Memoria Histórica, imprescindible para pasar página.

"Una fosa común es el mayor libro de historia, bajo paletadas de cal viva y a unos metros de profundidad aparecen personas de toda condición, incluso mujeres en avanzado estado de gestación, personas con las manos atadas a la espalda, con tiros en la nuca, fracturas perimortem(en el momento de la muerte)…". Era una de las primeras frases con que arrancó su relato el representante del colectivo de familiares de víctimas del franquismo en La Puebla de Cazalla, Miguel Guardado. En su pueblo han conseguido rescatar a más de 70 personas de una sepultura –que ha visitado el Relator Especial de Naciones Unidas–, aunque hay muchas más aún enterradas. "Y ninguna murió en combate, todas asesinadas sin procedimiento judicial". eldiario.es

Esta entrada está dedicada a un buen amigo

En este vídeo podemos oír y ver a una de esas personas  que se han empeñado en que pasar esta triste página que fue la Guerra Civil  sea misión imposible. Se trata de Luis Fernández Villamea, periodista por la Universidad Complutense, comenzó su trabajo profesional en la revista "Semana" con apenas 19 años, y después pasa a la revista Fuerza Nueva (de donde salió Blas Piñar), donde participa en la elaboración de su número 0 y de la que es actualmente director. Para este hombre la historia no ha avanzado. Durante el franquismo no hubo presos políticos solo presos comunes con "graves delitos de sangre". Lo de siempre: los presos que le iban a construir el mausoleo a Franco eran unos asesinos.

De verdad, esto solo se puede decir en esta  país cómo España.  Todavía existen mucha gente  que insulta a los que lucharon del lado de la República, insultan a los que una vez acabada la Guerra Civil fueron apresados por los vencedores, sufrieron exilio, fueron encarcelados, fueron asesinados por garrote vil, o delante de un pelotón de ejecución. 

De la crisis saldremos si la Unión Europea nos deja, la corrupción política dejará de ser un problema,  hay miles de políticos honrados, pero las cientos de fosas con víctimas de la barbarie de la Guerra Civil seguirán estando ahí, recordándonos la fetidez del consenso de la Transición.

Un buen amigo me dice, siempre desde la buena fe, que pasemos página y que no removamos la mierda, y que hagamos un homenaje conjunto por todos los caídos en la Guerra Civil. (buenos deseos) Todos juntos y revueltos, entiéndase bien, los que atacaban al Gobierno de la República los ponemos en el mismo plano que los que defendían al Gobierno republicano, o lo que vendría a ser lo mismo: equiparar a Yagüe con Vicente Rojo, o a Franco con Azaña. Eso sería lo mismo que pedir un homenaje conjunto para Mussolini y Churchill.

Todos los muertos deben de ser recordados, sean víctimas o no, pero es costumbre mundial  que cada uno recuerde a sus muertos --Los judios no van a llorar por los ajusticiados en los juicios de Núrember--: las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica recuerdan a los caídos por la barbarie azul y la Asociación Mártires de Paracuellos --por poner un ejemplo-- recuerdan a los suyos. No hace mucho, hasta el camposanto de Paracuellos se desplazo el  obispo --homófobo y machista-- Reig Pla para oficiar una misa solo por los asesinados en Paracuellos, nada de acordarse de todos los caídos en la Guerra Civil. Infocatólica daba así la noticia:

Misa en el campo santo de Paracuellos

Servimedia/InfoCatólica) El obispado de Alcalá comunicó a través de su web que dicha celebración tendrá lugar el domingo 24 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey, a las 12.00 horas, y en ella participarán representantes de las órdenes a las que pertenecen los religiosos cuyos restos mortales descansan en el citado cementerio.

 Se da la circunstancia de que 15 de los mártires de Paracuellos fueron beatificados el pasado 13 de octubre en Tarragona junto a los más de 500 mártires españoles del siglo XX que fueron elevados a los altares por el Vaticano.

El obispado de Alcalá concreta que «en la Guerra Civil española», durante la batalla de Madrid de 1936, miles de presos fueron asesinados en Paracuellos con ocasión de los traslados desde diversas cárceles de Madrid entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre de 1936, por lo que la ceremonia coincide con el aniversario de tales hechos.

 «Muchas de aquellas víctimas fueron asesinadas únicamente como consecuencia de su fe católica y en el contexto más amplio de la persecución religiosa que venía dándose en España desde años atrás», destaca la web del obispado complutense.

Este cementerio alberga los restos de centenares de religiosos y de unas 20 religiosas, de los que ya han sido beatificados un total de 134 mártires por los papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Además, el camposanto tiene sepulturas de «miles de seglares católicos», muchos de ellos pertenecientes a movimientos apostólicos de los que se iniciará una causa de beatificación impulsada por monseñor Juan Antonio Reig

Homenaje a los sepultados en la mina de Camuñas

Pero hay más, la iglesia encargó al grupo Aranzadi realizar  exhumaciones en la fosa de Camuñas, este grupo también exhuma las fosas de la memoria histórica, La fosa de Camuñas fue una de esas fosas que la dictadura no exhumó los restos que allí se encontraban por falta de medios técnicos, sin embargo, la localizó y puso una gran cruz. Según leíamos en El País:

En una vieja mina romana, a 30 metros de profundidad, en el pueblo toledano de Camuñas, el médico forense Francisco Etxeberria dirige las labores de localización de víctimas de la Guerra Civil, el mismo trabajo que ha realizado en los últimos 10 años y de forma altruista con el equipo de técnicos de Aranzadi. Pero esta vez todo es distinto. Porque esta vez el forense no ha acudido a la llamada de familiares de fusilados que le piden que saque a los suyos de una cuneta para poner su nombre en una placa, sino a la del arzobispado de Toledo. Porque esta vez las víctimas no son republicanas, sino sacerdotes y gente adinerada y de ideología de derechas fusilada por el bando perdedor de la guerra. Y eso, aunque abajo, a 30 metros, para Etxebarria sea el trabajo de siempre, arriba lo cambia a todo.

 Arriba, en la boca de la mina, los familiares de las víctimas claman contra la Ley de Memoria Histórica y la apertura de fosas. Cuentan que aquí hay miles, que esto es "el segundo Paracuellos" y hay quien dice que fueron arrojadas vivas ardiendo. Abajo, el equipo de técnicos sabe ya que hay unos 50 cuerpos, no más, y que cayeron muertos, porque tienen orificios de bala y tiros de gracia. "Decían que había 6.000 personas y no hay más de 60", explica Jorge Teulón, del arzobispado (...)

 Etxeberria, que ha llevado a cabo más de un centenar, cuenta que en el País Vasco tienen más de 600 peticiones y que sólo tres pertenecen a la represión republicana. "Víctimas hay en los dos bandos, pero uno de ellos ganó la guerra. Y por eso las únicas fosas olvidadas eran las de los republicanos porque las otras se estudiaron y se protegieron durante el franquismo. Esta está señalizada con una placa que recuerda: "Aquí yacen cristianos que dieron su vida víctimas de la guerra 1936-1939".

Para realizar esta exhumación  la Iglesia contó con fondos propios --la Iglesia es inmensamente rica--, no tenían necesidad de recurrir al dinero de las subvenciones, el resto de mortales tienen que "mendigar" dichas subvenciones para dignificar la honra de sus familiares desaparecidos por la barbarie de una guerra.

Franco fue el primero en crear la memoria histórica, su memoria histórica, solo para los suyos. Franco dejó tirados como perros a los "rojos", la Transición hizo lo mismo. ¿No es hora de cambiar esto? ¿El dinero? Los vencedores se gastaron una ingente cantidad de dinero, más de lo que pueda parecer, en construir el engendro de Cuelgamuros, exhumó 35.000 cadáveres, es posible que más, y los transportó a Cuelgamuros. Estos fastos no resultaron gratis. Todo este desembolso se hizo cuando España pasaba hambre y hacía colas con la cartillas de racionamiento.

Mi amigo, vuelvo a repetir; siempre desde la buena fe, me dice que el dejaría a un familiar suyo en la fosa donde se encontrase --todo por la reconciliación--. Es lícito, claro, nadie puede obligar a nadie, ¿pero acaso esa postura debe incidir en los que sí quieran recuperar los restos de sus familiares?

El Estado debiera recuperar todos los restos de las fosas de la vergüenza democrática, después si algún familiar quiere podría reclamarlos.

Julio Anguita lo tiene muy claro. Sin exhumaciones no hay tu tía.

¿A quién molesta que se quiten símbolos del franquismo? ¿A quién molesta que se "remueva la mierda? A los herederos ideológicos de los vencedores. Paradójicamente hay hijos  de los vencidos que alaban a los "santos cruzados", pero en general, es a esta derecha, derechona de toda la vida, la que no soporta que podamos reivindicar a la II República que, con sus luces y sus sombras, fue el primer intento serio para instaurar una democracia en España, que abolió la pena de muerte --la derecha la volvería a restaurar durante el bienio negro--, que dio voto a la mujer, que implantó el gobierno laico, que se interesaba, seriamente, por el bienestar de los trabajadores, que implantó el divorcio, los matrimonios civiles. Demasiado para la derecha reaccionaria que azuzó el miedo a la revolución, para llevar acabo su contrarrevolución. Todas las fuerzas de la derecha, excepto el PNV, secundaron el Golpe de Estado. Los monárquicos de Renovación Española-- que compraron aviones de guerra y armamento variado a Mussolini mucho antes del 18 de julio--, los carlistas, la CEDA, la Falange... La historia no hay que esconderla, hay que contarla

Y no se remueve ninguna mierda, los restos óseos de los miles de republicanos no pueden ser considerados como MIERDA. O acaso decimos nosotros que los restos que hay en Paracuellos son caca. No se remueve la mierda, se corrige la historia, se corrige una injusticia que las fuerzas políticas no han sabido o no han querido corregir.

Si queremos saber lo malo que fueron los Rojos, nos podemos descargar la Causa General sentaditos en casa desde nuestro propio ordenador. ¿Eso no es remover viejas rencillas? Parece que hay dos varas de medir: olvidemos lo que hicieron los franquistas --y los republicanos--, que eso es remover viejas rencillas, dejemos las cunetas como están, ¡qué importa a nadie lo que pasó! Pero si ya pasó mucho tiempo de eso...

Pero se olvidan que un escoces profesor de historia llamado Julius Ruiz (otro hispanista) no hace mucho escribió un libro con el original nombre de El Terror Rojo, para escribirlo se ha basado, como no, en la Causa General, la investigación franquista que duró hasta los años 60. ¡Coño!, parece que no solo son los "rojos" los que escriben sobre la represión.

A finales de los 90 ya empezó Pio Moa a escribir --insultar-- sobre la Guerra Civil, los revisionistas empezaron a escribir  libros como  La represión roja del cura Ángel David Martín Rubio, el terror de Las Chekas, con autores como César Vidal o Cesar Alcalá, o La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, de tres autores noveles, Francisco Pilo, Moisés Domínguez y Fernando de la Iglesia, de la editorial hiperfranquista Libros Lbres.

Y como broche final quiero compartir una información sobre el imparcial hispanista Julius Ruiz. Jorge M. Reverte, dejó por escrito su enfado porque Ángel Viñas y Alberto Reig Tapia habían insinuado que su amigo Julius Ruiz era un autor pro-franquista. Y de eso nada monada. de lo que no nos informó el venerable Jorge M. Reverte, era de las compañías del hispanista escoces. La web Produciones Armadas ha sido promotora de los estudios de este equidistante hispanista, una web que llama camarada a Blas Piñar Una imagen vale más que mil palabras. Ya saben: dime con quién andas y te diré quién eres

Julius Ruiz es el joven claro