Los historiadores de derechas, los fundamentalistas católicos, los neo-fascistas, y los franquistas de toda la vida siguen pugnando por ganar la batalla de la propaganda sobre la historia de la República y la Guerra Civil. No es por desanimarles pero lo único que hacen es actualizar lo que escribieron Aznar, Arrarás o Salas y De la Cierva. Una de las obsesiones es demostrar que los rebeldes se "alzaban", es decir, dieron un golpe de estado asesinando a todo el que no estuviera de acuerdo con ellos, para proteger la libertad de enseñanza y la libertad de culto. La libertad no era precisamente lo que querían proteger. Había otros intereses muchos más poderosos: políticos y sobre todo económicos.
Podemos decir que todas las guerras se producen por motivos meramente económicos y obviamente la política influye en el sistema económico. La II República traía de bajo del brazo una modernización de la sociedad, que desde luego el sistema oligárquico y caciquil no iba a consentir.
Alfabetizar, mejorar la economía, separar iglesia y estado, modernizar el ejército, aumentar los derechos sociales, reforma agraria, etc. Estas reformas fueron el pistoletazo de salida para que la ultraderecha se organizara para luchar contra la República. La República era vista como un régimen revolucionario, y en realidad lo era, pero no era un régimen revolucionario bolchevique, sino un régimen revolucionario democrático. Hoy en día sabemos que la democracia es el sistema menos malo, pero no es un sistema perfecto. La joven democracia republicana fue un sistema con luces y sombras, necesitaba crecer y desarrollarse. Los militares fueron los abortistas del proyecto republicano. No sabemos que hubiera pasado si la Revolución socialista-anarquista-comunista hubiera triunfado, pero sí sabemos lo que sucedió cuando el Golpe de Estado desembocó en una larga guerra civil.
La derecha se alineó con los rebeldes. Esta circunstancia es la causante de que hoy en día la batalla por la historiografía este causando una ingente cantidad de libros sobre la II República y la Guerra Civil. Hay que justificar el Golpe de Estado y los cuarenta años de Dictadura totalitaria.
Luís E. Togores, el falangista franquista del CEU en la presentación del libro Valle de los Caídos, ni presos políticos ni trabajos forzados. escrito por Juan Blanco ( periodista y subdirector del diario El Alcazar, recientemente fallecido -descanse en paz-), alababa las excelencias de los historiadores del Movimiento. Es evidente que esta historiografía está suficientemente desmontada a raíz de la llegada de la libertad, una vez muerto el sátrapa.
Luis Fernández-Villamea (Dtor.Fuerza Nueva Editorial). inductor del libro Valle de los Caídos, ni presos políticos ni trabajos forzados, es tajante en sus afirmaciones. No eran presos políticos los que construyeron el bodrio de Cuelgamuros, FUERON DELINCUENTES COMUNES CON GRANDES DELITOS DE SANGRE. En este PUTO PAÍS, no se pueden insultar a la víctimas de ETA, cosa que alabamos, pero esta claro que existe una camada de hijos de la GRAN PUTA fascistas que tienen carta libre para insultar a las víctimas del franquismo. Está claro que la Transición está inconclusa.
Y es que no todo está en los documentos "oficiales", la memoria histórica es imprescincible para desentrañar lo que se intentó y se intenta ocultar, afortunadamente podemos contar con los testimonio de los que sufrieron en vivo y en directo la vejación franquista, esa vejación que según muchos historiadores y seudo-historiadores jamás existió.
Tony, te he dejado un correo.
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