 de enero de 1937, y 137 más entre febrero y octubre de este año. Pero a él, con el montaje numérico que había organizado, le interesaba mantener que fueron 1.700 víctimas, de modo que decidió que mi investigación, pese a que era seguro que la conocía desde la presentación pública del libro, nunca existió. Luego Salas ha vivido lo suficiente para saber que sus ocho mil víctimas de la represión fascista en la provincia de Sevilla se transformaban en más de trece mil, de momento, gracias a la investigación de José María García Márquez. Había ocurrido simplemente que, aunque tuvo ante sí pruebas de que las víctimas fueron bastantes más de ocho mil, decidió que no pasaran de ahí. Salas tuvo ante sí la evidencia de que el mito de la represión efectuada por Queipo y su camarilla en la provincia de Sevilla era cierto –por cada víctima de derechas cayeron treinta de izquierdas–, pero decidió ocultarlo.
La última referencia debe ser para La otra memoria histórica, la réplica de Nicolás Salas al movimiento en pro de la memoria iniciado en 1996 y que en el año en que se publicó, 2006, se encontraba en su momento de apogeo. Aquí Salas aprovechó para sacar de nuevo todo lo que ya traía entre manos desde mucho tiempo antes. De sus procedimientos puede ser buena muestra lo ocurrido con una conocida fotografía que venía utilizando la propaganda franquista desde que en 1936 comenzaran a publicarse los llamados Avances de la Causa General. La imagen mostraba las víctimas de una masacre que tuvo lugar en Talavera de la Reina en septiembre de 1936. Fue utilizada por Salas en diferentes ocasiones situándola en diversos lugares y diciendo siempre que se trataba de víctimas de derechas. Aparecía en Sevilla fue la clavecomo muestra del terror practicado por las milicias del Frente Popular, sin citar la localidad, ya que deseaba relacionarla con Andalucía. Pero fue sobre todo en La otra memoria histórica donde, además de aludir a la “barbarie marxista”, decidió situarla en Montoro. Lo cierto, sin embargo, es que para cuando Salas escribió dicho libro ya se sabía que lo que mostraba dicha foto era una masacre cometida por las fuerzas de Yagüe tras la ocupación de Talavera de la Reina en que las víctimas fueron campesinos gallegos que se encontraban allí para la siega. Tampoco creo que modificara la idea de Salas el hecho de saber que el autor de la foto no era Serrano sino el nazi Roland Strunk, jefe del espionaje alemán en España. 
Al servicio de la Causa
Nicolás Jesús Salas siempre fue fiel al espíritu del ABC, un periódico monárquico, profundamente reaccionario, que cuando era conveniente apoyaba dictaduras como la de Primo de Rivera, golpes militares fascistas como el de julio de 1936 o dictaduras sangrientas como la de la oligarquía que llevó a Franco al poder. Un medio en el que era imposible distinguir entre información y propaganda y cuyo uso para la investigación histórica ha de ser por fuerza sumamente cauteloso. Bastará con recordar lo que hizo el periódico con la secuencia de hechos que va de la llamada “semana sangrienta” del verano de 1931 al “alzamiento” del verano del 36. La consulta del ABCsolo sirve para conocer la visión del periódico o, lo que es lo mismo, para saber qué pensaban los sectores más conservadores de la sociedad española. Esta era la base de los libros de Salas.
En este mismo sentido, en los trabajos de Salas no cabe establecer una separación entre la base documental, que en teoría podría ser de interés para cualquier interesado en el tema, y el tratamiento que de ella hacía el autor. Hablamos de obras en que las fuentes básicas suelen ser prensa y libros, ambas por lo general de similar sesgo ideológico. Esto dio lugar a un conglomerado que fue pasando de libro a libro sin cesar, por más que título y factores variaran. Es común a este tipo de enfoque incurrir en hechos como no mencionar autores y obras que se salen de ese marco y también “jugar” con la procedencia de ciertos documentos, bien por el uso peculiar que se ha hecho de ellos o simplemente para que los demás, al no saber dónde están, no puedan extraer conclusiones diferentes. Lo que sí hay que reconocer a Salas es que gracias a sus relaciones con ciertos sectores tuvo acceso a fondos privados inaccesibles para los demás y aportó algunas fotografías de indudable valor. Cuestión aparte es la valoración que de todo ello hiciera con sus comentarios. En este mismo sentido hay que destacar que en una ciudad como Sevilla al director de ABC se le abrían todas las puertas.
Sorprende la dureza extrema con que fustigó todo lo relacionado con la Segunda República, reducida a una serie de ismos (laicismo, anticlericalismo, comunismo, socialismo, frentepopulismo y marxismo) frente a la magnanimidad casi beatífica con que reivindicó calles para comunistas como José Díaz o Saturnino Barneto, pertenecientes ambos a ese engendro deshumanizador que denominaba el “Moscú sevillano”, muy en la línea del imaginario de las derechas de los años treinta y con el que aludía a los barrios obreros de la zona norte de la ciudad. Viene a la cabeza la frase del general Custer de que el único indio bueno es el indio muerto, al que incluso se le puede levantar un monumento. Cumple también otra función: quien pide una calle para un comunista puede pedir otra para un fascista sin llamar mucho la atención. También sirve para ampliar el abanico de compradores.
Llegados a este punto es el momento de recordar la cuestión inicial: el tratamiento que la prensa local dio a la figura de Nicolás Jesús Salas con motivo de su fallecimiento. No solo olvidaron todo lo dicho sino que ni siquiera recordaron lo que podría considerarse su testamento político: el artículo “Queipo de Llano en la Macarena” (Correo de Andalucía, 22/09/2017). Se trata de un apasionado canto a Franco y a Queipo, al que considera salvador de vidas y haciendas. Para Salas, aunque fuera diezmándola, ambos se desvivieron por la clase obrera. En consonancia con ciertas corrientes ideológicas el ex director de ABC proponía no olvidar el contexto: “Para juzgar a las personas hay que ponerse en las circunstancias del tiempo y lugar que vivieron…”. Por ello concluía en que “Queipo de Llano hizo militarmente en 1936 lo que tenía que hacer… Y punto”. O sea que el golpe y la masacre estuvieron justificados. Una declaración como ésta en otros países democráticos constituye delito y está penada.
Salas veía bien la operación de lavado que hizo la Hermandad de la Macarena con la lápida de Queipo hace unos años, cuando sobre lo del “Excmo. Teniente General” colocaron “Hermano Mayor Honorario”, y sobre la fecha clave de “1936”, el escudo de la Hermandad. Escribía Salas: “Estuviera [sic] bueno que la Hermandad de la Macarena acudiera al clamor de venganza que siempre ha expresado la plebe radical. Nada más anticristiano que la soberbia del vengativo”. La admiración de Salas por un individuo con el pasado criminal de Queipo fue en aumento a lo largo de su obra. Solo desde esta óptica se entiende que unos meses antes de su muerte escribiera que “el hombre que dirigió aquella guerra fratricida y salvadora fue Queipo de Llano”. Lo que las investigaciones de las últimas décadas hubieran podido aportar sobre Queipo nada le importaba. Ya decía para acabar en el artículo que comentamos: “Ahora podrán decir y escribir lo que quieran, pero la historia, la verdad, no la borra nadie. Como cristianos decimos como Jesús: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen…”.

Alocución radiofónica de Queipo de Llano en Unión Radio Sevilla
Alocución radiofónica de Queipo de Llano en Unión Radio Sevilla
EL ABC QUE DIRIGIÓ NICOLÁS SALAS REPRESENTÓ EL MODELO OPUESTO A LO QUE DEBE SER EL PERIODISMO EN UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA
El diario que dirigió Nicolás Salas representó el modelo opuesto a lo que debe ser el periodismo en una sociedad democrática. En él los fines siempre justificaron los medios. Por conocida que sea la trayectoria conservadora y reaccionaria del ABCdesde principios del siglo XX, la edición sevillana alcanzó niveles difíciles de imaginar en un país en el que hasta El Alcázar se definía como diario “liberal”. La información estuvo siempre relegada en función de los intereses del medio, de ahí que predominase el tratamiento propagandístico de la realidad. Todo esto alcanzó su culmen en esos años y concretamente en los meses anteriores y posteriores al golpe militar de febrero de 1981. Basta remitir a los informes internos de la Secretaría del Estado para la Información, que no estaban redactados por rojos ni marxistas sino por gente tan respetable para el ABC como Ignacio Aguirre Borrell o Jaime García Añoveros. Al fin, ¿dónde quedó aquello de que el periodismo es la voz de los que no la tienen o lo de que para ser buen periodista hay que dejar de lado las ideas políticas?
Su faceta de escritor fue una prolongación de la anterior. Su etapa al frente del ABC le permitió ocupar un gran espacio en una ciudad donde la universidad, dado el peso de la herencia franquista y la gran influencia del Opus, se negó a investigar, en el momento que correspondía hacerlo, lo ocurrido a consecuencia del golpe militar de 18 de julio de 1936. Hasta tal punto llegó esta dejación que en 1975 el apéndice de la historia de Sevilla dedicado al siglo XX fue encomendado por el Secretariado de Publicaciones de la Universidad a Nicolás Salas. Y no acabó ahí la colaboración, ya que en 1990 nuevamente la universidad le publicó El Moscú sevillano, presentado el 29 de octubre en un acto presidido por el entonces rector Javier Pérez Royo. Casualmente ese mismo día se presentó Sevilla, 1936: Sublevación fascista y represión. Solo en este extraño contexto se entiende que sus procedimientos, completamente ajenos al periodismo, a la historia y a la literatura, consiguieran semejantes avales. Las alabanzas procedentes de la prensa sevillana de papel y sus silencios son lo que cabía esperar. Otro análisis merece el hecho de que la presidenta de la Junta, que dice ser de un partido entre cuyas siglas hay una “S” de Socialista y una “O” de Obrero, considere a Salas “maestro de muchas generaciones” y “cronista y memoria viva de la ciudad”. O que alguien de IU afirmara, como recogió Correal, que Salas fue pionero de la Memoria Histórica.  
Así, esa historia oculta tuvo que ser hecha durante mucho tiempo desde fuera de la Academia por investigadores e historiadores que ni disponían de fondos públicos para la tarea ni tenían un periódico a su servicio. Esto permitió que se diera una versión ajena por completo a la historia y a sus métodos de una etapa tan importante del pasado reciente de la ciudad. Era la “historia” como instrumento al servicio de una ideología. Una versión mistificadora cuyo objetivo no fue otro que prolongar la versión de los golpistas del 36, de los vencedores de la guerra civil, hasta convertirla casi en objeto de culto, como los restos de Queipo y el auditor Bohórquez en la basílica de la Macarena. Sin duda ese objetivo se ha cumplido incluso en demasía.

AUTOR

  • Francisco Espinosa Maestre

martes, 22 de mayo de 2018

Acoso mediático y escraches

Imagen de un escrache

En este bendito país confundir el tocino con la velocidad es muy común, sobre todo entre los bien pensantes. ¿Qué es un escrache? Esta palabra nace en Argentina. La palabra se creó en su uso político en 1995 en Argentina, utilizada por la agrupación de derechos humanos HIJOS para denunciar la impunidad de los genocidas del proceso liberados por el indulto concedido por Carlos Menem.

"Escrache es el nombre dado en Argentina, Uruguay, Paraguay, España y Venezuela a un tipo de manifestación en la que un grupo de activistas se dirige al domicilio, lugar de trabajo o en lugares públicos donde se reconozca a alguien a quien se quiere denunciar. Se trata de una palabra en jerga para referirse a un método de protesta basado en la acción directa, que tiene como fin que los reclamos se hagan conocidos a la opinión pública". Este texto recuperado de la Wikipedia resume perfectamente en que consisten este tipo de acciones. Concretamente en Argentina un escrache es "una acción intimidatoria que realizan los ciudadanos contra personas del ámbito político, administrativo o militar, que consiste en dar difusión, ante los domicilios particulares de estas o en cualquier lugar público donde se las identifique, a los abusos cometidos durante su gestión.

En España, el uso de este término se generalizó a partir de marzo de 2013 para referirse a las protestas de acción directa de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, para denunciar la inactividad política de los dirigentes del Gobierno ante una trágica situación.

Soraya Sáenz de Santamaría sufrió uno de estos escraches protagonizados por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca allá por 2013. Según la prensa:
El escrache de la PAH ha llegado a la puerta de la casa de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Un gran número de personas ha respaldado esta acción de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca hasta la vivienda de la número dos del Gobierno para protestar por el drama de los desahucios y pedir la aprobación de la ILP sobre la dación en pago. El  HuffPost...
No fue la única dirigente del Partido Popular quien sufrió una de estas medidas reivindicativas. En el escrache a Soraya Sáenz de Santamaría se pedía la dación en pago. Lo voy a repetir (dicen que leyendo se cura la ignorancia),pedían la dación en pago. Algo totalmente comprensible. El banco se quedaba con tu vivienda y se extinguía la deuda. Lo que no es normal es que te quedes con la deuda y sin vivienda.




El Marido de la vicepresidenta del Gobierno denunció el escrache de la PAH y el juez fue demoledor:
El escrache —manifestación a domicilio— que sufrió la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el pasado 5 de abril constituye “un mecanismo ordinario de participación democrática de la sociedad civil” y es “expresión del pluralismo de los ciudadanos”. Así lo considera la Sección 16ª de la Audiencia Provincial de Madrid, que en un auto —resolución razonada— ha confirmado el archivo de la investigación sobre la manifestación decretado el pasado mayo, con argumentos similares, por el juez Marcelino Sexmero. El Pais...

Y ahora realicemos la gran pregunta: según muchos bien pensantes a Irene Montero y a Pablo Iglesias los están escracheando, y yo pregunto: ¿un grupo de personas van a la puerta de los líderes de Podemos y realizan una manifestación para reivindicar una mejora social? No. ¿Porque están atacando a Iglesias y a Montero? Por hipotecarse durante 30 años en una vivienda que cuesta 600.000 euros. 

No mezclen acoso mediático con la palabra escrache, son dos cosas muy distintas, y esto es algo que Soraya Sáenz de Santamaría debiera de saber, y seguro que lo sabe. No hay que ser ningún portento para saber esto.

En fin, volvemos a repetir que la ignorancia se cura leyendo. Aunque también es cierto que hay muchas personas que por mucho que lean permanecen en la inopia todo el día.

Por todo esto rogamos encarecidamente a los anti-podemitas y a los podemitas identitarios que se lean este artículo de Pablo Echenique. Sabemos que valdrá de poco, pero al menos estamos intentando sacar a la gente de la ignorancia en que se ve envuelta gracias a la información sesgada que reciben de tanto politicucho conservador y pseudosocialista, y de tanto analista político del Régimen del 78




¿Perseguir y acosar familias es legítimo en democracia? 

PABLO ECHENIQUE SECRETARIO DE ORGANIZACIÓN DE PODEMOS 22.05.2018 - 07:06H 

Las bases de Podemos decidirán el futuro de Iglesias y Montero. Todo lo relacionado con el chalet de Iglesias y Montero. A estas alturas, todo el mundo tiene una opinión sobre la casa que Pablo Iglesias e Irene Montero se han comprado, con el dinero que han ganado honradamente, en un pueblo a 40 kilómetros de Madrid e hipotecándose cada uno en unos 270.000€ a 30 años. Hay quien defiende que esto es "incoherente" con querer un país más justo en el que todas las personas tengan una vida digna y luchar por ello. 

Hay quienes pensamos, en cambio, que este planteamiento es profundamente reaccionario, ya que niega la posibilidad de tener un buen sueldo y una buena vivienda y ser decente al mismo tiempo. Hay quien saca a relucir un tuit en el que Pablo Iglesias critica a un ministro de Economía comprándose un ático para especular, ahorrándose un millón de euros por el estallido de la burbuja y unos pocos meses antes de que el Gobierno del que él formaba parte le subiera los impuestos a este tipo de operaciones. Hay quienes contestamos, "claro, alma de cántaro, lo mismito es". Pero, más allá de lo que cada uno opine sobre este tema, la clave está en preguntarse si perseguir y acosar familias es legítimo en democracia. 

Es muy duro lo que acabo de escribir y acabas de leer, pero es una descripción precisa de la realidad. A Pablo e Irene les han perseguido fotógrafos cuando han ido al supermercado o a pasear a los perros. Les han perseguido hasta el hospital y han publicado en el tabloide de extrema derecha de Eduardo Inda fotos de la ecografía de sus futuros hijos. Han vendido por 15.000€ a este mismo tipo, socio de las peores cloacas del Estado, fotos de Pablo e Irene en la casa mientras circulaban por los grupos de whatsapp de toda España la dirección exacta de una vivienda en la que pronto habitarán dos bebés. Han investigado a los padres de los dos y han publicado sus fotos y sus patrimonios… y no sigo porque tengo límite de palabras. 

Todo esto es una táctica muy vieja y muy conocida. Umberto Eco la llamó "la máquina del fango" y Berlusconi la utilizó con notable éxito contra los jueces que perseguían la corrupción. En pocas palabras, se trata de generar falsos escándalos para destruir reputacional y personalmente a los adversarios políticos… especialmente si sus intenciones pasan por mejorar las condiciones de vida de la mayoría aunque eso suponga reducir el poder y los privilegios de los que mandan. Porque el acoso y la persecución a Pablo Iglesias e Irene Montero es por formar parte de un proyecto político concreto. ¿O acaso conoce la opinión pública las caras de los padres, la ecografía de los futuros hijos, el tipo de interés de la hipoteca o la dirección exacta de Mariano Rajoy, Albert Rivera o Pedro Sánchez? ¿Verdad que no? 

Es duro escribirlo, pero es verdad. Lo que hemos visto en los últimos días son las cloacas y sus sicarios en algunos medios de comunicación lanzando un mensaje muy claro. Un mensaje que imposibilita y destruye el sistema democrático: "Contra Podemos, todo vale. Ya has visto lo que le hemos hecho a Pablo y a Irene. No te metas en política, no protestes, deja las cosas como están. O el siguiente podrías ser tú".  Fuente: 20Minutos.