¿A CUÁNTAS PERSONAS ASESINARON EN BADAJOZ EN LAS PRIMERAS HORAS?

ANTONIO ALFONSO HERNÁNDEZ

Siempre he defendido  que posiblemente murieron en Badajoz, entre los dias 14 y 18 de agosto del 36, un mínimo de 1.200 personas, como consecuencia de la represión practicada por los sublevados más los muertos caidos en la batalla , todos ellos pertenecientes al bando republicano.   Es decir, siempre he aclarado que es la cantiad MÍNIMA estimativa de la que se puede hablar con arreglo a  las pruebas fehacientes que existen hasta el momento.

Por tanto , esto es revisable al alza y no creo que nadie me pueda tachar de incongruente, incoherente o cosas por el estilo si ahora  me atrevo a plantear  una cifra bien distinta.

No podemos pasar por alto, por mucho que algunos lo pretendan intentando desviar la atención, que  contamos con distintas informaciones  que hablan de ejecuciones en masa en la plaza de toros de Badajoz y en distintos puntos de la ciudad.  Esto habría ocurrido en las horas inmediatamente posteriores a la sangrienta conquista de la ciudad.

PLAZA DE TOROS DE BADAJOZ EN DONDE OCURRIÓ LA TERRIBLE MATANZA

“Los defensores fieles, en cuanto los cogían, eran ejecutados en masivas carnicerias”. Esto decía el despacho de Reynalds Packard que apareció en el New York Herald Tribune el 15 de Agosto,  cuyos derechos habían sido adquiridos a  la agencia United Press.

Asimismo, tanto Jacques Berthet como Marcel Dany enviaron crónicas en donde informaban de las ejecuciones en masa que se estaban produciendo en la plaza de toros, o en otras partes de la ciudad en aquellas  primeras horas. Berthet habló de 1.500 ejecuciones.

Bastantes años después, concretamente el 6 de febrero de 1964, Marcel Dany enviaba una carta a Herbert Southworth , después de que éste le solicitara información sobre la presencia de Mário Neves en Badajoz, debido a las difamaciones que el portugués venía sufriendo sobre este particular.   No sólo le confirmó la presencia del periodista portugués en la ciudad, sino que también le confirmó plenamente, tantos años después,  la veracidad de la matanza.

“Señor: Recibo esta mañana su amable carta y le felicito por su cuidado en reunir todos los elementos posibles sobre un punto verdaderamente crucial de la guerra civil española.

Quiero contestarle inmediatamente con dos precisiones:

• 1º Contrariamente a las alegaciones de los señores Moss y Dahms que menciona, el señor Mário Neves estuvo realmente en Badajoz con Berthet y conmigo en las primeras horas de la madrugada que siguió al día de la toma de la ciudad ( aunque hubiera combates esporádicos durante la noche) , es decir, mientras la tropa limpiaba todavía el barrio alto, mientras se efectuaban registros domiciliarios y arrestos, mientras SE FUSILABAEN LA ARENA DE LA PLAZA DE TOROS y en las CALLES  y dentro de la catedral aún había cadáveres de civiles y militares republicanos.
• 2ª Nuestros testimonios solo fueron desmentidos por los reporteros que acompañaban a la columna de refuerzo, la cual no llegó a Badajoz, como muy pronto, hasta dos días después. Tuvieron tiempo de bichonner la ciudad y de preparar las explicaciones, más aún, cuando los despachos que yo había enviado a la Agencia Havas habían creado en el mundo una conmoción que, naturalmente, convenía atenuar.

En mi relato de entonces, no dije sino lo que  vi y oi de testimonios directos, bien de los presos que iban a ser fusilados, bien del propio comandante Yagúe, que no ocultaba cuáles eran sus órdenes y el estado de la ciudad”

Como podemos  apreciar , a pesar de los muchos años transcurridos , el francés seguía manteniendo su versión. Además puntualizó  que su llegada a Badajoz en compañía de Berthet y Neves se produce en las primeras horas del día 15, con lo cual están siendo testigos directos de lo que está ocurriendo.

No podemos perder de vista, que aunque Neves en sus crónicas de los dias 15 y 16 de agosto desmiente  la matanza de la plaza de toros, suponemos que obligado  por la ferrea censura salazarista, también muchos años después, confirmó su existencia en una entrevista que concedió.

“Bajaron por la calle desde la catedral hasta la plaza de toros. Cuando llegué allí vi que ya había muchos prisioneros dentro de la plaza de toros. La mayoría de los prisioneros estaban encerrados en los toriles en donde solián estar los toros. Los sacaron y los condujeron al centro de la plaza en donde los fusilaron. Los mataban en pequeños grupos. Cargaban sus cadáveres en camiones y carretas y los llevaban al cementerio en donde los apilaban en filas”

Es muy revelador que varias décadas después,  dos de los tres periodistas  que entraron primero en Badajoz, coincidan  en señalar que en las primeras horas se estaban produciendo ejecuciones masivas de prisioneros.  Berthet no pudo ser localizado por Southworth que intentó que le confirmara estos extremos. Sospechaba que podría haber muerto  por las fechas en las que  el norteamericano preparaba su obra maestra, El mito de la cruzada de Franco.

Conocemos también el dato que ofreció en su crónica Jay Allen:

“ Los  “rojos” eran jóvenes, en su mayoría campesinos con camisa azul y mecánicos vistiendo monos de trabajo. Todavía los estaban reuniendo. A las 4 de la madrugada los hicieron entrar en la plaza por la puerta por donde solía entrar el desfile inicial de toreros. Dentro les esperaban las ametralladoras.

Dicen que la primera noche la sangre alcanzó un palmo de profundiad. No lo dudo. Allí se asesinó a mil ochocientos hombres y mujeres en un plazo de doce horas. En 1800 cuerpos hay más   sangre de la que uno se imagina”

A pesar de que la crónica de  Jay Allen está repleta de errores y exageraciones , 1.800 asesinatos en 12 horas es una tremenda exageración,  no deja de ser cierto que no anda lejos de las 1.500 ejecuciones de las que informaba Jacques Berthet en su crónica del día 15, ni de las cifras barajadas por otros periodistas o investigadores

Y yo me pregunto, si la terrible matanza no está suficientemente confirmada por el propio Juan Yagüe que les dice en la mañana del día 15 a los periodistas, “Quizas no tantos” al ser preguntado por la veracidad del rumor que hablaba de 2.000 ejecuciones. Mário Neves, uno de los periodistas, lo expresó con meridiana claridad al referirse algunos años después a la cuestión.                  

“Yo le dije que toda la gente hablaba de los fusilamientos y de que había cierto terror, y él se manifestó con una casi indiferencia. Yo le dije que se hablaba de  2.000 fusilamientos y él me miró, pensó y me dijo: “Quizás no tantos”, pero con un aire de perfecta confirmación de aquello que se contaba por toda la ciudad” Como podemos ver, Mário Neves, al cabo de los años, era capaz de expresar libremente sus opiniones, contando las cosas tal y como las vivió, al contrario de cuando le tocó vivirlas, donde  debía escribir con un medidor impuesto por las autoridades portuguesas.

Si tenemos en cuenta que Yagúe capturó a un importante número de prisioneros republicanos en Badajoz, tal y como admite el mismo en el parte enviado a Franco el día de la ocupación, tiene lógica que se quisiera deshacer del mayor número posible de ellos, sabiendo como sabemos, que le obsesionaba tenerlos con vida  en la retaguardia. En relación con este tema es conocido  que a los primeros que dieron muerte de forma inmediata, fueron aquellos que participaron en la defensa de la ciudad. Como decía Soutworth, los rebeldes tuvieron que actuar de esta manera entre otras razones porque eran menos que sus enemigos y no podían correr riesgos.

De esta manera nos encontrariamos con unos asesinatos masivos que se tuvieron que producir entre la tarde del día 14 y la madrugada del día 15. Una operación repugnante en donde  decidieron quitar de la circulación a aquellos  que pudieron haber participado en la defensa de la ciudad, más algunas personas que los rebeldes consideraban  elementos marxistas.

A fin de cuentas quienes somos nosotros para contradecir al mismísimo Yagüe, actor principal de esta macabra función para contradecirle. Su frase dicha a los periodistas  confirma de alguna manera la cifra manejada por Berthet de 1.500 asesinatos. Con arreglo a todo lo descrito anteriormente , tal vez no sea descabellado pensar que la represión que se efectuó en Badajoz entre los dias 14 y 18 de agosto, el tiempo que estuvo Yagüe en la ciudad, sobrepase con creces la cifra de 2.000 personas, fuera aparte de los centenares que perdieron su vida , no lo olvidemos, por defender la LEGALIDAD REPUBLICANA y  que resultaron muertos de forma tan injusta como los represaliados.

Informaciones recogidas de, La matanza de Badajoz de Mário Neves, El mito de la cruzada de Franco de Herbertg R. Soutworth y La guerra civil en Extremadura, 1936-1986, de Juan García Pérez y Fernando Sánchez Marroyo. Edición del diario Hoy.

ANTONIO ALFONSO HERNÁNDEZ, 1 de agosto de 2013